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Sublime Y Triste Realidad
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Sublime Y Triste Realidad
Libro electrónico210 páginas4 horas

Sublime Y Triste Realidad

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Oscar el protagonista de esta novela es un nio muy humilde que por desgracia acecinan a sus padres y se queda hurfano. El se be forzado a dejar su tierra natal e inmigrar a Norte Amrica por miedo a que lo acecinaran. A travs de su vida el tenia una premonicin en sus sueos que iba a tener en el futuro, esa premonicin era conocer al amor de su vida cuando fuera mayor de edad pero jams se imagino que la vida misma le iba arrebatar ese gran amor. Estando ella embarazada de el cuando el la pierde el queda completamente solo al borde d la locura en las calles, sucio como un pordiosero con el riesgo de morir o quedar loco.
IdiomaEspañol
EditorialPalibrio
Fecha de lanzamiento17 nov 2014
ISBN9781463394240
Sublime Y Triste Realidad
Autor

Jesús Gregorio Zárate Aguirre

Jesús Gregorio Zárate Aguirre nacido el 9 de mayo de 1976 en Toluca México. Desarrolló sus habilidades con tan solo su imaginación. Su mayor inspiración fueron sus hijos Yanelie, Kimberlie y Brandel. La mejor escuela para el fue cada experiencia que la vida le dio. Nunca pensó en tener y desarrollar la habilidad que Dios le había regalado.

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    Sublime Y Triste Realidad - Jesús Gregorio Zárate Aguirre

    Copyright © 2014 por Jesús Gregorio Zárate Aguirre.

    Todos los derechos reservados. Ninguna parte de este libro puede ser reproducida o transmitida de cualquier forma o por cualquier medio, electrónico o mecánico, incluyendo fotocopia, grabación, o por cualquier sistema de almacenamiento y recuperación, sin permiso escrito del propietario del copyright.

    Esta es una obra de ficción. Cualquier parecido con la realidad es mera coincidencia. Todos los personajes, nombres, hechos, organizaciones y diálogos en esta novela son o bien producto de la imaginación del autor o han sido utilizados en esta obra de manera ficticia.

    Fecha de revisión: 12/11/2014

    Palibrio

    1663 Liberty Drive

    Suite 200

    Bloomington, IN 47403

    En un lugar lejano de México había un pueblo muy tranquilo donde los habitantes tenían paz y tranquilidad. Hasta que un día llego un hombre y todo empezó a cambiar. Ese hombre llego a comprar un rancho que estaba retirado del pueblo por donde la gente sembraba sus cosechas. Ese rancho era de unas personas que tenían muchas propiedades y casi no lo frecuentaban, lo tenían muy olvidado y descuidado hasta que llego ese hombre se los compro y le dio nueva vida. El padre de esta persona había trabajado ahí muchos años atrás con los dueños anteriores cuando el era solo un niño y después de tantos años volvió. Sus padres y el se habían ido para los Estados Unidos y su suerte cambio repentinamente. Pero luego se supo que se dedicaban al cultivo de marihuana. Al padre del nuevo dueño del rancho lo habían matado por haber hecho una mala jugada en el Norte de California. El decidió volver a su pueblo natal y eso cambio la tranquilidad que todos tenían en el pueblo. Ese hombre era muy ambicioso y codicioso no le importaba si perjudicaba a la gente. El sujeto con el nombre de Pedro siempre usaba botas y sombrero. Pedro era muy mal encarado, el llego y compro la propiedad. El rancho tenia un rió al lado muy bonito con árboles y paisajes muy hermosos. Había pájaros que cantaban todas las mañanas y por las noches se oían cantar los grillos.

    A un costado un señor con el nombre de Roberto sembraba sus cosechas. Roberto era un humilde campesino que tenía un hijo llamado Oscar y su esposa con el nombre de Juana. Un día estaba muy estresado y preocupado por que últimamente llovía muy seguido y las lluvias estaban arruinando sus cosechas. El solo de eso podía vivir y trabajar, no había estudiado ni aprendido otro oficio. Sus papás habían vivido en la ignorancia y no le habían inculcado ninguna otra cosa más que trabajar en el campo como campesino. El no había tenido estudio era un humilde y pobre campesino que no había tenido oportunidades en la vida. La ciudad quedaba muy lejos del pueblo y por no haber estudiado no tenia la oportunidad de conseguir otro trabajo. De las dos tierras que tenia mantenía a su familia y solo les alcanzaba para comer y sobre salir con lo necesario. Seguido se miraba en aprietos. En esos días las lluvias arrasaron con milpas y una que otra casa que no estaba muy bien construida, eran pequeños jacales de gente humilde y pobre. Roberto estaba con su azadón y pala levantando el maíz que las lluvias habían tirado. El estaba muy estresado por que su hijo Oscar ya pronto se graduaba de la primaria y no tenia dinero para hacerle una fiesta. Mientras trabajaba el solo pensaba en la graduación de su hijo, hablaba con Dios diciéndole, Dios ayúdame a sacar adelante a mí hijo no quiero que sufra o que batalle como yo batalle quiero que estudie, se supere y sea alguien importante en la vida, que no tenga una vida como la mía. Dios mió ayúdame hacerlo un hombre de bien y fuerte.

    En lo que el pensaba y le pedía a Dios por su hijo llegaron unos hombres hacia donde estaba el. A el se le había hecho raro mirarlos ya que no los había visto por ahí o al menos el ya no los recordaba. Esos hombres llevaban dos camionetas y se bajaron de ellas, las camionetas eran una Tahoe roja y una jeep negra. De la camioneta roja se bajo Pedro, ese hombre mal encarado azoto la puerta de su camioneta y dijo, bajen a esos hijos de la chingada. Se bajaron tres hombres armados y bajaron a dos personas vendadas de los ojos y atadas de las manos. Con pistola en mano les decía el hombre, haber hora si cabrones se les va a cargar la chingada si no me dicen donde esta el idiota de su jefe, si no me dicen donde esta escondido voy a matar a su familia. Me jugo chueco el cabrón se quedo con muchas ganancias que a mi me pertenecían. Si no me dicen en donde esta, hasta aquí va a llegar mi paciencia y se les va a cargar la chingada. Los hombres vendados decían con mucho miedo, le juramos señor que no lo hemos visto en mucho tiempo no sabemos donde se fue pero si nos da unos días mas le diremos en donde se encuentra, a nosotros nunca nos dijo donde se fue se lo juramos no nos mate dénos una oportunidad. No cabrónes ya les di una oportunidad y les di mucho tiempo para que me dijeran donde esta, a mi sé me hace que lo están escondiendo no me gusta que jueguen con migo y me mientan, par de ojetes. El hombre malo con el nombre de Pedro seguía diciéndoles, hasta aquí llegaron hijos de la chingada les di una oportunidad y no hicieron nada, pues hasta aquí llego su suerte estoy en mi tierra y yo aquí hago lo que a mi se me de la gana.

    Roberto escondido entre los matorrales miraba y escuchaba, trataba de recordar o reconocer a esos hombres por que nunca los había visto por ahí. El pueblo quedaba retirado de ese rancho, la gente casi no pasaba por ahí solo cuando trabajaban sus tierras de vez en cuando. Al ver que ese hombre les decía a sus trabajadores, ‘‘hey ya saben que hacer con estos cabrónes maricas ya me enfadaron, no quieren hablar. Métanles un pinché plomazo en la cabeza y cuando terminen échenlos al rió.’’

    Roberto observaba como torturaban a esos hombres. Se espanto cuando miro como uno de los hombres de Pedro mato a los dos hombres que estaban vendados con un tiro en la cabeza. Aun después de matarlos seguía hablando con ellos diciéndoles, ‘‘ya ven culeros para la otra hagan caso dé lo que mi jefe les pide ya ven lo que pasa por no hablar. Roberto trataba de no moverse para que no escucharan o miraran que el estaba ahí, ya que en ese pueblo no se escuchaba violencia. El se queda sorprendido dé lo que estaba observando. Roberto del miedo hizo un ruido, alguien lo escucho y dijo, patrón creo que alguien nos esta observando. Pedro el jefe dé la banda dijo, haber anda ve busca que fue ese ruido. Uno dé los matones fue y se asomo atrás dé los matorrales en donde estaba Roberto, lo miro y con pistola en mano le apunto y dijo, haber hijo dé la chingada ¿que haces ahí? ¿Quien eres? ¿Quien te mando a espiarnos? ¿El jefe de estos ojetes verdad? Ahorita nos vas a decir quien eres y quien te mando, levántate pendejo dinos ¿quien eres? ¿Que haces aquí? Roberto con mucho miedo con la boca temblorosa tartamudeando del susto dijo, no, no nada señor yo solo estaba trabajando y pues sin querer queriendo pues tuve que mirar. Estos son mis terrenos y pues yo mismo los trabajo para sostener a mi familia pero yo no tengo nada que ver con esos hombres ni tampoco se quien son sé lo juro. En eso Pedro se acerco a Roberto y dijo, haber cabrón me vas diciendo tu pinché nombre y donde vives y si es cierto que eres dueño de estas tierras. Anda dime, seguramente as de saber quien es el dueño de este rancho que esta aquí a un lado de tus pinches mugrosas tierras por que si son tus tierras seguramente as de saber el nombre del dueño ¿o solo nos estas mintiendo? Haber anda dime ¿quien es el dueño? Roberto contesta, no, no señor no estoy mintiendo claro que si se quien es el dueño de este rancho los dueños son los Mena, y si, yo soy el dueño de estos terrenos que están aquí aun lado del rancho de ellos de verdad. Pedro contesta, mira nada mas pues para tu información yo soy el nuevo dueño, ¿como vez? ¿No lo sabias? La gente de aquí ya me conoce cabrón como es posible que siendo el dueño de estos terrenos que están aquí a un costado de mi rancho no lo sepas cabrón. Yo trabaje aquí cuando era un niño yo le ayudaba a mi papá. El era el capataz nada más que nos tuvimos que largar de aquí para tener una vida mejor. Mi padre se canso de ser un peón y pues ahora mírame, la vida da muchas vueltas, ahora yo soy el dueño y a nadie quiero cerca de aquí o alrededor de mis propiedades, a sí que ya sabes yo soy el nuevo dueño no los Mena. ¡Ahora es mi rancho y es rancho Ortega cabrón! ¿No te habías dado cuenta? Roberto le contesto, no señor no lo sabia. Pedro le dijo, pues ahora ya lo sabes guey yo tengo con este rancho dos meses a sí que pues lo siento mucho pero no quiero dejar evidencia de lo que acabas de observar y como no confió en ti pues vas a tener que acompañar a estos idiotas que ya mis hombres se descabecharon por pasarse de listos conmigo por mentir y quererse burlar de mi. Ahorita nos vas a decir en donde vives y quien es tu familia por que de todos modos lo vamos a saber quieras o no a sí que empieza a cooperar cabrón."

    Roberto con mucho miedo grito y les dijo, ¡no por favor no me maten por favor no, nooo, tengo familia que dependen de mi ellos me esperan en la casa por favor no me maten! Con lagrimas en los ojos diciéndole a Pedro, por favor apiádate de mi te lo suplico te prometo que no le digo nada a nadie dé lo que yo mire por favor. Pedro dijo, no te conozco, no confió en ti cabrón y no seas marica no grites. Lo tomo del pelo y le dijo a sus matones, haber den le una putisa a este cabrón para que suelte la sopa y les diga donde vive por que ahora yo voy hacer el dueño de sus terrenos, me vale madre a quien tenga que matar van a tener que ir a su casa y quitarle el titulo de sus propiedades, si se opone alguien más den les en su madre a el y a su familia. Llévenselo al rió mátenlo y cuélguenlo si no quiere hablar. A los otros aviéntenlos al pinché rió que se los lleve la corriente, todo por ponerse en el camino equivocado y la hora equivocada este estupido.

    Los hombres se llevaron a Roberto arrastrándolo jalándolo dé los pelos diciéndole, ya vez cabrón por ponerte en el camino de donde no debes. Haber hijo dé la chingada ya oíste al jefe así que cooperando si no quieres que toda tu familia se le cargue la chingada ya sabes lo único que queremos y si cooperas no matamos a nadie más, así que ¿dinos donde vives? Le pusieron la soga al cuello y le dijeron, ¡habla cabrón! ¿Donde vives? ¿Como se llama tu familia? ¡¿Habla cabrón!? Roberto con terror dijo, no a mi familia no le vayan a hacer nada malo por favor por lo que mas quieran no le hagan nada. Los hombres le decían, A sí cabrón pues habla por que de todos modos lo vamos a saber y entonces si vamos a matar a toda tu familia completa así que dinos ya de una vez si quieres que ellos vivan habla. Roberto no les decía donde vivía el y su familia gritando les decía, ¡ya les dije que no les voy a decir nada ni donde vivo si quieren mátenme pero no les voy a decir mi dirección! Pensando en que su familia pudiera tener una oportunidad de huir si los matones no supieran en ese momento en donde vivían. Lo seguían torturando una y otra vez. El aferrado les decía, si quieren mátenme pero no les voy a decir por que no quiero que le hagan daño a mi familia. Los hombres malos jalaron la soga colgando a Roberto. Roberto quedo pataleando, solo alcanzo a pensar en su mente pidiéndole a Dios, padre mío cuida a mi familia protégela que no les hagan nada malo." En eso se le fue la respiración al quedar colgado, quedando completamente muerto.

    Mientras en la casa de Oscar su mamá preocupada al ver que su esposo no llegaba y ya era de noche estaba muy desinquieta con un presentimiento. Después de haberle dado de cenar a su hijo Oscar aquel hijo apunto de recibirse dé la primaria le dijo, hijo anda ve acostarte ya vete a la cama que es tarde ya, tu papá no llega a de andar con su compadre ya vez que cuando anda con el a veces se van a la cantina y se ponen a tomar. Oscar le contesto, esta bien mamá pero quiero que vengas conmigo y me hagas piojito y me sigas contando cuando tú y mi papá se conocieron me gusta la historia. Su mamá le dijo, esta bien solo recojo los trastes y voy contigo pero anda vete a la cama ahorita estoy contigo. Oscar se fue a su cama se puso su piyamita a esperar a su madre para que le contara sus historias y le agarrara el sueño por que así lo había dejado acostumbrado su mamá cuando era un niño.

    Ella seguía muy preocupada por su esposo y pidiéndole a Dios decía, o padre mió protege a Roberto cuídalo mucho por donde ande que no le vayan hacer daño o que no ande haciendo nada malo tú sabes cuanto lo quiero es mi vida el y mi hijo así que te pido que lo cuides y lo ilumines por donde este. Últimamente lo e visto muy estresado, preocupado por las cosechas y el dinero que no alcanza a veces ni para comer, tú sabes que ahora con lo de nuestro hijo que ya mero sale dé la escuela y no tenemos dinero, no sabemos que hacer por eso te pido señor que lo entiendas, lo ayudes para que así no haga nada malo por ahí o algo ilegal que quiera hacer por la necesidad y la desesperación. Por eso te pido que lo ayudes. Termino de rezar y hacer lo que estaba haciendo, se dirijo al cuarto de su hijo mencionando su nombre, Oscar hijo. Oscar le contesto, si mamá aquí estoy en mi cuarto esperándote para que me cuentes la historia de papá y tú. La mamá dijo, pensé que ya estabas dormido. Oscar aquel niño inocente entusiasta con ganas de superarse en el futuro para ayudar a sus padres. Estaba estudiando para sus exámenes y le dijo, ven mamá acércate abrázame, cuéntame un cuento o lo que quieras contarme en lo que llega mi papá. Juana se sentó aun lado de su hijo, le empezó a contar de su vida de cómo conoció a su padre. Tomándolo entre sus brazos, después de un rato le empezó a decir, ya ves hijo que por siempre te hemos dicho yo y tu papá que te superes y estudies para que no batalles como tu padre lo a echo. El se preocupa mucho por nosotros, hace todo lo posible para que nosotros comamos. Tú sabes que las cosechas últimamente no han dado buenas siembras por las lluvias. El esta muy estresado y preocupado por lo de tu escuela que ya mero sales. Mira horita es hora que no llega, ya me preocupe mucho tengo miedo que por la desesperación vaya hacer algo indebido. A de andar tomando, vete a saber que andará haciendo, es tarde, no llega. Oscar contesto, si mamá, entiendo a mi papá aunque yo solo sea un niño me doy cuenta de cómo batallan ustedes, ya me doy cuenta de las cosas que tienen que pasar tú y papá para sacarme adelante, para yo poder estudiar y superarme, se que me quieren mucho, tambien se que darían todo lo que fuera para verme feliz, eso lo se, me doy cuenta y se que también por eso a veces mi papá toma por desesperación e impotencia de que no alcanza el dinero pero ¡yo lo entiendo aunque no lo creas! De momento su mamá lo abrazó fuertemente con lagrimas en los ojos con un presentimiento tan grande que sentía en el pecho le dijo, quiero que me prometas algo. El le contesto, si mamá dime que quieres que te prometa. Juana sentía las ganas de decirle a su hijo con el presentimiento de mamá y esposa que sienten cuando algo malo esta sucediendo o esta apunto de suceder le dijo, quiero que me prometas que pase lo que pase si tu padre y yo faltamos o cuando Dios nos recoja quiero que me prometas que le vas a echar muchas ganas que vas hacer muy fuerte ante cualquier obstáculo que se te cruce en la vida que no te vas a dejar vencer ante nada, que vas a seguir haciendo lo que nosotros queremos para ti y vas a estudiar y superarte prométemelo hijito por favor. Oscar le contesto, si mamá te lo prometo pero ¿Que pasa? ¿Que tienes? ¿Por que me estas hablando como si ya te fueras a morir? ¿Dime que pasa? Me estas asustando. Su mamá le dice, nada hijo no pasa nada es solo que me da sentimiento y miedo de pensar que si un día yo y tu papá ya no estamos aquí meda mucho miedo pensar que tú te vayas a quedar solo a enfrenarte a la vida, por eso llore discúlpame mi amor pero es un sentimiento muy grande que nosotras las madres llegamos a sentir pero no te espantes no pasa nada. Oscar limpiándole las lagrimas de los ojos a su madre abrasándola fuertemente le dijo, no te preocupes mamá te prometo ser un hombre de bien, fuerte y entusiasta con sueños de cumplir lo que tú y papá quieren para mi. Juana lo volvió a abrazar y con un beso en la frente le dijo, gracias mi amor, bueno pues es hora de dormir hijo ya sabes que a tu padre no le gusta que duermas tarde y mañana vas a la escuela a si que buenas noches. Oscar le contesto, buenas noches mamá estate tranquila que papá va a regresar ya lo veras. Oscar aquel niño inocente intentaba animar a su madre diciéndole con seguridad que su padre estaba bien e iba a volver. Aun sin saber que a su padre esos hombres ya lo habían asesinado. Su mamá se retiro diciéndole, buenas noches, Aunque su hijo le había dicho que su papá iba a volver no dejaba de preocuparse por ese presentimiento que sentía en el pecho. Se fue a su cama, prendió la televisión esperando la hora en que su esposo llegara. Desesperada se levantaba a mirar por la ventana una y otra vez. No pudo pegar los ojos en toda la noche por la inquietud y el mal presentimiento que ella sentía.

    A la mañana siguiente se levanto y miro al sofá haber si de casualidad su esposo se había quedado a dormir ahí. Dijo, no llego Roberto, ¿que pasaría? Fue hacía la recamara de su hijo lo despertó para ir a la escuela diciéndole, hijo anda levántate que tienes que ir a la escuela mientras tú te alistas yo voy a la casa del compadre a preguntarle por tu papá por que no llego a dormir y estoy muy preocupada por el a la mejor se puso muy tomado y se quedo a dormir en la casa de mi compadre. Ya ves que cada que toma a veces se queda en su casa, por que ya sabes que cuando esta tomado no puede ni montarse en el caballo. Oscar le pregunto, ¿a poco no llego mi papá? Se levanto espantado diciendo, ¿si quieres yo voy contigo a buscarlo? Su madre le dijo, no Oscar tú alístate para ir a la escuela yo iré sola, horita vengo rápido no me tardo. Oscar le dice, esta bien mamá pero no te alarmes, cálmate ve tranquila a buscar a papá no quiero que te vayas a enfermar por que te miras muy mal y cansada se ve que no pudiste dormir. Su mamá le dijo, horita vengo hijo.

    Se fue

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