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Desde Al-Andalus Hasta Monte Sacro
Desde Al-Andalus Hasta Monte Sacro
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Libro electrónico634 páginas10 horas

Desde Al-Andalus Hasta Monte Sacro

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Durante el tiempo que pas en las islas portuguesas de Porto Santo y Madeira, Cristbal Coln, un navegante de Gnova, estuvo a cargo de un marinero moribundo, de Castilla, cuya carabela haba sido llevado por la corriente del Golfo de Guinea a un mar remoto , posiblemente el Caribe.

En su lecho de muerte, este hombre haba dicho

Columbus el secreto de algunas tierras donde haban llegado siberianos durante el Pleistoceno y algunos documentos sobre algunos de los posibles viajes anteriores. Este marinero asegur que esas tierras que haba logrado llevado por las corrientes eran los mismos que se refera.

Cuando Coln lleg a Espaa, trat de convencer a la Corona de Castilla de sus proyectos, que eran precisamente los mismos que Isaas haba profetizado como destino para obtener los lmites de los horizontes. Durante su descripcin, Columbus pareca tan seguro de que tanto la Reina Isabel y el Rey Fernando se preguntaron si l estaba tratando de ocultar una realidad probada, un misterio que llev a su tumba.

Coln les pidi una subvencin, Fernando el Catlico le coment que las arcas estaban vacas en ese momento, ya que slo haba subyugado toda Al-Andalus tras la toma de Granada, por lo que la derrota del rey nazar ms mala suerte, Boabdil, conocido como "el pequeo hombre".

Debido a que los exploradores espaoles del siglo 15, Espaa se convirti en la mayor potencia comercial entre los pases europeos. Ellos construyeron asentamientos que durara hasta tres siglos ms tarde, en un proceso expansivo de colonizacin, hasta la prdida del poder espaol en los territorios de la dcada de 1810, cuando comenz la Independencia.
Desde finales del siglo 18, hasta principios del siglo 19, el Oeste fue testigo de una serie de revoluciones en cadena que afect a Europa occidental y Amrica del espaol al mismo tiempo.

La invasin de Napolen, Francisco de Miranda, Simn Bolvar, logias masnicas, junto con envidias, traiciones o amantes hacen que este libro sea una emocionante aventura basada en la verdadera historia.

IdiomaEspañol
Fecha de lanzamiento1 oct 2013
ISBN9781490711706
Desde Al-Andalus Hasta Monte Sacro
Autor

Dolores Luna-Guinot

Dolores Luna-Guinot, native of Madrid-Spain. Chronicler, Writer, Researcher. Among his works are the historical novels: The Great War 1864-1870, Broken Chains, Conjuration in Mendoza, From Al-Andalus to Monte Sacro, The Enchanted Islands, From the Eagle to the Eaglet. Several of them translated into English.

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    Desde Al-Andalus Hasta Monte Sacro - Dolores Luna-Guinot

    Copyright 2013 Dolores Luna-Guinot.

    All rights reserved. No part of this publication may be reproduced, stored in a retrieval system, or transmitted, in any form or by any means, electronic, mechanical, photocopying, recording, or otherwise, without the written prior permission of the author.

    ISBN: 978-1-4907-1172-0 (sc)

    ISBN: 978-1-4907-1171-3 (hc)

    ISBN: 978-1-4907-1170-6 (e)

    Library of Congress Control Number: 2013914838

    Trafford rev. 08/23/2013

    21097.png www.trafford.com

    North America & international

    toll-free: 1 888 232 4444 (USA & Canada)

    fax: 812 355 4082

    CONTENIDO

    PROLOGO

    CAPÍTULO I   LOS PRIMEROS VIAJES

    CAPÍTULO II   ESPAÑA.

    CAPÍTULO III   LOS VIAJES ANDALUCES

    CAPÍTULO IV   COMIENZA LA CASA DE AUSTRIA.

    CAPÍTULO V   COLONIZACIÓN ALEMANA DE AMÉRICA.

    CAPÍTULO VI   EL DORADO.

    CAPÍTULO VII   LA ABDICACIÓN DEL EMPERADOR DE ESPAÑA Y DE ALEMANIA.

    CAPÍTULO VIII   REVELIÓN DE LAS ALPUJARRAS.

    CAPÍTULO IX   LA GUERRA DELS SEGADORS (1640-1652)

    CAPÍTULO X   FÍN DE LA CASA DE AUSTRIA. LA GUERRA DE SUCESIÓN DE ESPAÑA. (1701 – 1714)

    CAPÍTULO XI   SEGUNDO REINADO DE FELIPE V.

    CAPÍTULO XII   CONSECUENCIAS DE LA GUERRA DE SUCESIÓN ESPAÑOLA EN AMERICA.

    CAPÍTULO XIII   TOMA DE LA BASTILLA. (14 de julio de 1789)

    CAPÍTULO XIV   GUERRA DEL ROSELLÓN (17 de abril de 1793).

    CAPÍTULO XV   EL DIRECTORIO. (1795-1799).

    CAPÍTULO XVI   JURAMENTO EN EL MONTE SACRO.

    CAPÍTULO XVII   NUEVA GRANADA. EL MANIFIESTO DE CARTAGENA.

    PROLOGO

    El tiempo traería de la mano a la verdad para que la Historia la dejara registrada mediante la escritura, y así no abatir el recuerdo de las acciones de los hombres, de este modo, las grandes empresas acometidas no caerán en el olvido.

    Hay Historia, porque el pasado interesa de algún modo en función del presente, y cualquier acercamiento será hallazgo de significación y por lo tanto riqueza para comprender lo humano a través de lo que se llamó una vez sabiduría antigua y maestra de la vida.

    El historiador no puede mentir y tiene que presentar hechos probados e irrefutables, aunque algunas veces necesite exagerar un poco poniendo énfasis en los hechos que más nos puedan beneficiar o deleitar, pero siempre ajustándose a la verdad, porque si no puede ocurrir lo que dijo el escritor y crítico francés Rémy de Gourmont (1858-1915) Cuando un error entra en el dominio público ya no sale nunca más de él; las opiniones se transmiten hereditariamente y al final eso se convierte en Historia y por lo tanto, estaríamos creyendo y conmemorando acontecimientos falsos.

    Tomando de la obra del historiador inglés G.P.Gooch respecto al método de Leopoldo Ranque (1795-1885), considerado el padre de la erudición alemana y su concepto de la Historia, expresa:

    << Descubrí por comparación que la verdad era más interesante y hermosa que la ficción, me desvié de ésta y decidí evitar toda invención e imaginación en mis trabajos, y sujetarme a los hechos>>.

    << La Historia es un incesante volver a empezar >> Tucídides.

    Hace más de 2500 años, los griegos se negaron a aceptar (como se les quería hacer creer) que perder una guerra o contraer una enfermedad era un castigo de dioses, entonces crearon dos ciencias que tienen como objeto de estudio al Hombre en sí mismo: La Historia y La Medicina.

    La intención de Herodoto y Tucídides al inventar la Historia como Ciencia era para evitar la creencia de la mala suerte colectiva y que sus líderes fueran capaces de adquirir experiencia en la toma de decisiones. Así cada época analiza su pasado en función de las preocupaciones del presente, y a medida que nos acerquemos a la verdad del pasado sabremos mejor lo que debemos cambiar ahora para mejorar nuestra convivencia colectiva y nuestra calidad de vida. Casi al mismo tiempo la intención de Hipócrates al inventar la Ciencia de la Medicina fue, que la humanidad adquiriese experiencia en curar a los enfermos y no pensar que era debido a un castigo de dioses.

    La realidad histórica pone de manifiesto que durante tres siglos - periodo similar al dominio de la Roma Imperial sobre la Europa de Occidente - la religión, la lengua, la cultura, las instituciones sociales y políticas de Castilla, que iba a la cabeza de la civilización, se trasplantaron a un Nuevo Mundo mucho mayor que el área de toda Europa ; es decir, lo mismo que hizo Roma con España, ésta lo hizo a su vez con América, volcando sobre el Nuevo Continente el valor de sus guerreros, el ardor de sus exploradores, la fe de sus sacerdotes, la cultura de sus sabios y sus leyes. La principal fuente para el estudio de la obra civilizadora de España en América no está en las obras de los escritores, ni siquiera, aunque más importante, en las crónicas de la colonización, sino, en las llamadas Leyes de Indias otorgadas por los monarcas españoles para la empresa de la colonización, evangelización, organización y gobierno de los territorios americanos.

    El objeto del trabajo de este libro es solamente mostrar lo que de hecho ocurrió ; y que todo este periodo de Historia de la Conquista, Colonia, hasta la Independencia, quede en el recuerdo como < < Memoria Histórica > > de la que surgió positivamente la unión de dos continentes : Europa y América, el idioma español y un cruce de razas y culturas donde sus habitantes, indios, mestizos, criollos y españoles se habituaron a convivir y a quererse como compatriotas, y fue ésta la más importante de las consecuencias de la Conquista.

    CAPÍTULO I

    LOS PRIMEROS VIAJES

    Constantinopla en la Edad Media era la ciudad mayor y más rica de Europa, situada entre el Cuerno de Oro y el mar de Mármara, justo en el punto donde se unen Europa y Asia.

    Los intercambios entre Europa y la India se intensificaron en esta época, pero el comercio se interrumpió con el asalto a la ciudad de Trebizonda por los turcos al mando del sultán Mohamed II desde el 7 de abril hasta el 29 de mayo de 1453 apoderándose y poniendo sitio a Constantinopla, que pasó a llamarse Estambul convirtiéndose en la capital otomana, siendo el fin de la Edad Media y del Imperio Bizantino dando así el comienzo de la Edad Moderna.

    No sólo ocuparon los árabes Constantinopla, también inmensos territorios en el sureste de Europa donde sus avances llegaron a las puertas de Viena y, también en el norte de África, dejando a Europa sin la ruta comercial del mar Mediterráneo que utilizaban para obtener las especias, sedas, metales y el azúcar que tanto se necesitaba, esto motivó a los europeos a buscar una nueva ruta comercial aprovechando los inventos que se produjeron en el inicio de la Edad Moderna, facilitando la búsqueda de las deseadas rutas hacia los países de las especias China y La India. Estos inventos fueron vitales para las empresas descubridoras: la brújula, atribuida a los chinos, la cual permitía a los navegantes orientarse mediante la guía imantada que señala al norte y, el astrolabio, instrumento para medir la altura y la posición de los cuerpos celestes, muy útil para determinar la latitud (sistemas de coordenadas geográficas definiendo la distancia de un punto terrestre al ecuador en grados angulares) y longitud (define la distancia de un punto terrestre al llamado meridiano de referencia, actualmente Greewich ) antes cada país utilizaba uno distinto para sus mapas. La utilización del timón vertical colocado a popa y unido a las innovaciones técnicas abrió al hombre europeo nuevas rutas comerciales de ahí el papel de primerísima importancia que jugó en 1492 para el descubrimiento y conquista de América.

    Aprovechándose de estos inventos, hicieron posible las exploraciones marítimas siendo encabezadas por los portugueses y los españoles.

    Gracias a la labor de Enrique el Navegante y a la fortuna heredada de los Templarios, en 1440 los portugueses ya habían contratado en el castillo del promontorio de Segres, muy cerca del Cabo de San Vicente, toda clase de sabios, astrónomos, cartógrafos, navegantes y marinos de todas las nacionalidades.

    Comenzaron a construir los mejores instrumentos de navegación, y confeccionaban los mapas más precisos y detallados de ese tiempo. El astillero del puerto de Lagos fabricaba nuevas embarcaciones experimentales como la carabela que todos los países y reinos europeos copiaron para dominar casi todo el resto del mundo. Cincuenta años después, la utilizó Colón para cruzar el Atlántico en 1492.

    Los portugueses fueron los precursores de la navegación oceánica descubriendo y colonizando las islas de Madeira y las Azores. Así mismo habían explorado las costas de África hasta el Golfo de Guinea llegando al Cabo de Las Tormentas, llamado después Cabo de Buena Esperanza.

    Descubrimiento de América.

    Cristóbal Colón, nació en Génova el año de 1446. En compañía de sus padres Domenico Salvago (antes Scotto) y su madre Mariola Salvago llegó a Lisboa con apenas cinco años de edad llamándose entonces Pietro Salvago. En 1453, nada más cumplir los siete años Pietro fue enviado a estudiar a Génova en el convento de los padres dominicos de Santa María di Castello, aprendiendo a leer y escribir, de allí pasó a continuar estudiando en Pavía en donde aprendió latín, astrología y geometría. Al morir su madre, Pietro que ya había cumplido los trece años de edad, regresó al convento de Génova con los padres dominicos. Continuó sus estudios de – geografía, cosmografía y astrología - finalizando su estancia en el convento en 1461.

    Pietro, al poco tiempo se convertirá en Cristóforo Colombo, apodo que adoptó a la edad de 14 años cuando salió a la mar ejerciendo primero de pirata junto con Vicenzo Colombo, (éste acabó en el patíbulo en 1492), y más tarde ejerció de corsario al servicio de René d´Anjou, conde de la Provenza.

    En 1463 ya con el simple apelativo de Colombo hacía el corso a las ordenes del catalán Pere Ramón Sacosta, enemigo acérrimo del Rey Juan II de Aragón, padre de Fernando el Católico.

    En las últimas décadas de 1470 Colombo se colocó como agente comercial de la casa de los mercaderes genoveses Luigi Centurione que ejercía de promotor y Paolo di Negri de intermediario en el trato, transportando azúcar de Madeira a Génova y toda clase de mercaderías incluyendo esclavos procedentes de Guinea en naves portuguesas por cuenta de los genoveses, haciendo escalas en Lisboa y Cádiz y en diversas ocasiones en Valencia, donde tuvo ocasión de conocer a mercaderes valencianos y alicantinos, al igual que banqueros genoveses, que más tarde se asentaron en Sevilla.

    A Colombo esta participación en la compra de azúcar le había dado la oportunidad de viajar por las islas del Atlántico entre Lisboa, Porto Santo, Canarias, Azores y Madeira, estos tres archipiélagos estaban unidos por un sistema de vientos y de rutas comerciales que se extendían hacia las costas occidentales de África hasta el Golfo de Guinea y hacia el norte hasta Inglaterra y más allá, creando un círculo de navegación atlántica, de esta forma Colombo había seguido el curso de la expansión comercial genovesa desde el Mediterráneo hasta el Atlántico o Mar Océano, por lo cual conocía la Volta de Mina, ruta que seguían los marineros portugueses para regresar a su país desde el Golfo de Guinea y con ello los alisios del Atlántico, es decir, los vientos cuya dirección permanece constante todo el año impulsando hacia el oeste. Esta experiencia era un mundo seductor para Colombo que le estimulaba el ser explorador, y en su imaginación se veía descubridor de islas grandes y atractivas en las que los flamencos y los portugueses de las Azores llamaban Antilia, en realidad estas divagaciones mentales se podían relacionar con los descubrimientos posteriores en las que Colombo llamó las Antillas.

    Las naves del convoy comercial genovés que hacía la ruta de Génova a Flandes, fueron casi todas hundidas en 1476 frente al Cabo de San Vicente, en Portugal, al ser atacada la flota que capitaneaba el corsario Cristóforo Salvago por el corsario francés Guillaume de Casenove Vicealmirante del rey de Francia. La nave en que viajaba Cristóforo Colombo fue hundida, consiguiendo llegar a nado al pueblo de Lagos, en el Algarve, mientras que el Capitán Cristóforo Salvago llegó a Sevilla donde residió por varios años.

    A mediados de 1480 Colombo sufrió una transformación pasando de ser un marinero agente mercantil a un geógrafo culto comenzando a leer todos los libros que caían en sus manos para documentarse Imago Mundi de Pedro de Ailly, editada en 1480-1483 ; Ptolomeo, por el prestigio de su saber geográfico en la cosmología. Leía a los antiguos que sabían de la configuración de las tierras y de los diversos países ; tal como lo escrito por Estrebon, Plinio, Eneas Silvio Piccolomini, Isidoro, etc., tomando conocimiento sobre la idea de la esfericidad de la Tierra, defendida por Aristóteles, de todos estos estudios llegó a la conclusión de que la Tierra era redonda ; también, copió cartas y mapas, que luego vendió en Córdoba y en Sevilla; rebuscando, encontró mapas de La Edad Media que mencionaban míticas islas en el Océano Tenebroso, al oeste del Estrecho de Gibraltar o Columnas de Hércules. De entre estas islas, la más famosa de todas era la Atlántida, mencionada desde la época de los griegos y que finalmente le diera su nombre al océano Atlántico. Colón se fijó, que entre los años 1325 en adelante los mapas mencionaban las islas atlánticas Brandani, Diculi, Mayda, Isla Verde, Antilia, De las Siete Ciudades y otras. Posteriormente, se pudo comprobar que no todas eran fantasías medievales.

    Pero la más trascendente resultaba la Isla de Brasil que aparecía con ese nombre en los mapas de Angellinus Dalorto de Génova en 1325, en el mapa de Dulcert en 1339, en el de Laurenciano-Gadiano en 1351, en el de Pizigani en 1367, y en Carta Catalá en 1375.

    Hasta 1436 los mapamundis medievales eran circulares, centrados en Jerusalén, mostrando regiones del Paraíso terrenal, del Purgatorio y, otras referencias bíblicas.

    Tenían buenas informaciones sobre las costas conocidas del mar Mediterráneo, el mar Báltico, y el mar Negro. En el lejano Oriente, Hese ubicaba al Purgatorio en las antípodas de Jerusalén, Marignolli, afirmaba que los habitantes de Ceilán estaban a 60 millas del Paraíso y que en días de buen tiempo se podía oír caer el agua desde el Edén. Isidoro afirmaba que el Paraíso estaba rodeado de una cortina de fuego que llegaba hasta el cielo y nadie podía atravesar con vida.

    También Colón encontró una carta de Andrea Bianco fechada en 1448 donde mencionaba que los portugueses habían llegado a Brasil en 1447.

    Actualmente existen dos trabajos cartográficos de Andrea Bianco: Uno es el atlas de diez hojas con nueve mapas fechados en 1436 que está preservado en La Biblioteca Nazionale Marciana de Venecia, el otro es la Carta Náutica de 1448, que se encuentra en La Biblioteca Ambrosiana de Milán. En este trabajo se incluyen todos los descubrimientos portugueses sobre la costa de África hasta 1445, las Azores, las Islas de Cabo Verde y la Ixola Otenticha, se cree que ésta última es Brasil.

    La península Antilla aparece en el mapa de Bianco de 1448 a 30º de latitud norte y a 1000 millas de Europa, en el mapa de fray Mauro de 1459 la posición fue corregida a 25º de latitud norte. Toscanelli, en 1474 la ubica a 20º norte y 4500 millas de Europa. Martellus en sus mapas de 1489, 1490 y 1492 la localiza a 23º norte y a 400 millas de Europa.

    En aquella época no existía el cronómetro, y la distancia este-oeste se calculaba de manera muy aproximada.

    Todos habían dibujado la península Antilla casi en el mismo lugar, en la península de Florida, cuya posición exacta es de 25º de latitud norte y está a 4200 millas de Europa.

    Los monjes de los monasterios eran los autores de todos los mapas del mundo conocido de entonces y nadie ponía en duda las certezas de ellos.

    El portolano o libro de piloto, eran cartas náuticas que servían como referencia para navegar de un sitio conocido a otro.

    En 1481 Colombo se casó en Lisboa con Filippa Moníz, noble dama hijastra de Bartolomeu Perestrello, obteniendo al mismo tiempo la nacionalidad lusa, y por orden de los cánones de La Iglesia recuperó su nombre bautismal de Pietro. Se establecieron en Madeira, y nueve meses después nació su hijo Diego.

    Junto con su hermano Bartolomé navegó al África Negra y llegó hasta el Cabo de Santa María en la actual Angola.

    Para poder hacer los viajes, convenía desocuparse del cuidado de su mujer e hijo, dejándoles en Porto Santo al cuidado de su cuñado Pedro Correa y de su mujer Hiscôa.

    Durante el tiempo que pasó Colombo en las islas portuguesas de Porto Santo y Madeira; se hizo cargo de un marinero moribundo, castellano, cuya carabela había sido arrastrada por las corrientes desde el Golfo de Guinea hasta un mar lejano, posiblemente el Caribe. Podría tratarse de Alonso Sánchez de Huelva, que en su lecho de muerte le confió a Colombo el secreto de unas tierras descubiertas, basándose en que los siberianos habían llegado a estos lugares en el Pleistoceno y que existían documentos sobre posibles viajes anteriores. Este hombre aseguraba, que a las tierras que él llegó arrastrado por las corrientes eran esas mismas de las que hablaba.

    Esto, a Colombo le animó, pensando que seguramente a las que se refería el marinero debían de ser el lejano Oriente, se puso en correspondencia con el geógrafo florentino Paolo del Pozzo Toscanelli, a quien consultó acerca de sus ideas de ir a la India, pero en otra dirección desconocida, éste le confirmó que sería fácil emprender un viaje por occidente a la India, ya que no podía distar de Lisboa más de 4.000 millas en línea recta hasta la provincia de Mango, próxima a Cathay, en el camino debían hallarse las islas llamadas Antilia y Cipango, distante una de la otra 225 leguas. Luego por carta se dirigió a Fernando Martins, canónigo de Lisboa y muy allegado al rey. Esta carta contenía el llamado el proyecto colombino, partía de una supuesta creencia de mucha más extensión de las tierras del continente euroasiático en el sentido de los paralelos - por lo tanto era mucho más breve el espacio marítimo entre costa y costa - medida equivocada del grado ecuatorial que haría mucho más reducido el diámetro terrestre de lo que es en realidad navegando hacia occidente. Con esta información Colón se presentó en la Corte a ofrecer al Rey de Portugal Joâo II formar una expedición a la India en busca de especias, sosteniendo que podía alcanzarse el lejano Oriente desde Europa viajando hacia el oeste por mar con posibilidades de éxito, buscando una ruta directa al Asia oriental bordeando África lo cual acortaría en muchas leguas el recorrido. El de Portugal ; tras someterlo a una Junta, presidida por Diego Ortíz de Calzadillas, al considerarlo muy costoso y arriesgado, excluyó el proyecto, quizás también, porque la expedición debería recorrer a lo largo del paralelo de las Canarias, ya que éstas estaban reservadas expresamente a la Corona de Castilla, el rey lusitano se negaba a aceptar pues suponía violar el Tratado de Alcaçovas-Toledo, perdiendo entonces la exclusividad de navegar al sur por la costa africana.

    Casi al mismo tiempo Cristóforo, ya con la negativa, envió a su hermano Bartolomé a Paris para solicitar de la Corte una ayuda en sus proyectos de descubrir una nueva ruta para las Indias, fue recibido por Anne de Beaujeu regente de Charles VIII e hija del reciente fallecido Louis XI (quien había incorporado a la Corona Maine y Provenza, y aprovechó las dificultades de los movimientos de violenta rebeldía campesina en que se encontraba Juan II de Aragón para pedirle - a cambio de su ayuda - los condados de Rosellón y Cerdaña en calidad de depósito, y en 1475, las tropas francesas intervinieron en el Rosellón. Anne de Beaujeu también rechazó la idea de Colombo. Bartolomé con la negativa, marchó a Inglaterra en 1488 a probar suerte en la solicitud de apoyo por parte del Rey Henry VII, dirigiéndose a Londres. La nave de Jofre Ibáñez de Sasio, en la que viajaba, fue abordada por corsarios alemanes, retuvieron a Bartolomé y le despojaron de cuanto poseía pasando algunos años malviviendo, y al fin, consiguió una reunión con Henry VII el cual parecía un poco interesado, pero nada en concreto.

    Pasó de nuevo a París a entrevistarse con Charles VIII, pero el proyecto que exponía, al Monarca le pareció costosísimo y descabellado por lo inseguro, y sabedor de los escasos recursos de Bartolomé, ordenó le entregasen 100 ducados para continuar su viaje a España, y también le aconsejó que se reuniera con Américo Vespuccio, sobrino de Guido Antonio Vespuccio que trajo a Francia a Américo para servir en calidad de secretario del embajador Lorenzo el Magnífico, entrando así en contacto con los personajes más ilustres de la Corte francesa y numerosos comerciantes florentinos venidos a Francia por sus negocios.

    Bartolomé visitó a Américo:

    - Mi tío, tiene comercio en toda la Península Ibérica, me quiere enviar a Sevilla como hombre de confianza para restablecer el orden, ya que le han informado de las malas gestiones en las cuentas; y al mismo tiempo, me reúna con Gianotto Berardi el comerciante florentino más influyente en Andalucía, el cual mantiene contacto con grandes banqueros y gente muy adinerada, pues como vos sabéis, el eje Sevilla-Cádiz son etapas imprescindibles en el comercio entre el Mediterráneo y el Atlántico, en especial Sevilla que es una activa ciudad de negocios en la que se mezclan marinos de diversas nacionalidades como : vascos, bretones, mercaderes y banqueros florentinos y genoveses.

    Bartolomé le escuchaba muy interesado en lo referente a las personalidades más influyentes en la Corte:

    -Ya pronto partiré hacia África con mi hermano Cristóforo, aunque quizás, sería buena idea que nos trasladásemos a Sevilla para entablar relación con los comerciantes influyentes que tengan contactos con la Corte.

    Los dos hombres se despidieron con la convicción de que seguramente no se volverían a ver nunca más.

    Cristóforo de regreso a Lisboa de uno de sus viajes por la costa oeste de África, en la expedición de Diego d´Azambuja, le sorprendió el ajusticiamiento del duque de Bragança don Fernando, degollado en la plaza pública de Évora, confiscando todos sus bienes, y la persecución por el Rey a todos los parientes del tercer duque de Bragança que habían conspirado contra la corona portuguesa, de entre los conjurados seguramente figuraba Colombo y su esposa Filippa por ser hija de un gobernador - y su familia emparentados con la casa ducal de Bragança - por lo tanto tenían que salir huyendo de Portugal para refugiarse en Castilla. Filippa se encontraba en estado de buena esperanza pero al dar a luz murió en el parto y el niño sobrevivió muy pocas semanas.

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    Retrato de Isabel De Castilla y Fernando De Aragón

    CAPÍTULO II

    ESPAÑA.

    En España las dos grandes coronas de Castilla y Aragón quedaron unidas por el matrimonio de sus reyes Isabel I de Castilla y Fernando II de Aragón de Valencia de Mallorca de Cerdeña y en 1468 (un año antes de casarse) su padre le nombró rey de Sicilia y Conde de Barcelona.

    Isabel se casó con su primo el príncipe Fernando después de un dificultoso proceso en el cual tuvieron que pedir la aprobación del Vaticano, debido a que no se podían casar por el cercano parentesco que les unía; pero con la ayuda del Papa Sixto IV y de Rodrigo Borgia (futuro Papa Alejandro VI) acabaron aceptando el casamiento de ambos, considerando que la unión resultaba muy conveniente a los intereses de la iglesia.

    Aunque gobernaron conjuntamente conservaban cada Reino sus leyes e instituciones; por la Concordia de Segovia el 15 de enero de 1475 Fernando fue nombrado Rey de Castilla como Fernando V - sin embargo - Isabel I no pudo ser nombrada de jure Reina de Aragón porque la ley sálica de dicho Reino se lo impedía, pasando a ser Reina consorte de Aragón.

    Dado que Castilla era de mayor tamaño y población y contaba con una economía en expansión y unas instituciones homogéneas por lo que la constitución de una monarquía sólida se apoyó fundamentalmente en el Reino de Castilla; aunque, cuando se emprendiese alguna acción militar o una empresa comercial ésta se hiciese bajo estandarte común.

    Isabel I, 1451-1504 era hija de Juan II de Castilla y de su segunda esposa Isabel de Avis Portugal. Desde los tres años de edad estaba prometida con Fernando de dos años de edad - Fernando II, 1452-1516 - hijo de Juan II de Aragón y de Navarra y de Juana Enríquez.

    Isabel, llamada así en honor de su madre – entonces no era frecuente en España – al morir su padre en 1454, se retiró con su hermano pequeño Alfonso a la villa de Arévalo, donde veían los ataques de locura de su madre. Después de muchas dificultades con su hermanastro – hijo del anterior matrimonio de su padre con María de Aragón - el Rey Enrique IV el Impotente - que al fin - consiguió que la otorgase el título de Princesa de Asturias, en una discutida ceremonia – ya que existía una heredera, Juana apodada la Beltraneja, hija de la Reina y de su amante Beltrán de la Cueva – dicha ceremonia tuvo lugar en los Toros de Guisando (Ávila) el 19 de septiembre de 1468, conocida como la Concordia de Guisando.

    El reinado de los jóvenes reyes Isabel, con 18 años de edad y Fernando, con 17, significó en España el tránsito del mundo oscuro medieval al luminoso mundo moderno. Entre sus reformas proyectadas estaba la pretensión de que sus súbditos profesasen la fe católica lo cual les llevó a la creación en Castilla del Consejo de la Inquisición (aunque antes ya existía en Aragón) única institución que se impuso en todos los reinos (menos en Granada) con la finalidad de perseguir a los falsos conversos, a Tomás de Torquemada fraile dominico en 1483 le nombraron Inquisidor General.

    Fray Bernardo Boyl, acreditado reformista en Cataluña, fray Diego de Deza maestro dominico, más tarde preceptor del Príncipe de Asturias, y luego Inquisidor General, se interesó sobre todo en la vida universitaria, fray Juan de Puebla que renunció a su condado de Belalcázar para ser religioso, Francisco Jiménez de Cisneros, franciscano, desprendido, sabio y asceta. Estos hombres, hicieron que España con la monarquía fuese en el siglo XVI el más firme bastión del catolicismo y de la cultura.

    Cuando la Reina conoció a Cisneros, estaba encerrado por siete años en el convento de La Salceda debido a una profunda crisis espiritual que le llevó a entrar en la orden de los franciscanos ; fue entonces, cuando sustituyó su nombre de pila Gonzalo por el de Francisco en honor a San Francisco de Asís. La Reina quedó impresionada por la presencia de aquel hombre alto y de voz timbrada y sonora, que hablaba precisamente de la reforma que ella deseaba. En 1492 quedaba incorporado a la Corte en calidad de confesor este franciscano que iba a mostrarle respeto, ayuda eficaz y respaldo en sus acciones a la Corona asegurándola un éxito en la reforma, fue designado provincial de los franciscanos de Castilla.

    Las órdenes reformadas, y las de nueva creación establecieron centros de enseñanza propios.

    Cisneros comenzó fundando el colegio de San Ildefonso en Alcalá de Henares, más tarde otros colegios y la Universidad Complutense, escribió La Biblia Políglota, en la que pretendía poner La Biblia hebrea al alcance de los cristianos permitiendo a sus teólogos penetrar en el Antiguo Testamento consiguiendo - gracias a la imprenta - confeccionarla en sus idiomas propios de acuerdo con la tradición judía y cristiana es decir, hebreo, arameo, griego y latín, también – más adelante – instituyó la obligatoriedad de la identificación de las personas con un apellido fijo; hasta entonces las personas se identificaban por el nombre y un mote que reflejaba el lugar de procedencia, el oficio o característica de la persona, por lo que muchos hermanos podían tener diferentes apellidos. A partir de la ordenanza de Cisneros, el apellido del padre quedaba fijado, y pasaría a ser el de todos sus descendientes.

    El Reino de Castilla en contraste con el de Portugal hasta finales del siglo XV y la primera mitad del XVI no tenía estrategias ni planes específicos para los descubrimientos oceánicos sin embargo a partir de 1492 fueron años muy fructíferos en creaciones políticas y en grandes descubrimientos en tierras del Nuevo Mundo.

    Colón llega a España.

    Cristóbal Colón - que así se hizo llamar cuando vino a España en 1484 – acompañado por su hijo Diego, y el cuñado de su difunta Filippa, Pedro Correa da Cunha.

    Su cambio de nombre era debido a que no podía desvelar a la Corte de Aragón sus verdaderos orígenes de pirata y luego corsario al servicio de los enemigos del Rey Fernando II de Aragón y de su padre Juan II de Aragón e inmediatamente como pirata se le hubiera ahorcado, y como corsario, debía demostrar su fidelidad al Rey, para así poder ganar su confianza.

    Colón y su familia entraron a España por el Puerto de Palos y se dirigieron al monasterio de frailes de Santa María de La Rábida, porque allí se encontraba el centro de la atención religiosa para los caminos del Atlántico. Colón se presentó en la portería del monasterio demandando pan y agua para su pequeño hijo de cinco años de edad, permaneciendo en este lugar unos días de los que Colón trató de convencer a los frailes de sus proyectos - que precisamente eran los que profetizaba Isaías como destinado a que tomara los límites del horizonte - en su descripción mostraba tanta seguridad, que algunos frailes se preguntaban si Colón ocultaba una realidad ya comprobada, un misterio que Colón se llevó a su tumba.

    Logró hacer amistad con los franciscanos principalmente con fray Juan Pérez que le presentó a los duques de Medina Sidonia y Medinaceli que después de escucharle, vieron que excedía a sus posibilidades y le aconsejaron referente a su proyecto, que lo más acertado sería presentarse en la Corte, como ésta viajaba, debería dejar al pequeño en algún sitio fijo. Se dirigió a Huelva y dejó a su hijo Diego al cuidado de su cuñada Briolanja Moníz de Perestrello, y de su esposo el flamenco Miguel de Mulyart.

    Después Colón en 1485 marchó en busca de patrocinio para su aventura dirigiéndose a la Corte establecida por entonces en Sevilla formulando por escrito la solicitud de que fuese aceptado su proyecto de navegación a la India por Occidente, sin recibir respuesta.

    En Sevilla visitó a su antiguo capitán y armador Cristóforo Salvago, el cual le ayudó para que entablase relaciones con personajes del entorno real como el jerónimo fray Hernando de Talavera que por su mediación Colón consiguió en 1486 el ser recibido en audiencia por los Reyes en Alcalá de Henares, tras haber sido rechazado el proyecto por el Real Consejo, ya que en virtud del Ordenamiento de Alcalá no se permitía a los extranjeros y a quienes no fueran naturales ni vecinos de Castilla ejercer oficios públicos que tuvieran cargo de administración, de justicia, de regimiento y gobernación de pueblo o provincia.

    En mayo de ese mismo año, pasó a Burgos en donde estaba el Consejo.

    El Consejo se volvió a reunir en la Universidad de Salamanca, bajo la presencia de fray Hernando de Talavera administrador apostólico de la diócesis de Salamanca, Colón argumentaba la proximidad de las tierras del extremo asiático, basándose en la circunferencia aceptada de la Tierra desde Eratóstenes, que era de 252.000 estadios (tomando el estadio egipcio, tendría un error del 1% sobre la medida aceptada ahora de 40.000 km) por lo que suponía encontrar el litoral de Cipango (Japón) a 400 leguas de la isla de El Hierro, en Canarias (la legua en ese tiempo se contaba en cuatro millas de 3000 pies españoles) el error era tan grande que situaba las costas del Asia oriental poco más allá del meridiano de las Bermudas ; el Consejo dictaminó que la distancia que había a la India era excesiva, por lo tanto, determinaron que la viabilidad del proyecto era imposible.

    Colón en 1486 fijó su residencia en Córdoba, durante su estancia conoció a doña Beatriz Enríquez de Arana, dama de estirpe más bien humilde, con la que inició una gran amistad que les llevó a formalizar una relación, llegando a tener un hijo en 1488, Hernando, aunque en su pensamiento no estaba el contraer matrimonio.

    El Real de Málaga en 1487 le convocó para transmitirle la negación a su proyecto, en 1488 tuvo otro encuentro en Murcia sin conseguir su propósito, también a don Enrique de Guzmán duque de Medina Sidonia le ofreció su idea entre - 1488 y 1489 - sin obtener respuesta. En 1490, don Luis de La Cerda duque de Medinaceli le abrió las puertas de su palacio y le acogió bajo su protección. A finales de diciembre de 1491 - sin darse por vencido - llegó al campamento de El Real de Santa Fe de Granada donde esperó seis meses en ser recibido, exponiendo a la Reina que hasta esta fecha de 1492 España ocupaba el finisterre de Europa, con su proyecto España uniría oriente con occidente por vía marítima, y ese gran imperio universal estaba a su alcance; al mismo tiempo mencionó a la Gramática Castellana recientemente publicada por el humanista Antonio de Nebrija, en la que se aseguraba que la extensión del castellano iba correlativo a la expansión del Reino de Castilla, y por lo tanto siempre esta lengua castellana sería compañera del Imperio y se convertiría desde entonces en la lengua española.

    La Reina convocó otra vez una Junta – rechazándole de nuevo a Colón por sus exigencias desmedidas - al pretender tener derecho jurisdiccional sobre todas las tierras que hallase personalmente ; fray Hernando de Talavera insistía a su Majestad, que se interesara por el proyecto y otorgase a Colón una subvención de la Corona; en esos momentos intervino el Rey Don Fernando:

    -Las arcas en estos tiempos, os aseguro señor Colón, no pasan por su mejor momento debido a las campañas bélicas. Esta cruzada ha sido el enfrentamiento entre Cristo y Mahoma y del cual dependía el futuro de Europa. Nos encontrábamos al frente de una unión de reinos y deseábamos una restauración de la España perdida por el al-Andalus. Doña Isabel siempre insistió en que la guerra de Granada era el mejor servicio que los reinos españoles podían prestar a la cristiandad alejando así al poderoso turco que intenta dominar todo el Mediterráneo. En 1488 nos trasladamos con la base de operaciones a Murcia pretendiendo la conquista del oriente del reino nazarita, aprovechando que Granada se encontraba en crisis dinástica entre los pretendientes al trono nazarí, el emir Muley Abul Hasan ( llamado por los cristianos Muley Hacén) asistido por su hermano Abu Abdallah Mohamed El Zagal y los Zegríes, luchaban contra el hijo del emir, Abd Allä ( Boabdil El Chico) prisionero de su padre en una de las torres de la Alhambra por haberse enfrentado al emir y a su tío para destronarlo y proclamarse sultán alentado por su madre Aixa la Horra - que despechada - ya que su marido se había enamorado de una cristiana capturada por lo nazaríes en una lucha entre los cristianos y musulmanes de Granada. La cautiva Isabel de Solís - era hija de Sancho Jiménez de Solís, comendador de Martos - durante su estancia en la torre de La Cautiva, en la Alhambra, Muley Hacén se enamoró locamente de aquella bellísima cristiana que al casarse se convirtió al islán tomando el nombre de Zoraya (Lucero del Alba) la sultana cristiana de al-Andalus. Tuvo dos hijos, Saad ben Ali, y Nasr ben Alí. El primogénito Saad tenía tanto derecho al trono como Boabdil. Ante esta situación entre Aixa la Horra y defendido por los Abencerrajes, liberaron a Boabdil incitándole para que con su hermano Abu-I-Hayyay Yusuf huyesen a Guadix para que continuasen luchando contra su padre, su hermano Yusuf fue decapitado a manos de un mizuar en Almería por orden de su tío El Zagal.

    - (Colón muy interesado preguntó), A Boabdil le sería muy difícil escapar de la torre en donde estaba confinado; porque supongo que estaría muy vigilado ¿quién le ayudó?

    -Las doncellas de su madre hicieron con sus velos un cordón por el que pudo descolgarse y, los Abencerrajes que le aguardaban con caballos en la cuesta del barranco le acompañaron primero hasta el alto Albaycín y después hasta Guadix para rehacer su ejército con sus partidarios, provocando en Granada sangrientas revueltas que sólo fueron detenidas ante la noticia de que nosotros los cristianos habíamos cercado Loja. Salieron a combatirnos Muley Hacén junto a su hermano El Zagal previo pacto con Boabdil de que cada cual conservaría sus respectivas posiciones y pretensiones. Situación que aprovechó Boabdil para apoderarse de la Alhambra, donde fue proclamado por los Abencerrajes Sultán de Granada.

    -(Don Fernando continuó), Existían dos familias granadinas aristocráticas rivales entre sí, los Zegríes seguidores de Muley Hacén, y los Abencerrajes partidarios de Aixa la Horre, por lo tanto de Boabdil. Queda evidente que ellos eran los responsables de las continuas revueltas populares contra el sultán. Muley Hacén en venganza, por ayudar a Boabdil, y sobre todo, por haberle llegado a sus oídos que su amada esposa Zoraida mantenía amoríos con un Abencerraje, les hizo llamar a los 36 miembros de la familia y uno a uno les fue degollando en La fuente de los Leones, y en este pilón que está en el centro del patio, todavía tiene las manchas rojas de la sangre de los degollados; los leones que adornan el pilón representan las 12 tribus de Israel; dos de los leones, tienen un triángulo en la frente indicando las dos tribus elegidas: Judá y Leví; proceden de la casa del visir judío Samuel Bem Nagrela y se la regaló a Muley-Hacén.

    -El sultán y su hermano, (continuó hablando Don Fernando) aplastaron a nuestros ejércitos en la comarca de la Axarquía, lo que provocó los celos de Boabdil que decidió asediarnos en la ciudad de Lucena y no sólo Boabdil no pudo entrar en la ciudad, sino que fue hecho prisionero. Mientras, Muley Abul Hasan (Muley Hacén) recuperaba el trono de Granada. Aixa, la madre de Boabdil, enviaba a Córdoba una solemne embajada para tratar el rescate de su hijo a lo que tuvieron que supeditarse a nuestras condiciones haciéndole prometer a Boabdil que sería nuestro vasallo fiel, pagarnos un tributo anual de 12.000 doblas de oro, poner en libertad a 300 cautivos cristianos, dar paso por sus tierras a nuestras tropas que fuesen a guerrear contra su padre Muley Hacén y su tío El Zagal y presentarse inmediatamente en la Corte en cuanto fuese llamado por nosotros los Reyes de Castilla. Regresó Boabdil a Granada con la pretensión de proclamarse sultan, a lo que los Zegríes se opusieron energicamente, pero la intervención de los principales jefes, lograron que la revuelta se apaciguase. Muley Hacén, viejo y ciego abdicó a favor de su hermano El Zagal, que pasó a ser Mohamed XI Rey de Granada. La abdicación trajo nuevos enfrentamientos extendiéndose las revueltas por todo el reino hasta que El Zagal pactó con su sobrino la partición de los estados de Granada. El territorio se dividió en tres sectores de alrededor de Málaga, Granada y Almería y Boabdil aceptó establecerse como sultán en Almería con sus partidarios. Tras las duras represiones tuvimos que retirarnos a Murcia ante las acometidas de El Zagal, pero en 1488 con la conquista de Almería el reino nazarí se quedaba sin puertos. La toma de Baza en 1489 produjo la sumisión de El Zagal, por un tratado que establecía que éste conservaría el título real y se le entregaría en herencia y señorío los valles de Ledrín y Andarax 20.000 vasallos moros y una renta de cuatro millones de maravedíes al año. Durante esta etapa El Zagal, en situación difícil, ante sus mal sometidos vasallos, me vendió sus estados y se trasladó a Tlemezén – Marruecos - en donde murió, y Boabdil se hizo cargo del reino, convirtiéndose en Mohamed XII rey de Granada ; yo, le advertí de que los tratos que había tenido con su tío El Zagal los consideraba como una confederación contra Castilla, por lo que cesaba la amistad que entre nosotros había mediado, y pusimos sitio a la ciudad de Loja, perteneciente a Boabdil, el cual salió a defenderla y perdiéndola, siendo herido y capturado por don Diego III Fernández de Córdoba, segundo conde de Cabra, Señor de Lucena, Alcaide de Los Donceles, comenzando la guerra por la conquista de Granada desde 1488 hasta l492.

    Don Fernando según iba contando lo sucedido, advirtió el gran interés que Colón demostraba.

    -Voy a extenderme en el relato, pues me estoy percatando, de lo interesado que estáis en los hechos. Antes de la llegada de los árabes a la Península Ibérica, en lo que hoy es la ciudad de Granada y sus alrededores existían tres pequeñas poblaciones: Elvira, en el Albaycín y Alcazaba, Castilia, y Garnata, en la colina frente a la Alcazaba. En el año 756, en la época del Emirato Independiente, ya había presencia árabe en la península en los núcleos del Albaycín y la Alhambra. En 1238, entró en Granada por la puerta de Elvira para ocupar el Palacio del Gallo del Viento – la antigua Alhabra – Mohamed-Ben-Nazar, llamado Al-Hamar el Rojo, por el color de su barba; la población le recibió con el grito de Bienvenido el vencedor por la gracia de Alláh lo que él respondió Sólo Alláh es vencedor lema del escudo nazarí que se encuentra escrito por toda la Alhambra. Ahora remontándonos al año1483 que desde entonces las tropas castellanas de la Reina Doña Isabel, la estaban siguiendo a la guerra de Granada desde su asedio en 1485 por el mejor Capitán de infantería Diego García de Paredes que logró la entrega de la ciudad de Ronda, una de las principales fortalezas del Reino de Granada y más tarde, en 1487, la toma de la ciudad de Vélez-Málaga por el Gran Capitán Gonzalo Fernández de Córdoba y el Capitán García de Paredes apodado El Sansón de Extremadura por su gran corpulencia, es muy valiente, devoto cristiano, leal e incluso tiene un aceptable nivel cultural, pues sabe leer y escribir, algo inusual para no haber sido criado en la Corte, y más aún para un hombre de armas, es gran amigo de Gonzalo Fernández de Córdoba. El 20 de abril de 149I sitiamos la ciudad de Granada, el largo cerco duró ocho meses. Con la toma de Granada el 2 de enero de 1492 al ser derrotado por los Fernández de Córdoba y García de Paredes y hecho prisionero en la batalla de Lucena, que los musulmanes llaman Yussana, el último rey moro Boabdil, que en contra de lo que se ha comentado, fue tratado con gran respeto y llevado junto con su intérprete Baeza al castillo familiar de sus captores en Cabra, donde se le prepararon los mejores salones decorados con yeserías árabes para su bienestar, allí trabó gran amistad con Gonzalo Fernández de Córdoba, el Gran Capitán, en parte debido al buen trato recibido por éste durante su prisión, hasta el punto de que su majestad Doña Isabel y yo le encomendamos negociar las capitulaciones que Boabdil quiso que fueran secretas, en las que se le exigía como rehenes a sus hijos para la rendición de Granada, que con gran fiereza seguía combatiendo en Baza por sus habitantes los cuales no querían entregarla, con el tratado de Córdoba, que Boabdil El Chico nombró para negociar a Bulcacín Mulch, Gobernador de Granada, El Chico se convertía en nuestro vasallo, comprometiéndose al pago de 12.000 doblas de oro anuales y al envío de tropas para reforzar el ejército castellano, finalmente capituló, esto llevó a la rendición de otras ciudades importantes como Guadix y Almería, y gracias al cerco que les tendimos se rindieron, ocupando la Alhambra el cardenal Mendoza y el comendador Mayor de León, Gutierre de Cárdenas mandando ondear el estandarte de Santiago Apóstol, patrón de España, y el pendón Real de Castilla en la torre más alta de la Alhambra de Granada, La Torre de la Vela, terminando así la llamada Reconquista y el último reducto invadido por los sarracenos islamistas que provocaron el derrumbe del poder visigodo en la Batalla de Guadalete el jueves 19 de julio del 711. En realidad, todo comenzó porque Witiza, hijo del Rey Egica, reinó entre 702 y el 710, a su muerte, el rey elegido por los nobles fue Don Rodrigo, pero Agila II, hijo de Witiza, intentó imponerse a Don Rodrigo, por lo que pidió ayuda a los moros norteafricanos, y éstos al mando del general árabe Tarik derrotaron a las huestes godas del Rey Don Rodrigo, y en cuatro años las tropas de Tarik se hicieron con casi todo el territorio peninsular; asentándose en Andalucía, Levante y el valle del Ebro y posteriormente en el inicio de la cordillera cántabro-pirenaica y es precisamente en este territorio, dominado por astures, cántabros y vascones, escasamente romanizados y ajeno a la ocupación visigoda, donde se fraguará el germen de la resistencia al nuevo enemigo; siete siglos ochenta años y dos días han pasado desde que crearon una nueva entidad política en la Península Ibérica desplazando a los visigodos que prolongaban la herencia hispano-romana.

    - Un príncipe omeya (continuó Don Fernando) huído de Damasco, Abd al Rahman I, penetró en el al-Andalus formando un nuevo Emirato con base en Córdoba, independizándose del Califato de Damasco y gobernando al-Andalus, así se conoce la zona de ocupación musulmana en la Península Ibérica, que abarcó desde el siglo VIII hasta el final de nuestra era. El primer vestigio árabe estaba en la ciudad de Córdoba con trescientas mezquitas e innumerables palacios rivalizando en opulencia con Constantinopla, Damasco y Bagdad; en torno a la Gran Mezquita creció una civilización que convirtió el Califato de Córdoba en el faro del arte occidental musulmán durante la Edad Media. Existían dos grandes personajes: el médico musulmán Averroes y el pensador judío Maimónides. En Murcia, al rico terrateniente Teodomiro le ofrecieron mantener sus posesiones a cambio de convertirse al islam, así lo hizo pasando a llamarse Tudmir, igualmente, en el Valle del Ebro el poderoso Casio se convirtió en Banu-Qasi, los gallegos en al-Galiki y los godos Hafs de Málaga en Ben-Hafsún, en pocos años los árabes se adueñaron de la Hispania goda. La resistencia cristiana asturiana logró que el norte de Hispania quedara al margen del dominio musulmán gracias al caudillo Don Pelayo, espadero de los reyes Witiza y Don Rodrigo – es decir – miembro de su guardia, nieto del monarca Chindasvinto, por lo que estaba emparentado con Don Rodrigo, que era hijo de Teodrofredo, hermano del padre de Don Pelayo, por lo tanto completamente visigodo. El obispo Don Oppas, le sugería a Don Pelayo, que no combatiera y que se entregaran, pues no tenían nada que hacer ante tan grande ejército sarraceno, y que pagasen los impuestos que les querían cobrar. Don Pelayo, quien inició la expulsión de los invasores y venció en la Batalla de Covadonga al moro Muza que entre los años 712 y 714 había entrado en Asturica por el puerto de Tarna, dejando a cargo al gobernador Munuza, después de la batalla intentó darle muerte junto con su séquito y sus tropas en un valle del centro de Asturias, Covadonga, y el traidor Don Oppas hecho prisionero; y así a lo largo de este norte peninsular nació - como una columna vertebral - el camino que se convirtió en el símbolo de la oposición entre el islán y la cristiandad El Camino de Santiago. En el año 740, murió Don Pelayo y su hijo Favila también murió, devorado por un oso; por lo tanto el gobierno del Reino de Asturias quedó en manos de Alfonso I, yerno de Don Pelayo, que estaba casado con Ermelinda, hija del vencedor de Covadonga. Alfoso I, uno de los últimos godos que resistió con éxito a los sarracenos, continuó junto con su hermano Fruela Pérez luchando ya fuera del lugar y después de muchos combates capturaron ciudades como: Salamanca, Zamora, Ávila, Segovia, León, ocupadas por los sarracenos. El Reino de Granada fue durante la Edad Media un estado con capital en la ciudad de Granada fundado en 1013 por el andalusí Zawi ben Ziri. Cuando llegaron los almohades en 1146, para 1192, habían acabado por someter todo al- Andalus.

    - El Rey Alfonso VIII de Castilla, (continuó Don Fernando) quiso terminar con los almohades, pero fue derrotado en la Batalla de Alarcos en 1195, y como consecuencia llevó a los almohades hasta la frontera de los montes de Toledo, con la amenaza para la propia ciudad de Toledo y el valle del Tajo. Más tarde, en las inmediaciones de la población de Jaén, el Rey Alfonso VIII de Castilla, organizó una cruzada junto con el arzobispo de Toledo, Rodrigo Ximénez de Rada y el Papa Inocencio III decidiendo tener un encuentro con las tropas almohades que venían dirigidas por el propio califa Muhammad An-Nasir, que los castellanos llamaban Miramolin. Las tropas castellanas al mando del Rey Alfonso VIII de Castilla llevaba 20 milicias de Concejos Castellanos, entre ellas las de Medina del Campo, Magerit (en musulmán Mayrit), Soria, Palencia, Almazán, Medinaceli, Béjar y San Esteban de Gormaz, abanderados por don Diego López II de Haro, quinto señor de Vizcaya, las tropas de los reyes: Pedro II de Aragón y Alfonso II de Portugal; también se sumaron 150 caballeros franceses del Languedoc con el obispo de Narbona a la cabeza; a éstos se añadieron 200 caballeros navarros dirigidos por el Rey Sancho VII. El ejército cristiano se reunió en Toledo en el verano de 1212 y avanzó hacia el sur, concretamente en Navas de Tolosa, o llanos de La Losa, cercano a Santa Elena, en Jaén, donde llegaron el 13 de julio al encuentro de las tropas almohades, comenzando la batalla; el propio An-Nasir se mantenía en el combate dentro del campamento, desde su tienda arengaba a sus tropas vestido con el color del Islam completamente de verde y con un ejemplar de El Corán en la mano derecha, los navarros fueron los primeros en entrar dentro de la empalizada y degollar a diestro y siniestro; el ejército de Al-Nasir se desintegró, muchos huyeron a Jaén, incluído el califa, y esta fue la gran victoria de los cristianos en la Batalla de Las Navas de Tolosa, que los árabes llaman Batalla de Al-Uqab, librada el 16 de julio de 1212. Los benimerines acabaron con el Imperio almohade y en 1224 en la Península Ibérica, se inició un nuevo período de taifas. El 22 de diciembre de 1248 Fernando III entraba triunfal en Sevilla, dejando casi concluida la Reconquista, antes, había rendido las ciudades de Jaén, Murcia y Córdoba, la que fue gran capital del califato Omeya, convirtiendo en catedral su ilustre mezquita, obligando con ello a retroceder a los reinos musulmanes que poseían todavía en la Península Ibérica las provincias de Huelva, Cádiz, Málaga, Granada y Almería. Fernando III a la muerte de su padre Alfonso IX de León unió para siempre los reinos de Castilla y de León, hizo construir grandes catedrales las de Burgos, Toledo y León. Con la conquista de Granada hemos terminado con el más notable de los reinos taifas y con la dominación mahometana en nuestra Península, al ser derrotados ha pasado el antiguo reino nazarí a formar parte de la Corona de Castilla como Reino cristiano de Granada, por este hecho el Papa nos otorgó el título honorífico de Reyes de Jerusalén. En la alcoba central se reunió Boabdil para firmar la rendición, estaba sentado de espaldas a la luz ésta cegaría a la persona que se entrevistase con él. Poco antes de que la Reina y yo llegásemos a caballo hasta la Alhambra, se abrieron sus puertas y salió el sultán Boabdil, arrogante, también montado a caballo y acompañado de su corte, vistiendo sus mejores galas, con marlota de brocado y terciopelo, en el cinto su espada con la divisa de los nazaríes Sólo Alláh es vencedor. La puerta por donde salió Boabdil la mandamos tapiar en señal de respeto.

    -Y, Boabdil ¿adónde se fue?

    -El hecho de que Boabdil se instalara en el Señorío de Andarax en tierras de la Alpujarra almeriense fue por alejarle a él y a sus seguidores de las zonas más cercanas a la costa y evitar así una posible rebelión de sus aliados por el mar. A Boabdil le adjudicamos el Valle de Purchena, y una renta para que viviese conforme a su categoría; cuando salió camino de las Alpujarras, no quiso girar la mirada hacia Granada, luego me contaron que en el camino, volvió la cabeza y al ver de lejos Granada lloró.

    - ¿Tenía Boabdil mucha familia?

    -Sí, estaba casado con Morayna, y tenían dos hijos varones Yusuf y Ahmed, y una hija Aixa; los hijos estuvieron como rehenes en poder de Martín de Alarcón en la villa de Porcuna, estaban cristianizados y no hablaban árabe, la Reina Isabel les llamaba los infanticos, se reunieron con sus padres en Andarax, al poco tiempo murió su hijo Yusuf de fiebres y al mes siguiente su amada esposa también murió, sumido en la tristeza, vendió todos sus bienes, para volverse y exiliarse a Fez, en Marruecos, su hija Aixa Abd Muhammad no quiso seguirle. Boabdil con gran dolor salió de Laujar de Andarax con los restos de su mujer camino del Castillo de Mondújar para sepultarla junto al resto de los reyes nazaritas, ante la tumba de Morayna fue la última vez que lloró. Siguió camino hacia el puerto de Adra, para llegar a Marruecos con una buena indemnización que le pagamos al más desdichado de los reyes nazaritas El Chiquito.

    -¿Y qué ocurrió con Saad, el hijo de Zoraida?

    -La sultana Zoraida a la muerte de Muley Hacén, partió al exilio con sus dos hijos y, viendo las complicaciones que existía por el reino prefirió y aconsejó a su hijo que renunciase a éste. Se convirtieron al cristianismo, quienes tomaron los nombres respectivos de Juan, y Fernando de Granada.

    -Romántica historia y muy interesante, me ha fascinado ese proceso de la Reconquista de tan larga duración, desde el año 722 hasta 1492, es digno de resaltar en la Historia para la posteridad el gran valor y tesón de Vuestras Majestades y de todos los cristianos.

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    La capitulación de Granada1492

    (Francisco Pradilla y Ortíz, 1848-1921)

    Colón, en realidad de esta conversación no sacó nada en concreto sólo le facilitó la oportunidad de otra entrevista con los Reyes pero al igual que en las anteriores los resultados no fueron alentadores para el marino, que ya decepcionado se disponía a abandonar el lugar para no volver más.

    Después de la conquista de Granada, el Rey Fernando, emprendió otra conquista, esta vez el corazón de la hija de Boabdil, Aixa Abd Muhammad, sosteniendo un

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