El Mayor Acontecimiento y un sencillo renuevo. (Serie: Hijos de la mañana nº 1): Hijos de la Mañana, #1

Por simon aquino

Este es un libro escrito en medio de la pandemia. Un libro que pone de manifiesto la posibilidad de que, en vez de evangelizar con el mensaje de Jesús,
terminamos civilizando a los pueblos, y convirtiéndolos a nuestra cultura más que a Cristo.
Y ahora nos urge como iglesia comprender como sembrar el Reino de Dios en
nuestras naciones.

En este libro buscamos responder
¿Cuál es el principal fundamento de la cultura del Reino de Dios?
¿Qué repercusiones del nacimiento de las naciones sudamericanas nos afectan
hasta hoy?
¿Pudo la contra reforma socavar la expansión del evangelio en Sudamérica?
¿En que nos limitó no comprender a los pueblos indígenas?

Este es un libro para revisar los fundamentos de la iglesia. Y despertar a la oportunidad de un cambio fundamental.
Un Cambio que comienzó.

• Idioma: Español
• Editorial: simon aquino
• Fecha de lanzamiento: 30 abr 2021
• ISBN: 9798201954093

simon aquino

Simon Aquino nació en Chile, siendo aun un adolescente se volvió un fiel seguidor de Jesucristo. Los últimos años a viajado por mas de diferentes naciones y continentes como pastor y conferencista. Compartiendo con las personas sus experiencias y reflexiones sobre ser un seguidor de Jesús. Como escritor a plasmado estas verdades en sus libros de profunda espiritualidad, con reflexiones bíblicas y experiencias personales con el Espíritu Santo. Los lectores, han encontrado en estos libros valiosas respuestas para la vida cotidiana, y la relación con Dios. En el últimos años a publicado una serie de novelas como escritor de ficción con la serie de libros más reciente, "Derrota lo mas oscuro", "Encuentra lo mas preciado" y "Girasol, un bosque, un mapa y un canto". En esta serie busca ministrar la iglesia y al mismo tiempo entregar principios espirituales de la guerra espiritual de la luz contra las tinieblas.

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Derechos de autor

Titulo original: El Mayor Acontecimiento

1ª edición: Agosto del 2020

Todos los derechos reservados. Bajo las sanciones establecidas en el ordenamiento jurídico, queda rigurosamente prohibida, sin autorización escrita, la reproducción total o parcial de esta obra por cualquier medio o procedimiento.

EL MAYOR ACONTECIMIENTO

Y un sencillo renuevo

Serie: Hijos de la Mañana

INDICE DE TEMAS:

CULTURAS: LAS ALMAS DE LAS NACIONES.

LA CULTURA DEL REINO.

LA VISIÓN DE LAS ALMAS DE LOS PUEBLOS.

CONTRA REFORMA: EL CUERPO ROTO Y EL ALMA VACIA.

CULTURA RELIGIOSA DE SANGRE.

LOS NUEVOS PUEBLOS BUSCAN UNA IDENTIDAD PARA SU ALMAS.

GUERRAS EN ALMA QUE SE DESARROLLA.

EL CAMINO A LA DESCONEXIÓN DEFINITIVA DE LAS ALMAS.

EL ALMA NATIVA.

ALMAS VACIADAS.

DONDE EL ALMA REAPARECE PARA EL SEMBRADOR.

EL ACONTECIMIENTO.

CULTURAS: LAS ALMAS DE LAS NACIONES

Así como el ser humano posee un alma, con la que construye su propio mundo, la llena de ideas, experiencias, tradiciones y del sentido que le han legado sus antepasados. Así mismo las naciones poseen alma, a la que llamaremos cultura.

Sobre la cultura se han dicho muchas cosas; que esta nace de un altar, que es un cultivo, o que se labra como se haría con un jardín.  

Todas estas nociones tienen un aspecto muy verdadero, pero a veces nos imposibilitan el entender cómo operar en términos realmente prácticos en las naciones.

Seré más directo, a mi parecer no hay mejor forma de entender la cultura de una nación, que mirando cómo opera el alma del hombre.

Si la cultura es, por definición antropológica, la estructura interior e histórica de un pueblo. Entonces podemos decir que, en términos del ser, la cultura es el equivalente del alma humana, pero en mayor escala porque abarca un número enorme de personas.

Nuestra alma es nuestra estructura interior e histórica, que es transformada por el Espíritu para que permanezcamos en Cristo y seamos semejantes a Él.

Si hacemos un paralelo entre hombre y nación, tendremos al hombre que es espíritu, con un cuerpo y un alma que interactúa entre lo concreto y lo abstracto. De la misma manera, una nación posee un diseño eterno de Dios equivalente al espíritu del hombre en eternidad, propósito y preexistencia.

También una nación posee territorio físico en la tierra, que sería su cuerpo de barro y una cultura como alma, que hace la interacción entre lo material y lo intangible o simbólico de aquella nación.

Usando este mismo paralelo, podemos ver dentro de una congregación donde hay una infinidad de personas distintas, hijos de Dios con experiencias diversas y multiformes maneras de percibir la Voz del Señor. Todos respondemos en obediencia a su Voz, pero no existe una uniformidad de historias y experiencias en nuestras almas. Por eso todas las almas son distintas, diferentes en todo sentido.

Así mismo, el planeta tiene muchos pueblos, que a su vez tienen su propia estructura interior, su historia y experiencias. Tienen una cultura (alma) propia.

Y así como nuestra alma necesita venir a los pies del Señor, también los pueblos con sus culturas, necesitan venir y rendirse ante Cristo, para que el Señor haga emerger en ellos la cultura del Reino.

LA CULTURA DEL REINO

Debemos considerar algo importantísimo. Al buscar y experimentar la cultura del Reino, no estamos buscando nociones culturales del cristianismo occidental actual, tampoco una nueva réplica del judaísmo o revivir tradiciones israelitas. Mucho menos una idea humanista o sofisticada para eruditos e intelectuales.

El Señor dijo a Pilato "Mi reino no es de este mundo", por esto mismo sabemos que la cultura (alma) del Reino que no pertenece a este mundo, no puede entenderse, ni mucho menos intentar establecerse en los términos del mundo.

Si el Verbo siendo Espíritu eterno se encarnó, para ser Jesús de Nazaret y ser el alma del Dios Eterno (y su perfecta manifestación histórica). Entonces al querer entender como es un alma transformada y por ende una cultura vivificada, necesitamos mirar a Cristo en Resurrección.

No nos sirven los moldes humanistas, ni las ideas de la ilustración. Tampoco nos ayudará estudiar las tradiciones culturales judías, a menos que quiera evangelizar al pueblo judío y llevar la cultura de ellos a los pies de Cristo.

La cultura del Reino es del cielo, y por lo tanto es eterna y multiforme, como el cielo mismo.

La cultura del Reino es como Cristo en resurrección. Quiebra las leyes de lo material, rompe los paradigmas del momento histórico, es diversa, a veces parece un anónimo hortelano, otras veces un simple caminante en Emaús y de vez en cuando se muestra rodeada de la gloria del unigénito de Dios. Tiene principios traspasables de generación en generación, pero no