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Libro electrónico77 páginas38 minutos

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En Genes desde el mismo sitio, José Manuel González Hernández se detiene un momento y retrocede para sumergir la mirada en las aguas del recuerdo. Se trata de un enfrentamiento con las ausencias: un diálogo con la infancia ingenua, limpia, para la que el exterior adulto permanece vedado; y con el amor filial, que se mira con nostalgia y cierta melancolía y que, después de todo, es raíz del presente.Mediante versos largos y continuos, y figuras que apelan a lo cotidiano —que se vuelve en ocasiones sórdido—, en esta antología poética se reúnen también temas como el caos de la urbe, el desamor y la inconformidad que provoca la mansedumbre ante la injusticia; todo ello en relación con el hombre que deviene también gracias al pasado.
IdiomaEspañol
Fecha de lanzamiento2 may 2022
ISBN9786075471020
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    Genes desde el mismo sitio - José Manuel González Hernández

    Amor pegado a las puertas

    Adorada la noche casi muere en tus brazos

    Pesadillas sin plaza torturan la memoria

    La cara llena de cantos donde tu hijo se ha casado

    Y uno entre todos bailamos ahí

    En la calle

    En el pasto de un sitio que nos vio movernos para abrazarte

    Y abrazar a la esposa que se murió sin golpes

    De enfermedad y de los sueños que a diario se levantan para cachetear las puertas

    Recorrer montañas como tú lo hacías

    Como lo hacía el silencio que a veces nos sangrabas en la espalda

    Para enseñarnos que no hay más cerro que la mirada del amor pegado a las puertas

    A los sitios que junto a ti ocupamos esperando la historia

    La vida

    Y el amor pegado a las puertas

    A los abrazos

    Y a los gestos de bienvenidas después de la escuela

    Amor de padre

    Amor de hijo

    Amor de esposa

    Amor que parece derrumbarse después de una esquina

    Amor que dura un segundo porque después madura y se hace eterno

    Y lo eterno aparece en las pantallas y parece que pierde sentido

    Amor que marca la piel tan regiamente como el sueño de la muerte

    La propia porque la ajena es la que duele

    Amor que se moja en la cama

    Amor que sale viejo porque escupir a la tierra ya no tiene sentido sin país

    Y sin niños por los cuales pagar un rescate

    La vida del hombre que no ha sabido vivir porque América todavía no se apena lo suficiente para levantar la cara y decir que subir es cortarle los testículos al vecino

    Amor de padre que busca seguir enamorado de la mujer que prendía los focos para alargar la vida con la risa

    Con la sombra

    Y con el padecimiento de continuar con la educación de los hijos que tal vez un día sean dilapidados en la necedad de unos otros que bombardean telenovelas sobre la herida de una patria tan luminosa como el gato que se esconde bajo el coche varado en la carretera

    Amor de padre

    Antes de tu muerte nosotros hemos muerto porque ya no tenemos nichos para recostarnos

    Para bajar el cristal

    Y manejar con la estampa de un alguien con piernas y brazos que le llevarán más allá del pasillo

    Amor de padre

    Una derrota nos lee los ojos

    Masculla los latidos

    No los tuyos

    Los nuestros

    Los que sin penacho lanzamos contra el sistema que nos corrompe

    Y sin andenes nos pone a escalar las oquedades de una lluvia

    Del frío y de la primavera que sigue siendo invierno

    Los odios

    Y la identidad que se ha ido porque sin duelo perdimos más que un nicho

    Amor de padre

    Recuerdo tu primer abandono

    Tu primera muerte

    Tu premier al batear un jonrón como beso en la espalda de mi madre

    Amor de padre

    Amor de madre

    Sí a su risa

    A sus malos pensamientos

    A sus ríos

    Y sus almas que están en todas partes

    Amor de padre y madre

    La ciudad que me heredaron es tan valle sin sentido

    Como pasto mis pensamientos están malditos y los niños aplastan la mirada que tenía reservada para ustedes

    Las tiendas me rompen en amargura

    Las estaciones deliran sin casa

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