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La Laguna Del Tigre
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Libro electrónico86 páginas1 hora

La Laguna Del Tigre

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La Laguna del Tigre, es una novela de actualidad cargada de realismo, muestra la barbarie, entremezclada con la belleza de la zona tropical de Amrica en que se funde. Describe al hombre y encierra al malvado cuando deja de ser humano y se convierte en fiera, se desnaturaliza como ser racional y se convierte en veneno, en torbellino de injusticias y sofoca al otro hasta su muerte.

"el franco tirador le asesta el disparo en la frente alta del hermano aquel. Cae en los brazos de su embarazada esposa y a lo lejos la otra ingrata vea como se desplomaba el amor que tanto la quera, lo mismo que el asesino con sonrisa burlona, se alejaba rpidamente en direccin al ro pasin y desaparecer rumbo al Tenosique, bordear por el lado mexicano la selva que lo separaba de su rancho y de las gentes que lo conocan."

Se desarrolla en una zona de prosperidad, de lo grandioso y fuerte, porque ha tenido desde siempre el esplendor de sus templos, de sus ciudades ancestrales, de sus inmensos ros como el Pasin, el Usumacinta, de su ciudad flotante Flores y de sus lagos. Es un homenaje al Noh-Peten y especialmente para sus pobladores, tierra de abundantes florestas y de la eterna primavera, Guatemala.
IdiomaEspañol
EditorialPalibrio
Fecha de lanzamiento28 oct 2014
ISBN9781463394448
La Laguna Del Tigre
Autor

Narciso R. De León

Narciso R. De Leon Sigüenza, es un autor de origen guatemalteco y vive actualmente en California, Estados Unidos. Ha publicado recientemente El Mundo es Asi, Guatemala Nuevos Retos, El río que corre bajo la sangre y El brujo de la Luna y la Divinidad escondida. Cree en la vida, la naturaleza y la creación superior, pero sobre todo en la humanidad y su bondad. Es residente en San Rafael, California.

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    La Laguna Del Tigre - Narciso R. De León

    CAPÍTULO 1

    Te busca Frank, le dijo la madre Amaro al hijo que veía la televisión en la sala de su casa. Éste se levanta de un salto y se dirige a la puerta para recibir al amigo.

    —¿Qué tal vos? dice el pintor al recién llegado de la capital. Pasaba para saludarte contesta y dirige la vista hacia la calle de la penitenciería donde se encontraba su automóvil; dentro, sentada en el sillón del pasajero la novia inquieta dejaba dibujar una leve sonriza ~entre dientes~. El pintor le dice que pase adelante y ella asiente que esperará en el carro y que no hay problema. Él no insiste y se acomodan en la sala para platicar.

    La calle donde se encontraba aparcado el auto divide el poblado de Lena del de Bento, ambos pueblos atiborran de gente las orillas de la laguna Netep Atzi por el lado sur, y junto a la cabecera de la región llamada Ciudad De Flores, que en realidad es una isleta de tan solo mil metros de diámetro y que flota sobre las aguas que la circundan; estába conectada a tierra firme por un puente colgante pero para el año 2011 una franja de tierra con pavimento y dos pasajes en arco, adornados con palmeras y plantas acuáticas sirven de paso natural para la ciudad de las flores; unos barquillos van y vienen para petenzit que es un zoológico tropical ubicado al este, otros atraviezan las aguas para el poniente; se dirigen a los poblados de Mikel, Saint Andrew and Saint Joseph que junto a la villa de El Remate cubren las partes norte y este respectivamente.

    Todos esos poblados cubiertos de la selva virgen que se adentra por las entrañas de las tierras calurosas que acogen a los ingratos y desventurados, junto a los virtuosos y soñadores que aún creen en milagros y bendiciones, pero las realidades cotidianas se oponen a los sueños y los deseos; todo está maldito por los señores de la laguna del tigre, del río la passión, el usumacin, el naranjo y el sayaxte.

    Esos señores han aniquilado la vida y han creado la muerte prematura, han descombrado las selvas y han llenado los campos de cantidades de vaquillas con ántrax, venidas de la región de oriente y de Honduras; el temor y la pérdida de la fe van de la mano de las gentes que viven en sus entornos. Los señores, son engendros de Principal muerto, varillas de huesos, hacedor de males e infortunios, y del brujo de la luna; tienen a su servicio Kaibiles mercenarios que vomitan fuego y lava, vomitan plomo y gusanos, vomitan cienpiés gigantes y huesos de perros sarnosos, escupen hiel y veneno y tienen los ojos del mal y de belial, proceden del infierno xibalbay.

    —Después de los correspondientes saludos y las preguntas vanas, los amigos se enfrascan en la extraña muerte del hermano querido, del amigo ausente y del compañero de clases en la adolescencia, porque todo eso habían sido Frank, el pintor y el teacher en el poblado de la laguna seca, enclavada en la parte occidental de la provincia norteña de Chilam Balam; crecieron y se recrearon con el fútbol, la pesca, las fiestas pueblerinas, las siembras y los trabajos campesinos; cuando crecieron se separaron y uno se hizo maestro, el otro contador y el tercero un don nadie, porque pasó a formar parte de los in-nombrables servidores de los cuerpos policiales del país, bajo el pseudónimo de Frank, y dedicado a las investigaciones de actividades delictivas y de contrabando de narcóticos.

    Con el tiempo fue la ruina de su propia vida porque se convirtió en una víctima del sistema y de los poderosos insurrectos, que bendicen con una mano y con la otra levantan el arma asesina que fulmina y luego olvidan para siempre, a aquel que por tanto tiempo les fuese fiel en su trabajo.

    —Le cuenta el pintor lo del hermano muerto a Frank en yaxté y el proceso que siguió tras semejante atropello. El teacher era el tipo atlético saludable y bien educado, que pasaba sus días yendo y viniendo por las calurosas chozas del poblado, por los senderos de la aldea hacia el principal poblado que da cara al grandioso río passión que incuba pejelagartos, tilapias, tortugas, tiburoncillos, pez martillo y anguílas, junto a los temibles caimanes que se asoléan sobre las arenas negruzcas y de barro tinto de las orillas; acrecienta el caudal del enorme usumacin que arrastra todo a su paso por la zona mexicana de Chiapas y especialmente cuando se adentra por la provincia de la Villa Hermosa; allí recientemente inundara las calles y todas las zonas bajas que dan a las riveras; las casas y sembrados junto a los negocios quedaron bajo el castigo de tlaloc el dios de la lluvia y bajo la maraña de basura que las aguas arrastran a su paso.

    —El más noble de los sacrificios y los trabajos que el hombre puede tener eran su orgullo y su vida plena, la enseñanza como educador; maestro de las áreas rurales de la tierra de abundantes florestas y de esos jovenes que cuando crecieren, no sólo serían sustento de sus familias sino los contribuyentes del progreso del pueblo que los viera nacer y quizá remontasen más allá de nuestra propia patria, en bien del mundo y de los civilizados hombres y de los poco hombres, de los sin nombre y de los que desaparecen en los trópicos bajo enormes árboles y bandadas de pájaros que se cruzan de lado a lado, porque no sólo hay personas en las ciudades sino también en las montañas alejadas del bullicio y de la podredumbre actitud de los malvados.

    —Llega la nena linda y se contornea frente a Walter, sus insinuaciones carnales y esos ojazos verdes contrastan con su piel canela y su sonriza inquieta, su piel desparramando frescura y olor a coco; él sin miramientos la toma y apasionadamente la besa hasta que se adentran al plantío de maízales, piñas y frijolares que florecían en ese entonces; le hace el amor enloquecido ante su belleza, ante sus caprichos y tantas tardes de provocaciones, que resuelto ahora a complacerla y ella a conquistarlo se entregan bajo el calor de la tarde y el cántico de loros que se comen los primeros frutos de los sembrados. No esperaba entonces que ese capricho satisfecho fuera el final de sus días en el poblado y de su propia vida, porque la chiquilla no le pertenecía y se entregaba a otro bandolero, quien sabiendo de sus paseos vespertinos, decidiera

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