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Mis Investigaciones...Y Algo Más: Obras Completas De Adalberto Afonso Fernández
Mis Investigaciones...Y Algo Más: Obras Completas De Adalberto Afonso Fernández
Mis Investigaciones...Y Algo Más: Obras Completas De Adalberto Afonso Fernández
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Mis Investigaciones...Y Algo Más: Obras Completas De Adalberto Afonso Fernández

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MIS INVESTIGACIONES Y ALGO MS es una compilacin pstuma, en tres tomos, de cuanto escribi e investig su autor: ADALBERTO AFONSO FERNNDEZ, en los tres pases donde vivi: Cuba, Venezuela y Espaa. Los amantes de la lectura y de la Historia, encontrarn gratificantes estos libros que son, adems, una excelente y fidedigna fuente de consulta para inquirir sobre tiempos atrs, llevados por el placer de leer o con propsitos creativos o didcticos.

El Tomo II abarca los captulos, del tres al seis, con estudios biogrficos, enriquecidos con antologas y publicaciones de poca, acerca de personalidades destacadas del mundo de las letras y la vida pblica nacional cubana y espaola. Camageyanos Ilustres (Gertrudis Gmez Avellaneda, Flora Daz Parrado, Abelardo Chapell Marn; Mariano Aramburu y Machado, el Padre Gonfaus y Rafael Emilio Fortn); Un burgus extraordinario: Emilio Bacard Moreau; Enrique Villuendas y de La Torre; Tres figuras cubano-espaolas de relieve (Manuel Mur Oti; Ramn Rodrguez Correa y Teodoro Guerrero y Pallars).
IdiomaEspañol
EditorialPalibrio
Fecha de lanzamiento19 ene 2012
ISBN9781463307110
Mis Investigaciones...Y Algo Más: Obras Completas De Adalberto Afonso Fernández
Autor

Adalberto Afonso Fernández

Investigador tenaz. Los países donde vivió le conocieron la vocación de escudriñar en los más disímiles temas culturales e históricos. En sus múltiples registros aparecen estudios sobre personalidades relevantes como Emilio Bacardí, Enrique Villuendas, Manuel Mur Oti y muchos más. La historia de múltiples instituciones culturales puede sustentarse holgadamente en sus apuntes. Publicó artículos y libros en Cuba, Caracas (Venezuela) y Miami (USA). Una producción discográfica realizada en el 2010, en los Estudios SOUNDS PRODUCTIONS de Léster Carrodeguas en Miami, recoge las composiciones musicales que creó en Ciego de Ávila (Cuba), en los años 1974-1975. Siempre fiel a sí mismo, una mente brillante y un corazón de amigo muy especial: muchas cosas para decir que no completarían la imagen de quien -dentista de profesión- fue notable en las artes y como polígrafo se sintió a sus anchas. --This text refers to the Hardcover edition.

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    Mis Investigaciones...Y Algo Más - Adalberto Afonso Fernández

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    Copyright © 2011 por Isabel Hernández Rivas.

    Todos los derechos reservados. Ninguna parte de este libro puede ser reproducida o transmitida de cualquier forma o por cualquier medio, electrónico o mecánico, incluyendo fotocopia, grabación, o por cualquier sistema de almacenamiento y recuperación, sin permiso escrito del propietario del copyright.

    Diagramación: Marta Cajina

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    ventas@palibrio.com

    356261

    Indice

    Tomo III

    Agradecimientos Y Dedicatoria

    -7-

    Cuba Entre Los Venezolanos

    Introducción

    La Primera Nodriza De Simón Bolívar

    La Caraqueña Esquina De Socarras

    El Fundador De San Fernando De Apure

    Un Polémico Retrato De Simón Bolívar

    El Poeta José María Heredia Y Venezuela

    El Padre De La Historia Venezolana

    El Creador Del Liquiliqui

    El Padre De La Medicina Zuliana

    José Martí En Venezuela

    Alejo Carpentier Y Venezuela

    Radionovelas Y Telenovelas

    Un Hombre De Éxito: Diego Cisneros Bermúdez

    La Revista Bohemia

    El Poderoso Vínculo De La Música

    La Santería En Venezuela

    Bibliografía

    -8-

    Páginas Para Recordar A Un Adolescente Manchego: Antonio Rodríguez García-Vao

    Introducción

    I Datos Biográficos

    Ii Ramón Chíes . Las Dominicales Del Libre Pensamiento

    Iii Bibliografía Activa

    Iv Bibliografía Pasiva

    Algunos Artículos Que Publicó En ‘Las Dominicales Del Libre Pensamiento‘ Los Cantores Del Pueblo

    Francisco Petrarca

    La Novela Y El Libre Pensamiento

    A Los Libre Pensadores Manchegos

    República Y Arte

    Las Sombras Del Papado

    Las Huestes Pompeyanas

    El Pueblo Y La Iglesia

    Animales Sacros

    Juan Boccaccio

    Cómica E Trágica

    Discurso

    Erasmo

    La Hechicera

    Ecos De Un Pensamiento Libre

    -9-

    Cronología De Las Islas Canarias:

    La Gomera, La Palma Y El Hierro

    Cronología De La Isla De La Gomera

    Cronología Comentada De La Isla De La Palma

    Cronología Comentada De La Isla De El Hierro

    -10- En Los Predios Interiores

    ¡Cantemos!

    Amistad Suprema

    -11-

    Adán Adolescente

    -12-

    Nueve Melodías

    -1- Todo Me Habla De Ti

    -2- Por Querer Una Vez

    -3- L’oiseau De La Nuit

    -4- Desde Que Creo Te Perdí

    -5- Siempre Eres Útil

    -6- ¡Ay, Juventud Mía!

    -7- ¿Por Qué Te Quejas?

    -8- Una Ronda De Niños

    -9- Hoy Es Día De Fiesta

    -13-

    Mis Apuntes

    Chalía Herrera

    Angela Mariana Zaldívar

    El Príncipe Ruspoli

    Don Tomás Terry

    Enrique Hálvares

    Luis Martínez Fernández

    Ñola Sahig

    Eloy Perillán Buxó

    Federico Climent Terrer

    Lo Foráneo En Lo Castizo

    Un Cubano Conversa Con María Mérida

    Endnotes

    MIS INVESTIGACIONES Y ALGO MÁS.

    -Obras completas de

    Adalberte, Afenso. Fernández-

    Tomo, III

    Image2251.JPG

    Esta publicación rinde homenaje póstumo a quien supo honrar a muchas figuras talentosas, a los países donde vivió, a su ciudad y a su patria:

    DR. ADALBERTO AFONSO FERNÁNDEZ

    Dentista, escritor, historiador y compositor musical.

    Image2257.JPG

    Agradecimientos y dedicatoria

    Esta obra no habría podido ser sin el concurso de algunas personas que, en su momento, actuaron en los eslabones de una cadena de sucesos, aunque no todas creyeron en nosotros. Pocas estuvieron presentes incondicionalmente en nuestras vidas, nos dieron aliento, comprensión y apoyo y continuaron el contacto y la correspondencia conmigo después de enviudar. Nuevas amistades surgieron después de aquel suceso, y me abrigaron de la soledad y de la pena de la inmensa pérdida que significó para mi la muerte de mi esposo. A todos, con justicia, quiero dedicar esta obra y extenderles, mi más profundo agradecimiento, en especial, a los que han estado o estuvieron más cercanos a nosotros:

    Mi hermana MARGARITA y mi familia en Cuba.

    ROSA LÓPEZ, monja sevillana, Superiora, y a todas las Hnas. de la Congregación Católica «Agustinas Recoletas» en sus sedes en Morón (Cuba); Cumbres de Curumo (Caracas. Venezuela) y Leganés (Madrid. España).

    MARGARITA GARCÍA VEITÍA, MARIA EUGENIA ELGUERA y LIANA BALBÉ en Ciego de Ávila.

    MARLENE y CONSUELO en Barcelona y Madrid. España. ALBERTO JOYA, concertista cubano radicado en Madrid.

    ETELBINA, ESTEBANA y EUSEBIA, mis buenas amigas del Tamaduste, isla de El Hierro, Canarias.

    NILDA MIRANDA, mi consejera y amiga de Miami.

    CEBRIÁN DE QUESADA, escritor, amigo y asesor, en Miami.

    El equipo con el que he trabajado en Miami: MARTA CAJINA, y LESTER CARRODEGUAS.

    La Sra. Silvia Meso en Caracas, quien gestionó nuestra salida definitiva de Cuba en julio de 1994; el Sr. José Luis Correa quien nos recibió en Madrid en 1999; el Sr. Jorge Luis Cano y su esposa Asunción, médicos cubanos radicados en Canarias; el Sr. Hector Benedico, quien me recibió en el aerwopuerto de Miami; la familia de Adalberto en Cuba y, como escribió, él mismo, en la dedicatoria de su libro, publicado en Caracas, «Cuba entre los venezolanos»:

    «A quienes creyeron y creen en nuestros esfuerzos y,

    también, a quienes hayan dudado»

    A Cuba y, en especial, a nuestro querido pueblo de Ciego de Ávila.

    Isabel Hernández Rivas

    Miami, julio de 2011

    -7-

    CUBA ENTRE LOS

    VENEZOLANOS

    Cuba entre los venezolanos

    Dr. Adalberto Afonso Fernández. Caracas, marzo de 1999

    Introducción

    Image2263.JPG

    VENEZUELA es un país que se ha visto favorecido con inmigraciones de los más disímiles lugares. Las mayoritarias han sido españolas, canarias, portuguesas, italianas, alemanas, árabes, chinas y, en menor cuantía, británicas, francesas, japonesas y de países de Europa oriental. No destacamos la de países sudamericanos ni de las Antillas, siendo muy constante su entrada.

    Esos inmigrantes contribuyeron a formar el pueblo venezolano poliétnico y multirracial. Muchísimos establecieron aquí su hogar definitivamente. Otros estuvieron de paso, algunos meses o años, y entre ellos, hubo quienes hicieron tan valiosos aportes por sus trabajos en beneficio del país, que la agradecida memoria venezolana enaltece eternamente su recuerdo.

    A continuación, mencionaremos, de algunos países, unos pocos inmigrantes de los muchos que han contribuido a la libertad, al desarrollo de las ciencias y de la cultura, y de la vida en general de este país.

    Alemania:

    • Alejandro Humboldt (1768-1859): Talento enciclopédico, orgullo de la humanidad. Sus observaciones y estudios fueron decisivos para e1 mejor conocimiento de nuestro Universo. En Cuba y en Venezuela lo consideran su <>.

    • Rudolf Jaffe (1885-1975): Médico e investigador. Cofundador de la Sociedad Venezolana de Patología.

    • Johann Gottlieb Siegert (1796-1870): Médico y empresario. Creador del célebre medicamento contra el mareo <>

    • Adolf Ernst (1832-1899): Naturalista, Publicista. Profesor universitario. Fundador en Venezuela, en 1867, de la Sociedad de Ciencias Físicas y Naturales y, en 1874, del Museo Nacional.

    • Anton Goering (1836-1905): Fue pintor, dibujante, ornitólogo, zoólogo, taxidermista, etc.

    • Gustavo Zingg (1878-1963): Comerciante y empresario. Introdujo, por primera vez en Venezuela, la escalera mecánica en el <> de Caracas.

    • Federico Lessman (1826-1866): Dibujante y fotógrafo.

    • Martín Meyer (1875-1951): Médico parasitólogo. Introdujo la introdermorreacción para diagnosticar la Leishmaniasis y otras enfermedades parasitarias.

    • Karl Moritz (1797-1866): Naturalista, Botánico.

    • Karl Sachs (1852-1878): Médico, biólogo y fisiólogo.

    Dinamarca:

    • Federico Detlef Meyer (?-1822): Creó en Caracas una escuela para enseñar Anatomía y practicó las primeras autopsias que se hicieron en Venezuela.

    Francia:

    • Luis Perú de Lacroix (1780-1837): Oficial al servicio de Venezuela y Colombia. Historiador.

    • Luis A. Prationg Bonicel (1888-1837): Sacerdote, educador, historiador y geógrafo.

    • Alejandro P. Réverend (1796-1881): Mayor del ejército. Cirujano y médico de Simón Bolívar.

    • Aimé Bonpland (1773-1851): Médico, botánico, naturalista, explorador. Estuvo en Venezuela con A. Humboldt.

    • Jean Vicent Franceschi (1811-1880): Comerciante y hacendado, fundador de la empresa <> de Carúpano, Edo. Sucre.

    • Benito Roncajolo (1825-1900): Comerciante y empresario. Promovió la construcción del ferrocarril en Los Andes.

    • Jean Antoine Segrestaa (1830-1902): Periodista, impresor, editor, diplomático.

    Italia:

    • Agustín Codazzi (1793-1859): Geógrafo, explorador y militar. Por encargo del presidente José Antonio Páez confeccionó un Atlas de Venezuela. Escribió un Resumen de la Geografía de Venezuela. Promovió la fundación de la Colonia Tovar con inmigrantes alemanes.

    • José F. Manuel Dagnino Dassori (1834-1901): Brillante médico y cirujano. Educador, escritor y periodista.

    • Francisco Isnardi (1750-1820): Comerciante, periodista y político. Prócer de la Independencia venezolana. Secretario del Congreso Constituyente de 1811 y corredactor del Acta de la Independencia.

    • José Boccardo (1845-1938): Pionero de la industria del calzado en Venezuela. Introdujo el calzado de cuero y logró reemplazar, en las zonas urbanas, la costumbre de usar alpargatas por la del zapato.

    • Antonio Spinetti Dini (1900-1941): Poeta y periodista.

    Inglaterra:

    • Guillermno White (1764-1834): Comerciante. Funcionario de Hacienda y de la Renta del Tabaco.

    • Belford Hinton Wilson (1804-1858): Militar. Edecán de Simón Bolívar, quien le dictó sus Memorias. Diplomático.

    • James Hamilton (1770-1840): Comerciante. Oficial del ejército inglés en Venezuela, Tradujo al idioma inglés el <> de Simón Bolívar.

    Irlanda:

    • Daniel Florencio O’Leary (1801-1854): General de brigada: escritor y diplomático. Historiador.

    • Mateo Gallagher: Fundador del primer taller de imprenta que hubo en Caracas y en el cual se publicó La Gaceta de Caracas (1808), primer periódico de esta ciudad.

    • Ruperto Hand (1796-1850): Oficial de la Legión Británica que combatió por la independencia de Venezuela. Fue el primer profesor de lengua inglesa de la Universidad de Caracas.

    Jamaica:

    • Richard Mortimer (1842-1933): Odontólogo. Presidente y fundador de la primera Escuela Dental Venezolana, creada en 1897.

    Polonia:

    • Alberto Lutowski (1809-1871): Ingeniero.

    • Ángel Rosenblat (1902-l984): Filólogo y profesor universitario polaco-argentino. Fundador de la cátedra de Filología en la Facultad de Filosofía y Letras de U.C.V (1947). Autor de libros sobre el habla venezolana.

    Puerto Rico:

    • Gumersindo Rivas (1842-1914): Periodista y escritor.

    • Francisco Hernáiz (1800-1866): Militar y político, secretario de Guerra y Marina, etc.

    • Eugenio Piqnat de Bellard Maldonado (1883-1969): Naturalista. Médico Cirujano.

    Rusia:

    • Liza Imber de Coronill (1914-1981): Primera mujer en graduarse de médico en Venezuela (1936). Pediatra.

    Santo Domingo:

    • José María Rojas Ramos (1793-1855): Comerciante, político y periodista.

    • José Francisco Heredia: (1776-1820): Oidor-Regente Interino de la Real Audiencia de Caracas, de 1812 a 1817. Defensor de los derechos humanos españoles y venezolanos, durante la guerra de independencia.

    Suecia:

    • Pedro Loefling (1729-1756): Primer botánico que llegó a Venezuela, donde introdujo e1 primer microscopio visto en este país.

    Suiza:

    Pius Schlageter (1853-1949): Introductor del arte litográfico y del Offset en Venezuela.

    << ¿Y de de España?, ¿ y de España?>> podrían preguntarse muchos al no ver incluidos algunos nombres. Pero sería tan prolija, tan extensa la cantidad de hombres que, a través de toda la historia social, cultural y artística de Venezuela, vinieron de España y de las Canarias a hacer su modesta o su importante contribución en beneficio y engrandecimiento de este país, que sería injusto e irrelevante no mencionar sino a unos pocos.

    Pero vamos ya, directamente, al meollo de esta introducción. Siempre han venido cubanos a Venezuela a establecerse aquí por un tiempo o definitivamente. Las causas han sido dos: políticaso económicas. Numéricamente, la inmigración cubana en Venezuela ha sido pequeña en comparación con otras inmigraciones ya mencionadas. El objetivo de nuestro trabajo es dar a conocer—de manera lo mejor informada y amena—que no por pequeña, nuestra inmigración ha sido menos importante y que los cubanos y sus descendientes han sabido ser útiles a este país y contribuido a su prosperidad, bienestar y desarrollo, de diferentes modos, algunos de ellos ÚNICOS.

    Este libro sería una primera parte de mucho que queda por decir y por descubrir sobre CUBA ENTRE LOS VENEZOLANOS.

    Adalberto Afonso Fernández. Guatire, 1996-1998

    ooOoo

    La primera nodriza de Simón Bolívar

    En junio de 1777, Don Luis Unzaga y Amézaga fue designado Capitán General y Gobernador de Venezuela. Casi inmediatamente, solicitó que se le enviase como su secretario al Capitán Veterano de Milicias Sr. Don Fernando Miyares, destacado en la isla de Puerto Rico. Por Real Cédula de 8 de septiembre de 1778, el Capitán Miyares fue designado a Caracas, adonde llegó al año siguiente, acompañado de su esposa doña Inés Mancebo y Quiroga y de sus hijos. Tanto Miyares como su esposa eran nativos de la ciudad de Santiago de Cuba, donde ella nació el diez de septiembre de 1750. Habían contraído matrimonio en la Catedral de Santiago de Cuba e1 25 de junio de 1766, contando él diecisiete años de edad y ella próxima a cumplir los dieciséis. El matrimonio tuvo ocho hijos: José María, Fernando, Juan Bautista, Úrsula, Ana María, Antonia, Carlos Eladio y Bernardo. Los varones hicieron carrera militar y se destacarían por su actuación en la guerra de independencia venezolana, a favor de la corona de España. Su hija Úrsula sería la esposa del Brigadier Ramón Correa.

    La familia Miyares estableció su residencia caraqueña cerca de la esquina de San Jacinto, casi colindante con el domicilio del Coronel Don Juan Vicente Bolívar y de su esposa Doña María de la Concepción Palacios. Ambos oficiales sostenían buenas relaciones profesionales y de amistad y sus esposas eran íntimas amigas.

    Próxima a su parto, ella pidió a Inés Mancebo—quien estaba amamantando a uno de sus hijos—<> a su bebé cuando naciera. Esa expresión <> significaba amamantar por primera vez al recién nacido y ello se acostumbraba cuando, por algún motivo, la madre se encontraba imposibilitada de hacerlo, como era su caso por ser muy delicada de salud. Cuando el 24 de julio de 1783 nació el futuro Libertador, Inés acogió en su opulento seno a la débil criaturita y lo amamantó durante algunos días, hasta que la esclava Hipólita—antes que Matea—se encargase de él.

    El niño creció visitando, como suyo, el hogar de la familia Miyares-Mancebo y siempre tendría un gran cariño hacia su primera madre de crianza.

    En enero de 1786, falleció el Coronel Bolívar. Ese mismo año, el 10 de agosto, el Coronel Fernando Miyares tomó posesión como Comandante Militar y Jefe Político de la recién creada Comandancia de Barinas (15 de febrero de 1786), donde gobernó durante doce años un territorio que, actualmente, comprende los actuales estados de Barinas, Apure y parte de Portuguesa, y en el cual realizó una extraordinaria labor.

    Don Fernando y Doña Inés iban por temporadas a Caracas y Simón continuaba visitando a su primera nodriza y pasando días a su lado, aun después de fallecida su madre (6 de Julio de 1792) y consideraba como sus hermanos a los hijos del matrimonio cubano. Luego, el destino llevaría al joven Simón por otros derroteros.

    Fernando Miyares y su familia se encontraban en Maracaibo—donde él había sido designado por el rey Carlos IV de España, desde mediados de 1799, como Gobernador Político-Militar e Intendente de la provincia de Maracaibo, cargo que asumió el 8 de julio de ese año—, cuando ocurrieron en Caracas los sucesos del 19 de abril de 1810. El rey de España, desconociendo todavía los sucesos caraqueños, lo nombró el día veintinueve de ese mes y año como sucesor del Gobernador y Capitán General de Venezuela Don Vicente Emparan. Enterado de su nombramiento por el Gobernador de Puerto Rico, tomó posesión de su cargo el 23 de julio. El 8 de noviembre de 1810, como reconocimiento a sus valiosos servicios a la Corona de España, se le otorgó el título de Mariscal de Campo de los Reales Ejércitos. Reacio a todo lo que intentase menoscabar el poder real en Venezuela, se mantuvo en sus funciones, a pesar de que el Capitán español Domingo de Monteverde descaradamente ignoraba su alta autoridad. En febrero de 1814, abandonó territorio venezolano y marchó a Puerto Rico. En ocasión de estar visitando a familiares y amigos en Santiago de Cuba, falleció en su ciudad natal el trece de octubre de 1818.

    Doña Inés Mancebo viuda de Miyares regresó a Venezuela, donde estaba cuanto poseía en intereses económicos y afectivos. Aquí se hallaban los hogares de sus hijos e hijas, todos ellos fieles a la Corona y opuestos a cualquier forma de independencia del poder real. En tertulias de amigos a las que asistía, era motivo de asombro conocer que ella había amamantado al <> y la compadecían por haber dado su pecho generoso a <>. Los más insultantes epítetos intentaban denigrar al Libertador delante de doña Inés, sin considerar el dolor que ello le producía a la buena mujer.

    En 1821, Simón Bolívar regresó triunfador a Caracas luego de la hazaña de Carabobo. Hacía varios años que no veía a su primera nodriza y fue a visitarla. Luego de abrazarse largo rato, él le pidió la bendición y ella lo contempló enternecida sin pensar en nada de todo lo abyecto que, durante años, escuchara sobre él; sino que trataba de redescubrir al bello joven que había dejado de ver, en ese hombre delgado, afiebrado y vibrante, de curtida piel por las inclemencias del frío, del sol y de la guerra, que envejecía prematuramente y le sonreía cariñoso. Ella sólo le pidió respeto para sus familiares y le informó que los bienes de su yerno, el Brigadier Ramón Correa, habían sido confiscados. Bolívar le prometió que cumpliría con sus deseos y que las propiedades de Correa—a quien él consideraba un militar pundonoroso—le serían devueltas. Le habló sobre las posibilidades de que sus hijos se incorporasen a su causa, pero ella, firmemente, le recordó que ellos se sentían españoles y realistas y que ella nada haría para convencerlos de lo contrario. El acató su decisión y, al siguiente día, los bienes del Brigadier Correa fueron devueltos.

    En 1827, al volver a Caracas, Simón Bolívar visitaba a Doña Inés Mancebo una o dos veces a la semana, durante los seis meses que allí permaneció. Siempre trató de protegerla y de ayudarla en cuanto le fuese posible. Como prueba de ello, entre las cartas del Libertador, hay una que aparece dirigida al Coronal José Félix Blanco:

    <28 de junio de 1827>>

    <>

    Con el mayor interés me empeño con usted, para que usted se tome la pena de oír en justicia a mi antigua y digna amiga, la señora Mancebo de Miyares, que en mis primeros días me dio de mamar. ¿Qué más recomendación para quien sabe amar y agradecer?>>

    <>.

    <¹

    Nunca más volverían a verse, pues los avatares de su destino y la ingratitud de los hombre alejaron al Libertador de su nativo suelo. Doña Inés Mancebo, a los ochenta y dos años falleció en Caracas, la mañana del ocho de julio de 1832. El 23 de enero de 1847, sus restos fueron trasladados a la Catedral de Caracas.

    ooOoo

    La caraqueña esquina de Socarras

    ¿Quién no conoce en Caracas la <>? Muchas generaciones la han visto transformarse durante más de dos siglos. Su fisonomía ha cambiado por las exigencias del progreso que convirtió una villa colonial de rojos tejados, calles de piedras y callejones polvorientos en la seca y lodazales en época de lluvias, en una modernísima urbe de osados estilos arquitectónicos desarrollados en innumerables y bellísimos rascacielos ubicados en anchas y bien pavimentadas avenidas y autopistas. Mucho ha cambiado la esquina, sin embargo continúa siendo llamada igualmente <> toda la encrucijada de la Avenida Fuerzas Armadas con la Avenida Andrés Eloy Blanco, en la Parroquia Catedral, y las cuatro esquinas reciben el mismo nombre, cuando sólo en una—en los bajos de los almacenes <> del edificio Caribe—aparece una tarja de Bronce, colocada en 1985, en la cual se lee:

    <>.

    ¿Quién fue el médico Socarras, cuyo nombre tomó esa esquina?

    ¿Por qué se la llamó así?

    FRANCISCO JAVIER DE SOCARRÁS nació en la Villa de Santa María de Puerto Príncipe hoy Camagüey, capital de la provincia de igual nombre a principios del siglo XVIII, hijo de Pedro Socarras y de doña Isabel Beltrán.² En la Universidad de La Habana realizó sus estudios de Medicina y allí le fue expedido su título de Licenciado en Medicina por el Protomedicato de San Cristóbal de la Habana, el dos de abril de 1757, con menos de treinta años de edad. Varios meses después, vino a Venezuela, animado por el médico inglés Dr. Raphael Ellelker, quien había vivido varios años en Cuba, donde se casó, y luego pasó a establecerse en Venezuela. En una de sus temporadas en Cuba, conoció a Socarrás y le habló de las excelentes oportunidades que, como médico, tendría en Caracas. El joven galeno se trasladó a esta capital y e1 13 de octubre le fueron aprobadas sus credenciales por el Cabildo y por el Gobernador y Capitán General Don Felipe Ramírez de Estenoz, autorizándosele a ejercer su profesión.

    Se estableció en una casa que hacía esquina, donde en un principio, tenía su domicilio y su consultorio. Cuatro años más tarde, adquirió, en un inmueble contiguo, la farmacia que pertenecía a su amigo el Dr. Ellelker, cuando éste se mudó a Islas Canarias. Gracias a su carácter afable y su manera tan servicial, a sus acertados diagnósticos y a su consideración al cobrar a sus pacientes, tanto sus honorarios como los medicamentos que vendía, su clientela se hizo muy numerosa. De ese modo, su consultorio y su farmacia llegaron a ser importantes lugares de referencia al dar cualquier dirección en la Caracas de algo más de 20.000 habitantes.

    El Dr. Socarrás obtuvo una cátedra en la Real y Pontificia Universidad de Caracas en 1763, por lo cual acudía a sus clases y a examinar a los futuros médicos, a pesar de sus múltiples ocupaciones. Le cupo el honor de formar parte del jurado que examinó al más ilustre médico de Caracas, el Dr. Lorenzo Campíns y Ballester, cuando éste también optó por una cátedra. Ambos fueron muy buenos amigos y Socarrás fue su médico cuando el Dr. Campíns comenzó a padecer trastornos siquiátricos.

    En 1764, una epidemia de viruela exterminó a miles de personas en Caracas. Escuelas, comercios y todo tipo de comunicaciones se interrumpieron, paralizándose la ciudad. Hubo masivos éxodos hacia el campo y pueblos cercanos para tratar de escapar de la muerte, del hambre y de toda clase de miserias. A las angustias de los caraqueños se añadieron bandoleros que, inescrupulosamente, saqueaban y asesinaban impunemente, incrementando el terror de la desesperada población. Algunas familias adineradas, el clero, el gobierno y los médicos procuraron aliviar, de alguna manera, tanta desolación. El Cabildo encargó al Dr. Socarrás que atendiese a los enfermos de la apartada y paupérrima zona de Catia, donde a la viruela se habían sumado otros brotes epidémicos. A lomo de mula, bajo un sol inclemente, por caminos que bordeaban precipicios, llevaba su ayuda en medicina y alimentos. Concluida su misión, al pasar cuenta al gobierno por las visitas que realizó a los enfermos de Catia durante sesenta y tres días, los síndicos se escandalizaron por considerar excesivos sus honorarios. Socarrás expuso que había perdido ropa en sus visitas, porque debía estar entre los enfermos con ropa diferente de la que usaba para estar en la ciudad; que había desatendido su clientela particular para cumplir con el encargo hecho por el gobierno de la ciudad y ello había dado, como resultado, que los pacientes de la ciudad no fuesen a atenderse con él por temor al contagio. Finalmente, se le pagaron la ropa perdida y los medicamentos que entregó, sin remunerársele nada más.

    El Dr. Socarrás y su esposa Ana María del Rosario Venza no lograron tener hijos, por lo cual, después de muchísimos años de matrimonio adoptaron a una niña a la que bautizaron Maria de Socarrás y Venza, quien, ya adulta, se casaría con Francisco Javier Yanes de Socarrás, sobrino suyo que había traído de Cuba.

    El Dr. Socarrás y su esposa quisieron, a través de su testamento, tratar de aliviar a la niñez desvalida y abandonada que pululaba por las calles de Caracas expuesta al hambre y a toda clase de miserias físicas y morales. Por ello, decidieron legar una cuantiosa parte de sus bienes, así como su muy conocida casa de la esquina, para crear una Casa-Cuna. La dirección de dicha institución estaría a cargo del Obispo de la Diócesis y los expósitos, al ser bautizados, llevarían los apellidos Socarrás y Venza. Los gastos ocasionados serían cubiertos por las ganancias obtenidas de las fincas y propiedades del matrimonio. Todo ello estaba subordinado a una condición: que su hija adoptiva muriese soltera o sin haber tenido descendientes, ya que, por supuesto, no iban a desheredarla. El filantrópico proyecto no pudo convertirse en realidad, porque Maria Socarrás y Venza se casó y tuvo tres hijos con el licenciado Francisco Javier Yanes.

    Luego del fallecimiento de su esposa—26 de noviembre de 1809—, decayó mucho la salud del anciano médico. La boda de su hija adoptiva y de su sobrino fue adelantada por el delicado estado de Socarrás, quien falleció el trece de abril de 1810, cuatro días después de haberse efectuado el matrimonio y seis días antes de los históricos sucesos del 19 de abril, que abrirían una nueva etapa para la que fue su segunda patria.

    El fundador de San Fernando de Apure

    Por lo general, se considera que, durante los treinta y tres años que duró la Capitanía General de Venezuela (1777-1810), hubo siete Capitanes Generales titulares: Brigadier Don Luis de Unzaga y Amézaga (1777-1782); Brigadier Don Manuel González Aguilar Torres de Navarra (1782-1786); Coronel Don Juan Guillemi (1786-1792); Don Pedro Carbonell Pinto Vigo y Correa (1792-1799); Don Manuel de Guevara y Vasconcelos (1799-1807); Don Juan de Casas (1807-1809) y Don Vicente de Emparan y Orbe (1809-1810).

    Los sucesos del 19 de abril de 1810 adelantaron que Don Vicente de Emparan cesara en su cargo, pues el 29 de ese mes y año, la Regencia de España—no enterada aún de lo acontecido en Caracas—había designado como su sucesor en la Gobernación y Capitanía General de la Provincia de Venezuela a Don Fernando Miyares Pérez, quien el 23 de julio de 1810, hizo juramento de su cargo en la Sala Capitular del Cabildo de Maracaibo, no pudiendo hacerlo en Caracas, ya que aquí gobernaba la patriótica Junta Suprema.

    FERNANDO MIYARES PÉREZ (1748-1818) fue una de las más interesantes personalidades del gobierno colonial. La Historia de Venezuela lo considera como hombre honesto y amante de cuanto significase progreso en el país o región a su cargo. Llegó a Caracas en septiembre de 1779, procedente de Puerto Rico, donde había sido ascendido recientemente a Capitán de Batallón de las Milicias de esa isla. Venía cumpliendo con su designación hecha por Real Cédula de 8 de septiembre de 1778, para que se trasladase a Caracas. El primer Gobernador y Capitán General de Venezuela Don Luis de Unzaga y Amézaga lo había solicitado para que fuese su Secretario, pues conocía a Miyares desde que éste era cadete y había seguido con atención el desarrollo de su carrera militar. Lo acompañaba su esposa Doña Inés Mancebo Quiroga (1750-1832) y sus pequeños hijos.

    Al cesar en su cargo Don Luis de Unzaga, MIYARES continuó sus funciones como Secretario del siguiente Gobernador y Capitán General. Habiendo sido ascendido a Coronel del Ejército (1783) y cansado de su cargo de secretario, reclamó varias veces a Madrid para que se le asignase un empleo diferente.

    El 15 de febrero de 1786, e1 Rey Carlos III de España creó la Comandancia o Provincia de Barinas—última provincia creada en Venezuela durante la época colonial—y designó a FERNANDO MIYARES, como su primer jefe. El 10 de agosto tomó posesión de su cargo, en el cual, durante doce años, gobernaría un extenso territorio correspondiente a los actuales estados de Barinas, Apure y parte de Portuguesa.

    La gestión de gobierno de MIYARES como primer Gobernador de Barinas se centró, fundamentalmente, en la economía, ampliando y diversificando la agricultura. Estimuló la producción del cultivo del tabaco—ya tradicional en la zona—, del algodón, del achote, del café y del añil; contribuyó a incrementar el cultivo de la caña de azúcar y mejorar su proceso; igualmente renovó los aperos usados en las tareas agrícolas. Puso MIYARES especial interés en crear y mejorar obras de infraestructura que facilitasen el intercambio comercial. Para ello, inició la limpieza del cauce del río Santo Domingo, en 1787, lo cual facilitó, dos años después, que se pudiese abrir una ruta con Guayana, a través del Santo Domingo, el Apure y el Orinoco. Ordenó la construcción de caminos que uniesen a Barinas con Mérida y con el virreinato de Nueva Granada. En Torunos, acondicionó un puerto de embarque y un pequeño astillero y estableció una fábrica y unos almacenes de tabaco.

    Gracias a sus gestiones personales, fundó San Fernando de Apure el 24 de enero de 1788, con el fin de que fuese puente comercial entre el norte del territorio y la región ganadera del sur. MIYARES decidió, para la naciente villa, el nombre de San Fernando, por ser Fernando el nombre del infante, hijo de Carlos IV y quien llegaría a ser el rey Fernando VII y, parece, que también para perpetuar su propio nombre y el de uno de sus hijos. MIYARES costeó, de su peculio, gran parte de la construcción de la modesta iglesia de la villa y donó la imagen de San Fernando, su patrón tutelar. Nombró a Fray Buenaventura de Benaocaz como sacerdote del poblado y a Juan Antonio Rodríguez, Capitán Poblador y el primer Prefecto que tuvo esa villa.

    EL 2 de junio de 1798, concluyó su fructífera gestión como Gobernador de la provincia de Barinas al sucederle Don Miguel de Ungaro y Dusmet. El 25 de ese mes, el Rey Carlos IV de España lo designó para ejercer el Gobierno político y militar de la provincia de Maracaibo.

    Tomó posesión de ese cargo, ante el Cabildo de esa ciudad, el 1 de Julio de 1799. El día 15 de ese mes, el Rey lo nombró Intendente de la Real Hacienda de la provincia de la que era Gobernador.

    Remitimos al lector a la Cronología que hemos confeccionado, para más completa información sobre la vida y obras de este ilustre hombre, hasta su fallecimiento el 13 de octubre de 1818, en su nativa Santiago de Cuba, donde nació el 27 de enero de 1749.

    Apuntes para una cronología de

    Fernando Miyares Pérez

    1747, 31 de mayo: En la Catedral de Santiago de Cuba, matrimonio de Don Fernando Miyares, Capitán de Infantería, nativo de Legazpia, Provincia de Guipúzcoa, hijo legítimo de Sebastián Miyares y de María Laizaga, naturales de Romilla, Asturias, y Legazpia, en Guipúzcoa, con Úrsula Pérez, natural de Santiago de Cuba, hija legítima de don José Pérez y de doña Ursula Bernal, nativos de Santiago de Cuba.

    1749, enero: En la Catedral de Santiago de Cuba, matrimonio de don Bernardo Mancebo y Ana María Quiroga, naturales de Santiago de Cuba.

    1749, 27 de enero: Nace FERNANDO MIYARES PÉREZ en Santiago de Cuba.

    1750, 10 de septiembre: Nace en Santiago de Cuba, Inés Manuela Antonia Mancebo Quiroga.

    1755, 29 de noviembre: Fallece don Fernando Miyares Laizaga en Santiago de Cuba. Dejó dos hijos: Fernando y Carlos.

    1764, 22 de mayo: Comienza a prestar sus servicios como Cadete en el Regimiento de Infantería de La Habana, donde permanecería cinco años.

    1766, 29 de junio: A los 17 años de edad, contrae matrimonio, en la Catedral de Santiago de Cuba, con Inés Mancebo Quiroga.

    1769, 9 de mayo: Recibe certificado de buena conducta en su cargo de Cadete segundo y Abanderado, firmado por Don Luis de Unzaga y Amézaga, Coronel del Regimiento de Infantería de La Habana.

    1769: Subteniente, actúa como Secretario del Gobernador Don Miguel de Mieses. Enviado a Toledo, España, por tres años, a continuar su formación académica y militar.

    1769,23 de noviembre: En Santiago de Cuba, nace su primer hijo José María Clemente Antonio.

    1772, 9 de noviembre: Ascendido a Teniente Veterano de Milicias y destacado a las Milicias Regladas de Puerto Rico, donde pasará seis años.

    1777, 16 de enero: Ascendido a Capitán de Milicias.

    1777: Don Luis de Unzaga y Amézaga, Gobernador y Capitán General de Venezuela, solicita que se envíe a Fernando Miyares como su Secretario.

    1778, 8 de septiembre: Por Real Cédula, es destinado a Caracas.

    1779, 14 de agosto: Ascendido a Capitán de Batallón de las Milicias de Puerto Rico, se lo traslada a la segunda Compañía del Batallón de Infantería de Caracas.

    1783: Ascendido a Coronel del Ejército.

    1785: Escribe a Don José Galves, secretario de Indias en Madrid, que ya es hora de que se le dé un empleo distinto del de Secretario de la Gobernación.

    1786, 15 de febrero: El Rey Carlos III crea la Comandancia a Provincia de Barinas y designa a FERNANDO MIYARES como su primer jefe.

    1786, 10 de junio: Informa al Rey haber recibido su nombramiento.

    1786, 10 de agosto: Toma posesión de su cargo. Durante doce años gobernará ese territorio, que corresponde a los actuales estados de Barinas, Apure y parte de Portuguesa.

    1786, noviembre: Abre una escuela de primaria en la ciudad de Barinas y decreta la apertura de otra para la enseñanza de Gramática, Elocuencia, Moral y Latinidad.

    1787, julio: Sale en recorrido por todo el territorio de su Jurisdicción y ello le permite conocer las necesidades del mismo.

    1787, 30 de noviembre: Envía a la Real Audiencia de Caracas un <>

    1788, 24 de enero: Recibidos los informes del lugar más adecuado para fundar una villa sin riesgos de inundaciones, ordena que se proceda a la demarcación del terreno, delineación de calles, sitio para la iglesia, solares para Casa Real y de vecinos. Esa villa se llamaría Villa Real de San Fernando, conocida como San Fernando de Apure.

    1788, 11 de abril: Ascendido a Teniente Coronel de Los Reales Ejércitos, por el Rey.

    1789: Abre la ruta comercial con Guayana a través de los ríos Santo Domingo, Apure y Orinoco. Acondiciona a Torunos como puerto de embarque y establece allí un astillero, una factoría y almacenes para tabaco.

    1793, 20 de octubre: Se le impone la Real Orden de Carlos III, concedida en Madrid el 14 de julio de ese año.

    1794, 27 de abril: Ascendido a Coronel de Infantería.

    1797, 26 de abril: Por testamento que efectúa en Barinas hace constar los nombres de sus hijos: José Maria (Teniente de Batallón de Infantería de Veteranos de Caracas); Fernando (Teniente del Regimiento de Infantería <>); Juan Bautista (Cadete en dicho Regimiento); Úrsula; Ana Maria; Antonia; Carlos Eladio y Bernardo. Los ocho vivos y en buena salud.

    1797, julio: Por orden de la Capitanía General de Caracas, organiza en Barinas un ejército de mil hombres embarcados en 26 lanchas, pana emprender la campaña de Guayana contra un grupo de invasores ingleses.

    1797, 19 de diciembre: El Virrey de Santa Fe lo recomienda para acreedor a cualquier gracia de la Corona.

    1798, 2 de junio: Concluye su gestión en Barinas, al sucederle Don Miguel de Ungaro y Dusmet.

    1798, 21 de junio: El Rey Carlos IV lo designa para ejercer el gobierno político y militar en la provincia de Maracaibo.

    1799, 6 de julio: Toma posesión de su cargo de Gobernador de la provincia de Maracaibo, ante el Cabildo de esa Ciudad.

    1799, 19 de julio: El Rey lo nombra Intendente de la Real Hacienda de la Provincia de la que es Gobernador.

    1805, 3 de noviembre: Ante el temor de la población hacia la vacunación antivariólica (primera vez en la región lacustre), publica un bando con algunas instrucciones para desvanecer las preocupaciones del pueblo.

    1806, 7 de agosto: Al llegar noticias del desembarco de Francisco de Miranda en La Vela de Coro, el día 3, envía fuerzas para atacarlos, al mando del Comandante y yerno suyo, Ramón Correa.

    1807, 13 de enero: Hace alocución en la que prohíbe todo trato y comercio con la isla de Curazao, ocupada por las fuerzas inglesas.

    1807, 22 de mayo: El Rey lo asciende a Brigadier de Infantería.

    1808, 31 de agosto: Anuncia al pueblo y a la provincia de Maracaibo sobre los sucesos de España, en los cuales José, hermano del emperador de Francia Napoleón Bonaparte, ocupó el trono y puso prisionero al rey de España Fernando VII y manifiesta su fidelidad al legítimo rey español y nunca al usurpador.

    1808, septiembre: Restablece relaciones de amistad y comercio con Curazao al declararse la guerra entre España y Francia y concertarse un armisticio con el reino de Inglaterra, adversaria de Napoleón Bonaparte.

    1808, 28 de diciembre: Dirige una proclama al pueblo de Maracaibo, por haber aparecido ese día un pasquín difamatorio contra su gobierno en una pared del edificio donde funcionaba provisionalmente el correo de la ciudad.

    1810, 29 de abril: El Consejo de Regencia lo nombra Capitán General de Venezuela, en sustitución de Vicente Emparan, así como Presidente de la Real. Audiencia de Caracas. (Su nombramiento fue hecho sin que en España se supiera de los sucesos del 19 de Abril).

    1810, mayo: A través del Cabildo de Coro, se entera de los sucesos ocurridos en Caracas e1 19 de abril. Convoca a una junta de notables de la ciudad para manifestar fidelidad a la Regencia de España.

    1810, 14 de julio: Recibe un oficio, desde Puerto Rico, donde el Gobernador de esa isla informa que en la Gaceta Oficial de 22 de Mayo, aparece su promoción a la Capitanía General y Gobierno de la provincia de Venezuela.

    1810, 23 de julio: En la Sala Capitular del Cabildo de Maracaibo, hace juramento de su cargo <> No podía juramentarse en Caracas pues allí gobernaba la patriótica Junta Suprema. Como gobernador interino, fue designado su yerno el Comandante Ramón Correa, casado con su hija Úrsula.

    1810, octubre: Don Pedro Ruiz de Porras es nombrado Gobernador de la provincia de Maracaibo.

    1810, 8 de noviembre: Se le otorga el título de Mariscal de Campo de los Reales Ejércitos.

    1811, julio: Al enterarse de la Declaración de Independencia firmada en Caracas envía a José Ceballos, gobernador militar de Coro y colaborador suyo, en apoyo de la sublevada ciudad de Valencia.

    1811, octubre: Envía a su hijo Fernando a Curazao a solicitar ayuda militar a las autoridades británicas de esa isla.

    1812, marzo: Viaja a Puerto Rico con el propósito de trasladar a Venezuela tropas españolas recién llegadas a esa isla, pero ya habían salido hacia México.

    1812, 3 de mayo: El Capitán de Fragata Domingo de Monteverde toma la ciudad de Valencia, luego de haber triunfado en Barquisimeto (7 de abril) y en Cojedes (25 do abril). Desde entonces, comienza a ignorar la autoridad del Gobernador Fernando Miyares.

    1812, junio: El ayuntamiento de Valencia reconoce la autoridad de Fernando Miyares como Capitán General y Gobernador do toda Venezuela. El 22, desde Puerto Cabello, informó a Monteverde su intención de reunirse con él para asumir la jefatura del Ejército, pero aquel lo desobedece y no le hace caso.

    1812, 25 de julio: En San Mateo, firmada la capitulación de las fuerzas patrióticas, lo cual constituyó todo un éxito personal para Monteverde, quien toma posesión de todo el territorio ocupado por los independentistas, alegando que sólo a él le correspondía detentar el poder en todo cuanto había estado en poder de éstos.

    1812, 15 de agosto: Procedente de Puerto Cabello, el Gobernador Fernando Miyares llega a Coro, donde se establece con su familia. Ese mismo mes, va a Puerto Rico a entrevistarse con el Comisionado Regio Don Antonio Ignacio de Cortabarría.

    1812, 3 de septiembre: Domingo de Monteverde y Ribas es nombrado Capitán General de la Provincia de Venezuela y Presidente de la Real Audiencia de Caracas, en sustitución de Fernando Miyares.

    1812, 30 de septiembre: La Regencia lo encarga nuevamente de la provincia de Maracaibo.

    1813, 8 de diciembre: Por motivos de salud, entrega el mando en Puerto Cabello y parte hacia Puerto Rico.

    1814, febrero: Cesa como Gobernador de Maracaibo, al ser nombrado Capitán General y Presidente de la Real Audiencia de Guatemala. Decidió no aceptar ese cargo por su estado de salud y su avanzada edad (65 anos). Permaneció en Maracaibo, con su familia, como oficial retirado, ganando medio sueldo.

    1817: Pide al Rey su ascenso a Teniente General de los Reales Ejércitos, con destino a Santiago de Cuba. Entre sus méritos a la Corona, expuso haberla servido durante cincuenta y tres años. Sólo se le concedió su traslado a su país natal, Cuba.

    1818, abril: En Madrid, realiza gestiones para obtener una jubilación mejor.

    1818, 13 de octubre: Fallece en Santiago de Cuba, a los sesenta y nueve años de edad.

    1832, 8 de julio: En Caracas fallece su viuda Doña Inés Mancebo.

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    Un polémico retrato de Simón Bolívar

    Un polémico retrato de Simón Bolívar ha sido el presuntamente pintado en Londres, cuando estuvo allí en misión diplomática, enviado por la Suprema Junta de Caracas, desde Julio a septiembre de 1810. Considerado uno de los más célebres e importantes de la iconografía del Libertador, Don Alfredo Boulton opinaba:

    << Notables escritores se han valido de él para analizar el carácter, para imaginar las entrevistas con Lord WelIesley y para discutir sobre el derecho que tuviera o no Bolívar de llevar uniforme y espadín diplomáticos. Es raro el historiador que no mencione esta imagen cuando habla de la famosa misión. Es raro el que no se vale de el1a para reconstruir las entrevistas de Bolívar y Miranda. Es raro el que no la utiliza para sacar conclusiones acerca del aspecto físico y humano del Libertador>>. *

    El historiador don Manuel Segundo Sánchez, en su obra Apuntes para la Iconografía del Libertador, publicada en 1916, aseguró que dicho retrato era una miniatura sobre marfil, de gran mérito, pintada en Londres. Para muchos, ese retrato muestra la verdadera imagen del futuro Libertador en lo mejor de su juventud con veintisiete años de edad, vestido con hermosa casaca azul con entorchados y sobre la que luce, en el lado izquierdo de su pecho una flamante condecoración en forma de estrella de seis puntas con la leyenda <>. El retrato de la miniatura aparecía firmando por AITA sin constar ni lugar ni fecha, y llegó a ser propiedad de Fernando S. Bolívar, sobrino del Libertador.

    El libro Francisco de Miranda y La Revolución de América Española de William Spencer Robertson, en el tomo II, página 254, reproduce el retrato, sobre el cual dicho historiador informaba que su original se encontraba en Florencia, Italia, en la residencia de la familia Suárez Costa Miranda, descendientes de Francisco de Miranda.

    Hallando interesante tal información don Alfredo Boulton—quien siempre acotó ciertas incongruencias cronológicas que le impedían aceptar los orígenes del retrato—viajó a Italia para visitar a la familia mencionada y tuvo frente a sí el cuadro en cuestión.

    < (. . .) Es una importante tela de 1.08 mts. de alto por 70.5 cms. de ancho pintada al óleo por AITA. El parecido es notable. Está Bolívar sentado: y sus ojos profundos, cansados y oscuros y su alta frente, son los de un hombre bien entrado en la cuarentena. Viste casaca azul oscuro con pasamanería dorada, chaleco blanco, espada y condecoración en forma de estrella con la leyenda <>. El codo izquierdo está apoyado sobre una mesa cubierta por un paño marrón y se observan algunas hojas de papel blanco y un delgado libro de portada azul. La tez está trabajada en tonos sepias y amarillos. Los ojos son castaños y el fondo del cuadro es verde oscuro. El codo izquierdo posado sobre la mesa está mal dibujado. Las manos están hechas sin habilidad. Era AITA originaria de La Habana. Se llamaba Rita Matilde de la Peñuela y había nacido en 1840. A la muerte de su padre marchó a París, donde desde muy temprana edad mostró aptitudes de pintora, a tal punto que expuso en el salón Oficial de 1858. Théophile Gautier se expresaba elocuentemente de sus cuadros. Fue discípula de Ary Scheffer y Rosa Bonheur. Se especializó, casi por necesidad pecuniaria, en escenas de carácter doméstico con marcada preferencia por los gatos y los perros. Hizo algunos retratos y esta obra del Libertador es incuestionablemente su trabajo más importante. (. . .)>>.

    < (. . .) Creemos sinceramente que Rita Matilde de la Peñuela logró una personificación extraordinaria y captó con elementos de segunda mano uno de los más acertados parecidos de Bolívar>>.*

    La miniatura fue una preciosa reproducción del retrato que se encuentra en Florencia, Italia, y el cual no fue pintado en Londres tomando como modelo vivo a Simón Bolívar, ya que sus rasgos no son los de un entusiasta joven de veintisiete años, sino los de un hombre de más de cuarenta. Por otro lado, en 1810, aún no estaba instituida la condecoración <> y, de haber existido, todavía Bolívar no poseía méritos como para haberla ganado. Y algo muy decisivo: la pintora AITA no nació sino en 1840, es decir treinta años después de la visita de Bolívar a Inglaterra y diez años después de haber fallecido él en 1830.

    Concluyó Boulton sus interesantes observaciones:

    <>³

    La bibliografía especializada de Cuba muy poca información aporta sobre la pintora cubana Rita Matilde de La Peñuela. A los datos expuestos por don Alfredo Boulton, podemos añadir que, en 1860, pasó a Italia, donde posiblemente pintara el célebre retrato mencionado. Sus cuadros <>, << La habanera ausente>>. <>, <>, <> y otros le merecieron elogios del público y de los críticos. Entre éstos, del cubano Francisco Frías Jacott, Conde de Pozos Dulces, en su publicación El Porvenir del Carmelo de octubre de 1870 y de los franceses Theóphile Gautier y Adrien Paúl. Este último elogió en Le Siècle de 29 de junio de 1860 su cuadro <>, que figuraba en la exposición de Rouen de ese año. Theóphile Gautier escribió en Le Moniteur Universel de Paris del 29 de diciembre de 1855:

    <> y su propio retrato, muy gracioso por ser muy parecido. Sentimos mucho que Mlle. Rita, que tiene un talento particular para pintar los animales, no haya expuesto una soberbia gata do pelo blanco como un cisne, y colocada maliciosamente sobre una partición de La Ceneréntola, como el genio del hogar doméstico, que hemos visto y admirado en la vidriera de un mercader de la Rue Lafitte>>.

    En otro artículo suyo, publicado en el mismo periódico, pero del 6 de agosto de 1859, comentó:

    <>.

    ooOoo

    Personalmente, opino que la pintora no firmaba sus cuadros con un seudónimo, sino con su nombre RITA, pero que a muchos el trazo de la R puede haberles parecido A y han pensado que firmaba AITA.

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    El poeta José María Heredia y Venezuela

    Uno de los poetas mayores de nuestro idioma pasó parte de su niñez y adolescencia en Venezuela. Aquí comenzó a escribir sus primeros versos. Diez años después de haberse marchado, compuso uno de los más grandiosos poemas que se hayan dedicado al Libertador Simón Bolívar.

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    En la literatura hispanoamericana, posee aspecto relevante la obra poética del cubano JOSE MARIA HEREDIA (1803-1839). Si bien muchos de sus mejores poemas fueron fieles a las formas neoclásicas, su gran cultura literaria en francés, inglés e italiano le permitió conocer—desde apenas publicadas—importantes obras del entonces naciente Romanticismo. Irremediablemente influenciado por éste, se nota en sus poesías y obras dramáticas todo cuanto fue característico de ese movimiento: fuerte sentimiento nacionalista y patriótico: regodeo en íntimas sensaciones: consideraciones filosóficas y escatológicas, etc. JOSÉ MARÍA HEREDIA es reconocido no sólo como precursor del Romanticismo en las letras de América hispana sino como su Primer Romántico.

    Su padre, José Francisco Heredia y Mieses (1776-1820) fue nombrado Oidor Regente Interino de la Real Audiencia de Caracas y llegó a Venezuela en 1810, pocas semanas después de haberse constituido la Junta Suprema de Caracas. Venía desde Cuba con instrucciones de servir de mediador entre esa Junta y la Regencia de España, personificada ésta por el Gobernador y Capitán General Fernando Miyares, sustituto de Vicente Emparan, establecido en Maracaibo. Sus propósitos fracasaron porque la Junta no aceptaba órdenes de la Regencia y la representación de ésta se opuso completamente a sus gestiones de mediador. Se marchó a la isla de Santo Domingo-donde residía su familia-en enero de 1811; pero en junio de 1812, se le comunicó que debía trasladarse nuevamente a Venezuela a proceder a la reinstalación de la Audiencia en la ciudad de Valencia. Esta vez, el Oidor Regente llegó acompañado de su esposa, su primogénito José María, de ocho años, y una niña y un niño menores.

    La familia estuvo en Venezuela durante los años más terribles de la gesta independentista. Por razones de su cargo y por las inestabilidades causadas por la guerra, don Francisco Heredia, su esposa e hijos vivieron en distintos lugares del país. Primeramente en Coro, donde tenían familiares y amigos que habían llegado a Venezuela a finales del siglo XVIII procedentes de Santo Domingo. En agosto de 1813, ante la proximidad de las tropas de Bolívar, los Heredia se fueron, a lomo de mula, a Puerto Cabello dejando en. Valencia, moribundo, al menor de los niños. Ese mismo mes abandonaron a Puerto Cabello, rumbo a La Vela donde estuvieron casi dos años. A mediados de 1815, se trasladaron a Maiquetía y, el año siguiente, se establecieron en Caracas, cuando se reabrió la Audiencia. Su domicilio se hallaba en la Plaza de la Artillería. José María asistió a algunas clases en la Universidad de Santa Rosa be Lima, cuyas aulas estaban casi vacías, pues muchos de sus estudiantes estaban en la guerra o habían perecido en los campos de Vigirima y la Victoria. El once de septiembre de 1816, se le expidió certificado de haber aprobado Gramática Latina.

    JOSÉ MARÍA HEREDIA fue un talento precoz. En Venezuela—donde vivió cinco años, desde mediados de 1812 hasta diciembre do 1817—, escribió sus primeros poemas, a los que él denominaba <>. El impresionable niño sería constantemente motivado por múltiples causas: asuntos familiares y de amistad, conmociones telúricas, la exuberante naturaleza venezolana, el Mar Caribe, la realidad brutal de un país en guerra con sus desgarradoras manifestaciones de violencias… Todo ello intentaba plasmarlo en esos balbuceos poéticos, como el que tituló <>, escrito a sus once años de edad:

    Pasajero, cualquiera que tú seas,

    que a Maiquetía veas,

    no pongas tu atención,no tu cuidado

    en este lugar triste y arruinado,

    ni en esos frontispicios,

    restos de sus caídos edificios,

    que antes fueron hermosos y habitados,

    y ahora ya derribados

    sirven de madriguera

    al sapo horrible, a la culebra fiera.

    Los anteriores versos—al igual que otros escritos en Venezuela—no tienen fecha. El primer poema herediano fechado fue escrito en Puerto Cabello el 7 de diciembre de 1817 a bordo de la fragata americana <>, pocas horas antes de abandonar definitivamente suelo venezolano y fue titulado <>. El mismo consta de ocho estrofas de ocho versos octosílabos y fue compuesto en un momento de jovialidad del niño por la excitación que le producía emprender viaje al extranjero, luego de cinco años en Venezuela. En las primeras dos estrofas confesó:

    En el mismo día de hoy

    debo, querido Tovar,

    aqueste puerto dejar

    con bastante gusto en parte.

    Si, amigo, contento estoy

    porque salgo de una tierra

    que es teatro de la guerra

    y de las iras de Marte.

    Que además está afligida

    con horrorosos temblores

    de tierra, en que sus furores

    ostenta sañudo el cielo.

    Mas mi alma queda oprimida

    de dolor, al recordar

    que lejos voy a quedar

    de ese bellísimo suelo.

    Su elegía <> se supone fue compuesta poco tiempo después. En ella lamenta su partida de esa ciudad, en el siguiente fragmento:

    Cuando de la ciudad estuve lejos,

    de llanto mis mejillas inundadas,

    oprimido mi pecho y agitado:

    <<¡Oh Caracas>>, exclamo, <

    un tiempo me serviste, a Dios te queda!

    Mi destino fatal, mi suerte infausta

    me obligan a dejarte, pero siempre

    me acordaré de ti. ¡Qué tus desgracias

    cesen y seas feliz! Sagrados templos,

    que sois de un Dios eterno la morada,

    ya no veréis al que en mejores tiempos

    al Criador en vosotros adoraba.

    Adiós, amigos míos: hora adversa

    de vuestra compañía me separa.

    No me olvidéis jamás. Vuestra es mi vida,

    a despecho del tiempo y la distancia.

    ¡Oh Dios eterno y todopoderoso

    que estás mirando el fondo de mi alma,

    permíteme que yo a Caracas vuelva,

    luego que hayan cesado sus desgracias! >>.

    En 1825, publicó en Nueva York, reunidas en un tomo, la primera selección de sus poesías. El sabio venezolano Don Andrés Bello escribió sobre ellas su comentario << Juicio sobre las poesías de José María Heredia>>, del cual escogemos algunos párrafos:

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