Piélagos

Por Alfonso Chase

"Allá está, en San José de Costa Rica, con su barba blanca bien peinada y su mirada de asombro. A pesar de los centenares de páginas escritos en prosa, solo cree en el amor de la poesía, la única que no lo ha decepcionado. "Tengo cincuenta años escribiendo", dijo esta semana, "y me ha sido fiel, yo también a ella". 
Alfonso Chase se deja querer y asiste a los sitios donde lo convidan, pero siempre tiene las bridas en las manos: 'A veces uno no puede hacer más de lo que le tocó: somos poetas centroamericanos y costarricenses. No nací en París, Casablanca o Moscú. Nací en Cartago, viví en Hatillo, pertenezco a la clase media baja. Eso me determinó una relación diferente con la poesía. Me ha servido para limpiar mi palabra y limpiar mi espíritu. Si uno, a los 71 años, no tiene una relación alquímica con la poesía o con el arte no ha hecho nada', dice el poeta".  
Raúl Rivero
Piélagos es un canto a la vida, al espíritu y a la poesía, es el resultado de la escritura del autor frente a un drama humano: la amputación de uno de sus pies elevada a objeto poético.
Un pie con alas se eleva, premonitorio (…) / O, elegante, se apresura a danzar / su último vals.

• Idioma: Español
• Editorial: Editorial Costa Rica
• Fecha de lanzamiento: 1 nov 2019
• ISBN: 9789930549995

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Piélagos

Alfonso Chase

Piélagos

Circadismo

"No hay motivo para temer al dios;

la muerte no preocupa;

y así como resulta fácil obtener el bien,

también resulta fácil soportar el mal".

Epicuro, Tetrafármaco

(El cuádruple remedio)

Pie con alas

Un pie con alas se eleva, premonitorio.

Nada relevante u obtuso en la observación.

Algo que me acompañó toda la vida,

ajeno ya al cuerpo,

se mira triste en su propia levedad.

Mercurio alado, entre fragmentos siderales

taconea un escorzo de samba.

O, elegante, se apresura a danzar

su último vals.

Insomnio

Inerte

parecía mi corazón adentro de un vaso.

El cerebro continuaba latiendo,

incapaz de saberse

estremecido. Lívido

el corazón, un mundo en batalla

contra su sed, acostumbrado

a ser destino de pájaro sin alas.

Incapaz de escaparse de augurios,

mentiras, indicadores visibles

que mostraran la búsqueda

de un sitio entre mi sangre.

No hay desamparo

que nos empuje