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Gambusinos Y Mineros Mexicanos
Gambusinos Y Mineros Mexicanos
Gambusinos Y Mineros Mexicanos
Libro electrónico341 páginas5 horas

Gambusinos Y Mineros Mexicanos

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Narracin sintetizada de la historia de los gambusinos y los mineros mexicanos, desde el principio de la conquista y colonizacin espaola, escrita en forma cronolgica describiendo la problemtica para su supervivencia, en diferentes pocas de abundancia y decadencia, importantes acontecimientos mineros de 500 aos de historia, durante sus pocas bonancibles y de borrascas de la industria, hasta 2013 gran poca de la minera de mexicana.

Histricamente desde sus orgenes Mxico es un pas minero, el atractivo de los metales preciosos, fue un factor importante en la conquista y colonizacin de la Nueva Espaa. Que son los metales y los minerales? Depsitos de placeres aurferos: residuales, eluviales, aluviales, eliticos, fsiles y de playa.

La ruta de la plata, acuacin de monedas de oro y plata; el peso mexicano primer dlar del mundo y Mxico el primer productor de plata a nivel mundial. Efectos positivos y negativos de las empresas mineras extranjeras en Mxico.
IdiomaEspañol
EditorialPalibrio
Fecha de lanzamiento21 may 2013
ISBN9781463354916
Gambusinos Y Mineros Mexicanos
Autor

Isidro Hernández Pompa

Isidro Hernández Pompa, también es autor de los libros: Minas de la Baja Tarahumara, Gambusinos y Mineros Mexicanos.

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    Exelente libro muy útil y acertado muy humano felicidades gracias
    Te llega al corazón te acerca a Jehová Dios
    Deseo que muchos también lo lean?

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Gambusinos Y Mineros Mexicanos - Isidro Hernández Pompa

ÍNDICE

DEDICATORIA:

PROLOGO:

CAPÍTULO I

PRESENTACIÓN

CAPÍTULO II

LA RUTA DE LA PLATA

CAPÍTULO III

¿QUE ES EL ORO?

CAPÍTULO IV

¿QUE SON LOS METALES Y LOS MINERALES?

CAPÍTULO V

GAMBUSINOS MEXICANOS

CAPÍTULO VI

GAMBUSINOS DE MINAS, BARRANCAS, ARROYOS Y RÍOS

CAPÍTULO VII

GAMBUSINOS DEL DESIERTO

CAPÍTULO VIII

LA FIEBRE DE ORO DE CALIFORNIA

CAPÍTULO IX

TÉCNICAS MINERAS PRÁCTICAS Y RUDIMENTARIAS

CAPÍTULO X

EL PESO MEXICANO PRIMER DÓLAR DEL MUNDO

CAPÍTULO XI

DEPÓSITOS DE PLACERES Y PROCESOS SEDIMENTARIOS

CAPÍTULO XII

PLACERES AURÍFEROS DE CHIHUAHUA, SINALOA Y SONORA

CAPÍTULO XIII

BIOGRAFÍA DE BARTOLOMÉ DE MEDINA

CAPÍTULO XIV

PEQUEÑOS MINEROS

CAPÍTULO XV

MEDIANOS MINEROS

CAPÍTULO XVI

GRANDES MINEROS EN MÉXICO

CAPÍTULO XVII

EFECTOS NEGATIVOS DE LAS EMPRESAS MINERAS EXTRANJERAS EN MÉXICO

CAPÍTULO XVIII

TAYOPA UNA MINA Y UN PUEBLO LEGENDARIO, EN EL ESTADO DE SONORA

CAPÍTULO XIX

ALGUNOS DESENDIENTES DE MINEROS EXTRANJEROS EN CHIHUAHUA

CAPÍTULO XX

GEOGRAFÍA, GEOLOGÍA E HISTORIA MINERA DEL ESTADO DE CHIHUAHUA.

CAPÍTULO XXI

CRONOLOGÍA DE DESCUBRIMIENTOS MINEROS DEL ESTADO DE CHIHUAHUA

CAPÍTULO XXII

SÍNTESIS HISTÓRICA Y PRESPECTIVAS DE LA MINERÍA EN EL ESTADO DE CIHAUHUA

CAPÍTULO XXIII

BIOGRAFÍAS DE GAMBUSINOS Y MINEROS FAMOSOS

CAPÍTULO XXIV

PERSONAJES POPULARES Y FAMOSOS DE LOS PUEBLOS MINEROS DE LA SIERRA

CAPÍTULO XXV

EL MINERO MUERTO QUE REGRESÓ

CAPÍTULO XXVI

DESCUBRIMIENTOS RESCIENTES

CAPÍTULO XXVII

EL AEROLITO DE ALLENDE

CAPÍTULO XXVIII

MEDICINA ALTERNATIVA, LA HERBOLARIA QUE EXISTE EN LA SIERRA MADRE OCCIDENTAL DE MÉXICO.

BIBLIOGRAFÍA:

DEDICATORIA:

Profr. Oscar Rivas Díaz

Director de la Escuela Primaria Ignacio Valenzuela Núm. 2339 de Témoris, Chihuahua,

Mi gratitud y reconocimiento.

Lic. María Teresa Gámez Garza

Directora de la Escuela Secundaria Plancarte de Chínipas, Chihuahua, gracias a usted amiga y mentora, pues si no hubiera compartido conmigo su experiencia y conocimientos tal vez no estaría en donde estoy por eso en esta ocasión le dedico este libro.

A los gambusinos de México:

Que viven en inhóspitos lugares de las zonas mineras, desempeñando trabajos

Agobiantes en el desierto, en las profundidad de las barrancas y entrañas de la tierra,

Asumiendo todos los riesgos en busca del indispensable sustento diario para ellos y sus familias.

A los mineros mexicanos:

Por su incansable y admirable trabajo, tenacidad, esfuerzo para el desarrollo y proyección de los proyectos de prospección, exploración y explotación minera.

A la memoria de los Ingenieros:

Alberto J. Terrones Langone

Homero Cervantes Laureiro

Vicente Cisneros Muñoz

Roberto Martínez Alire

Julio Graff Rountree

David B. Petersen

Carlos E. Pouliot

José A. García

A la memoria de los gambusinos y mineros:

José de la Luz González Cárdenas

Miguel Ramírez Jiménez

Miguel Figueroa Daniel

Adelio Castillo Portillo

Carmen Murrieta Lutz

César Rascón Rascón

Manuel Parra Osuna

PROLOGO:

Gambusinos y Mineros Mexicanos, es una obra sencilla, práctica que conduce a una extraordinaria, fructífera y profunda historia; y el presente tiene por objeto articular los conceptos, la tradición milenaria y la historia de la industria minera mexicana durante sus diferentes épocas, de borrasca y de gran auge minero; desde principios de la conquista y colonización de la Nueva España.

El autor es chihuahuense de nacimiento, minero de profesión y de corazón; empresario minero con 46 años de experiencia en el ramo. Perito minero e investigador nato de la historia minera de México y ampliamente conocedor de los gambusinos y los mineros mexicanos. Factor y pilar fundamental del desarrollo social, cultural y económico de México. Le ha complacido de manera especial el desarrollo de esta obra qué pone al lector en forma cronológica en el camino de la historia de los gambusinos, los mineros mexicanos y los extranjeros que exploran y explotan minas en México; y de sus diversos acontecimientos mineros importantes durante más de 500 años de historia minera.

Esta obra es con el propósito de recordar la historia minera del pasado, valorar el presente y visualizar el futuro de la industria minera mexicana, aportando información e ideas que puedan servir de contribución y apoyo al desarrollo de la pequeña, mediana y gran minería; y consolidar a México como el primer productor de plata en el mundo.

Existen evidencias, qué con anterioridad a la era cristiana, ya existían explotaciones mineras en lo que actualmente se conoce como antiguo distrito minero de Soyatal, en la Sierra de Querétaro. América y Europa no se habían encontrado, y en meso-américa ya existían minas abiertas en la región del río Balsas. Es una aventura penetrar en las entrañas de la tierra y, nuestros más viejos ancestros posiblemente éstos fueron los primeros gambusinos y mineros que existieron en México.

El desarrollo de la minería americana presenta una sucesión de etapas y ciclos. La primera etapa, que abarcaría hasta mediados del siglo XVII, se subdivide de la forma siguiente: 1) 1500-1520 primer ciclo del oro; 2) 1520-1560 segundo ciclo del oro y primer ciclo de la plata; y 3) 1560-1650 segundo ciclo de la plata.

Los placeres auríferos y las minas de plata actuaron como detonador de crecimiento económico en la Nueva España, la necesidad de alimentar a los trabajadores mineros ayudó a expandir la agricultura, ganadería y el comercio. De 1780 a 1810, la Nueva España fue el productor de plata más importante del mundo. En el México Independiente, su actividad económica principal fue la extracción y exportación de oro y plata. De 1880 a 1910 con el capital extranjero, México vivió su mejor época de producción minera. De 1961 a 1980, con las nuevas ideas y conceptos de mexicanización, las nuevas leyes mineras, los hombres distinguidos e infatigables defensores de la minería, con espíritus nacionalistas y decididos a una transformación de la industria, México y los mexicanos, experimentó los efectos positivos de la mexicanización de la minería mexicana. Un ejemplo de esto son los Ingenieros Don José A. García, Vicente Cisneros Muñoz y Raúl Bailleres, entre otros. La minería mexicana tiene 500 años de historia y en los años de 2010, 2011 y 2012 es la cuarta industria generadora de divisas de México.

En la actualidad de los 121 países que reciben inversión extranjera, México ocupa la cuarta posición mundial, únicamente debajo de Australia, Canadá y Estados Unidos. En Latinoamérica, se considera el país más seguro y preferido para la inversión minera extranjera. En 2012, la industria minera mexicana se consolidó como el segundo sector productivo, sólo después de los ingresos generados por el petróleo, es el mayor inversionista privado y el gran empleador de México.

En la actualidad, la industria minera nacional y las empresas mineras extranjeras en México, en la mayoría de los estados cuentan con grandes proyectos mineros de clase mundial, con la exploración y explotación de éstos, sin duda, saldrá beneficiada en forma enorme la economía de las regiones donde éstos se ubican y el país en general.

Durante la lectura de esta obra el lector encontrará biografías, filosofías, creencias, magníficos relatos anecdotarios y leyendas relacionadas con los gambusinos y mineros famosos. Así como también, nuevos descubrimientos de minerales desconocidos en territorio mexicano. Sin olvidar, la hermosa y abundante fauna silvestre y herbolaria que existe en las sierras altas y bajas de México; íntimamente ligada con la nutrición y la salud de gambusinos y mineros de México y de América.

CAPÍTULO I

PRESENTACIÓN

La minería mexicana ha formado parte de nuestra historia e identidad nacional desde tiempos prehispánicos. La colonización del gran territorio descubierto denominado como Nueva España, corrió al ritmo de los grandes hallazgos de oro y plata, ésta fue una colonización amalgamada a la minería. La importancia de la actividad minera radica en que es generadora de riqueza y amplias fuentes de empleo en las regiones aisladas del país donde las alternativas de progreso y desarrollo económico no existen. Actualmente el sector minero mexicano emplea más de 310,000 empleos directos y ha creado 26,000 nuevos empleos de enero a diciembre de 2012; y 1’600 mil indirectos, más de dos millones de familias se ven beneficiadas en forma enorme de la minería. En 2011 la industria minero metalúrgica registro una derrama económica de US $22,526 millones de dólares. Captadora de inversiones y gran generadora de impuestos federales. Es justo destacar el hecho de que la minería ha sido fundadora de muchísimos pueblos y ciudades de México, siendo algunas de estas capitales de estado con un importante desarrollo cultural, industrial y económico. Además de los recursos mineros actualmente conocidos y en proceso de exploración y explotación, según información del Servicio Geológico Mexicano y la Cámara Minera de México, se tienen detectados 23 nuevos yacimientos mineros clasificados como Clase Mundial y 6 más considerados como ¡súper gigantes!

Históricamente hablando desde sus orígenes México es un país minero, el atractivo de los metales preciosos, fue un factor importante en la conquista de la Nueva España. Los Reales de Minas estaban vinculados a la Corona Española como Posesión Real, y de esos establecimientos las autoridades españolas ejercían funciones de gobierno, judiciales, fiscales y militares; además aplicaban las medidas oportunas para incrementar la producción de oro y plata. El primer Real de Minas de que se tiene conocimiento se fundó en el norte de la Nueva España en el siglo XVI, cuando se descubrió la mina Las Vírgenes en la Provincia de Culiacán. Posteriormente el explorador Francisco de Ibarra fundó otros Reales de Minas como Panuco, Copala, Cosalá, Moloya y San Marcial.

Por consecuencia, en forma tradicional México es un país de gambusinos y de mineros. Así se fueron descubriendo las primeras y grandes minas de plata, desde el actual Estado de México, hasta los Estados Norteños de Sinaloa, Sonora, Durango y Chihuahua. El sector minero es considerado estratégico en el combate a la pobreza y pilar del desarrollo económico, social y cultural de México.

El desarrollo de la minería americana presenta una sucesión de etapas y ciclos. La primera etapa, que abarcaría hasta mediados del siglo XVII, se subdivide de la forma siguiente: 1) 1500-1520 primer ciclo del oro; 2) 1520-1560 segundo ciclo del oro y primer ciclo de la plata; y 3) 1560-1650 segundo ciclo de la plata. A partir de finales del XVII da principio la segunda etapa marcada por el aumento de la producción, con ritmos desiguales según las zonas mineras. El primer oro obtenido en América, procedía de lo arrebatado a los indígenas, pero en seguida se buscaron las fuentes locales de suministro, hallándose en islas, ríos y yacimientos ya conocidos por los nativos, así se procedió en el continente al lavado de oro en artesas; y sobresaliendo la Nueva España en yacimientos de oro asociados con plata. Las zonas mineras mexicanas más importantes, además de Zacatecas, fueron: Taxco 1522, Santa Bárbara 1547-1567, Guanajuato 1550, Real del Monte y Pachuca 1552, Sombrerete 1555, Durango 1562 y San Luis Potosí 1592. Principalmente Guanajuato donde se localiza la famosa mina Valenciana, que daba ocupación a más de 3,300 mineros y la mayor en importancia en su momento de la Nueva España. En el siglo XIX, Humboldt estimó que América producía 40 millones de pesos de plata al año (15,000 toneladas) con valor de 346 millones de pesos ensayados, de los cuales el 57.5% correspondía a México, líder mundial en la producción argentífera. (Fuente: María Luisa L. Cuetos).

Minas de Zacatula 1520, Taxco 1522, Colima en 1522, Espíritu Santo de Chametla en 1530, Cosalá 1531, San Miguel de Culiacán en 1531, Topia 1532, Santiago 1534, Santiago de Compostela en 1535, Inguaran 1538 y Valladolid 1541 en Michoacán. Rosario Sinaloa en 1543. En 1546, Zacatecas se convirtió en la segunda Ciudad más importante del Virreinato. En 1524-1552, se empezaron a explotar las minas de Pachuca, en 1533-1565 los exploradores e Ingenieros Militares Diego de Guzmán, Francisco de Ibarra y Miguel Constanzo, descubrieron las primeras minas en el Río Yaqui, Sonora; y Real del Monte 1540 en Hidalgo. En 1554, se empezaron a descubrir las minas del Norte. En 1562-1564, se empezó a explotar las minas de Guanajuato. En este mismo año de 1564, se descubrieron las minas de Santa Bárbara, Chihuahua, y la fundación del Real de Minas fue en 1567, por el Capitán Rodrigo del Río de la Loza, primera población minera en el actual Estado de Chihuahua. En 1575 Cosalá, Sinaloa, 1560-1600 se descubrieron las minas de Baja California y en 1606, descubrimiento de las minas de Velardeña, Durango. En 1631, San José del Parral (La Negrita). En 1632, se conocieron las primeras y famosas vetas argentíferas de Batopilas. En 1655 El Rosario, Sinaloa. En 1681, se descubrieron las minas de La Concepción y San Juan en Chihuahua. En 1681-1683, se descubrieron las minas Promontorio, La Aduana y La Quintera, en Álamos, Sonora, y en 1687 las famosas minas de Cusihuiriachi, el segundo Real de Minas más importante en el Norte de la Nueva España. De 1777 a 1794 se registró primer auge minero en el actual Estado de Sinaloa.

En 1554, Bartolomé de Medina llega a Pachuca, Hidalgo, procedente de Sevilla, España, de origen comerciante y aficionado minero, hizo un gran descubrimiento que revolucionó la minería de México, Sudamérica y Europa. El sistema de amalgamación, o también conocido como sistema de beneficio de patio, que consistió en haber encontrado la afinidad del oro y la plata con el mercurio (azogue), mismo que hasta hoy se utiliza en el medio gambusino de México. El Virrey Luis de Velasco, le otorgó patente de descubridor y facultades para cobrar regalías a todo quien se beneficiara con el gran descubrimiento mexicano.

Las minas de plata actuaron como detonador de crecimiento económico en la Nueva España, la necesidad de alimentar a los trabajadores mineros ayudó a expandir la agricultura, ganadería y el comercio. De 1780 a 1810, la Nueva España fue el productor de plata más importante del mundo. La minería en la época de la Nueva España constituía el 84% de sus exportaciones de metales. En 1804, únicamente en el Estado de Sinaloa estaban en operación 59 minas, con una producción de 35,886 kilos de plata anuales, y para 1891-1906 se utilizaba el 25% de la maquinaria de vapor en la operación de las minas de Sinaloa; y la producción minera más alta se registró en 1900 y 1924; época que los revolucionarios comandados por el General Rafael Buelna Tenorio (El granito de oro), entre otros, les impusieron préstamos forzosos por cantidades importantes a los mineros de Sinaloa. En 1809, las utilidades mineras generaban $39 millones de pesos, de los cuales se enviaban $19 millones de pesos anuales a España para sostener las Guerras en Europa. La independencia de la Corona Española llevó al país a una crisis social, política y económica de 60 años, la actividad minera fue interrumpida y México pierde la mitad de su territorio. De 1878 a 1910, la minería es reactivada con concesiones especiales y capital extranjero. En 1905, se publica el libro Las Minas de México promoviendo las enormes riquezas mineras de México, proyectando que en los próximos diez años México sería primer productor mundial de oro, plata y cobre; el proyecto funcionó, pronto México ocupó el primer lugar en producción de plata, segundo lugar en producción de cobre y séptimo lugar en producción de oro. La minería mexicana tiene 500 años de historia y en los año de 2010, 2011 y 2012 es la cuarta industria generadora de divisas de México, con una producción de US$22,526 millones de dólares ($292,838 millones de pesos). En la actualidad de los 121 países que reciben inversión extranjera, México ocupa la cuarta posición mundial, únicamente debajo de Australia, Canadá y Estados Unidos. En Latinoamérica, se considera el país más seguro y preferido para la inversión minera extranjera. En 2012, la industria minera mexicana se consolidó como el segundo sector productivo, sólo después de los ingresos generados por el petróleo, es el mayor inversionista privado y el gran empleador de México. Ubicándose así México en la cuarta posición mundial, sólo superado por Australia, Canadá, Estados Unidos y la región sur del Sahara en África.

Chihuahua y México, es un estado y un país minero, y por consecuencia tierra de tradicionales gambusinos y patrióticos, tenaces y admirables mineros desde la época de la conquista.

En el caso concreto de México, se puede afirmar que los primeros grupos humanos llegaron al país hace 22 mil años, provenientes del norte (descendientes de los atapascanos). La mayor parte de ellos se establecieron el nuevo territorio, emigrando otros a América Central y a los declives de la cordillera de los Andes en el sur.

En el Valle de Ahuatos, a 8 kilómetros de Creel, Estado de Chihuahua, en el mes de septiembre de2011, se descubrió el hallazgo de huellas humanas de 25 mil años de edad. Éstas pudieran corresponder a los primeros hombres que poblaron esta región del Norte de México. Según el Instituto Nacional de Antropología e Historia, al confirmarse y verificarse su antigüedad, se sumarían a las pocas impresiones de primeros habitantes del continente americano que se conservan en México (El Heraldo de Chihuahua Sept. 27 de 2011).

En los terrenos de la antigua Ex-Hacienda de Santa Inés, propiedad del General Pascual Orozco Vázquez, en las Coordenadas Latitud 28° 38’ 52 y Longitud 107° 25’ 03, y UTM 3171192N 263711E se localizan indicios (evidencias) de que existió un pueblo de indígenas de épocas prehispánicas, existen diferentes y abundantes objetos de piedra tallada.

También en la margen izquierda del arroyo del Cubo y parte oeste del cerro del mismo nombre, municipio de Namiquipa, Chihuahua, existen evidencias prehispánicas, en las coordenadas Latitud 29° 13’ 52 y Longitud 106° 56’ 01 (UTM 3234969 N 312080 E).

En la América precortesiana: El oro era un sol enterrado en la tierra. Para los hombres de Mesoamérica, hablar de los dioses, era hablar con el mundo. Como la piel de cielo, la piel del jaguar estaba cubierta de estrellas. Atraídos por un imán irresistible, la luna y el sol se devoraban la una al otro para crear la noche y el día. La ascensión de la pirámide era la ascensión de las divinidades. En el corazón del planeta latía cada metal y la belleza no connotaba un carácter utilitario. El Cinabrio (protosulfuro de mercurio) era el color para que las pirámides brillaran ante la mirada de los dioses; extraerlo era recibir los dones de la naturaleza, descender para buscarlo con Azadones, Hachas, Anzuelos y Punzones, implicaba el conocimiento de los tesoros que guardaba la madre tierra.

La naturaleza hablaba. Al pasar, el río contaba sus secretos, los hombres lavaban sus arenas para encontrar el oro en forma de pepitas, como doradas gotas caídas del cielo, los antiguos mexicanos adoraban y honraban a las inteligencias supremas. Al trabajar los metales implicaba la realización de una ceremonia. Al adornarse con joyas, el sacerdote y la doncella adquirían los poderes para representar a los dioses en la tierra. Lo sagrado no tenía una vida secreta y el oro, la plata, el cobre y el estaño, eran excresencias del cielo y la tierra. Los metales eran tesoros extraídos de un cuerpo vivo, es decir, siempre eran preciosos y estaban cargados de religiosidad.

En las costas de Perú y en la parte norte de Ecuador, existen datos que permiten aseverar que 500 años antes de nuestra era, el oro ya se manejaba en el Perú, y por lo que respecta al Ecuador, puede afirmarse que los metales se trababan y se conocían desde el siglo I de nuestra era. Las iniciales técnicas metalúrgicas tocaron a Mesoamérica a través de las costas de Oaxaca, Guerrero y Michoacán.

Existen evidencias, qué con anterioridad a la era cristiana, ya existían explotaciones mineras en lo que actualmente se conoce como distrito minero de Soyatal, en la Sierra de Querétaro. Antiguos habitantes obtenían allí plata, calcita, mercurio, fluorita y plomo. Con instrumentos de piedra (martillos de diorita o andesita con mangos de madera) y huesos de algunos animales bien afilados se excavaron grandes socavones y galerías, también se inventaron y aplicaron en la minería precortesiana cucharas de barro, obsidiana en forma de navaja y cuñas de madera para así romper la roca. Nuestros más viejos ancestros iluminaban los socavones, por medio de teas de ocote (corazón de pino) y fibras vegetales untadas con resinas. Algunos de estos trabajos se llevaron a cabo con mucha intensidad, a partir del siglo IV A. C., con una duración posible de casi 2000 años.

América y Europa no se habían encontrado, y en meso-américa ya existían minas abiertas en la región del río Balsas. Es una aventura penetrar en las entrañas de la tierra y, nuestros más viejos ancestros posiblemente éstos fueron los primeros gambusinos y mineros que existieron en México.

La minería es sin duda, una de las actividades de mayor tradición en nuestro país. ¿Cuántas poblaciones, principalmente en el bajío y norte de México, fueron fundadas con base en yacimientos minerales descubiertos y redescubiertos después de la conquista? Más de sesenta años de guerra chichimeca no fueron gratuitos. Estas tierras inhóspitas representaban una gran importancia económica para los españoles; mientras continuaba la guerra se iban descubriendo yacimientos y las labores mineras empezaban a desarrollarse en el Estado de México, Hidalgo, Zacatecas, Guanajuato, Jalisco, San Luis Potosí, Sinaloa, etc. La Ruta de la Plata (Camino de la Plata) quedó establecida, resguardado por fortificaciones estratégicas (presidios) entre México, D.F., Zacatecas, Durango y Chihuahua; y por la costa del Pacífico Sinaloa y Sonora.

El 13 de agosto de 1521, los españoles hicieron prisionero al emperador Cuauhtémoc y cayó en sus manos la ciudad de Tenochtitlán. Una vez consumado el dominio español sobre los pueblos indígenas del centro del país. Y, los españoles ya posesionados de la tierra de la abundancia que muchos habían soñado. Se inicia el reconocimiento del nuevo territorio hacia los cuatro puntos cardinales, y entre las expediciones que se dirigen al Norte está la fundación de la gubernatura de la Nueva Galicia, comenzó en 1529 por Nuño Beltrán de Guzmán, Presidente de la Real Audiencia Española, quien comandó la muerte del rey purépecha Tangaxoan; y sometiendo a los indígenas por la crueldad y fuerza de las armas. Una vez que la conquista espiritual se convierte en la justificación del dominio español, llegan los primeros misioneros franciscanos a México en 1523, los dominicos en 1526, los agustinos en 1533 y los Jesuitas en 1572; y después llegarían los carmelitas y dieguinos, etcétera. Las primeras poblaciones de la nueva provincia fueron: Guadalajara, Compostela, para proseguir al norte de Jalisco y Tepic Nayarit; en 1531 se fundó La Purificación, Chinamitla y Rosario Sinaloa, así dando lugar a la fundación de San Miguel de Culiacán, cuya capital se fundó en la primera población indicada.

Desde Chinamitla, Nuño Beltrán de Guzmán envió una nueva expedición bajo el mando del capitán Pedro Almindez Chirinos, quien penetró por la Villa de Santiago (Sinaloa de Leyva) hasta llegar a las riberas del río Fuerte, en el norte de la nación de los Sinaloas. En esta región, los indígenas le informaron qué río arriba no muy lejos de allí, había hombres que se parecían a ellos, a quienes ellos de inmediato fueron a buscar. Efectivamente, se trataba de Alvar Núñez Cabeza de Vaca, Andrés Dorantes, Alonso Castillo y Esteban (Estebanico) un esclavo negro; sobre-vivientes de la expedición de Pánfilo de Narváez a la Florida. Regresando Nuño Cabeza de Vaca a la ciudad de México en 1536, relatando con gran emoción fabulosas historias de sus aventuras, describiendo ricas y hermosas poblaciones, con casas y techos cubiertos de oro que brillaban a distancia con el sol; gran cantidad de manadas de búfalos y el increíble reino de Quivira y sus siete ciudades, entre la que sobresalía Cíbola.

El Virrey de la Nueva España, Don Antonio de Mendoza, informó de inmediato al Rey y solicitó autorización para enviar nuevas expediciones de exploración al Norte; comisionando a Fray Marcos de Niza, de la orden de los franciscanos, quien partió de Compostela llevando como guía a Esteban (Estebanico) Alboray. En 1539, la Nueva España conoce una estremecedora noticia de Fray Marcos de Niza, a cerca de la existencia de las ciudades de Cíbola y Quivira, ubicadas en lo más profundo y desconocido del norte de la Nueva España.

El 23 de febrero de 1540, el virrey Antonio de Mendoza organizó una expedición que fuera en su búsqueda, bajo el mando del Gral. Francisco Vázquez de Coronado, con 336 soldados, 550 caballos y más de 800 nativos voluntarios en calidad de colonizadores. La expedición de Vázquez de Coronado, fue toda una desilusión para sus ilusorios e intrépidos expedicionarios, porque los informes de Cabeza de Vaca y Fray Marcos de Niza eran falsos, y producto de su imaginación.

En 1526, se empezaron trabajar los primeros minerales, en plena conquista, aunque en tiempos prehispánicos ya se explotaban, sistemáticamente, algunos

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