De Las Imágenes A Las Palabras: Un Grupo De Autores Italianos Acepta El Desafío De Leonardo Longhi

Por Stefano Vignaroli y Leonardo Longhi

Siendo parte de un círculo de escritores que se reúnen e intercambian ideas a través de un grupo de Facebook - hoy en día todo se hace a través de las redes sociales - lancé a otros la idea de inventar una historia o un poema inspirado en una escultura de Leonardo Longhi. Dicho y hecho, en muy poco tiempo los convocados respondieron y, en un dos por tres, creamos este pequeño y hermoso volumen. ¿Un desafío? Sí, un muy buen desafío. Leonardo nos desafió a pasar de las imágenes a las palabras. ¿Quién ganó el desafío: el escultor o los autores? Diría que ambos. Intenten también ustedes a leer las palabras, teniendo en cuenta las imágenes, y verán que las imágenes y las palabras ya no parecerán ser opuestas, sino complementarias.
Para decirlo como Oscar Sartarelli, ya no son lobo y ciervo, sino dos almas en un cuerpo solo.
Lo que encontramos en las tallas de madera de Leonardo Longhi y en los escritos de los autores que participaron es una sola entidad: el hombre. En sus diversas facetas, pero siempre hombre.

• Idioma: Español
• Editorial: Babelcube Inc.
• Fecha de lanzamiento: 10 jul 2020
• ISBN: 9781071551776

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AUTORES

PREFACIO

¡Eso es muy cierto! Los encuentros más interesantes se dan por casualidad. Así como, por casualidad, nacen las ideas más bellas, más intrigantes, más interesantes. Conocí a Leonardo por casualidad, paseando con mi perro en la zona de Porta Valle, en Jesi. De hecho, diría que fue justamente mi perro el que quiso que lo conociera. Como si hubiera sentido una afinidad alquímica por el escultor, Jenny, mi perrita, se precipitó a su taller, exigiéndole la atención y los mimos que todo perro suele pedir a los que más siente afinidad. Así nació la amistad y la admiración mutua de un escritor hacia un escultor y viceversa.

Siendo parte de un círculo de escritores que se reúnen e intercambian ideas a través de un grupo de Facebook - hoy en día todo se hace a través de las redes sociales - lancé a otros la idea de inventar una historia o un poema inspirado en una escultura de Leonardo Longhi. Dicho y hecho, en muy poco tiempo los convocados respondieron y, en un dos por tres, creamos este pequeño y hermoso volumen. ¿Un desafío? Sí, un muy buen desafío. Leonardo nos desafió a pasar de las imágenes a las palabras. ¿Quién ganó el desafío: el escultor o los autores? Diría que ambos. Intenten también ustedes a leer las palabras, teniendo en cuenta las imágenes, y verán que las imágenes y las palabras ya no parecerán ser opuestas, sino complementarias.

Para decirlo como Oscar Sartarelli, ya no son lobo y ciervo, sino dos almas en un cuerpo solo.

Lo que encontramos en las tallas de madera de Leonardo Longhi y en los escritos de los autores que participaron es una sola entidad: el hombre. En sus diversas facetas, pero siempre hombre.

Y si pasan por los callejones de Jesi y se encuentran con Leonardo, pregúntenle directamente a él. Les hablará del hombre, de ese extraño juego de la naturaleza que fusiona dos almas en un único cuerpo, de esa ley que hace de cada ser humano un doble eterno, una fusión entre el indomable lobo y el dulce ciervo, entre imágenes y palabras.

Stefano Vignaroli

PREMISA

Una pequeña introducción, para aquellos que no me conocen, es obligatoria. Me llamo Leonardo Longhi y siempre me ha gustado el arte en todas sus formas, pero me detuve en la escultura, que es mi favorita. Empecé a trabajar la madera muy pronto y he trabajado con diferentes tipos de madera, pero dí mi preferencia a la madera de olivo porque, si se puede decir así, tiene su propia vida interior, gracias a su grano particular y único. Es como si hablara, como si ya hubiera escrito cómo quiere ser esculpida. Trabajando en simbiosis con mi alma, trato de sacar de la madera un rasgo de mi vida personal: ya sea un pensamiento, un hecho, un sentimiento, una religión o cualquier otra cosa importante para mí que pueda expresar. Aprendí el arte de la escultura a lo largo del camino, poco a poco nos fuimos formando juntos, también porque esta pasión mía comenzó cuando era todavía un niño, a la edad de unos 9 años. Siempre traté de mejorar y honestamente, como dicen, nunca se deja de aprender. Un poco como todas las cosas. Y así, acepté con gusto esta nueva experiencia, propuesta por mi amigo Stefano Vignaroli y dirigida por él a un grupo de autores de Jesi y de otros lugares. Nunca imaginé que una obra tan interesante y articulada saldría a la luz. ¿Un desafío? No, yo diría que tal vez una unión de fuerzas. ¿Qué más puedo decir? ¡Feliz lectura!

Leonardo Longhi

RECUPERO MI ALMA

Cuento de Franco Duranti

Antes de esa aventura todo parecía ir sin problemas, en las vías de la normalidad. Hasta el día en que Stefano ya no pudo controlar su alma y decidió irse. Su mente, antes de ese largo viaje, estaba en constante agitación.

Estaba pasando por un período de su vida lleno de obstáculos. Su cabeza estaba en constante movimiento: caminaba, corría, luego se detenía abruptamente y de repente volvía a empezar. Y en su vagabundeo, aparentemente sin rumbo, chocaba con mil pensamientos, y se retorcía en ellos como sarmientos de vida.

En esa cabeza suya que había estado cargando por más de cincuenta años.

«¡Maldita sea!» pensó en ese momento, mientras viajaba con su todoterreno por esos caminos de tierra en el desierto