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Vive un Estilo de Vida Vegano
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Vive un Estilo de Vida Vegano

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Algo tan simple como el comer nos diferencia de otros seres humanos que viven realidades cada vez más interconectadas a las nuestras, aunque tan distantes como los alimentos que cocinamos y consumimos día a día. Uno pertenece a donde el estómago de uno lo hace. Nos definen nuestros patrones de consumo, y mejor aún: cómo nos nutrimos, cómo nos relacionamos con el medio ambiente, cuáles son nuestras conexiones con otros seres vivos, cómo enriquecemos los deseos de nuestra energía creativa para obtener una mejor salud física y mental.

IdiomaEspañol
Fecha de lanzamiento13 feb 2021
ISBN9781393028710
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    Vive un Estilo de Vida Vegano - LIC CARMEN BERNAOLA

    LIC CARMEN BERNAOLA

    Introducción

    "Tal como es la comida, así es la mente,

    Tal como es la mente, así son los pensamientos,

    Tal como son los pensamientos, así es la conducta,

    Tal como es la conducta, así es la salud. "

    -Proverbio Oriental

    Algo tan simple como el comer nos diferencia de otros seres humanos que viven realidades cada vez más interconectadas a las nuestras, aunque tan distantes como los alimentos que cocinamos y consumimos día a día. Uno pertenece a donde el estómago de uno lo hace.  Nos definen nuestros patrones de consumo, y mejor aún: cómo nos nutrimos, cómo nos relacionamos con el medio ambiente, cuáles son nuestras conexiones con otros seres vivos, cómo enriquecemos los deseos de nuestra energía creativa para obtener una mejor salud física y mental.

    Si analizamos el panorama mundial, la carne vendría a ser un indicador directo de la riqueza. Desigualdad y riqueza. Basados en la premisa de somos lo que comemos, los últimos cincuenta años hemos decidido resolver de una manera harto simplista la pregunta, somos siete mil billones setecientos setenta y un mil millones, en crecimiento segundo a segundo. Media vaca anual y cincuenta pollos es lo que, en promedio, a 2014 un ciudadano estadounidense come. El consumo de carne, ha aumentado el doble que la población en las últimas décadas y los efectos nocivos de ello son claros y comprobables científicamente: en la salud, en el medio ambiente, en la sociedad la carne es el ejemplo perfecto de la desigualdad.

    A nivel corporal, la carne nos lleva a un envejecimiento acelerado, acidifica nuestro cuerpo y nos lleva a una esperanza de vida menor, mientras condenamos el destino de algunas especies a la explotación, condiciones de vidas poco dignas y muertes.

    Al día, 345 millones de animales terrestres son asesinados en mataderos alrededor del mundo. Millones más pasan por la explotación que les condena a solo ser vistos como objetos de los que se obtiene algo.

    Los efectos negativos en el mundo son visibles: hoy consumimos más carne que hace 50 años, creyendo que es algo que hemos hecho desde siempre.  Y mientras la subnutrición es la otra cara de una misma moneda suceden cosas como: que un migrante en Estados Unidos come hamburguesas de cinco dólares, mientras en Nigeria cuando hay abundancia se prepara la bola de mijo (el cereal africano que reemplaza la harina y levadura en el pan) y se reparte en porciones iguales para una familia numerosa.

    Hemos llegado a un nivel de inconsciencia tal sobre nuestras prácticas alimenticias que el sector agrícola es sustentado con una mano mientras con la otra apuñaleamos el medio ambiente. La industria ganadera es un gran contaminante mundial: utiliza soya para alimentar a las reses, lo que modifica tanto los patrones de cultivo y el equilibrio de los suelos como el sistema digestivo de las vacas, produciendo una cantidad alarmante de gases de efecto invernadero.

    La industria pecuaria produce más emisiones de gases de efecto invernadero que todo el sector transportes, a nivel mundial. El gas metano producto de estas prácticas es 86% más fatal que el CO2 producido por los automóviles, motivo por el cual esta industria es la mayor protagonista del calentamiento global.

    ¿Y quién piensa en los animales?  El veganismo es una postura ética, no es solo una forma de alimentación: es una filosofía de vida en la que se direcciona tanto la dieta como los patrones de consumo, mientras se aprende a cooperar con la sostenibilidad del planeta y el respeto hacia los animales, quienes concebimos de ahora en adelante como nuestros iguales.

    El veganismo se aplica de manera integral, en todos los aspectos de nuestra vida: la alimentación, lo que compramos, lo que vestimos, lo que apoyamos. Ser vegano es una forma de decirle al mundo que no estamos de acuerdo con la explotación animal.

    Hay demasiados mitos en torno al rol de los veganos en la sociedad, en torno a la salud y los hábitos que se cultivan para el cuerpo, pero siempre será tu decisión. Cada vez el veganismo está teniendo mayor acogida, entre los animalistas y los seres conscientes de los beneficios que esta postura ética trae para el medio ambiente, así como para las personas que están dispuestas a comenzar a educarse.  

    Por tanto, será mucho más sencillo encontrar productos en el mercado enfocados en tu nueva dieta, pero también puede ser tan simple como probar con verduras que no has probado y que seguro, resultarán un deleite en tu paladar o por lo menos una experiencia completamente nueva. De la tierra crecen todos los micronutrientes necesarios para cualquier etapa de la vida en la que te encuentres, tu o tu familia. Esto no nos lo dirá un nutricionista tradicional porque está influido por un sistema educativo que le ha enseñado –al igual que a nosotros– que sin carne no es posible sobrevivir.

    En lo que respecta a la salud y a la nutrición: el veganismo estará allí para ayudarte a mitigar el riesgo de envejecimiento prematuro, para airear tus células y aportar a su regeneración. La regeneración de tu cuerpo y mente estará incidiendo directamente en la transformación del planeta.

    Por tanto, el cambio comienza desde ti, que te decidiste a abrir y leer este libro. Sin embargo, los hábitos deben construirse con una continuidad a prueba de impacientes, y el ser vegano no equivale a privarse de los productos de origen animal, porque poco o nada hacemos si esto no está acompañado de una conciencia integral sobre lo que debemos sembrar y aprender para comenzar a desarrollar una dieta más sustentable.

    Por tanto, es necesario desmitificar aquellos mitos que se han fundado alrededor de lo que es un vegano, cuáles son sus prácticas alimenticias y éticas. Y en ese aspecto este libro te acercará un poco más a una comprensión global de ello, pero también será tu acompañante en este cambio que pretende respetar todas las formas de vida, y reconectarnos con nuestra alimentación.

    Si no respetamos el ciclo natural de vida de los animales y no tenemos una sana relación con la tierra, estamos generando unas condiciones de vida nefastas para nosotros mismos y las generaciones por venir. Pero no se trata solo sobre lo que se come, es sobre cómo llevamos las prácticas a nuestras mesas despreocupados por los procesos, consecuencias en la salud y sufrimientos que nuestros hábitos acarrean.

    Si tomaste la decisión de abrir este libro fue porque dentro de ti hay una semilla buscando ser árbol de transformación. En este proceso de crecimiento conjunto, harás parte de una comunidad que está cada vez más informada sobre las mentiras y prácticas de la industria cárnica, y además aprenderás deliciosas recetas para llevar una vida completamente normal y más saludable que la del promedio de la población mundial. Así que, aunque ya tengas algo de experiencia en el tema, empieza a transitar por estas páginas como quien está recibiendo abono para crecer y fortalecer tanto sus ideales como su estilo de vida.

    La carne y los productos de origen animal vienen empaquetados de tal manera que olvidemos su verdadera procedencia. Detrás de los víveres que compramos normalmente hay animales sobreviviendo en granjas donde las condiciones son deplorables, algunas veces en cajas o en jaulas tan estrechas que estos animales ni siquiera pueden cambiar su postura o mover sus alas de acuerdo a como su instinto se los indica. Hay investigaciones que hablan sobre el maltrato en estos lugares: los animales son golpeados, marcados, perforados, pateados, abusados y forzados a ir al matadero.

    Si no hacemos todo este análisis será harto sencillo continuar con nuestra forma de alimentarnos: desnaturalizados, insensibles ante lo que sucede. En este libro haremos también un recorrido por las bases filosóficas del veganismo, ideología que puede alimentar nuestro activismo y hacer de nuestra alimentación algo más integral. Es tan simple como empezar a meditar sobre la próxima comida que tomemos: obsérvala, mira sus colores, texturas, concéntrate en sus patrones.  Huélela, nota qué partes de tu sistema nervioso se activaron. Llévala a tu boca sin prisa, permite que primero tus labios acaricien la comida, luego muérdela, siente sus sabores, pregúntate cuál es su origen, dedícale un pensamiento a la planta de la que creció esa fruta o verdura, al animal que perdió su vida para que tú te estés alimentando.

    Tómate tu tiempo para apreciar el juego de los sentidos con cada bocado, disfruta cada sabor en tiempo presente, evita divagar, pero si esto sucede vuelve a pensar en el sabor, en el olor, en el color de lo que comes. Al final de este pequeño ejercicio analiza cómo te sientes, qué nuevas sensaciones experimentaste. Con el veganismo las sensaciones pueden acrecentarse pues nuestro cuerpo se ha ido limpiando de la gama de sabores tan limitados que tiene una comida enfocada en proteína animal. Poco a poco, vamos a ir aprendiendo sobre más grupos de alimentos, y a disfrutarlos como si fuéramos niños que se conectan por primera vez con una sensación.

    Las sensaciones en cuerpo y mente, asociadas a una dieta vegana consciente serán de liviandad y salud. Todo depende de ti y la vida que desees vivir, y si esta vida

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