VICIOS Y RECUERDOS

Por Julio Canizález

Ahora es cuando todo comienza (o continúa en el tiempo) la fasinante aventura en la que nuestro héroe anónimo a un principio se verá inmerso y llegando a cambiar hasta de nombre. Espero de corazón que sea de tu sublime agrado, mi querido integrante del selecto grupo de "Almas Enamoradas y Corazones Soñadores".

• Idioma: Español
• Editorial: Julio Canizález
• Fecha de lanzamiento: 17 ago 2021
• ISBN: 9798201456368

Vista previa del libro

CONTENIDO

––––––––

PROLOGO

VICIOS Y RECUERDOS

OCTUBRE

EL AYER

EL LEGADO

ACERCA DEL AUTOR

PROLOGO

––––––––

Ahora es cuando todo comienza (o continúa en el tiempo) la fasinante aventura en la que nuestro héroe anónimo a un principio se verá inmerso y llegando a cambiar hasta de nombre. Espero de corazón que sea de tu sublime agrado, mi querido integrante del selecto grupo de Almas Enamoradas y Corazones Soñadores.

VICIOS Y RECUERDOS

Fumaba. El humo del cigarrillo estaba en el ambiente, impregnándolo todo de un nostálgico aroma amargo y agridulce (como si pareciera un aroma conocido de antaño en una vida pasada), amalgamando lo vivido con lo olvidado y lo muerto con el recuerdo del futuro, ése misterioso estado que siempre ha fascinado al mundo entero, pero que muchos le temen. El tiempo corre muy de prisa y es imparcial al no esperar absolutamente a nadie.

Una solitaria lágrima surcaba su mejilla, tal vez por tristeza, dolor o simplemente por el humo. La lumbre crepita cada vez que ilumina el lúgubre entorno que le rodea.

Las voces del pasado se mezclan con el presente y hacen eco con las de su mente, unas pidiendo que se mate, otras que no pierda el tiempo y haga algo por su bien.

- ... total, nadie te echará de menos, estúpido, sólo hazlo... ya es hora de que abandones tu zona de confort, ¡ánimo!... tengo hambre... mejor no, no te compliques y no hagas nada.. - era parte de lo que alcanzaba a escuchar o entender entre todo ese ruido que inundaba su cabeza de vez en cuando. Por eso es que siempre buscó estar ocupado, tener ocupada su mente para no permitir que abrieran esa puerta que él mantenía constantemente cerrada por su propio bien.

Su esencia... la esencia de ella también estaba allí. Extendió sus manos y, acariciando el aire creyó sentir que sus dedos recorrían ese talle esbelto que tantas veces lo enloqueció.

- ¿Dónde estará ahora? ¿Qué estará haciendo hoy?... ¿Con quién estará? O por lo menos ¿Recordará que aún existo?

Suspirando