Náufrago

Por José Adín Oliveras

El libro trata de los hijos de Puerto Rico, nufragos de la pobreza, se embarcan en una nave de incertidumbres. Llenos de ilusiones, acarician la esperanza de un nuevo despertar. Son ros de aguas turbias desbordadas por el barranco de la angustia: absurdo. Puerto Rico se enfrenta a cuestiones difciles: poltica, colonialismo, crimen, economa desesperante, desempleo y abandono, promesas, promesas y ms promesas tanto de polticos locales como los del extranjero- avaricia empresaria. La gigantesca ineptitud de los degenerados polticos- vehculo principal- empuja a miles de familias buscar un nuevo porvenir en Norte Amrica.

• Idioma: Español
• Editorial: Xlibris US
• Fecha de lanzamiento: 7 abr 2016
• ISBN: 9781514479674

José Adín Oliveras

José Adín Oliveras emigró a los Estados de la Unión a temprana edad. Realizó estudios de ingeniería electro-mecánica y es galardonado con un certificado de honor en la ciencia de mecánica. Se graduó con un bachillerato en la Universidad de Nueva York City College. Obtuvo licencia de inspector de viviendas por el estado de Nueva York. Trabajó para la autoridad de vivienda ejerciendo el título: supervisor de construcción. Después de veintisiete años de servicio, se retira. Su entretenimiento: escribir ensayos sobre su inolvidable Puerto Rico, la pintura al óleo y amante a la lectura de veleros antiguos y de piratas navegando el mar Caribe e inmensos contornos de islotes. Comentarios a: [e-mail]

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Prefacio

Reconozco que pasamos la mayor parte de nuestras vidas viajando de nuestro terruño al continente Norte América- buscamos prosperidad económica- somos la sombra de la civilización moderna - nos critican y nos acusan bestialmente- ciudadanos de segunda clase.

Permítame presentarte a un personaje que a temprana edad abandona su nido maternal; se involucra en un remolino de sinsabores - astutamente lucha por sobrevivir. Con estilo aventurero, descubre palpitantes sorpresas desafiando un feroz ambiente. La soledad es difícil de domar- un fantasma femenino que penetra en las profundidades del alma, desaparece de día y regresa al anochecer. Aunque está completamente en control de sus facultades, dentro de su pecho siente que le golpean el corazón: es un romántico indisciplinado.

Disfruta de esta narrativa que evoca el pasado y el presente de un jovenzuelo que se hizo hombre sobreviviendo los vientos huracanados de una época que no porta ningún signo de compasión- se esfuerza a superarse arrojando negatividades al precipicio del olvido- ardua tarea de adaptación a la vida americana. El drama es dedicado a la gente de ayer, hoy y mañana: La identidad es un orgullo.

El protagonista sobrevive una era rodeada de injusticias en el crecimiento social de los pioneros boricuas. La búsqueda de la suerte es sólo una virtud- adorable dama que suele ser un tesoro. Intuición intelectual: adaptación al áspero ambiente. Tema del racismo: sólo los humildes confrontan este género inventado por venenosos degenerados- cobardes que no se dan cuenta que al emplear esas tácticas son ellos los despreciados. Desenlace de transeúntes: nos emborrachamos con los vientos alegres de juventud forjados por el azar de fantasías juveniles… sueños a la deriva del destino como el que espera el tren que no llega a la estación rumbo a lo inesperado. La percepción es una realidad, por lo tanto, derrotar el rutinario cautiverio es una virtud.

Se somete a la pintura como desquite a lo ofensivo. Arropado por la monótona melancolía de días invernales, el pensamiento lo transporta al pasado. Desde joven, hipnotizado por la inmensa belleza, disfruta la estampa del mar, el polvoriento camino del barrio arrabal, el cantar de pájaros en la selva de cocoteros y sentir el aire puro de la intemperie- regalo de la naturaleza. La idea de divulgar tales emociones y experiencias es mostrar el espejo de los días corrientes reflejando un personaje del pasado idéntico al presente- la juventud dentro del cuerpo es eterna.

Obtiene un hilo intelectual reconociendo que no tiene conocimientos académicos y lingüísticos para narrar el reportorio de su andar en la tierra de ‘no man’s land.’ Hoy, el mundo anda de prisa- no nos detenemos a contemplarlo y no hay tiempo para reflexionar sobre nada- tiempo moderno lleno de incertidumbres que cruzamos semejante al viento que se esfuma de prisa. Nuestros jóvenes, nos llaman viejos, antiguos y retraídos, Ellos son el enigma del futuro pero esquivan los libros. El tiempo moderno los ha hecho esclavos del presente creyendo que el mundo les pertenece olvidando moldear la base de sus destinos. El presente los hace productos de reglas ocultas que determinan casualidades: desde la simetría física del universo hasta el momento que cruzan la sala de lo inesperado.

Sypnosis

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Huida fugaz

La cachetada del tiempo moderno: Cruda realidad.

Las noticias son terribles. Noticias de grima divulgadas o mejor dicho fabricadas por charlatanes reporteros: Puerto Rico se enfrenta a cuestiones difíciles: política, colonialismo, crimen, economía desesperante, desempleo y abandono… promesas, promesas y más promesas tanto de políticos locales como los del extranjero- avaricia empresaria. La gigantesca ineptitud de los degenerados políticos- vehículo principal- empuja a miles de familias buscar un nuevo porvenir en Norte América.

Los hijos de Puerto Rico, náufragos de la pobreza, se embarcan en una nave de incertidumbres. Llenos de ilusiones, acarician la esperanza de un nuevo despertar. Son ríos de aguas turbias desbordadas por el barranco de la angustia: absurdo.

Naufrago es una compilación de aventuras de Alejandro, un guion de película con sazón de comedia. En una época no muy lejana, cruza por idénticos caminos. A la temprana edad de quince años se involucra en recorrer los contornos de Nueva York. El sueño de regresar a su patria se esfuma con el pasar de los años. Es un caminante en una selva de concreto.

Manual empleo, discriminación y enredos de faldas son las barreras que obstaculizan su andar. Es un poeta, un bohemio de vocación, un Don Juan, un personaje sincero, y un solitario. Anhela progresar, desea ser alguien no importante pero si honesto. Sus sueños son pocos, sólo disfruta aprender de libros. Para lograr sustento se rebela contra las humillaciones y los desgarros que encuentra en la extraña tierra que viene siendo su segunda cuna. Admite la derrota y desafía obstáculos. Se cae, se levanta y prosigue su caminar cuesta arriba.

Tal vez deseado una retribución en su letargo caminar, lucha feroz contra el peso de la terrible y desapasionada soledad. Incognitos e insaciables remolinos de vientos huracanados arropa la cotidiana vida y opta por remontarse en el ayer de su juventud. Enfoca controlar su mente y el yo interno para ver la luz de la realidad. Días sin olvido corretean por su mente: polvo de los caminos. Su pasión de andador errante aumenta: un amor lo conquista y lo abandona.

Es inexplicable el amor que siente por su patria. La horrible realidad lo hace embajador. Un ilustre escritor del siglo diecinueve describió el tiempo presente:

Poema de Luis Llorens Torres: Escudo de PUERTO RICO he aquí el cordero que ha de ser sacrificado.

Prólogo

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Camino por una desierta calle del Bronx, Nueva York. El frío es insoportable - congela mis huesos. La lluvia ligera me inculca buscar alojamiento. La curiosidad del nombre de una bar-café me hace sonreír: Aquí me Quedo. Hacia allá me encamine. Una vez allí, busco ubicarme en una esquina donde contemplo, de lejos, a los concurrentes. Por la amplia ventana de grueso vidrio, contemplo el exterior. La lluvia se ha convertido en granizo. Las luces opacas de las farolas reflejan un atardecer oscuro, la calle está cubierta con una ligera nieve. Un transeúnte anda apresurado con sus manos dentro de los bolsillos de su abrigo; solo una hilera de humo del cigarro, que mantiene entre los labios, lo persigue deslizándose fantasmal a su alrededor. Sonrió al observarlo resbalar en la resbaladiza nieve - astutamente se balancea como un bailarín profesional para no caer -me sorprende que sus manos permanecen en los bolsillos del abrigo. Un perro callejero se le acerca y le ladra, el hombre lo ignora y vuelve a resbalar.

Un trovador ahoga sus penas con una guitarra. Suavemente acaricia la cadera amplia del instrumento, la golpea en forma de inspiración. Sin duda, es un trovador echado al olvido soñando con un amor marchitado por los años. No sé por qué idolatro el sonido de la guitarra. Las notas de la música transportan mi imaginación a un valle nostálgico de mí pasado. El trovador está inspirado con la vieja canción En mi viejo San Juan. De repente, entre alboroto y tropezones, Alejandro, me saluda con su elocuente vocabulario. Tropieza con varias personas, que como yo, han buscado refugio del tiempo inclemente. Se disculpa sonriente. La fraseología es fascinante. Es un verdadero bohemio simulando un actor de teatro - un anfitrión excelente. Llamó a la camarera, ordenada dos bebidas: Ron con Coca-Cola.

-¡Salud!

-¡Salud!

-Admito que soy un soñador, por lo tanto José Adín, quiero que escribas sobre mi cautiverio en los Estados Unidos y sin titubeos reveles mis aventuras. Te aseguro, que todos queremos algo de la vida. Mi dilema ha sido: ¿Qué estoy dispuesto a sacrificar? Remover las cosas ya pasadas es penetrar en el tiempo estancado en el interior del alma, solo entonces me atrevo entrar en el salón de cuitas -sin embestir lo ocurrido sin remordimiento alguno- y darle paso a la narración inscrita en la memoria.

De un bolsillo del abrigo, saca un cigarro. Lo enciende y continúa hablando imitando a un poeta:

-"Quería ser un buen cultivador.