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De Wolfe
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Libro electrónico1255 páginas23 horas

De Wolfe

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De Wolfe por Kathryn Le Veque
Un Bestseller en Amazon #1 en Romance Medieval !

1231 D.C. - Después de una fea escaramuza a lo largo de la frontera de Inglaterra/Escocia en Bog Wood, un mal herido caballero a gateado para morir. Como una mujer del clan Scott se despliega por el campo de batalla para recoger el botín de guerra, una mujer se separa del grupo. Ella está enferma por la tradición de robar los valores de los muertos y corre  a esconderse. En su escondite, sin embargo, persiste el caballero malamente herido. La joven mujer es asustada al principio pero su natural instinto de dar ayuda se apodera de ella. Ella atiende al caballero y salva su vida. Poco sabia la Señora Jordan Scott de que ella había salvado la vida del temido caballero Ingles conocido por su gente como De Wolf….

Varios meses después, la paz a prosperado a lo largo de la frontera. Un novio Ingles es ofrecido a una novia Escocesa. La Señora Lady Jordan Scott es esa novia y su novio es el poderos Conde de Teviot, John de Longley. Cuando el Señor de Longley manda a su poderoso y odiado ejército a buscar a su nueva novia, el capitán del ejército personalmente va a buscar a la Señora Jordan. Cuando Jordan mira al temible caballero Ingles, se da cuenta de algo extrañamente familiar en su voz. Cuando el hombre finalmente se revela. ella ve que no es otro que el hombre cuya vida ella había salvado. Señor William de Wolfe, el azote de los Escoceses, hace conocida su presencia.

William nunca se olvido de su ángel Escocés. Una mirada a la Señora Jordan después de todos esos meses y el es golpeado con apreciación y adoración. El no había pensado en nada más que  la señora desde  el momento en que ella había atendido su herida y ahora, su enamoramiento con ella toma vuelo. Mientras la escolta de regreso al Castillo de Northwood para casarse con su señor, cada minuto que pasa pareciera que él se enamora mas y mas desesperadamente enamorado de ella. Jordan llega a conocer al hombre mas allá de la leyenda de De Wolf, y entonces la historia de amor comienza….

Únete a William y Jordan n un cuento de verdadera  y total devoción, de un amor que sangra mas allá de las fronteras de Escoceses e Ingleses, Y donde la lealtad, amistad, y familia los une a todos en este incierto y político mundo. Estos son los oscuros días de los oscuros tiempos, pero en medio de un mundo traicionero de secretos y odio, William y Jordan comparten un amor con el que solo se sueña. Ven y se parte de este viaje de De Wolf y su señora que transciende el tiempo

IdiomaEspañol
EditorialBadPress
Fecha de lanzamiento17 ago 2020
ISBN9781071563038
De Wolfe

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    De Wolfe - Kathryn Le Veque

    EL LOBO

    Una epica 2 parte Romance medieval

    Por Kathryn Le Veque

    Copyright 2013, 2014 by Kathryn Le Veque

    Todos los Derechos Reservados. Ninguna parte de este libro puede ser usada o reproducida de niinguna manera sin permiso escrito, excepto en casos de breves citas incorporadas en artículos de críticos u opiniones.

    Impreso por Dragonblade Publishing in the United States of America

    Text copyright 2013, 2014 by Kathryn Le Veque

    Cover copyright 2013, 2014 by Kathryn Le Veque

    Library of Congress Control Number 2014-002

    ISBN 10:1492101583

    Parte 1:

    Los Salvajes del Norte

    ––––––––

    Ahí sobre la azulada medianoche

    Los caballeros ibancabalgando de a dos por dos

    Fuera por los páramos iluminados por la luna

    La muerte los consumió, traídos por la guerra

    En medio de ellos, un fantasma vino

    Conocida de corazón, esta gentil lluvia

    El nombre de una Señora...

    Un rio, ella era llamada

    Amada y apreciada, uno y todo

    Esta señora conocida por caballeros tan atrevidos

    Esta es ahora la historia contada.

    ~  Preludio a El Lobo

    ––––––––

    Capitulo Uno

    El mes de Diciembre

    Año de Nuestro Señor 1231

    Escaramuza de Madera del Pantano cerca delas aguas de Blackadder, la frontera de Inglaterra/Escocia

    ––––––––

    Por todo lo que es sagrado, yo odio las batallas.

    Una suave voz femenina llenaba el aire húmedo y fresco. La respuesta fue dura.

    Así que ayúdame, Caladora, si te desmayas de nuevo yo te llevare un palo.

    Cinco mujeres se paraban sobre la colina, mirando abajo a la espeluznante escena másallá en loque alguna vez fue un pacífico y sereno valle. Donde la lavanda y el brezosolían bañarse en medio del exuberante verde ahora estaban rotos, cuerpos ensangrentados, el resultado de la batalla que había durado un día y una noche. Ahora, todo estaba inquietantemente quieto con algunos gritos ocasionales de los moribundos. No más sonidos de espadas; solo los sonidos de la muerte.

    El sol empezaba a ponerse sobre las distantes colinas, echando sobre el valle una luz sombría. Para las mujeres esperando en la alta colina, se veía como si el Infierno se estaba estableciendo para venir a reclamar sus almas. Había terminado, esta batalla; una batalla en una guerra más poderosa que sucedía hace más tiempo que cualquiera pudiera recordar. La guerra por la fronteraEscocesa.

    La Señora Jordan Scott esperaba por sus tías y primas, esperaban por la señal de su padre que las enviaría abajo hacia el valle para empezar a evaluar a sus propios heridos y para asegurarse de que cualquier herido del enemigo fuera enviado al inframundo. Ella lo odiaba; todo esto. Ella odiaba ver a buenos hombre morir, viendo su sangre de vida escurrirse y escuchando sus suplicas por ayuda. Ella odiaba a los sangrientos Ingleses por causar todo este bendito dolor y sufrimiento porque ellos creían que ellos se creían una raza superior. Todos los Escoceses eran hombres salvajes a sus ojos, no pensantes e insensibles, y de alguna manera los Ingleses se sentían obligados a actuar como su cuidador de jaula.

    PeroJordan era cualquier cosa pero salvaje y no pensante. Ellatenía una mente y alma, algunas veces más suave de lo que le hubiera gustado a su clan. Mientras el sol se seguía poniendo ella acerco más la capucha de su capa de lana, evitando el frio y la oscuridad. Justo cuando la espera parecíaexcesiva, un grito  que uno de los hombres de su padre soltó libero el dique de mujeres que ahora caían en el valle. . A medida que atardecer se profundizaba, la caza comenzaba.

    Jordan fue una de las ultimas en llegar al valle, arrastrando los pies aun cuando sus tías le lanzaban amenazadoras miradas. Ella las ignoro. De hecho, ella se alejó de ellas para que no observaran cadamovimiento que ella hacía, sacándose la capucha y escogiendo a sus objetivos entre los muertos.

    Su largo, pelo color miel colgaba a su alrededor como ella se agachara sobre un joven hombre y empezaba a tirar un anillo con sello de oro. Parecía estar firmemente pegado en su dedo y ella trago saliva; su padre esperaría que ella sacara su daga y le cortara el dedo, arrojando todo dentro de la canasta.

    Ella arrugo la nariz al prospecto y dejo la mano muerta caer de regreso al piso. Ella no iba a cortar el dedo sin importar lo que su padre digiera. Ella no tenía estomago para eso. Pero el hombre a sus pies de repente gruño y Jordan se asustó con miedo; sin dudarlo, ella tiro su daga de su funda en su antebrazo y hundió la hoja en su suave cuello. El hombre se detuvo, silenciado por siempre por el frio metal de su cuchillo.

    Jadeando con shock, Jordan miro al hombre hacia abajo y apenas pudo creer lo que ella había hecho. Ella no sabíapor qué lo había hecho, solo que ella había estado aterrada y con miedo de que si ella no mataba al hombre de que él se levantaría y la mataría a ella. Su respiración se hizo corta, pantalones horrorizados mientras ella miraba hacia abajo contemplando su muerte. DulceJesu', ¿se había ella deteriorado a tal conejo asustado de que ella mataría antes de pensar?

    Con disgusto ella tiro abajo su daga y tropezándose se alejó del hombre muerto, preguntándose si de hecho las formas guerreras de su padre  la reclamaban. Ya, ella tenía que alejarse de la destrucción y aclarar sus pensamientos. A ella no le importaba si su familia pensaba que ella era débil. Ellos habían tratado de endurecerla, de hacerla fuerte y audaz, pero ella no lo tenía en ella. Ella era dulce y cariñosa, amable y gentil. Habíanmás adecuados para atender a aquellos en el campo de batalla y cortar dedo por el oro que llevaban; iba a encontrar un lugar para esconderse y esperar hasta que la cacería y las muertes acabaran.

    Mirando por sobre su hombro para ver si la observaban, Jordan vago lejos del campo de destrucción y hacia un pequeño valle. Enclavado en el fondo entre unos escuálidosarboles había un pequeño arrollo, el agua brillaba plateada a la luz de la luna.

    Era pacífica y calma, y ella podía sentir su compostura regresar. Se arrodillo al lado del arroyo y lavo sus manos como limpiando la confusión y revulsión que ella sentía. Sabía que era una decepción para su padre de dos formas: no haber nacido hombre, y el no poder lidiar suficiente con los aspectos de ser la hija de uno de los más fieros  señores de la frontera Escocesa. Aunque su padre la quiera mucho y nunca hizo sentir menos, ellasabía en el fondo que él deseaba q ella fuera más fuerte. Algunas veces ella lo deseaba, también.

    Su padre no pretendía que el siempreentendía a su única hija, especialmente cuanto su amor por la músicay animales se refería. Jordan podía cantar como los ángeles y podía bailar una plantilla Escocesa como el diablo mismo, logros por los que se sintió enormemente orgulloso, pero algunas veces el no podía comprender la mente femenina. Él era un guerrero, un barón por título, y su mundo era uno de muerte y lucha, no el gentil mundo en que su hija habita.

    Aun así, el no estaría complacido si el descubriera que ella había arrancado como una cabraasustada y buscado refugio en la noche. Jordan encontró una gran roca junto el arroyo y se sentó en su helada superficie, viendo las burbujas de agua bajo la luz de la luna y preguntándose porque ella no era igual que el resto sus familiaresmujeres, atrevidas y audaces. Sobre ella, un halcón nocturno monto las corrientes de aire, gritándole a su pareja y ella miro por un momento antes de regresar al mal humorado arroyo.

    Si estás pensando en ahogarte a ti misma, 'es algo poco profundo.

    La voz venia de la oscuridad atrás suyo. Jordan salto de la roca, aterrorizada mientras se giraba a mirar a su acosador. Ella podía distinguir una forma de hombre tumbado en la base de uno de los arbustos pero no podía ver mucho más en la oscuridad.

    El pánico se elevó en su garganta y se dio cuenta con profundo arrepentimiento que ella había dejado su daga atrás en el campo de batalla. Ellapodía gritar, pero el parecía ser grande y probablemente saltaría y le cortaría la garganta antes de que ella pudiera emitir un sonido. Se congelo, sin saber que hacer después. Ella ciertamente no quería provocar al hombre con un decisivo acento Inglés.

    Que...¿Qué es lo que quieres? ella demando temblorosa.

    La luna salió de atrás de las nubes, revelando el paisaje en brillante luz plateada. Jordan pudo ver de inmediato que el hombre estaba gravemente herido, y habíagran cantidad de oscura sangre cubriendo sus piernas y piso debajo de él. No le tomo mucho darse cuenta de que él era imposible levantarse mucho menos atacarla. Su coraje aumento y ella estaba segura de que podía correr de regreso a buscar su daga antes de que el pudiera moverse sobre ella, el  maldito diablo Ingles. Ella le haría a él exactamente lo que él le haría a ella dada la mitad de la oportunidad de ella.

    Pero en los talones de ese pensamiento llego otro. La sangre de Jordan corrió helada con aborrecimiento; ella había matado un hombre hace poco y se castigaba sin fin por ello. Ahora ella estaba planeando al muerte de otro. Más de la violenta influencia de su padre era una pare de ella que ella tenía miedo de admitir. Quizás este hombre herido era inocente de cualquier asesinato en lo absoluto, ella pensó inocentemente. Quizásél era víctima de la situación, forzado a pelear por el odiado rey Ingles. Quizásél no quería pelear en lo absoluto y luego se encontróa sí mismo como una baja.

    Jordan se forzó a si misma a calmarse, al darse cuenta de que el hombre no podía lastimarla. Dio un paso adelante para poder verlo mejor aúnasí ella mantuvo una saludable distancia entre ellos.

    Habla, ella le dijo, sintiendose mas valiente. ¿Qué estás haciendo aquí? ¿Qué quieres?

    Ella escucho al hombre suspirar. ¿Qué quiero? el respondió cansado. Yo quiero regresar a casa. Pero lo que yo quiero y lo que será serán dos cosas completamente distintas todas juntas. ¿Qué pretendes hacer conmigo?

    Jordan lo miro debajo de la plateada luz de luna. Yo no pretendo hacer nada contigo, ella respondió suavemente. No lo necesito. Por como se ve esa herida, tu estarás muerto por la mañana."

    El hombre descanso su cabeza hacia atrás en contra del árbol en un gesto de derrota. Quizás, él dijo, mirándola en la oscuridad justo como ella lo estaba mirando. ¿Me dirías algo?

    ¿Que?

    ¿Cuáles tu nombre?

    Ella no vio daño en darle su nombre a un hombre moribundo. Jordan.

    Su cabeza se levantó del tronco. ¿Jordan? Un nombre con fuerza. Sin embargo suele serun nombre de hombre.

    Jordan se movió unos pasos más cerca. Mi madre, siendo una mujer piadosa, me nombro por el Rio Jordan, ella respondio. Jordan Mary Joseph se mi nombre completo. Aun mas, se suponía que yo sería un hijo barón.

    Los ojos del hombre se hicieron intensos y Jordan sintió un escalofrió correr por su espinavertebral. Le sorprendió lo guapo que era, Ingles o no, y sus mejillas se hicieron cálidas.

    Tu definitivamente no eres un hijo barón, Jordan Mary Joseph, él dijo, casi seductoramente. ¿Qué edad tienes?

    Yo he visto veinte años, ella respondió, halagada y desarmada por su declaración.

    Entonces tu estascasada con hijos, el afirmo. ¿Estaba tu marido en el campo de batalla?

    Yo no tengo marido, Jordan dijo parejamente. A los veinte, ella estaba avergonzada de no haberse casado aun; era un tema doloroso y ciertamente ella no lo discutiría con él.

    ¿No marido? el repitió, evidentemente choqueado. ¿Por qué no?

    Ella frunció el ceño. Tú haces muchas preguntas, Ingles.

    El no respondió. Él se recostó en contra del árbol nuevamente, cerrando sus ojos. Su fuerza se iba drenando y Jordan supuso que estaría muerto se acercaba rápidamente.

    Como ella lo mirara, empezó a sentir lastima por el caballero. Él era quizás diez años mayor que ella, un hombre joven aun. Él era un hombre muy grande con enormes manos y grandes, piernas musculosas, y sus rasgos faciales, aunque rodeado por la malla y el yelmo, eran cincelados y buenmozo.Ella estaba empezando a sentir pena de que su vida pronto terminara de una herida sostenida en algo sin sentido, escaramuza sin sentido.

    Se le ocurrió una idea; ellasabía que podía hacer sus últimas horas más confortables con lo que ella llevaba en su bolso. Los artículos de sanción estaban pensados para su propia gente pero ella simplemente no podía dejar al caballero y no ayudarlo. Era su suave corazón tirando de ella, preocupación por otro. Ella esperaba que sus ancestros Escoceses desmoronándose en el suelo perdonaran su acto de traición.

    Ingles, ella dijo suavemente. ¿Tú me dejaría atender tu herida?

    Un ojo se abrió con algo de sorpresa. Ellapodía ver sospechas en las profundidades misteriosas.

    ¿Porque? el susurro. ¿Así tu podrías terminar lo que tus miembros del clan comenzaron?

    No, ella respondió, aunque ella no culpaba su desconfianza. Así yo podré hacer tus ultimas horas más soportables. Cuando él no respondió, ella le frunció el ceño. Te prometo que no te hare daño intencionalmente. Tu puedes desangrarte hasta la muerte o puedes dejar que te ayude; ‘Es todo lo mismo para mí.

    Despuésde una eterna pausa, el alcanzo arriba con mucho esfuerzo y arranco el casco de su cabeza, revelando un oscuro cabello mojado pegado a su cabeza pastosa. Torpemente, el empezó a remover su armadura.

    Jordan disminuyo la distancia entre ellos con pequeños, rápidos pasos y se arrodillo a su lado. Sus manos eran pesadas y poco manejables y ella las golpeo lejos, terminando el trabajo de la remociónella misma. Ella hurgo un poco en sus cuisses, o armadura del muslo, porque la herida estaba a lo largo del borde de la armadura don se encontraba con sus pantalones. Un punto vulnerable, ella noto. Se sentía algo aprensiva estando tan cerca de un guerrero Ingles y deliberadamenteevito su mirada. Ella podía sentir sus ojos sobre ella, mirando cada movimiento que ella hacía. Sus manos empezaron a transpirar mientras ella lo despojaba del resto del equipo de protección.

    ComoJordan se inclinaba para trabajar, su rosada lengua entre sus dientes en concentración, el caballero estudio bien sus rasgos de porcelana y los enormes redondos ojos del másincreíblecolor verde. El podía verlo inclusive a la luz de la luna, Sus cejas se arqueaban siempre tan delicadamente y sus pestañas eran largas y densas. Ella había dejado de morderse la lengua lo suficiente para que el viera que sus labios eran suaves y sensuales.

    Su pelo se acercaba hacia el mientras se movía y el olor a lavanda era inconfundible. Su cabello era rubio oscuro, liso y sedoso. Cada vez que tiraba la masa satinada sobre su hombro para sacarla de su camino, él era saludado por el perfume de los brotes morados y lo encontraba completamente cautivador. Aun mientras él la miraba, el no podía creer que esta mujer era Escocesa; ella personificaba todo lo que el siempre creyó que ellos no eran. De hecho, le tomo unmomento darse cuenta que ella era físicamenteperfecta. Si Dios en persona hubiera ido a él y le hubiera pedido que describiera a su pareja perfecta, él hubiera descrito a Jordan rasgo pro rasgo. Er una realización extraña.

    Sin conocer los pensamientos del caballero, Jordan miro hacia arriba y se encontró con su mirada y fue enfrentada con el tono de avellana másfascinanteque jamásallá visto. Aun para su tamaño y su fuerza, y el hecho de que el hombre era de hecho un caballero con experiencia, estos eran los ojos más amables que ella alguna vezhubiera encontrado. Enervada, ella aparto sus ojos y continúo con su buena obra con drenante concentración. El hombre la intimidaba en muchas formas para comprenderlo.

    Con la armadura afuera, Jordan pudo ver que la herida en su muslo era sustancial. Él había empacado trapos de lino en esta en un intento de parar el sangrado, pero el rápidamente se habíavuelto muy débil para hacer mucho más. Era un profundo, largo corte que recorría casi toda la longitud de su largo muslo. Ella arranco sus pantalones en un intento de tener el campo libre para atender la herida, dándose cuenta de que sus piernas eran casi tan gruesas como los troncos de los árboles.

    Jordan tomo pedazos de material y malla de la herida, limpiando la sangre coagulada y la tierra que habíainundado el área. Entremás ella se involucraba, más pudo ver que la herida iba hasta el hueso.

    Jordan fue a buscar su bolso y empezó a sacar sus ayudas; whisky, hila de seda y aguja, y tiras de lino hervido.

    Aquí, ella dijo, empujando a la botella de whisky abierta hacia él y manteniendo sus ojos en la herida. bebe esto.

    El acepto la botella de su mano y tomo varios largos tragos. Ella la tomo de regreso y la dejo a su lado, haciendo una pausa con el ceño fruncido y pensando que incluso si el sobrevivía la herida, el de seguro perdería la pierna. Ella no sabíaque el aun miraba su rostro atentamente, maravillado por la increíble belleza de la misma.

    El caballero, de hecho, no tenía el habito de mirar a las mujeres. Aparte de una ocasional puta, él nunca tuvo alguna remotamente seria relación con una mujer, aunque hubo muchas féminas que habíantratado de conquistarlo. Eltenía mucho respeto por el sexo opuesto, pero el Castillo de Northwood era su vida y una esposa no cabía en sus planes.

    ¿Voy a vivir, Señora Jordan? el pregunto después de un momento. ¿O debo preparar mi saludo para San pedro?

    Ella suspiro y tomo labotella de whisky. Renuente, se encontró con sus ojos por un breve momento para transmitir una disculpa silenciosa antes de mojar toda la extensión de herida con el quemante alcohol.

    Laúnicareacción del caballero fue chasquear su cabeza lejos de ella para que ella no pudiera ver su rostro. Ningún sonido fue emitido ni en movimiento de un musculo visto. Notable, ella pensó. Ella nunca había viso a alguien tomar el dolor de una quemada con whisky tan bien.

    Algunas mujeres preferían lavar el whisky con agua antes de cerrar la herida, pero no Jordan. El licor en si le hacíaincreíblemente bien en ayudar curar  heridas y prevenir infecciones, así que ella lo dejaba puesto y tomo su aguja enhebrada y empezó a coser la laceración. Ella trabajo rápidamente, sabiendo que el dolor era insoportable y estaba continuamente asombradade que el soldado aun no hubiera emitido una palabra. Ella había visto hombres gritar y desmayarse  en situaciones similares.

    Cuando ella finalmente termino, ella puso un tira de lino limpio del largo de la herida y lo ato dos veces alrededor de tu muslo para mantenerlo en lugar, una vez en la parte de arriba de su pierna y una cerca de su rodilla. Ella trabajo tan rápido que ellasabía que no estaba hacienda el mejor de sus trabajos, solo quería terminar con su acto de caridad rápidamente para no ser descubierta. Ella estaba cada vezmás preocupada de que sus tías y primas fueran a buscarla. Ella sabía que empujaba sobreél y debía ser insoportable, pero élno había hecho más que estremecerse.

    Solo cuando ella se detuvo por complete el volvió a tornar su rostro hacia ella para mirarla, y ellatrago a la agoníaque leía en sus ojos. Ella encontró un nuevo respeto por este hombre Ingles que soporto el dolor en estoico silencio. Ella empezó a esperar que el viviera, aunque no sabíapor qué. Ellaaúnmás deseaba haber hecho un mejor trabajo remendando su pierna, tomando el tiempo que se tomaba con sus propios heridos.

    Yo no séqué bien he hecho por ti, ella dijo silenciosamente.

    El agarro su suave mano fuertemente con la suya pegajosa. Jordan se endureció, asustada por la acción y luchando con la urgencia de tirar su mano lejos.

    Tú eres un ángel de misericordia, el susurro. Yo te agradezco por tus esfuerzos, mi señora.Yo haré lo mejor de mi parte por no traicionarlos.

    Su sinceridad fue apasionante. Gentilmente, ella removió su mano y guardo sus cosas. La media luna estaba en lo alto y las dispersas nubes habían desaparecido, bañando la tierra con un brillo plateado. Jordan sintió que había hecho algo bueno esta noche, aunque al enemigo y ella se sentía mejor ahora de lo que lo hacía antes cuando bajo hacia el arroyo.Quizásel destino la había dirigido al arroyo a propósito para encontrar al soldado y atenderlo. De repente se sintió con deseos de regresar al campo de batalla para continuar con sus esperados deberes..

    Yodebo regresar, Ingles. Se levanto y le dio una larga mirada. Yo voy a olvidar que te vi aquí.

    Ella se giró parairse, pero élla detuvo.

    Mi nombre es Señor William de Wolfe, él dijo con silenciosa autoridad. Recuérdalo, Porque yo regresare un día a agradecerte apropiadamente y no quiero ser cortado mientras llevo un regalo.

    Le tomo un momento, pero aun a la luz de la luna el vio su rostro ponerse blanco y la mandíbula aflojarse.

    "

    Dulce Jesu’," ella jadeo ¿Seguramente tú no eres el capitán Ingles que ellos llaman El Lobo?

    Él la miro, sintiendo su oleada de miedo. El suspiro; el no quería que ella le temiera. Esta era la única vez que el deseo que su reputación no lo precediera

    Yo simplemente dije que mi nombre era de Wolfe, no El Lobo, el murmuro.

    Ella se veía extremadamente dudosa. ¿Pero tu estas a su mando?

    Él se encogió de hombros vagamente. Ahora, de regreso a lo que decía, él dijo, cambiando el tema. Yo voy a regresar con una recompensa apropiada para ti. ¿La aceptaras?

    Ella no podía estar segura de que el caballero no era de hecho, el odiado Lobo, pero si lo era o no, no era el asunto ahora. Estaba hecho. Quizásella no queríacreer que él era el odiado y temido demonio, así que ella eligió creer eso. ¿Como podría vivir con ella misma si ella descubría  que ella había atendido al hombre que había matado más parientes de los que ella podía contar? Ella sabía que no podría, así que se forzó a si misma a creer en sus palabras. Aun más, su tíahabía dicho que El Lobo era oscuro y malévolo. Este hombre era increíblemente hermoso en un sentido masculino.

    Después de un momento de pausa, ella finalmente hablo. Ingles, situ sobrevives a esta herida entonces yo feliz aceptare tu regalo.

    El sonriódébilmente, profundos hoyuelos en ambas mejillas y su corazón revoloteaba extrañamente en su pecho. Él era de hecho el hombre más buenmozo que ella hubiera visto alguna vez, aun siendo Ingles. Pero ella tenía la horrible sensación de que él era de hecho quien ellatemía. La hacia querer correr.

    Que la suerte valla contigo, ella dijo como abruptamente se tornara y caminara colina arriba.

    William observa a la figura con la ondulante capa, su mente nublada por el dolor detenida el en sedoso cabello y el hermoso rostro. El nunca había visto mujer tan hermosa. Un Ángel ciertamente era un término apropiado. Si ella era la última persona que el Viera en la tierra entonces el moriría como un hombre feliz.

    El sospechaba que ella nocreía su evasiva respuesta pero, agradecidamente, nohabíahechomás menciones de eso. El pensamiento que ella le temiera y odiara trajo una curiosa tensión en su estómago que rápidamenteel atribuyo a su desesperanzador estado. El no quería admitir que pudiera ser arrepentimiento.

    Él se debilitaba con cada respire. Su fuerza menguaba mientras se recostaba sobre el árbol, preguntándose si el volvería a ver la luz de la mañana. El cerro sus ojos porque no podía mantenerlos abiertos, y sin darse cuenta, su mente cayo en l inconciencia, segura y cáliday oscura.

    CAPÍTULO DOS

    Abril, Año de nuestro Señor 1232

    Castillo Langton, 17.7km al nor Oeste de la Frontera Inglesa

    ––––––––

    Que encantador día, Caladora exclamo suavemente. Este es el primer día en que el sol se ha atrevido a mostrarse en meses.

    Jordan miro  a su prima detrás de su telar de tapices, Brillante día, yo diría que sí, pero aún hay algo de frio en mis huesos

    Tú siempre tienes frio, Jordan. El comentario de otra prima,Jemma. La joven de cabello castañoclavo en una hermosapieza de bordado. Tus manos son como el hielo aun en los días máscálidos.  Siempre, Jordan concurrió lamentablemente.

    Caladora Scott, hija de Nathaniel y Anne Scott, se sentó de nuevo en su costura. Alta y encantadora de una manera frágil, ella teníaun lujoso cabello rojo con reflejos de oro, un colorrealzado en sus hermanos mayores Robert y Benjamin.

    Jemma Scott, por otro lado, era tan baja y oscura como Caladora alta y rubia, pero ella era bien proporcionada y tetona. Ella era una mujer muy linda y poseía el verdadero fuego de un Escoces; con tres hermanos mayores,ella había aprendido a cuidar de sí misma. Su padre Matthew siempre reprendió a su hija las verdaderas cualidades de una señora, no sea que él nunca la case, pero su madre Lilith había dejado de darle reprimendas a Jemma hace mucho tiempo.

    Jemma se casaría a su tiempo, su madre lo sabía, pero su marido tendría que tener la paciencia del trabajo y la fuerza de Samson para manejarla. Ella había sido comprometida poco después de su nacimiento a un joven muchacho del clan de los McKean; sin embargo, el jovenhabía muerto a los cinco años de edad y Matthew estaba renuente de comprometerla nuevamente dada su naturaleza salvaje. Ningúnhombre quería domar un caballo salvaje.

    ¿No es maravilloso que los Ingleses hayan finalmente vuelto a sus cabales y nos hayan dados algunos meses de paz ? Caladora suspiro, distrayendo a los otros de sus pensamientos errantes.

    Jordan se encogió de hombros, mordiendo su labio en concentración. Vamos a ver que tanto dura. Yo no confió en los Ingleses.

    ¿Y qué hay del mensajero que llego ayer? Jemma quería saber. Mi padre dijo que él venia del rey Ingles en persona.

    Jordan frunció el ceño. Pah. El seguramente fue enviado qui a demandar nuestra rendición incondicional.

    Jordi, tu eres un alma cínica, Caladora dijo.

    Es mi derecho ser cínica, Jordan respondió. Yo he visto guerra y muerte por los Ingleses hace casi veinte años ahora. Yo no puedo confiar en ellos.

    Hubo un golpe en la puerta del solárium. Unsoldado en el verde y rojo tartánEscoces entro y seinclinó profundamente.

    Señoras, TerratenienteScott solicita la presencia de la Señor Jordan en su salón de inmediato, él dijo.

    Jordan aseguró los palos del telar y froto sus manos contra su abrigo de brocado marrón. Quizás Pa desea que yo eche al mensajero Ingles, ella murmuro.

    Caladora yJemma se rieron de la broma de suprima y regresaron a su costura cuando la puerta se cerróde golpe

    Jordanencontró a su padre solo en el cavernoso gran salo del Castillo de Langton que olía humo u juncos. Generaciones de Escoceses habían caminado esos pisos, habían hablado entre esos muros, and Apestaba a familia y guerra y la pasión quehabía en todo Escoces. Thomas se sentaba en su gran silla de roble, su ceñudo ceño fruncido. El miro a su hermosa hija entrar graciosamente al cuarto, su sobre todogirando y su largo cabello flotando.

    Su corazón se rompía. Por el bien de su clany campesinos de igual manera, él estaba siendo forzado a una precaria posición y Jordan se iba a convertir en el cordero del sacrificio. Temía decirle que su futuro seria irrevocablemente cambiado. Su estómago se retorcía en nudos de ansiedad tanto que el deseaba poder moriren lugar de decirle a ella lo que vendría.

    Su dulce Jordan Margaret, la única hija con que él y su amada Elinor habían sido bendecidos. Con la ausencia de Elinor, Jordan había sido su vida y salvación, y ahora como podría el perder eso, también. Él se preguntaba si su pena lo mataría.

    Saludos, Pa, ella lo beso.

    Thomas forzó una sonrisa y tomo su mano. siéntate conmigo, Jordan. Él se movió al lado y le procure a ella una esquina de su gran silla. Dale al viejo hombre un abrazo.

    Élpuso sus brazos alrededor de su hija y la sostuvo con fuerzas por un momento mientras ordenaba sus pensamientos. Jordanpodía sentir algo en su forma yella estaba confundida. El usualmente era Ruidoso y super confiado, pero no hoy. El parecía pensativo y suave. A ella no le gustaba.

    ¿Que sucede? ella pregunto.

    Thomas la miro, memorizando cada rasgo. El sabía que tenía que decirle antes de que el perdiera el coraje. Él ya se había demorado tanto comopodía y demorarlo más, él nunca le diría en lo absoluto. Con cada respire que él tomaba, su valentíadisminuía.

    Ayer llego un mensajero del rey Henry, el empezó.

    Lo sé, lo vi, para sellar la paz.

    Los ojos de Jordan se ensombrecieron. No confíes en él, ella dijo. Él va a atacar cuando tu guardia esta baja.

    No lo creo, su padre dijo pacientemente. nosotros dos estaremos sacrificando mucho por esta paz y ninguno haría nada por ponerla en riesgo.

    Sus palabras no hacían mucho sentido, pero ella sabía que no le gustaban. Ella estaba sospechando y forzó a su padre a mirarla.

    ¿Qué sacrificio? ella demando. ¿qué están los demonios demandando de ti? ¿Nuestra tierra? ¿Dinero? ¿Qué entonces?

    Thomas estaba clavado en sus ojos verdes, tan intensamente. Temía sacar las palabras, pero tenía que. Tu, el murmuro finalmente. Es a ti a quien el demanda, mujer.

    Jordan lo miro mientras se asentaba la noticia. Luego sus ojos se abrieron menormente hasta que amenazaron de salirse de sus orbitas. Thomastrato de anticiparse a su reacción, queriendo mucho el rogarle perdón y rogar por entendimiento.

    El no podríasoportar si ella lo odiar por siempre. El quería explicar todo ella, para hacerle entender que el había tomado la mejordecisión que el creía poder. El rezaba que ella entendiera sus razones cansadas de batallas.Él estaba tan cansado de luchar y morir por un bendito pedazo de tierra.

    ¿Que? ella jadeo, luego más fuerte. "¿Elque?"

    Calmado, hombre Thomas se decía a sí mismo. Se fuerte. yo te prometí  en matrimonio con un noble de elección del rey para cementar una alianza pacifica, él dijo parejamente. Esto será un gran honor parati, Jordan.Túserás el instrumentode paz en nuestro clan y por las generaciones  que vengan.¿ Tu no entiendes eso, mujer ?

    No. Ella salto de la silla. Yo no me quiero casar con un hombre Ingles. Ellos son nuestros enemigos, hombres que hanmatado nuestros parientes y nuestros amigos. ¿Cómo me puedes pedir esto?

    Thomas permaneció fuerte ante la atemorizada y furiosa descarga. "Yo no te estoy preguntando, Yo te estoy diciendo,  tu haráscomo te diga, él dijo, algo fríamente. Jordan, Yo soy Terrateniente del clan Scott. Tu eres mi única hija. 'Es tu deber hacer lo que se te pida, concuerdes o no. ¿Tú crees que si hubiera tenido otra opción yo no la habría tomado? Yo no estoy haciendo esto paracastigarte, jovencita. No tengo opciones."

    Jordan solo lo miro. Entonces, ella tuvo que sentarse o se caería. De la furia al desaliento, su forma cambio rápidamente como la realización se asentaba profundamente. Era asqueroso tanto como aterrador. Todos los sueños y esperanzas que ella alguna vez tubo por su futuro habían sido destruidos en una serie de breves, brutales declaraciones. Ella estaba tambaleándose.

    ¿Tú te estás dando cuenta de lo que me estas pidiendo? ella finalmente suspiro. Tú meestas pidiendo que me acueste con tu enemigo, que tenga sus hijos, que sea leal a su casa y autoridad. Eso no es un castigo, Da; es una sentencia de muerte.

    Él se acercó a ella. Sera lo que tu hagas de ello.

    Ella lo miro.Sera lo que mi marido haga de ello.

    Thomas no podía perder control de la situación ahora; el luchaba por no sentir lastima por ella. El tenía que hacerle saber que no había espacio para discutirlo.

    Lo que yo he hecho para sellar la paz ciertamente no es nada nuevo en las pruebas de la historia, Jordan, él dijo. Tu nuevo marido, estoy seguro, esta tan estresado acerca de esto como lo estas tú. Si tú le muestras una esposa silenciosa y obediente, entonces estoy seguro de que él te tratara de acuerdo a eso. El mensajero ya ha sido enviado en su camino con una respuesta para el Rey Henry, y yo estoy seguro de que oiremos del hombre en un mes. Es mejor que te prepares.

    Estaba hecho. Jordan bajo su cabeza miserablementey Thomas juro que su corazón se rompería si tenía que verla otro minuto. Pero él no estaba másallá de mostrarle compasión por lo que le había hecho. Moviéndose hacia su hija, el toco gentilmente su cabeza rubia como la miel.

    Jordi-niña, yo te amo más que nada en este mundo, él dijo suavemente, sintiendo su dolor junto con el suyo. Yo no quería hacer esto, pero tengo que pensar en el futuro de todo el clan. Tú eres nuestra mejor  esperanza de paz. ¿Preferirías que hubiera comprometido a Jemma o aCaladora en tu lugar?

    Ella suspiro derrotada. Por supuesto que no, ella murmuro. 'Esta es mi labor como hija del terrateniente Scott y yo no dejare que delegues esto a nadie más simplemente porque tengo miedo de ir. ¿Pero que hay si mi nuevo marido es un hombre horrible y me encierra en una torre a que me pudra? ¿Si me pega y me manda a hacer de puta? ¿Y si no honra el tratado en lo absoluto?

    Thomas acaricio su cabello. Nosotros tendremos que confiar en el Inglés, Jordan. Yo sé que es difícil, pero debemos mostrar fe.

    Ella movió su cabeza lentamente. Tu pides demasiado, ella dijo. Despuésde todo el dolor que los Ingleses han causado, tu pides muchísimo.

    Thomas suspiro débilmente. Es por eso que hago el mayor de los sacrificios, el susurro. Yo estoy enviando mi propia carne al campo enemigo como una muestra de buena fe y espero lo mismo de ellos.

    Ella miro la expresión de su padre y empezó a olvidar su propio miedo y furia. En ese momento, ella empezó el camino para comprender el alcance del amor de su padre por ella.

    Jordan había sido egoísta, por supuesto, porque ella solo había pensado en sus propios sentimientos como si ella fuera la única que tuviera alguno. Thomas estaba herido, también. Él había tenido que tomar la decisión más difícil de su vida y ella lo estaba haciendo mucho más difícil al discutir con él. Si hubiera otra manera, ellasabía que él la hubiera tomado. Por mucho que ella odiara la idea de casarse con un Señor Ingles, ella lo haría si su padre así lo quería.

    Oh, Dada, ella suspiro, moviendo su cabeza. Yo tengo miedo. Tengo tanto miedo. De vivir mi vida  con gente que odiaranverme es una sentencia horrible de llevar.

    El interior de Thomasdolía por ella. Lo sé, mi dulce niña, el murmuro. Me mata el saber eso. Pero....no había nada más que pudiera hacer. Yo solo puedo esperar que algún díatú puedas encontrar en tu corazón como perdonarme.

    Su cabeza se levantó. ¿Porque? ¿Por hacer lo que tienes que? ella pregunto. No hay nada que perdonar. Yo solo puedo esperar que el rey Ingles elija un marido apropiado para mí. Al menos alguien que yo pueda llegar a tolerar a través de los años.

    Su padre rompió en una sonrisa. Y alguien que pueda tolerar tu interminable canto y cariño por la ropa.

    Ella le devolvió la sonrisa con una fingida indignación. Mi canto no es interminable y no hay nada malo con gustar de las cosas lindas.

    Él le dio una sonrisa irónica. Tú tienes un abrigo para cada día del año.

    El humor se alivianaba como el la molestara y Jordan subiera las burlas. Quizás si yo hago que mi nuevo marido quiebre, él me envía de regreso a casa, ella bromeo ligeramente, viéndolo a él rodar sus ojos en acuerdo. Ella vio su cansado rostro, feliz de ver que estaba  sonriendo un poco, como ella se enseriara. Yo no te decepcionareda. Yoseré el modelo de una Señora Escocesa.

    Thomas sonrióvalientemente y la abrazo ferozmente, sacando fuerzas de ella. Lose, él dijo suavemente. No había nada más que el pudiera decir.

    El tiempo estaría sobre ellos antes de que lo supieran.

    Julio, Año de nuestro Señor 1232

    Castillo de Norham (también conocido como Castillo de Northwood  – el nombre local)

    Zona cero en la Frontera de Escocia, Lado Ingles

    ––––––––

    CAPÍTULO TRES

    ––––––––

    El mensajero regreso a la corte Inglesa con las alegres noticias de paz desde la frontera Escocesa. El poderoso Conde Feudal, Thomas Scott, había prometido a su única hija como oferta de paz para ayudar a calmar las guerras en la frontera. Henry estaba complacido.

    Porque la novia había sido ofrecida para la paz en las largas y sangrientas disputas fronterizas, era lógico pensar que el novio tambiéndebía ser un Señor de la frontera. No fue una seleccióndifícil, para el Señor Ingles Thomas Scott tenía la mayor animosidad con un viudo John de Longley, Conde de Teviot y hermano del actual Obispo de Durham. Norham pertenecía al obispado de Durham u los de Longley mantenían un fuerte con la mejor fuerza de combate en la frontera. A los cincuenta años y con tres niños crecidos, de Longley fue informado con misiva real de su destino escogido.

    En la Fortaleza de Northwood, muy por encima de las murallas en su lujosa glorieta,Señor de Longley se sentaba enfrente de su chimenea mirando sombríamente en las llamas. Apenas podía creer lo que el rey había decidido por él. Una novia, a su edad. Y una novia Escocesa además. Señor, él era demasiado viejo para estas tonterías. No era suficiente que las guerras de la frontera que el habíaluchadorpor años finalmente se estuvieran calmando–ahora el rey quería tirar un Puerco espín a la cama cargándolo con una demonio.

    John paso su mano por su delgado, canoso cabello rojo; él no era un hombre bien parecido y el teniaabsolutamente ningúninterés en nada acerca de su novia Escocesa.  Aun así, él se casaría con ella, como le estaba siendo demandado, y la honoraria la unió para mantener la paz en la frontera. Proveyendo, por supuesto, que su padre era honorable también. Señor de Longley no tomaría la ofensiva, pero el defendería lo que es suyo.

    El conde tomo un trago saludable de su vino caliente, contemplando un futuro que él no esperaba con especial alegría. Sus dos hijos mayores, Analiesey Alexander, habían estados furiosos con la directiva. Ellos no querían una madrastra, y particularmente no una Escocesa, invadiendo su casa. Adam, el hijo más joven y recientemente llegado a casa de su crianza en el Castillo de Beverley, estaba más preocupado con su próxima ceremonia de caballería para preocuparse mucho al respecto. Él se había ido de casa desde que era un joven niño y por lo tanto no estaba acostumbrado a las rutinas de las cosas como sus hermanos mayores se habían acostumbrado. La novia Escocesa era de poco interés para él, simplemente otro extraño con el cual familiarizarse.

    Pero el asunto fue complicado. La esposa de John, la madre de sus hijos, había sido asesinada por una banda de Escoceses merodeadores años atrás, suficiente para calmar el dolor pero no suficiente para calmar la ira. Éltenía que seguir recordándose que esta niña no tenía nada que ver con la muerte de Helena, esperando que sus retoños tomaran el mismo hecho en consideración cuando lidiaran con la muchacha. Pero decir que él estaba satisfecho con el arreglo era una mentira.

    El Señor de Longley se preguntó oscuramente que haría con la salvaje joven. No solamente le no la quería en Northwood, pero además él tendría que protegerla de sus hombres. Todos ellos habían perdido amigos o parientes en las guerras fronterizas, y esta novia seria el viviente símbolode todo lo que ellos habían perdido. Ella solo traería problemas a su casa.

    El cerró sus  ojos y se sobo la frentetratando de calmar el dolor. Un buen problema le habíadado el rey a él. Mientras el contemplaba su nublado futuro, llamaron a su pesada puerta de roble.

    Entre, el ordeno.

    La puerta se abrió, derramando una figura vestida enteramente de cuero negro y reluciente armadura. La pieza inmediatamente se llenó con elembriagador olor del poder– poder completo y absoluto.

    El caballero era extremadamente alto y muscular y semovía con la gracia de un  gato al acecho. Botas altas hasta el muslo resonaban fuertemente en contra del piso de piedra como él se acercara, sacudiendo a la habitación. De Longley hace muchohabía dejado de reaccionar a la presencia de su capitán, aunque hombres más pequeños se habían de hecho desmayado a la visión de él. No había hombre en Inglaterra o Escocia que no pudiera sentir la presencia de The Wolf cuando el entraba en una habitación.

    El caballero se detuvo al lado de la silla de su señor, esperando silenciosamente, un centinela enorme e imponente. A más de seis pies y oscuro como el diablo, él se paraba como piedra, más grande que la vida y mucho más aterradora. Pasaron algunos momentos, sin embargo, antes de que el conde lo mirara hacia arriba.

    Ah, de Longley murmuro. Tú has llegado.

    Mi Señor, el hombre saludo en una profunda, ronca voz, como la voz del demonio.

    Siéntate, William, siéntate, de Longley dijo apuntando la silla adyacente.

    Sir William de Wolfe se sentó al lado opuesto de su Señor, sus ojos oro avellana se enfocaron intensamente en el hombre. Él le había servido al conde por veinte años y estaba preocupado de verlo tan estresado. Como capitán de los mil cien hombres del conde, era su trabajo servirle a su señor en toda forma posible. El podía ver ahora que el conde tenía una importante razónpara llamarlo por la expresión en su rostro.

    William, nuestro magnifico Rey Henry me ha cargado una asombrosa responsabilidad, de Longley dijo con sarcasmo apagado. Al parecer a mi edad yo seré un novio.

    ¿Un novio, mi señor? William repitió con sorpresa.

    De hecho, el conde continuo, reconociendo el asombro de su capitán. Lo que es aúnmás, es una novia Escocesa la que tomare, una oferta de paz de esos barbaros por la ausencia de hostilidades a lo largo de la frontera.

    William dejo salir un bajo silbido y el Señor de Longley se rio entre dientes. Exactamente mis sentimientos, joven, él dijo. Por lo tanto, será tu deber ir a buscar a esta mujer a su hogar y traerla a mí. Sera aúnmás es tu deber proteger esta mujer de cualquier y todo daño. 'No sería algo bueno que tuviera un accidente y no solo tener a los Escoceses golpeando mi puerta, pero a Henry respirando sobre mi cuello también.

    William asintió solemnemente, desmintiendo a la incredulidad que sintió. ¿Una novia Escocesa aquí en Northwood?Señor,los hombres estarán sobre ella como termitas en la madera, pensó sombríamente. Ella será afortunada si sobrevive la semana. El odio, y animosidad, corría largo y profundo.

    De Longley rompió en sus pensamientos. En la mañana, tú vas tomar a cuantos hombres estimes necesarios y procederás al Castillo de Langton, un poco menos de duro viaje enEscocia cerca del bosque de Bog, él dijo con más entusiasmo del que sentía. CuandoWilliam no respondió, el miro a su silencioso capitán. William, no necesito enfatizar cuán importante es esta misión.

    William estaba tan preocupado como su señor sobre esta crisis, pero el ofreció la respuesta esperada. Yo voy a proteger a esta mujer con mi vida, mi señor.

    Ve que lo hagas, dejo el conde, sabiendo que era una declaración innecesaria. El pauso, estudiando el rostro preocupado de Williaminquisitivamente. Está perdido para mí, muchacho. ¿Qué estás pensando?

    Los rasgos de William estuvieron constantes por un momento antes e lavarse con una extrañamente gentil expresión, totalmente fuera de carácter para él. Su boca trabajo por un momento, como buscando las palabras para explicar. Después de un frustrado intento, el aclaro su garganta y trato nuevamente.

    Mi Señor, recuerda cuando fui herido el año pasado, ¿La herida que casi me reclama? Cuando el conde asintió, el continuo con algunas dudas. Yo me había arrastrado lejos del campo de batalla a un grupo de árboles a esperar mi muerte cuando una muchacha Escocesa se acercó a mí. Esperaba que ella me destripara, pero ella no lo hizo. En su lugar, ella atendió mi herida y salvo mi vida.

    De Longley escucho con atención. Yo te pregunte quien habíacocido tu herida, William, y tu simplemente me dijiste un ángel, él dijo, recordando el día que su capitán había regresado de la muerte. Había sido un día oscuro cuando William no había regresado con el ejército y ellos estaban convencidos que él estaba perdido hasta que un grupo de búsqueda lo encontródíasdespués. ¿Entonces fue una joven Escocesa la que te salvo?

    Si, William respondió suavemente. Extraño; yo me peleado con los Escoceses por la mayor parte de mi vida y los veíaa todos como parásitos barbaros. Yo he visto muchos buenos hombres cortados por estos perros primitivos. Pero esta mujer... ella no era así en lo absoluto. Ella era tan... diferente.

    ¿A sí que mi William se ablanda con las jóvenes Escocesas? Señor de Longley molesto gentilmente.

    En lo absoluto, mi señor, William sonrió con vergüenza, mirando abajo a sus manos enguantadas.

    El conde estaba muy divertido con esta muestra de emoción del serio William. El hombre era pura perfección–sin debilidades, sin faltas, y pocaemoción. El conde lo conocía por veinte años y nunca había visto este lado de él. El juro que el hombre de hecho se sonrojaba. El no pudo resistir la oportunidad para estimularlo.

    ¿Era ella hermosa, esta joven? el pregunto, bebiendo de su copa de peltre.

    William miro al conde con una Mirada que lo sorprendió, una expresión de tremenda serenidad y profundidad. Era inusual para el inexpresivo hombre.

    Mi señor, nadie admira más a las mujeres Inglesas que yo, él dijo, Pero honestamente yo nunca he visto a una mujer Inglesa que se pudiera compara en belleza con esta Escocesa. Cuando yo dije que era un ángel, yo lo decía literalmente.

    ¿De verdad? el conde levanto las cejas. William, esto no esen lo absoluto como tu expones tu afección por una mujer. Lástima que nunca conoceré esta joven que te ha marcado.

    William sonrióirónicamente. Él no había pensado en la bella Jordan hace bastante tiempo. Los meses que siguieron su herida la habían impregnado en su mente como una suave brisa, gentil pero inconfundible. Por el bien de su promesa a ella, el de verdad deseaba regresar a Escocia algúndía en una misión pacifica para premiarla por su gentileza.

    Él se había convencido de que el único sentimiento que el tenia por ella eran esos de agradecimientos y apreciación, y nada más. Aun así cada vez que él pensaba en ese bello rostro, el sentía un nudo en su estómago como ninguno que él hubiera conocido. Cada vez que el olía lavanda él era catapultado hacia atrás al húmedo lugar en la oscura tierra Escocesa mientras las delicadas manos de Jordan lo atendían.

    Como el tiempo pasara y las guerras de la frontera  continuaran, el sabia de la imposibilidad volverla a ver y renuentemente la saco de su mente. Pero él laencontraríaalgúndía para agradecerle, el sentí fuertemente que su honor estaba en juego. Pero su sonrisa, el último gesto que ella le dio, se quedó con él.

    Él se forzó a sí mismo a empujarla a un lado nuevamente; se hacía algo más fácil con el tiempo el olvidarse de ella.

    Si eso es todo, mi señor, entonces yo iré a informar a mis oficiales, él se paró en sus largas, largas piernas. Tenemos preparativos que hacer.

    Si, prepáralos. El humor se había ido del conde. Y, William, yo quiero que solo los oficiales lleven dagas, ninguno de los hombres en armas. Espadas y lanzas solamente.

    William lo miro con desaprobación. Mi señornos está enviando a territorio enemigo, el señalo. ¿Por qué insistirá en...?

    El conde levanto una mano cortante. "Sindagas, el repitió. Sera mucho más difícil para uno de los hombres el mar a la joven con una espada o una lanza de lo que sería con una daga. Yo quiero que solo los oficiales carguen dagas. ¿Esta entendido?"

    Completamente, mi señor, William respondió formalmente.

    El dejo el cuarto sin ni otrapalabra. Afuera e el oscuro y frio pasillo, el pauso un momento para recolectarse. Una novia Escocesa. Maldito sea el rey por traer este elemento dentro de Northwood. LA vida ya era lo suficientemente difícil tan lejos de Londres sin tener que temer por un enemigo desde dentro.

    El sabia cómo reaccionarían los hombres y él no los culpaba. Pero él no era Dios, el no podía estar en todas partes al mismo tiempo observando a todos para asegurarse de que nadie estuvieracontemplando un asesinato. Pero el podía estar con una persona todo el tiempo; la mujer. Él tendría que estar con ella cada hora del día y noche hasta que sintiera que la amenaza ya había pasado, si de hecho pasaba en algún momento.

    Si ella fuera de tipo vil, entonces quizás el mismo le clavaria una daga El esperaba fervientemente que no llegara a eso.

    CAPÍTULO CUATRO

    Jordan no había dormido en toda la noche. Mucho antes del amanecer ella se habíavestido cuidadosamente en un abrigo de lana verde con escote cuadrado que mostraba muy bien su torso u redondos senos. La parte delantera de su cabello fue sacada de su rostro y asegurada con una tira de cinta, dejando que el resto de su cabello fluyera en suaves ondulaciones hasta su cintura.

    Ella se veía extraordinariamente  hermosa pero se sentía como un cordero hacia un matadero. Ninguna cantidad de valor mental podía sacar la valentíaque ella tan desesperadamente buscaba. Ella paso semanas preparándose para este momento, asustada hasta sus huesos, asustada de los horrores desconocidos que la esperaban. Desde que ella era una niña, le habían enseñado que los clanes al sur de la frontera eran el enemigo. Ahora ella iría a vivir al corazónde estos.

    Abajo en el valle de Langton había tres grandes vagones cargados con cosas para su dote. Pernos de lana Escocesa, barriles de whisky y jabones finamente molidos se sentaban al lado de sus posicionespersonales. Todo lo de algún valor para Jordan en el mundo estaba cargado en esos carros que ahora esperaban en lahúmeda mañana para ser transportado a la Fortaleza de Northwood. Eran un silencioso testimonio del futuro que le esperaba, silenciosamente burlándose de ella y de que no había regreso.

    El sol salió constantemente sin importar lo que Jordan rezara para que nunca más saliera, y el díaprometía ser brillante y hermoso. Afuera en el patio del castillo, la villa empezaba a cobrar vida, preparándose por el importante día que empezaba. Ella podíaoír los gritos y voces y las ruedas chillando como el patio se elevaba un zumbido de constante actividad. Jordan miro afuera sobre la escena, un nudo en su garganta mientras se daba cuenta de que sería la última vez que ella oiría esos confortantes, familiares sonidos.

    Detrás de ella la puerta de su cuarto se abrió, yCaladora yJemma entraron. MientrasCaladora se sentaba silenciosamente, Jemma se movió hacia Jordan. La oscura pequeña joven estaba vestida en un rojo y verde Escoces, su cabello castaño en rizos sueltos por su espalda. Ellallego con un tipo de envoltura, un shawl, para que usara su prima cuando el Ingles viniera a buscarla. Pero con la envoltura venia una pequeña daga enjoyada. Ella silenciosamente la expuso a su prima para que la mujer entendiera el mensaje. Jemma no estaba por mandar a Jordan sin algún tipo de medida de protección personal.

    Jordan miro el arma sin entusiasmo. Esto no es una guerra, Jemma, ella dijo, su voz sonando extrañamente débil. Esto va a ser una boda.

    La quijada de Jemma se endureció. Siempre es una guerra con los Ingleses, Jordi, y tú lo sabes bien.

    Los ojos de Jordan se desviaron hacia la ventana abierta, imaginando la escena de abajo. Sera lo que yo haga de ello, ella dijo, haciendo eco a las palabras de su padre. Si yo peleo con ellos, ellos pelearan conmigo. Yo no puedo vivir el resto de mi vida peleando con mi marido como una gata.

    Pero no puedes rendirte ante ellos, Jemma insistió. Un buen empujón en tu marido en la noche de bodas y no habrá marido en lo absoluto.

    Yo no lo hare, Jordan regreso forzosamente. Pero habrá otras formas de ganar la guerra, Jemma, no solo físicamente. Tu prima te hará orgullosa, sin dudas. Yo les mostrare lo que es el orgullo Escoces.

    Caladora estaba muy alejad de la conversación, sentada en un pequeño taburete nerviosa. Jemma miro a su primamás joven por un momento antes de moverse más cerca de Jordan.

    Llévame contigo, Jordan, ella susurro. Caladora seria mucho equipaje para ti, pero yo sería una buena dama. Llévame a mí.

    Jordan movió su cabeza con vehemencia. Yo no te colocare en peligro alguno. Caladora te necesita aquí. ¿Qué haría ella si las dos la dejamos?

    Jemma levanto una oscura ceja irritada. Probablemente se marchite, ella dijo secamente. Jordi, ella tendrá a mi madre y a la TíaAnne. Tu no tendrás a nadie.

    No es verdad. Yo llevo a Maggie yElspeth conmigo, Jordan respondió.

    Pah. Jemma dejo salir. "Mucamas. Sirvientas. Tu bien podrías también llevar dos perros bien entrenados por todo el bien que esas dos te harán. Túme necesitas a mí."

    Jemma era testaruda. Jordan era más testaruda. Ella miro a su prima con firmeza.

    No, Jemma, yo no te llevare a ti, ella repitió.

    Jordan se alejó de su prima, un gesto que enfurecía a Jemma. Sus brillantes ojos ambarinos se achicaron como siguiera a su prima hasta la ventana.

    Llévame o te seguiré, ella amenazo fríamente. Tú sabes que lo hare. Yo puedo hacerlo.

    Jordan no había pensado en eso. Jemma era de hecho muy capaz de seguirla hasta Northwood. Ella se giró hacia su prima, ceñuda.

    Te lo prohíbo, Jemma Scott, ella dijo firmemente. Si tu tan solo....

    Sus demandas fueron cortadas por unos fuertes golpes a la puerta, seguido por la puerta abriéndose y golpeándosecontra el muro. Las muchachas se asustaron con el ruido, solo para ver los hermanos de Jemma, Donald yCord, parados en el arco de la puerta. Ambos jóvenes hombres que estaban bastante sin aliento con la excitación.

    "El TíoThomas te quiere en el patioahora, Jordan," Cord demando.

    Después de un segundo de terror –lleno de dudas, Jordan se forzó a si misma a reunir su mente y cumplir. Ya no había tiempo para la ansiedad-llena de pensamientos, para admiración salvaje. El momento estaba sobre ella y ella debía obedecer.

    Sin una mirada haciaatrás, ellareunió sus faldas y desapareció a travésdel arco del a puerta abierta. Los dos jóvenes hombres la siguieron, golpeando la puerta fuertemente a su paso.

    Jemma yCaladora fueron dejadascon los ojos bien abiertosa la puerta cerrada, emocionadas por la rápidacadena de eventos. Jordan había estado ahí, solo hace un momento, y ahora ella se había ido. Como una cierva asustada, Caladora se giró hacia su prima como si Jemma pudiera hacer algo, cualquier cosa en lo absoluto, para calmar sus mentes y arreglar la situación.

    ¿La volveremos a ver alguna vez? Caladora susurro temerosamente.

    Los ojos amberinos de Jemma brillaron. Si, ella dijo confiada. Eso yo hare.

    Caladora  no era tan inocente o tan ignorante como Jemma y Jordan le daban crédito. Su ansiedad por Jordan ahora estaba compuesto por los pensamientos blindados de Jemma, pensamientos que Caladora sabia instintivamente no eran buenos. Ella tomo el brazo de Jemma.

    ¿Qué estas planeando, tu pequeño demonio? ellapregunto. Jordan te dijo que te quedaras.

    Jemma miro sorprendida de que Caladora sabía exactamente lo que ella estaba pensando, pero se recuperórápidamente.

    Yo sé lo que ella dijo, ella chasqueo, girándose hacia la puerta. Cuida tus propios asuntos, Caladora Scott, o yo le diré a Gray Kinkaid que tu estas enamorada de él.

    La quijada de Caladora se abrió. Tú no te atreverías. ¿Y a dónde vas?

    Jemma abrió la puerta. A ver la partida de Jordan desde un mejor lugar.

    La puerta se golpeó. Caladora sabia que ella estaba mintiendo entre dientes.

    ***

    Jordan había estado parada en los grandes escalones de piedras de la fortaleza de Langton por algún tiempo, viendo como el castillo se preparaba a sí mismo para los necesarios intrusos. Su padre y Tío Matthew, el padre de Jemma, estaban en la puerta mientras su Tío Nathaniel, padre de Caladora, instalaba a los hombres en armas y le gritaba a los sirvientes para que desalojaran. Ella estaba absolutamente enferma con miedo, tan aterrada de que los soldados Ingleses le fueran a hacer cosas terribles a ella una vez de que dejaran la seguridad de Langton.

    Los cuernos de los centinelas sonaron nuevamente y ella se  asustó, su corazón latiendo en sus oídos. Los enviados del ejército estaban en la puerta, y laboriosamente, las enormes planchas de madera empezaron a moverse. Su respiración se aceleró y sus manos empezaron a sudar. Ella estaba tan atrapada en la apertura de puertas que ella no noto que sus tías y parientes masculinos tomabaposiciónalrededor de ella como un anillo de protección.

    El caos del patio fortificado se disipaba rápidamente como sirvientes y campesinos desaparecían en escondites seguros, cubículos desde los cuales mirar el intercambio. La mayoría nunca había visto a un Ingles de tan cerca antes y era como si demonios del infierno estuvieran entrando a su santuario; en sus mentes; había poca diferencia entre los dos.

    El TíoNathaniel grito y los vagones de Jordan fueron sacados a la luz. Ella presto poca atención porque esta estaba enteramente enfocada en las puertas que ahora estaban casi abiertas por completo. Dos líneas de guardia de honor habían tomado posicióna cada lado de la puerta, creando efectivamente un guantelete que los dirigía directamente hacia ella.

    Jordan rezo en ese momento que ella no hiciera nada para avergonzarse o a su familia. Ella sabía que si abría la boca vomitaría o que si ella cerraba los ojos se desmayaría, Así que simplemente se paró paralizada como una piedra y le rezo a Dios para que le diera la fuerza para enfrentar lo que tenía que. La anticipaciónde ver de hecho a los soldados Ingleses dentro de los límitesde Langton era abrumador. Un extraño hormigueo lleno sus extremidades.

    Un silencio cayó sobre la muchedumbre como tres Caballeros Ingleses cabalgaran bajo la puerta de entrada y dentro hacia el patio fortificado. Los tres estaban perfectamente vestidos, enormes y etéreos, y la hostilidad en el aire del recinto era tangible. Los enormes corcelesque montaron bailaron y resoplaron en territorio enemigo, yJordan se preguntaba si de hecho los caballos podían sentir el odio alrededorde ellos. No había forma de perdérselo.

    Como los caballeros se acercaran, Jordan se encontró extrañamente fascinada con ellos. Su brillante armadura era perfecta y ella podía ver una bien cuidada malla cubriéndolosde pies a cabeza debajo de la plateada armadura. Ellos cabalgaban sus animales como si ellos fueran físicamenteparte de ellos, ni siquiera moviéndose mucho más de una pulgada como los nerviosos corceles golpeaban y pateaban. Ellos usaban cascos intimidantes con las placas frontales hacia abajo, y ella descubrió que ella estaba perturbada por el hecho de que ella no podía ver sus rostros. Ella se preguntaba si siquiera eran hombres reales; ellos parecían ser estatuas.

    Ella también noto las espuelas. Había escuchado que losverdaderos caballeros Ingleses usaban espuelas de oro puro, como un símbolo de su rango. Todos los tres hombres usaban suaves, brillantes espuelas de oro.

    El padre de Jordan y sus tíos se paraban a varios pies de distancia de ella al final de los grandes escalones de piedra. Los tres caballeros

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