Mi Libro De Cuentos Variados

Por Santa Du Medina

El lector al leer las historias podr remontarse en un vuelo imaginario donde se entrelazan la ficcin con la realidad. Este es un ejemplar que nos habla de disciplina, actitudes positivas, tica y mucho ms. Es un libro que fomentar el hbito de la lectura y puede ser utilizado por padres y maestros en actividades tales como, la comprensin de lectura, desarrollo del vocabulario, opinin personal, etc....

Evidentemente "Mi Libro de Cuentos Variados'' no puede faltar en su coleccin.

• Idioma: Español
• Editorial: Palibrio
• Fecha de lanzamiento: 6 sept 2013
• ISBN: 9781463364793

Vista previa del libro

Copyright © 2013 por Santa Du Medina.

Ilustrado por Ronnie Pios.

ISBN:   Tapa Blanda            978-1-4633-6478-6

              Libro Electrónico   978-1-4633-6479-3

Todos los derechos reservados. Ninguna parte de este libro puede ser reproducida o transmitida de cualquier forma o por cualquier medio, electrónico o mecánico, incluyendo fotocopia, grabación, o por cualquier sistema de almacenamiento y recuperación, sin permiso escrito del propietario del copyright.

Esta es una obra de ficción. Los nombres, personajes, lugares e incidentes son producto de la imaginación del autor o son usados de manera ficticia, y cualquier parecido con personas reales, vivas o muertas, acontecimientos, o lugares es pura coincidencia.

Fecha de revisión: 04/09/2013

Para realizar pedidos de este libro, contacte con:

Palibrio LLC

1663 Liberty Drive

Suite 200

Bloomington, IN 47403

Gratis desde EE. UU. al 877.407.5847

Gratis desde México al 01.800.288.2243

Gratis desde España al 900.866.949

Desde otro país al +1.812.671.9757

Fax: [phone]

[e-mail]

ÍNDICE

CAPÍTULO UNO Las Vacas del Gaylord

CAPÍTULO DOS El Pastor Malvado

CAPÍTULO TRES Los Espejuelos de la Abuela

CAPÍTULO CUATRO Las Tres Estrellas

CAPÍTULO CINCO Kuni y su Avión de Papel

CAPÍTULO SEIS El Ojo Enfermo

CAPÍTULO SIETE El Camión Blanco

CAPÍTULO OCHO La Canela y la Almendra

CAPÍTULO NUEVE Papo y la Costa del Este

CAPÍTULO DIEZ Dafela, Lipsis, y Apoca

CAPÍTULO ONCE La Breve Vida de Pontiac

CAPÍTULO DOCE Un Niño Llamado Tuiri

DEDICATORIA

Dedico este libro de cuentos a todos los niños del mundo. A mis hijas Maria, Amber y Shalom. A Sarai Santa, mi nieta, y a todos mis sobrinos. Les entrego en este libro parte de mi imaginación entrelazadas con realidades de la vida. Disfrútenlo.

RECONOCIMIENTOS

Al Señor, por darme las fuerzas para escribir en medio de dificultades. A mi esposo Roberto, por regalarme las tres almendras y las ramas de canela que me trajo una tarde desde un lugar llamado San Bernardino, en California. Lo cual me motivo a escribir uno de mis cuentos. A mi hija Shalom, porque en dos ocasiones soñó que yo escribía libros. A mi madre, que desde pequeña, me compraba libros antes de entrar a la escuela. A todos los que de alguna manera hicieron posible con su trabajo que esta obra fuera terminada. A todos ustedes, gracias y bendiciones.

15571.jpg

CAPÍTULO UNO

8226.png

Las Vacas del Gaylord

A mbuli, Maruca y Shalem despertaron temprano en la mañana. Eran tres vacas hermanas que vivían frente al hotel Gaylord. Allí salían a pastar diariamente. Estas tres vacas tenían algo muy especial.

Aparte de la hierba que comían cada mañana; ellas guardaban un secreto que las otras vacas no sabían.

Cada mañana antes que saliera el sol, se dirigían presurosas hacia un lugar llamado Donkan Dones. Aquella mañana Maruca despertó, miró a su alrededor, bostezó suavemente y le dijo a sus hermanas:

-tengo hambre.

-Yo también—replicó Shalem.

-¿Por qué no vamos al Donkan Dones de la carretera 192?

-¡Fantástico!—dijo Ambuli.

-Tenemos que salir ahora, antes de que amanezca; porque si nuestro amo el señor Donvalt Trunk, nos ve comiendo dones y tomando café, se va poner furioso y quizás nos envíe al campo de concentración en Astatula, donde muchas de nuestras compañeras fueron dejadas a su suerte en el mes de Marzo del 2009.

-Pues vamos, ya son las cinco de la mañana. Ya abrió Donkan Dones y estoy que me muero por un café con crema.

-¡Con crema!—gritó Shalem un poco molesta.—Yo rehuso tomar crema, es un sacrilegio tomar de mi propio producto. Prefiero tomar mi café al estilo cubano; negro, puro y sin diluyentes.

-Sí, sí—dijo Maruca.—Esa es una buena idea, ¡de nosotras no debemos tomar nada con crema, leche, queso, helado y mucho menos yogurt!

Las tres vacas caminaron rumbo al Donkan Dones. Ambuli comenzó a hablar:

—Me gusta el aire antes del amanecer, esta brisa cálida y el olor de la hierba de verano.

Iban las tres conversando, riendo hasta que llegaron a su destino. El lugar era acogedor, perfumado por el aroma de un aromático café y unas deliciosas dunes. Decidieron tomar café negro y sin azúcar. Tampoco quisieron comer dunes, pues no querían contaminar la leche con azúcar.

-Regresemos, pues ya son las seis de la mañana y pronto va a amanecer—dijo Maruca con un tono de preocupación

-Hoy es día de ordeñar—dijeron las tres vaquitas casi al unísono.

Maruca la vaca mayor, olvidó que estaba embarazada, esperando un nuevo bebe para el

rebaño. Entonces algo inesperado sucedió. Después de aquella caminata, al regresar se le adelantó el parto a Maruca y a la hora del nacimiento un ternerito negro como el azabache, hermoso y de grandes ojos, hizo su entrada triunfal al mundo de los animales domésticos.

-Tu ternero es negro, pues tomaste demasiado café cubano cuando aún estaba el bebe en tu vientre—dijo Shalem al momento que sonreía por la llegada de su único sobrino.

Josao, el ordenador llegó temprano a ordenar las vacas. La expresión de su rostro cambió cuando observó asombrado que la leche la cual siempre fue blanca y cremosa, ahora mostraba un color acaramelado que no era usual en las otras vacas. Le preguntó a todo el rebaño, si habían comido algo diferente mientras él estuvo ausente. El corazón de Josao comenzó a maquinar, que haría con las vacas especiales del rebaño. Acercándose a las vacas, las separó de las demás y les dijo:

-Ahora ustedes tendrán un lugar especial; pues la leche que dan ahora es diferente, nunca se vio nada igual en la tierra. Las llevaré a un lugar reservado, donde se multiplicaran y seré un hombre muy rico, como vuestro amo el señor Trunk.

Las vacas se entristecieron al oír que el ordenador se las llevaría lejos del Donkan Dunes.

-No, por