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UF1645 - Impartición de acciones formativas para el empleo
UF1645 - Impartición de acciones formativas para el empleo
UF1645 - Impartición de acciones formativas para el empleo
Libro electrónico352 páginas3 horas

UF1645 - Impartición de acciones formativas para el empleo

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Esta Unidad Formativa tiene como finalidad adquirir aquellos conocimientos necesarios para saber programar, impartir y tutorizar acciones formativas para el empleo adecuándolas a las características y condiciones de la formación, al perfil de los destinatarios y a la realidad laboral utilizando las técnicas, estrategias y recursos didácticos más apropiados.
Tema 1. Aspectos psicopedagógicos del aprendizaje en formación profesional para el empleo
1.1. El proceso de enseñanza-aprendizaje en la formación de personas adultas
1.2. La motivación
1.3. La comunicación y el proceso de aprendizaje

Tema 2. Dinamización del aprendizaje en el grupo según modalidad de impartición.
2.1. Características distintivas del aprendizaje en grupo.
2.2. Tipos de grupos.
2.3. Fases del desarrollo grupal.
2.4. Técnicas de dinamización grupal, situación y objetivos de aprendizaje.
2.5. Coordinación y moderación del grupo.
2.6. Tipos de respuestas ante las actuaciones del alumnado.
2.7. Resolución de conflictos.

Tema 3. Estrategias metodológicas en la formación profesional para el empleo según modalidad de impartición
3.1. Métodos de enseñanza.
3.2. Principios metodológicos
3.3. Estrategias metodológicas.
3.4. Elección de la estrategia metodológica
3.5. Habilidades docentes:
3.6. Estilos didácticos.
3.7. La sesión formativa
3.8. La simulación docente
3.9. Utilización del aula virtual.
IdiomaEspañol
Fecha de lanzamiento15 ene 2019
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    UF1645 - Impartición de acciones formativas para el empleo - María Dolores Sánchez Echevarría

    1.1. El proceso de enseñanza-aprendizaje en la formación de personas adultas

    1.1.1. Elementos del proceso formativo: alumnado, docente, materia a impartir, métodos, interacción y contexto

    1.1.2. Funciones del docente y de los agentes implicados en la formación (tutor, administrador, coordinador, entre otros)

    1.1.3. El aprendizaje de adultos: objetivos, características y tipos. Estilos del aprendizaje

    1.1.4. Los activadores del aprendizaje: percepción, atención y memoria

    1.2. La motivación

    1.2.1. Elementos: necesidad, acción y objetivo

    1.2.2. Proceso de la conducta motivacional

    1.2.3. Aplicación de estrategias para motivar al alumnado

    1.3. La comunicación y el proceso de aprendizaje

    1.3.1. El proceso de comunicación didáctica: elementos

    1.3.2. Tipos: verbal, no verbal y escrita

    1.3.3. Interferencias y barreras en la comunicación. La realimentación

    1.3.4. La escucha activa

    1.3.5. Factores determinantes de la efectividad de la comunicación en el proceso de enseñanza-aprendizaje

    1.3.6. La comunicación a través de las tecnologías de la información: sincrónica y asincrónica

    1.1. El proceso de enseñanza-aprendizaje en la formación de personas adultas

    El proceso de enseñanza-aprendizaje tiene una importancia crucial a lo largo de nuestras vidas. A través de dicho proceso, no solo adquirimos habilidades académicas (principalmente durante nuestra etapa escolar) sino que también recibimos el conocimiento necesario para desenvolvernos de forma adecuada en nuestra vida cotidiana y laboral.

    Si es evidente la importancia del proceso de enseñanza aprendizaje en el desarrollo de las personas, no lo es menos su complejidad, ya que durante este proceso intervienen múltiples y muy variados factores (sociales, cognitivos, emocionales, etc.).

    A lo largo de esta Unidad Formativa vamos a entender este proceso de enseñanza aprendizaje desde las corrientes teóricas actuales enmarcadas en el enfoque cognitivo-constructivista que consideran que el aprendizaje humano es algo más que la suma de estímulos-respuestas, castigos, refuerzos, etc. Este enfoque parte de que tiene que darse algo más, que teniendo en cuenta los aspectos anteriores, organicen nuestro conocimiento, estructuren los aprendizajes y creen las posibilidades para crear nuevos aprendizajes.

    Dentro de este enfoque destacamos la Teoría de la equilibración de J. Piaget, el modelo constructivista-contextualista de Vygotski, el aprendizaje por descubrimiento de Bruner y la Teoría del aprendizaje significativo de Ausubel, entre otras.

    Atendiendo a estas teorías podemos destacar la siguiente definición.

    Definición

    Según Woolfolk (1.999) el aprendizaje es el proceso por el que la experiencia produce un cambio relativamente permanente en el conocimiento, en los procesos mentales y/o en la conducta del individuo.

    1.1.1. Elementos del proceso formativo: alumnado, docente, materia a impartir, métodos, interacción y contexto

    El proceso de enseñanza-aprendizaje que vamos a abordar durante el desarrollo de todo el tema se concibe como un proceso de facilitación del contacto de las posibilidades que tiene el alumno con nuevas situaciones, en pro de estimular cambios internos en los esquemas de conocimiento para completarlos y organizarlos, creando nuevas capacidades que posibiliten el contacto constructivo con nuevas situaciones.

    Desde esta perspectiva la meta final de todo proceso formativo no es solamente adquirir conocimientos, sino que se le otorga más importancia a desarrollar las capacidades necesarias que faciliten el acceso de forma autónoma a los conocimientos concretos. Siguiendo en esta línea, también se resalta la importancia de los procesos de socialización en el desarrollo afectivo a través de la interacción entre iguales (alumnos) y con uno mismo.

    En el proceso formativo de una persona intervienen muchos elementos. No hay que olvidar que el proceso de enseñanza-aprendizaje es un proceso principalmente de interacción entre la persona con el resto de elementos.

    Alumnado

    El alumno es el principal protagonista del proceso formativo. Es decir, se requiere necesariamente de su participación mental para que se produzca el aprendizaje. El alumno tiene un papel activo en este proceso, ya que va a ser él el que participe en las diferentes fases del aprendizaje. No hay nada ni nadie que lo pueda sustituir en esta tarea. El alumno es el que selecciona, asimila, procesa, interpreta y confiere significados a los diferentes estímulos que recibe desde el mundo exterior. El proceso formativo, por lo tanto, está totalmente mediatizado por la actividad mental del alumno. Pero hay que tener en cuenta, que no todas las formas de enseñar favorecen por igual el despliegue de esta actividad.

    El docente tendrá que tener presente que no todos los alumnos son iguales y deberá adaptar su acción formativa a las peculiaridades de cada alumno. Si bien es cierto, que las personas compartimos muchas características también lo es que entre nosotros existen diferencias sustanciales. Por lo tanto, para que la acción formativa sea eficaz es necesario tener un conocimiento profundo de estas diferencias. Ante todo cualquier diferencia que exista entre personas se tiene que tratar desde el respeto.

    Las personas nos diferenciamos en muchos aspectos relacionados con las destrezas, en las actitudes que desarrollamos, la inteligencia y aptitudes que tenemos, motivaciones e intereses que nos mueven a actuar, estilos cognitivos, autoconcepto y autoestima que tenemos sobre nuestra persona, contexto social donde nos hallamos, etc.

    A continuación se presenta un esquema resumen con los aspectos fundamentales que ha de tener el alumno para que su proceso de aprendizaje se realice con éxito.

    Docente

    El docente juega un papel muy importante en el proceso formativo. Su función, no se limita solamente a crear las condiciones óptimas para que se produzca el aprendizaje, sino que además, tiene la misión de guiar y orientar esta actividad constructiva que va a desarrollar el alumno. Por lo general, el docente tendrá que trasmitir al alumnado el saber colectivo culturalmente organizado, es decir, los contenidos.

    El docente tiene un papel mediador entre el alumno y la materia que va a enseñar. Esta visión del profesor -mediador supera a la visión de profesor como mero trasmisor de contenidos y conlleva varias implicaciones didácticas:

    Los docentes tienen que conocer a sus alumnos con el objetivo de programar su acción formativa adecuándola a los sujetos a la que va dirigida. Uno de aspectos más importantes que el docente tiene que conocer es el nivel de conocimientos que tienen sus alumnos, es decir, qué saben los alumnos de la materia que va a impartirles, que conocimientos previos tienen y si éstos son acertados o no. El conocimiento que tengan los alumnos de la materia que vayan a aprender será el punto de partida de la acción formativa del docente.

    Además los docentes tienen que preparar todo el material didáctico que vayan a utilizar en su acción formativa, secuenciar los contenidos y, lo más importante, organizar y presentar todo el material de forma que a los alumnos les sea lo más fácil posible aprenderlos e interiorizarlos.

    La relación interpersonal entre docente y alumno es fundamental para favorecer los procesos motivacionales de los alumnos.

    A continuación se presenta un esquema resumen con los aspectos fundamentales que ha de tener el profesor para que su proceso de enseñanza se realice con éxito.

    Materia a impartir

    Los contenidos son considerados como medios para alcanzar los objetivos formativos que nos hayamos planteado. Los contenidos se dividen en tres clases: conceptuales, procedimentales y actitudinales. Esta distinción de tipo pedagógica resulta útil establecerla porque estos tres tipos de contenidos son de naturaleza muy diversa y los procesos mentales que la persona pone en marcha para su aprendizaje así como las estrategias didácticas e instrumentos de evaluación que utiliza el docente también lo son.

    Esta clasificación de los contenidos ayudará al docente a organizar su práctica formativa, ya que en función de los objetivos que se haya planteado elegirá un tipo de contenido u otro, o podrá alcanzar dicho objetivo utilizando varios de ellos. Siendo este caso el más habitual.

    La materia a impartir está formada los contenidos entendidos como los conocimientos que el alumno debe alcanzar para el desempeño de su actividad profesional. Los contenidos tendrán siempre como referente las competencias profesionales expresadas en capacidades y realizaciones profesionales.

    Métodos

    A la hora de diseñar la acción formativa el docente tendrá que crear las condiciones necesarias para el aprendizaje. El método hace referencia al cómo enseñar. Para responder a esta pregunta el docente tiene que tener en cuenta los siguientes aspectos:

    –Modelo de aprendizaje que se propone.

    –Situación y edad del alumno (no es lo mismo el aprendizaje en la edad infantil que en la edad adulta).

    –Formación del docente.

    –Estructura lógica de la materia a enseñar.

    La metodología tiene que partir desde unos principios básicos:

    1.Globalidad e interdisciplinariedad: este principio defiende la idea de planteamientos didácticos enlazados con los intereses de la persona y con su entorno. Los contenidos que se presenten es preferible que estén conectados con otros conocimientos que posea la persona, con otras materias, con sus propios intereses, etc., y no que se presenten de forma aislada sin conexión con la vida real de la persona.

    2.Mediación: el docente no se puede quedar solo en el rol de trasmisor de conocimientos, sino que tiene que dar un paso más y convertirse en facilitador de los aprendizajes, actuando de puente entre los conocimientos y la persona que aprende.

    3.Constructividad: hace referencia a la necesidad de que el alumno sea participe en su propio proceso de aprendizaje. Este principio se consigue fomentando aprendizajes transferibles, es decir, aprendizajes que el alumno pueda aplicarlos a su vida cotidiana. Para ello el docente tendrá que conocer los conocimientos previos que posee el alumno y buscar contenidos que le sean significativos.

    La metodología está muy relacionada con la dinámica que se establezca en el grupo-clase. Contenido que merece especial atención y al que dedicaremos el apartado 2 de esta Unidad Formativa.

    Interacción

    En el proceso formativo es fundamental hablar de interacción. De las dos interacciones más importantes que se producen durante la acción formativa el alumno es el principal protagonista.

    Podemos hablar de la interacción alumno-alumno y de la interacción alumno-profesor.

    La interacción alumno-profesor es la de mayor importancia y constituye uno de los principales determinantes para que se produzca un verdadero aprendizaje. El docente tiene que ayudar para que se dé una relación entre el conocimiento que posee el alumno y el nuevo material que va enseñarle. A esta interacción entre el docente y el alumno es lo que se denomina ayuda pedagógica. Esta ayuda es inversamente proporcional al nivel de conocimientos del alumno. Es decir, si el alumno tiene un conocimiento muy bajo respecto a la materia que se está impartiendo, la ayuda que el docente tendrá que prestarle será mucho mayor que a un alumno que sus conocimientos sean más elevados. Por esta razón, es fundamental como se ha dicho, que el docente tenga un conocimiento lo más completo y exacto posible del nivel de conocimientos que tienen sus alumnos.

    El docente tiene que tener claro que esta ayuda pedagógica es solo eso, una ayuda porque el verdadero artífice del proceso de aprendizaje es el alumno. Pero tampoco puede olvidar que es una ayuda que le va a prestar al alumno sin cuya participación sería mucho más difícil la tarea de aprender.

    Existen 5 mecanismos para facilitar esta tarea mediadora del docente:

    1.Hacer preguntas de proceso: es el mecanismo más simple y se pretende que el alumno concentre su atención en sus propios procesos de pensamiento. Se trataría de hacer preguntas tipo ¿Cómo puedes averiguarlo? ¿Qué crees que sucedería si…?

    2.Tender puentes: este mecanismo consiste en la actividad por la que los diferentes tipos de conocimientos son aplicados a una realidad concreta, a un contexto conocido y real.

    3.Estimular: en este caso los docentes tienen que desafiar, estimular frecuentemente a sus alumnos tanto en las respuestas correctas como en las incorrectas. Un ejemplo de este mecanismo sería la pregunta ¿Por qué esa respuesta es mejor que otra? ¿Estás totalmente seguro? ¿Por qué sabes que esa es la respuesta correcta?.

    4.Enseñanza de reglas: una vez que el alumno puede hacer una regla aplicable será capaz de saber qué hacer en situaciones futuras similares.

    5.Enfatizar orden, secuencia y estrategias: el docente hará saber a sus alumnos la importancia del orden en el que una persona hace sus tareas, la secuencia que sigue y la estrategia que utiliza a la hora de resolver un problema.

    En el proceso formativo no solamente aprende el alumno del profesor sino que en muchas ocasiones los alumnos aprenden en las relaciones con sus compañeros. Por lo tanto, la relación entre alumnos puede entenderse como una fuente más de aprendizaje. No basta con dejar que los alumnos interactúen entre ellos para obtener algún tipo de aprendizaje sino que es muy importante cuidar de la calidad de esas relaciones.

    La mayor parte de las investigaciones sobre la interacción alumno-alumno se han centrado en los tipos de aprendizaje grupal y concretamente en el aprendizaje cooperativo. (Véase en el apartado 2. Dinamización del aprendizaje en grupo según modalidad de impartición).

    Esta idea nos lleva a considerar las formas de organización de las actividades de aprendizaje en el aula que darán lugar a interacciones entre alumnos ricas y favorables para el aprendizaje. Actividades realizadas en grupo o incluso donde los alumnos más aventajados se convierten en tutores de sus compañeros, son formas de agrupamiento que favorecen las interacciones entre alumnos.

    Contexto

    Además de todos estos elementos en el proceso formativo hay que tener en cuenta el contexto donde se encuentra inmerso el alumno. Dentro de este contexto destacamos las relaciones con su familia, el entorno social, las amistades, el centro de formación, etc. que ejercerán una notable influencia sobre su proceso de aprendizaje.

    1.1.2. Funciones del docente y de los agentes implicados en la formación (tutor, administrador, coordinador, entre otros)

    La puesta en marcha de una acción formativa requiere de recursos personales que se encargarán desde su diseño hasta su puesta en marcha sin olvidar la gestión burocrática que se requiera.

    Dentro de los recursos personales vamos a distinguir al docente, tutor, administrador y coordinador.

    Docente

    El docente es la pieza clave de todos los agentes personales implicados en la acción formativa. Para desarrollar su labor con profesionalidad es necesario que cuente con unas habilidades, conocimientos y actitudes.

    Debe ser especialista en la materia que va a impartir además de tener conocimientos sobre el cómo enseñar, es decir, relativos a la didáctica. El docente tiene que estar preparado en aspectos como la metodología, actividades, estrategias, evaluación, etc.

    Por otro lado, es muy importante que el docente sea un buen comunicador. De nada serviría, que el docente sea experto en una materia pero incapaz de trasmitirla a sus alumnos.

    La acción formativa se llevará a cabo durante un determinado periodo de tiempo, por lo tanto, al docente se le exigirá ser un buen planificador y organizador. Tiene que saber llevar a la práctica lo que previamente ha diseñado.

    Importante

    El docente tiene que ser un conocedor de la materia que va a impartir. De esta forma podrá diseñar estrategias adecuadas de enseñanza.

    Pero la función principal que tiene que desarrollar el docente es la de ejercer de mediador facilitando el encuentro entre el alumno y la materia o conocimientos. Esta idea supone las siguientes implicaciones didácticas:

    –Los profesores deben aplicar los medios necesarios y adecuados para conocer suficientemente a sus alumnos, con el objetivo de programar su acción formativa partiendo de la situación real de donde se encuentren.

    –Los profesores deben preparar materiales didácticos, secuenciar los contenidos y presentarlos a los alumnos de tal forma que éstos se motiven por aprender.

    –Los profesores también tienen que establecer con los alumnos un estilo de relación personal que favorezca la motivación y les proporciones confianza en sí mismos.

    Entendiendo así al docente sus funciones más concretas serían las siguientes:

    –Impartir la materia.

    –Elaborar materiales didácticos y las pruebas de evaluación.

    –Diseñar las actividades.

    –Liderar al grupo.

    –Motivar y estimular el aprendizaje de sus alumnos.

    –Adaptar la acción formativa a las características del alumnado consiguiendo así la personalización de la formación.

    –Gestionar de forma adecuada los conflictos que puedan surgir tanto a nivel individual como a nivel de grupo-clase.

    –Investigar sobre su especialidad. El profesor tiene que estar continuamente reciclando sus conocimientos con el objetivo de no quedarse obsoleto. En la sociedad tan cambiante en la que vivimos esta función es fundamental.

    –Evaluar los contenidos y capacidades desarrolladas. Por lo tanto, tiene el docente tiene que conocer los diferentes tipos de evaluación y los instrumentos a utilizar.

    Tutor

    La tutoría se considera parte de la función docente, por lo tanto, se recomienda que el tutor sea también docente de la acción formativa. El tutor va a llevar a cabo tareas de orientación educativa y laboral, administrativas y de mediación entre el centro y el alumno o sus familias, en el caso de que sea menor de edad.

    La tutoría implica una relación individualizada con cada alumno, por lo tanto, la labor del tutor exige un conocimiento profundo del alumnado con el objetivo de orientar más eficazmente el proceso de enseñanza-aprendizaje. La tutoría no se reduce solamente a las horas concretas que se hayan organizado para la atención directa con los alumnos, sino que va a más allá. El tutor necesita conocer los intereses de sus alumnos, sus capacidades, actitudes, motivaciones, etc. que le permita hacer una reflexión global de la situación de cada alumno y así adaptar la acción formativa a sus peculiaridades.

    La tutoría puede llevarse a cabo a través de dos modos y en función de esta organización se establecen unas funciones:

    –Tutoría en grupo

    Este tipo de tutoría tiene como finalidad conocer y mejorar las relaciones y convivencia del grupo-clase, fomentar actitudes de cooperación y respeto hacia los compañeros y resolver posible conflictos de forma conjunta.

    –Tutoría individual

    En este caso el objetivo es detectar y conocer la problemática de algún alumno en concreto que le perjudique en su proceso de aprendizaje para adoptar las medidas oportunas. A la vez que se ayuda al alumno a hacerle consciente de su propia situación.

    Las funciones del tutor son:

    –Elaborar un Plan de Acción Tutorial.

    –Coordinar el proceso de evaluación del grupo y orientar al docente en su toma de decisiones.

    –Orientar a los alumnos sobre su proceso de enseñanza y futuro laboral y académico.

    –Facilitar la integración de los alumnos en el grupo-clase y fomentar la participación en las actividades que se propongan.

    –Ayudar a resolver las demandas e inquietudes

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