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La Causalidad
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Libro electrónico162 páginas2 horas

La Causalidad

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Este libro te llego por alguna razn, que no es producto ni del azar ni de la casualidad.
Es probable que tu alma le est haciendo una invitacin para ponerse en contacto con la parte ms profunda de tu ser, que es la fuente de toda la existencia. La felicidad parece ser la meta de todas las metas y, no obstante, la mayora de las personas dan muchos rodeos para llegar a ella.
Tenemos metas materiales como desear una casa mejor, un auto mejor entre muchas otras cosas.
Tenemos metas que tienen que ver con las relaciones. Deseamos sentirnos seguros, deseamos sentir que pertenecemos. Deseamos poder expresarnos libremente y dejar correr la imaginacin. Algunos deseamos tener salud o poder, otros quizs busquen la fama. Pero si juntamos por que se desean todas esas cosas, la respuesta ltima siempre ser la misma, creen que solo obteniendo esas cosas es que podrn ser felices.
Todas estas razones son frgiles por que van y vienen como una brisa pasajera. Las causas externas de la felicidad nunca crean plenitud verdadera. La plenitud es un estado interior de conciencia que determina nuestra manera de percibir y experimentar el mundo. Ser felices por algn motivo es algo riesgoso debito que este se puede ser arrebatado en cualquier momento.
Lo que debemos anhelar es no buscar motivos para ser felices, si no ser felices sin motivo.
IdiomaEspañol
EditorialPalibrio
Fecha de lanzamiento22 feb 2013
ISBN9781463350833
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    La Causalidad - Javier Pérez Castillo

    Copyright © 2013 por Javier Pérez Castillo.

    jperez13@hotmail.com

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    446033

    ÍNDICE

    INTRODUCCION

    CAPÍTULO 1 EN BÚSQUEDA DE LA VERDAD

    CAPÍTULO 2 ¿QUE ES LA CAUSALIDAD?

    CAPÍTULO 3 ¿CÓMO OCURREN LAS COSAS?

    CAPÍTULO 4 LA CAUSALIDAD EN ACCIÓN

    CAPÍTULO 5 ¿COMO APROVECHAR LAS COINCIDENCIAS?

    CAPÍTULO 6 EL SECRETO DE LA CAUSALIDAD

    CAPÍTULO 7 TÉCNICAS PARA APROVECHAR LA CAUSALIDAD

    CAPÍTULO 8 PLENITUD ESTÁ DENTRO DE TI

    CAPÍTULO 9 EL CAMINO A TU INTERIOR

    CAPÍTULO 10 RESPUESTAS DESDE LA CAUSALIDAD

    CAPÍTULO 11 CÓMO VIVIR EN LA CAUSALIDAD

    EPÍLOGO

    INTRODUCCION

    Este libro te llegó por alguna razón, que no es producto ni del azar ni de la casualidad. Es probable que a tu alma se le esté haciendo una invitación para ponerse en contacto con la parte más profunda de tu ser, que es la fuente de toda la existencia. La felicidad parece ser la meta de todas las metas y, no obstante, la mayoría de las personas dan muchos rodeos para llegar a ella. Tenemos metas materiales como desear una casa mejor, un auto mejor entre muchas otras cosas. Tenemos metas que tienen que ver con las relaciones. Deseamos sentirnos seguros, deseamos sentir que pertenecemos. Deseamos poder expresarnos libremente y dejar correr la imaginación. Algunos deseamos tener salud o poder, otros quizás busquen la fama. Pero si nos preguntamos por que se desean todas esas cosas, la respuesta última siempre será la misma, creen que solo obteniendo esas cosas es que podrán ser felices.

    Todas estas razones son frágiles porque van y vienen como una brisa pasajera. Y cuando esta felicidad se muestra esquiva, buscamos el placer a través de conductas adictivas con la esperanza inconsciente de encontrar la plenitud. Las causas externas de la felicidad nunca crean plenitud verdadera. Sin embargo, la plenitud es un estado interior de conciencia que determina nuestra manera de percibir y experimentar el mundo. Cuando perdemos contacto con nuestra fuente interior de alegría, cuando la felicidad que experimentamos se origina siempre en las circunstancias ajenas a nuestro ser, entonces quedamos a merced de todas las situaciones y de todas las personas que se cruzan en nuestro camino. Esa clase de felicidad siempre es esquiva. Ser felices por algún motivo es algo riesgoso debido a que este puede ser arrebatado en cualquier momento. Lo que debemos anhelar es no buscar motivos para ser felices, sino ser felices sin motivos.

    La felicidad es un estado de conciencia que ya existe dentro de nosotros, lo que pasa es que generalmente no lo sabemos porque hay una serie de distracciones y falta de informaciones importantes que limitan nuestra existencia. De la misma manera que a veces las nubes pueden ocultar un bello atardecer. Las preocupaciones y el estrés también ocultan nuestra felicidad interior. El condicionamiento social y la conciencia limitada pueden impedirnos ver ese reino que mora en las profundidades de nuestro corazón.

    Pero podemos aprender a elevarnos por encima de esas nubes y redescubrir la fuente de plenitud que vive en nosotros. Una vez descubierta esa capacidad que tenemos en nuestro interior, comenzaremos a experimentar cosas maravillosas y milagrosas. La expresión de la felicidad trae consigo una sensación de conexión con el poder creador del Universo. Cuando nos sentimos en posesión de esa conexión es como si nada impidiera hacer realidad todos nuestros deseos.

    Sin embargo, para poder ver nuestra cara en un pozo de agua este debe estar calmado. Debe haber una armonía entre nuestro interior y nuestro exterior. Si bien es cierto que la plena felicidad reside en nuestro interior, debemos estar en armonía con el ámbito físico que nos rodea. Somos seres sociales y vivimos en una comunidad que nos acarrea deberes y derechos. De lo contario tendríamos que vivir en cuevas, apartados de todo. Y esa no es la idea. La vida hay que vivirla con plenitud, abundancia, salud, amor y todas las cosas buenas que queramos. Todos tenemos un objetivo en esta vida. No estamos aquí por casualidad, estamos aquí por causalidad. Nada de lo que nos pasa es cuestión del azar. Todo está íntimamente relacionado para que tú, como ser espiritual, puedas cumplir a cabalidad con la misión que tú mismo te pusiste antes de venir a esta dimensión, a este ámbito físico. A esta universidad de la vida llamada planeta tierra.

    Como definitivamente no existen las casualidades, esta información te esta llegando a ti por alguna razón muy importante. Aprovéchala. No dejes que los esquemas y los paradigmas te nublen tu capacidad para entender algo que siempre ha estado dentro de ti, pero que por razones circunstanciales se nos han borrado de nuestra conciencia, o simplemente no le hemos dado la suficiente importancia que de verdad tiene.

    CAPÍTULO 1

    EN BÚSQUEDA DE

    LA VERDAD

    La humanidad no tiene exactamente una fecha definida de su creación, sabemos que las pirámides fueron construidas por los egipcios hace aproximadamente 4.000 años. Se tienen registros de civilizaciones anteriores, como la mesopotámica, de algunos 6.000 años. También tenemos restos fosilizados del hombre Cromagnon y del Neandertal de hace más de 30.000 años. Sin embargo, no se posee más información clara hacia atrás. Tenemos registros fósiles de animales y vegetales que al medirlos con las técnicas especiales del carbono 14, nos han dado información de cuanto tiempo tiene la tierra en funcionamiento, que por la medida corta se establece en 4.500 millones de años. Estos números no son fáciles de procesar por nuestro cerebro debido a su magnitud, tomando en cuenta si comparamos esas cantidades con la época cuando vivió Jesús, solo hace 2.000 años atrás, la cual nos pudiese parecer toda una eternidad. Sin embargo, todavía nos faltaría procesar millones de años hacia atrás para poder visualizar el desarrollo de nuestro entorno. Si se tomara la escala de un día de 24 horas para medir la historia de la evolución de la tierra, sus especies y la humanidad, esta última sólo tomaría los últimos 10 minutos de dicho día en la escala.

    El propio desarrollo de la humanidad está envuelto en un velo de misterio que nunca se ha podido aclarar, obviamente tenemos la explicación de las religiones, la cual de una manera muy emblemática, no la han inculcado de tal forma que para muchos aún es un hecho sin discusión. Por ejemplo, nos han dicho que el mundo se formo solo en 7 días y que muy sencillamente la humanidad se creó de un hombre de barro y luego de su costilla salió la mujer, posteriormente se desarrolla su familia con descendientes y así la humanidad, sin sufrir ninguna de las enfermedades degenerativas causadas por la unión de personas de la misma familia de sangre. Esto es así como si ya uno de adulto todavía estuviese esperando que baje San Nicolás por la chimenea con los regalos de navidad, o que la cigüeña nos traiga los bebes.

    Estas son creaciones muy importantes para el desarrollo emocional de los niños, pero no efectivas ni validas para los adultos, así las explicaciones de las religiones fueron muy efectivas para el nivel de evolución de las personas de aquella época, con la inteligencia y cultura de aquella época, pero no para explicar situaciones a los adultos de esta época. Todo esto sin entrar en el interesante campo de los que creemos vehementemente en la existencia de un gran y único Dios, ya que entraríamos al tema de:

    ¿Dónde esta?

    ¿Cómo es?

    ¿Qué hace?

    ¿Qué come o viste?

    Y no terminaríamos nunca de preguntarnos cosas relacionadas a este profundo y maravilloso tema.

    También tenemos las teorías científicas que son muy validas, pero que llegan hasta un cierto nivel de explicación, por ejemplo la teoría de la evolución de las especies de Darwin, es excelente, definitivamente las especies se adaptan a las situaciones y sólo las más aptas sobreviven, eso es un hecho, pero el cómo empezó la humanidad, no está claro. Es difícil pensar en una evolución directa del animal al hombre, de hecho nunca se ha conseguido el famoso eslabón perdido, que sería la muestra antropológica evidente de ese proceso. Más aún, en que parte del eslabón de la naturaleza llega la espiritualidad al hombre. Definitivamente somos seres espirituales, desde el comienzo de la humanidad hemos adorado a Dios, bien sea al sol, las estrellas, personajes mitológicos, animales, cosas paganas y finalmente cuando llegaron los profetas (Jesús, Buda, Mahoma, etc.) que nos enseñaron la existencia del monoteísmo o la existencia de un único Dios.

    ¿Pero cuándo entró esa espiritualidad al ser humano?

    Es difícil establecer cuando entro al ser humano la espiritualidad que nos caracteriza. Esto es debido a que nuestros antecesores aparecieron en varios lugares diferentes del planeta en una época prácticamente igual, y no sólo en lugares diferentes, sino muy distantes entre sí, y más en aquellos tiempos en que no había equipos de comunicación ni traslado, inclusive en continentes no descubiertos para aquella época, como por ejemplo el continente Americano, que fue descubierto oficialmente en 1492 cuando Cristóbal Colon por error, ya que buscaba las indias orientales, descubrió América. Adicionalmente cada raza era genéticamente distinta, negro por un lado, blanco por otro, con ojos achinados en algunos casos, con rasgos faciales totalmente distintos, color de cabellos y ojos totalmente distintos, pelo liso o crespo, en fin, estaríamos escribiendo hojas de diferencias cada una más impresionante que la otra. Ningún eslabón perdido podría estadísticamente probar una correlación de variables de esa magnitud, aunque estemos hablando de miles de años para el desarrollo de dicha evolución.

    Si buscamos en la teoría biológica nos encontramos desde el principio con una de las maravillas más grandes de nuestra existencia, que roza los confines de lo milagroso, y es buscar la explicación de cómo 2 células, un ovulo y un espermatozoide, cuando se juntan y en menos de un año, forman más de 100 trillones de células totalmente diferentes en su morfología, tipo y función, por no ahondar mas en la microbiología.

    Podría seguir escribiendo muchas páginas de eventos o situaciones que nos llevarían siempre a la misma conclusión, y es que tenemos una gran cantidad de cosas que no sabemos cómo ocurrieron y están envueltas en un velo de misterio en donde la inteligencia humana tiene un limite, simplemente no lo entendemos porque tenemos un límite en nuestra capacidad para entender y analizar las cosas. Dependemos mucho de la percepción de nuestros sentidos y de la información que hemos recibido (paradigmas), además, la historia de la ciencia nos ha demostrado que no deberíamos confiar mucho de dichos sentidos. Por ejemplo, nuestros ojos nos dicen que la tierra es plana. Si se ve el entorno en una playa o en un lugar llano, lo que se verá en su horizonte es que todo es plano, es lo que le dice su sentido de la vista. Sin embargo, a esta altura en nuestra evolución, ya nadie cree en eso. Definitivamente, la tierra es redonda. La experiencia sensorial me dice que los objetos que percibimos son sólidos, que una mesa es sólida, que una pared es sólida, que nuestro cuerpo es sólido, pero eso tampoco es cierto. Sabemos que los objetos están conformados por átomos, los cuales a su vez están conformados por partículas cargadas de energía que giran alrededor de un núcleo entre los cuales existen enormes espacios vacios. Es todo un sistema que vibra constantemente y que pareciera sólido y estático, pero que no lo és.

    Otro ejemplo es cuando vemos una película en el cine. Está conformada por miles de fotos, que al ser proyectadas a una cierta velocidad, dejamos de ver las fotos como tal y empezamos a ver una película en forma absoluta; sin embargo, no es mas que muchas fotos pasadas por nuestros sentidos a cierta velocidad.

    Nuestra experiencia sensorial es ilusoria; es tan transitoria como una fantasía o un sueño, por ejemplo:

    ¿Vemos realmente el color azul o el amarillo?

    Cada color que percibimos en una longitud de onda particular de luz, y la luz que podemos detectar realmente es una fracción de toda la que existe. El color que vemos dependerá del ambiente en donde estemos. Debajo del agua los colores empiezan a cambiar en la medida que bajas ya que se distorsiona la longitud de la onda de cada color en particular. Si

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