Las Dos Caras De La Moneda
Por Angelita Ruiz
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Las Dos Caras De La Moneda - Angelita Ruiz
Copyright © 2013 por Angelita Ruiz.
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Esta es una obra de ficción. Cualquier parecido con la realidad es mera coincidencia. Todos los personajes, nombres, hechos, organizaciones y diálogos en esta novela son o bien producto de la imaginación del autor o han sido utilizados en esta obra de manera ficticia.
Fecha de revisión: 05/12/2013
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470510
ÍNDICE
COSCOSCAWA
La adopción
NO Todo lo que brilla es oro
Estábamos en mayo 2012
La traición
Odio
El regreso
La verdad
La conversación
La fiesta de los quince de Neyda
Confesiones
Luz al final del Túnel
COSCOSCAWA
En una isla de las Antillas, esta es mi cuna, es un móvil océano un gran espejo, como no hay ninguna singular, es una isla de grandes colinas y hermosos valles, y ríos cristalinos, que te arrullan con su suave cantar, en los campos hay frutos siempre hay flores, es mi isla un paraíso terrenal, ahí pase mi niñez mi juventud y parte de mi edad adulta, en los años 80’s dejé mi isla para ir a buscar nuevos horizontes con mis 4 hijos, llegué a una hermosa ciudad, en USA, que era pequeña pero bien acogedora, encantadora.
Cocoscawa es una ciudad pequeña encantadora, una ciudad que embruja y que te cautiva, que te embrujaba, sus grandes bosques, sus grandes y bellos parques llenos de hermoso verdor, sus bellas flores sus hermosos lagos que sus orillas parecen playas, su gente amable, amigable, no importa si te conocían o no, te saludaban con una bella sonrisa, ah pero en invierno, es bellísima con su manto blanco, sus árboles llenos de copos de nieve, la nieve se cristaliza en los árboles y parecen árboles de navidad, y en esta ciudad me quede. Me pareció una cuidad, estupenda, para que mis hijos tuvieran su mejor educación académica, llegaran a ser unos hombres de bien, y de servicios a la sociedad, se hacen planes, se sueña, pero no sabes que va a pasar, mientras vas haciendo caminos, vas abriendo los ojos, y viendo triste realidades, que no concuerdan con lo que habían planificado. Mi hijo Enrique, el más inteligente, el más humilde, no terminó la escuela. Comenzó a trabajar y dejó la escuela por el trabajo. Se enamoró, se ilusionó y tomó una mala decisión casarse cuando solo tenía 18 años.
Tengo cinco etapas más, sin embargo, quiero hablar de la última etapa de mi vida. Tenía 48 años cuando todo comenzó cuando mi hijo tomó la decisión. Ya estaba tomada por ellos y él ya trabajaba y ella también. Ella a punto de cumplir los 18 años, los cumplía en octubre del 1994. Ella muy buena muchacha, muy humilde sencilla, servicial. Trabajadora, bueno, una moneda brillante que deslumbraba un hermoso porvenir para mi hijo, y nos deslumbro a todos. Toda la familia la quería y más yo, que la quería como hija. Se celebró una sencilla boda pero quedó preciosa. Ellos dos se veían bellísimos, fue bastante gente a la boda, esa fiesta fue alegre divertida, mucha comida, mucha alegría. Ellos se veían felices, pero bueno nadie sabe que pasa por la mente de los demás, y yo mucho menos podía saber que estaba pasando por la mente de ella, yo puedo saber que mi hijo la quería mucho, y se sentía muy feliz.
Al cabo de unos meses nació la primera hija de mi hijo, 17 de agosto de 1995. Como se darán cuenta, ya ella estaba embarazada antes de casarse. Seguía siendo una mujer buena. Pero comenzó a hacer irresponsable con su hija y también con mi hijo, pero bueno ya siempre pensé que siendo tan joven quizás se le hacía difícil aceptar que tenía una responsabilidad y aparte estaba yo que siempre estaba para ayudarla ya que ella se portaba bien con todos nosotros. Para el 1997 nació su otra hija, pero yo comencé a notar que mi hijo ya no era el mismo. Estaba cambiando mucho, ya no era tan responsable. Había perdido su trabajo, yo tenía una casa de tres apartamento, y yo le di uno para que vivieran no pagaban renta solo tenían que pagar luz y gas. Esto fue cuando vivíamos en Cocoscawa, cuidad que embruja, cuidad que me pareció maravillosa para criar mis dos últimos hijos, una moneda muy brillante.
No todo lo que brilla es oro. Vi como poco a poco el carácter de mi hijo fue cambiando. Faltaba mucho a la casa, había muchos problemas entre ellos, nunca tenía para pagar sus responsabilidades mientras las cosas se ponían peores entre ellos. Que el brillo se iba opacando. Entonces supe que mi hijo había comenzado a usar drogas, como, cuando, no sabía, y porque, solo me di cuenta, que su mujer no era la niña dulce que conocimos. Pero entre altas y bajas y problemas, llegó su tercer hijo. Yo vi pasar antes mis ojos todas estas cosas como ella maltrataba sus hijos, no físicamente pero no los atendía debidamente. Estos niños sufrieron mucho descuido por parte de los dos pero siempre estábamos ahí para ayudar. Ellos se mudaron de mi casa, y se fueron a vivir a parte, ahí fue que pasaron las peores de las cosas. Ella cambió, él cambió. Los dos se olvidaban de sus hijos. No hay nada peor que un hogar destruido y más por las drogas. Ella comenzó a salir mucho para los club, dejando a mi hijo con los nenes o con cualquier vecino, salía con su amiga y amigos, pero esto mi hijo no lo sabía, el solo pensaba que salía para despejar la mente un poco.
Mientras tanto, mi hijo se perdió más y más en las drogas. No podía saber, que lo llevó a