Descubre millones de libros electrónicos, audiolibros y mucho más con una prueba gratuita

Solo $11.99/mes después de la prueba. Puedes cancelar en cualquier momento.

No hay burlas con el amor
No hay burlas con el amor
No hay burlas con el amor
Libro electrónico151 páginas1 hora

No hay burlas con el amor

Calificación: 0 de 5 estrellas

()

Leer la vista previa

Información de este libro electrónico

No hay burlas con el amor es una comedia teatral de Pedro Calderón de la Barca, uno de los dramaturgos más destacados del Siglo de Oro español. La obra se estrenó en 1637.
La trama gira en torno a las complicadas relaciones amorosas entre los personajes. Don Alonso de Luna y Don Juan de Mendoza son dos galanes enamorados de las hermanas Doña Beatriz y Doña Leonor, respectivamente. Por otro lado, el gracioso Moscatel añade un toque humorístico a la historia, interviniendo en los enredos amorosos.
El conflicto principal surge cuando Don Pedro Enríquez, el padre de las dos damas, se opone a los pretendientes y quiere casar a sus hijas con otros hombres por razones de estatus social y conveniencia. Sin embargo, las hermanas están verdaderamente enamoradas de Don Alonso y Don Juan y están decididas a seguir sus corazones.
En medio de la trama, aparecen otros personajes como Don Luis y Don Diego, que también tienen intereses amorosos y complican aún más la situación.
A lo largo de la obra, se desarrollan diversos malentendidos, engaños y situaciones cómicas que hacen que los personajes se equivoquen en sus amores y se enreden en una red de intrigas.
Finalmente, tras superar diversos obstáculos y confusiones, las parejas de enamorados logran deshacer los malentendidos y encontrar la felicidad, mientras que el padre comprende la sinceridad de los sentimientos de sus hijas y acepta las decisiones que ellas toman en el amor.
No hay burlas con el amor es una comedia llena de humor, enredos y reflexiones sobre el amor verdadero, la libertad de elección y las convenciones sociales de la época. La habilidad de Calderón de la Barca para tejer estos elementos en una trama entretenida y significativa muestra su maestría como dramaturgo del Siglo de Oro español.
IdiomaEspañol
EditorialLinkgua
Fecha de lanzamiento1 nov 2019
ISBN9788499533551
No hay burlas con el amor

Lee más de Pedro Calderón De La Barca

Relacionado con No hay burlas con el amor

Títulos en esta serie (100)

Ver más

Libros electrónicos relacionados

Artes escénicas para usted

Ver más

Artículos relacionados

Categorías relacionadas

Comentarios para No hay burlas con el amor

Calificación: 0 de 5 estrellas
0 calificaciones

0 clasificaciones0 comentarios

¿Qué te pareció?

Toca para calificar

Los comentarios deben tener al menos 10 palabras

    Vista previa del libro

    No hay burlas con el amor - Pedro Calderón de la Barca

    9788499533551.jpg

    Pedro Calderón de la Barca

    No hay burlas

    con el amor

    Barcelona 2024

    Linkgua-ediciones.com

    Créditos

    Título original: No hay burlas con el amor.

    © 2024, Red ediciones S.L.

    e-mail: info@Linkgua-ediciones.com

    Diseño de cubierta: Michel Mallard.

    ISBN rústica: 978-84-9816-390-2.

    ISBN ebook: 978-84-9953-355-1.

    Cualquier forma de reproducción, distribución, comunicación pública o transformación de esta obra solo puede ser realizada con la autorización de sus titulares, salvo excepción prevista por la ley. Diríjase a CEDRO (Centro Español de Derechos Reprográficos, www.cedro.org) si necesita fotocopiar, escanear o hacer copias digitales de algún fragmento de esta obra.

    Sumario

    Créditos 4

    Brevísima presentación 7

    La vida 7

    Personajes 8

    Jornada primera 9

    Jornada segunda 51

    Jornada tercera 95

    Libros a la carta 145

    Brevísima presentación

    La vida

    Pedro Calderón de la Barca (Madrid, 1600-Madrid, 1681). España.

    Su padre era noble y escribano en el consejo de hacienda del rey. Se educó en el colegio imperial de los jesuitas y más tarde entró en las universidades de Alcalá y Salamanca, aunque no se sabe si llegó a graduarse.

    Tuvo una juventud turbulenta. Incluso se le acusa de la muerte de algunos de sus enemigos. En 1621 se negó a ser sacerdote, y poco después, en 1623, empezó a escribir y estrenar obras de teatro. Escribió más de ciento veinte, otra docena larga en colaboración y alrededor de setenta autos sacramentales. Sus primeros estrenos fueron en corrales.

    Lope de Vega elogió sus obras, pero en 1629 dejaron de ser amigos tras un extraño incidente: un hermano de Calderón fue agredido y, éste al perseguir al atacante, entró en un convento donde vivía como monja la hija de Lope. Nadie sabe qué pasó.

    Entre 1635 y 1637, Calderón de la Barca fue nombrado caballero de la Orden de Santiago. Por entonces publicó Veinticuatro comedias en dos volúmenes y La vida es sueño (1636), su obra más célebre. En la década siguiente vivió en Cataluña y, entre 1640 y 1642, combatió con las tropas castellanas. Sin embargo, su salud se quebrantó y abandonó la vida militar. Entre 1647 y 1649 la muerte de la reina y después la del príncipe heredero provocaron el cierre de los teatros, por lo que Calderón tuvo que limitarse a escribir autos sacramentales.

    Calderón murió mientras trabajaba en una comedia dedicada a la reina María Luisa, mujer de Carlos II el Hechizado. Su hermano José, hombre pendenciero, fue uno de sus editores más fieles.

    En No hay burlas con el amor (1637), Calderón muestra que un criado padece y sufre las mismas pasiones que un noble, y plantea el tema de la educación de la mujer. Calderón ridiculiza las pretensiones intelectuales de las mujeres y afirma que la educación de la mujer debe atenerse solo a lo relativo a las cuestiones domésticas.

    Personajes

    Don Alonso de Luna, galán

    Don Juan de Mendoza, galán

    Moscatel, gracioso

    Don Luis, galán

    Don Diego, galán

    Don Pedro Enríquez, viejo y padre de las dos damas

    Doña Beatriz, dama

    Doña Leonor, dama

    Inés, criada

    Jornada primera

    (Salen don Alonso de Luna y Moscatel muy triste.)

    Alonso ¡Válgate el diablo! ¿Qué tienes,

    que andas todos estos días

    con mil necias fantasías?

    Ni a tiempo a servirme vienes,

    ni a propósito respondes;

    y, por errarlo dos veces,

    si no te llamo, pareces,

    y si te llamo, te escondes.

    ¿Qué es esto? Dilo.

    Moscatel ¡Ay de mí!

    Suspiros que el alma debe.

    Alonso Pues ¿un pícaro se atreve

    a suspirar hoy así?

    Moscatel Los pícaros ¿no tenemos

    alma?

    Alonso Sí, para sentir,

    y con rudeza decir

    de su pena los extremos;

    mas no para suspirar;

    que suspirar es acción

    digna de noble pasión.

    Moscatel Y ¿quién me puede quitar

    la noble pasión a mí?

    Alonso ¡Qué locuras!

    Moscatel ¿Hay, señor,

    más noble pasión que amor?

    Alonso Pudiera decir que sí;

    mas, para ahorrar la cuestión

    que «no» digo.

    Moscatel ¿Que no? Luego,

    si yo a tener amor llego,

    noble será mi pasión.

    Alonso ¿Tú, amor?

    Moscatel Yo amor.

    Alonso Bien podía,

    si aquí tu locura empieza,

    reírme hoy de tu tristeza

    más que ayer de tu alegría.

    Moscatel Como tú nunca has sabido

    qué es estar enamorado;

    como siempre has estimado

    la libertad que has tenido,

    tanto, que en los dulces nombres

    de amor fueron tus placeres

    burlarte de las mujeres

    y reírte de los hombres;

    como jamás a ninguna

    quisiste, y más te acomodas

    a engañar, señor, a todas

    que hacer elección de una;

    como eres (en el abismo

    de amor jugando a dos manos,

    potente rey de romanos)

    mal vencedor de ti mismo,

    de mí te ríes, que estoy

    de veras enamorado.

    Alonso Pues yo no quiero criado

    tan afectuoso. Hoy

    de casa te has de ir.

    Moscatel Advierte...

    Alonso No hay para qué advertir.

    Moscatel Mira...

    Alonso ¿Qué querrás decir?

    Moscatel Que se ha trocado la suerte

    al paso, pues siempre dio

    el teatro enamorado

    el amo, libre el criado.

    No tengo la culpa yo

    de esta mudanza, y así

    deja que hoy el mundo vea

    esta novedad, y sea

    yo el galán, tú el libre.

    Alonso Aquí

    hoy no has de quedar.

    Moscatel ¿Tan presto,

    que aun de buscar no me das

    otro amo tiempo?

    Alonso No hay más

    de irte al instante.

    (Sale don Juan.)

    Juan ¿Que es esto?

    Moscatel Es pagarme mi señor

    el tiempo

    ¿Disfrutas la vista previa?
    Página 1 de 1