Campo

Por Isidora Stevenson

Una familia que se desintegra. Una burguesía que naufraga en una vieja casa de campo, ahogada en su propia frivolidad, borracha en su vacío cíclico de aperitivos, petit bouchés y pisco sour. Secretos guardados por años, silencios que encubren más silencios, la antigua y chilena costumbre de guardar el polvo bajo la alfombra. ¿Pero es posible acumular la mugre para siempre? Isidora Stevenson, pieza clave del teatro chileno contemporáneo, con maestría y ferocidad, urde una trama que pareciera decir que no, que todo secreto termina por explotar de alguna forma y que las esquirlas de esa explosión no pueden esconderse en ninguna parte.
Nona Fernández S.
Campo es un drama burgués perfecto. Un entramado de salidas y entradas, silencios y omisiones que funcionan como engranajes de una maquinaria de evasión burguesa. (…) A través de personajes finamente configurados, reconocibles pero no obvios, vemos una clase en decadencia, una decadencia no sólo económica, sino de sentido. Nadie es útil en esa casa, salvo el nanerío. Nadie escucha en esa casa de veraneo. Es Chéjov trasladado al campo chileno, donde la abulia existencial se combate con pisco sour para hacerla más chilenamente soportable y las cochinadas secretas largamente pospuestas se revelan de un zuácate.
Luis Barrales G.

• Idioma: Español
• Editorial: MAGO Editores
• Fecha de lanzamiento: 26 ago 2013
• ISBN: 9789563171990

Vista previa del libro

Isidora Stevenson Bordeu

Campo

(Un drama burgués)

© Copyright 2013, by Isidora Stevenson

Primera edición: Septiembre 2013

Director: Máximo González Sáez

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www.magoeditores.cl

Registro de Propiedad Intelectual Nº 232.250

ISBN: 978-956-317-199-0

Diseño y diagramación: Catalina Silva R.

Fotografía de la autora y portada: Horacio Pérez

Lectura y revisión: María Jesús Blanche S.

Edición electrónica: Sergio Cruz

Derechos Reservados

Este proyecto ha sido financiado por el Fondo Nacional

de Fomento del Libro y la Lectura, Convocatoria 2013

A mis abuelos,

Jorge y Gabriela, Inés y Jorge

Personajes

Teresa, la matriarca envejecida

Jorge, su hijo

Marta, mujer de Jorge

Alfonso, el hijo pródigo de Teresa

Elisa, hija de Jorge y Marta

Bernarda, ex mujer de Alfonso

Ana, la nana-cocinera

Juan, el taxista perjudicado

I

Viernes

Diciembre. Teresa, la abuela y Elisa, su nieta, están sentadas en el living. Es una casa antigua de campo. Todo lo que hay en ella remite a otra época. Ahí viven Teresa, su ex­ nuera Bernarda, y Ana, la nana. Al mismo tiempo, es la casa donde veranea la familia. El living tiene dos puertas, una conduce a la cocina y el resto de la casa. La otra al vestíbulo y luego al jardín. Elisa, recostada sobre uno de los sillones juega con su celular, se ríe, manda mensajes, chatea. A ratos se le va la señal. Toma un vaso de Coca-Cola a sorbos. Teresa está inquieta sin razón, se para y se sienta con dificultad varias veces, tararea una melodía indescifrable, mira por la ventana, mira a su nieta como si quisiera hablar pero no sabe bien de qué. Se sienta frente a ella. La mira. Ésta la ignora. Durante la siguiente conversación, entre cada frase, se instalarán largos y tediosos silencios.

Teresa.—¿Qué es eso?

Elisa.—(Sin mirarla.) Coca-Cola.

Teresa.—¡Mmm!

Elisa.—(La mira.) ¿Te sirvo?

Teresa.—Tiene… (Haciendo gesto como impreciso con los dedos.)

Elisa.—(Intentando interpretar el gesto.) ¿Gas? Sí.

Teresa.—No… gracias. No tomo… cosas con…

Elisa.—¡Ah!

Teresa.—¿Qué estás tomando?

Elisa.—(Creyendo que es una broma.) Coca-Cola.

Teresa.—¡Qué asco más grande!

(Elisa se molesta, la ignora.)

Teresa.—¿Qué es eso que tomas?

Elisa.—(Molesta.) Coca-cola. (Pausa.) ¿Quiere?

Teresa.—(Recordando.) Yo la probé una vez, en emm… esss… con… No me gustó.

Elisa.—¡Ah!

Teresa.—¿Qué es eso?

Elisa.—(Desesperada. Respira profundo.) Té.

Teresa.—¡Ah!

Elisa.—(Como en juego, amablemente.) ¿Quiere uno?

Teresa.—Encantada.

(Elisa va a buscar una taza a uno de los muebles y sin que su abuela lo note, vierte la mitad de su vaso de Coca-Cola en la taza para Teresa. Se la pasa. Vuelve a recostarse. Silencio. La abuela disfruta su taza de té/ Coca-Cola. Suena el teléfono, Elisa va a contestar. La abuela se para a buscar algo y se encuentra con su canasto con lanas, toma un tejido y lo comienza a desarmar de pie.)

Elisa.—¿Aló? Sí… ¿Mamá? Te escucho mal… ¿Aló? Sí… No… ¿Mamá? Hola… ¡Papito! Sí, (Contenta.) estamos bien… Sí… Sí… súper rico… Sí, la Ana le da los remedios, la Ana es