Descubre millones de libros electrónicos, audiolibros y mucho más con una prueba gratuita

Solo $11.99/mes después de la prueba. Puedes cancelar en cualquier momento.

Ilumíname Con Tu Amor: Club de Cenas de Manhattan, #3
Ilumíname Con Tu Amor: Club de Cenas de Manhattan, #3
Ilumíname Con Tu Amor: Club de Cenas de Manhattan, #3
Libro electrónico270 páginas2 horas

Ilumíname Con Tu Amor: Club de Cenas de Manhattan, #3

Calificación: 0 de 5 estrellas

()

Leer la vista previa

Información de este libro electrónico

Cuando una carrera y un romance caliente chocan en esta historia sensual, la vida de Brooke Felsen se prende en llamas y las visiones de la corporativa de sus sueños se convierten en cenizas.... Ella trabajó su magnífico trasero en una agencia de publicidad en Madison Avenue 24h/7d, ganando fama, fortuna, y la calurosa pasión de su sexy, único jefe. Hasta que de repente la abandona, y su existencia -cuidadosamente construida- se desmorona como un frío pan al final del día....

Desesperada por recuperar su vida como Humpty Dumpty, Brooke recurre a sus amigas en el Club de Cenas de los lunes, todas dueñas de Pugs, y a su abuela, su "rock" desde la muerte repentina de sus padres hippies. Savvy Nan, elegante, sabia e ingeniosa en sus 70 y algo, le presenta a Pres Carpenter, el guapo, musculoso paseador de perros para sus pugs, que tiene la mirada en Brooke. ¿Será simplemente un escritor en apuros, deseoso de ganar dinero extra? O una muy buena "pesca", un príncipe encantador en la vida real, que oculta su angustia y sus secretos familiares. Cautivada por la candente química entre ellos, Brooke no puede ignorar el intenso deseo que siente por él, todo lo contrario a lo que ella pensó que quería. Y también encantada con las amistades de Nan, inteligentes, adorables, personas mayores que la ayudan a reconstruir su vida más allá de sus sueños más salvajes....

IdiomaEspañol
Fecha de lanzamiento14 ago 2018
ISBN9781540147042
Ilumíname Con Tu Amor: Club de Cenas de Manhattan, #3
Autor

Jean C. Joachim

¬¬¬ Jean Joachim is a best-selling romance fiction author, with books hitting the Amazon Top 100 list since 2012. She writes mostly contemporary romance, which includes sports romance and romantic suspense. Dangerous Love Lost & Found, First Place winner in the 2015 Oklahoma Romance Writers of America, International Digital Award contest. The Renovated Heart won Best Novel of the Year from Love Romances Café. Lovers & Liars was a RomCon finalist in 2013. And The Marriage List tied for third place as Best Contemporary Romance from the Gulf Coast RWA. To Love or Not to Love tied for second place in the 2014 New England Chapter of Romance Writers of America Reader’s Choice contest. She was chosen Author of the Year in 2012 by the New York City chapter of RWA. Married and the mother of two sons, Jean lives in New York City. Early in the morning, you’ll find her at her computer, writing, with a cup of tea, her rescued pug, Homer, by her side and a secret stash of black licorice. Jean has 30+ books, novellas and short stories published. Find them here: http://www.jeanjoachimbooks.com. Sign up for her newsletter, on her website, and be eligible for her private paperback sales. here: https://www.facebook.com/pages/Jean-Joachim-Author/221092234568929?sk=app_100265896690345

Autores relacionados

Relacionado con Ilumíname Con Tu Amor

Títulos en esta serie (2)

Ver más

Libros electrónicos relacionados

Romance contemporáneo para usted

Ver más

Artículos relacionados

Comentarios para Ilumíname Con Tu Amor

Calificación: 0 de 5 estrellas
0 calificaciones

0 clasificaciones0 comentarios

¿Qué te pareció?

Toca para calificar

Los comentarios deben tener al menos 10 palabras

    Vista previa del libro

    Ilumíname Con Tu Amor - Jean C. Joachim

    ACERCA DEL E-LIBRO QUE ACABA DE COMPRAR: Su compra no retornable de este e-libro sólo le permite UNA COPIA legal para su propia lectura personal en su ordenador o dispositivo personal. No tiene derechos de re-venta o distribución sin el permiso previo por escrito tanto del editor como de la propietaria de los derechos de este libro. Este libro no puede copiarse en cualquier formato, ser vendido o de otra manera ser transferido de su ordenador a otro ordenador a través de un programa de subida de documentos de igual a igual de forma gratuita o por una tarifa o como premio en cualquier concurso. Tal acción es ilegal y viola la Ley de Derechos de Autor de los Estados Unidos. La distribución de este e-libro en su totalidad o en parte, en red o de otra manera, impreso o de cualquier manera o método conocido actualmente o todavía por inventarse, está prohibida. Si ya no desea tener este libro, tiene que borrarlo de su ordenador.

    AVISO: La reproducción o distribución no autorizada de esta obra con derechos de autor es ilegal. La infracción criminal de los derechos de autor, incluyendo infringir sin remuneración, se investiga por la FBI y acarrea una pena de hasta 5 años en prisión federal y conlleva una multa de $250,000.

    A Moonlight Books Novel

    Sensual Romance

    Ilumíname Con Tu Amor

    Copyright © 2014 Jean C. Joachim

    E-book ISBN: 978-1-62622-817-7

    Diseño de portada por Dawné Dominique

    Editado por Tabitha Bower

    Traducido por Cymbeline

    Corrección de pruebas de Renee Waring

    La tapa y el logo tienen derechos de © 2015 por Moonlight Books

    TODOS LOS DERECHOS RESERVADOS: Esta obra literaria no puede ser reproducida o transmitida de ninguna manera o forma, incluyendo reproducción electronica o fotográfica, en parte o en su totalidad, sin permiso expreso.

    Todos los personajes y eventos en este libro son ficción. Cualquier semejanza con personas reales vivas o fallecidas es una pura coincidencia.

    Dedicatoria

    Para Jack Drucker,

    Un amigo especial cuyo apoyo constante me llega al alma.

    Reconocimiento

    Gracias por vuestra ayuda y apoyo: Tabitha Bower, Renee Waring, Sandy Sullivan, Ariana Gaynor, Larry Joachim, The Tuesday Tales writers, Kathleen Tighe Ball, Elaine Raco Chase, and Homer.

    A la Memoria de:

    Buster Amante, un doguillo que iluminó al mundo con su amor.

    Otros libros por Jean C. Joachim

    FIRST & TEN SERIES

    GRIFF MONTGOMERY, QUARTERBACK

    BUDDY CARRUTHERS, WIDE RECEIVER

    PETE SEBASTIAN, COACH

    DEVON DRAKE, CORNERBACK

    THE MANHATTAN DINNER CLUB

    RESCUE MY HEART

    SEDUCING HIS HEART

    SHINE YOUR LOVE ON ME

    TO LOVE OR NOT TO LOVE

    HOLLYWOOD HEARTS SERIES

    IF I LOVED YOU

    RED CARPET ROMANCE

    MEMORIES OF LOVE

    MOVIE LOVERS

    LOVE’S LAST CHANCE

    LOVERS & LIARS

    His Leading Lady (Series Starter)

    NOW AND FOREVER SERIES

    NOW AND FOREVER 1, A LOVE STORY

    NOW AND FOREVER 2, THE BOOK OF DANNY

    NOW AND FOREVER 3, BLIND LOVE

    NOW AND FOREVER 4, THE RENOVATED HEART

    NOW AND FOREVER 5, LOVE’S JOURNEY

    NOW AND FOREVER, CALLIE’S STORY(series starter)

    MOONLIGHT SERIES

    SUNNY DAYS, MOONLIT NIGHTS

    APRIL’S KISS IN THE MOONLIGHT

    UNDER THE MIDNIGHT MOON

    LOST & FOUND DUET (with BEN TANNER)

    LOVE LOST & FOUND

    DANGEROUS LOVE, LOST & FOUND

    SHORT STORY

    SWEET LOVE REMEMBERED

    ILUMÍNAME CON TU AMOR

    Jean C. Joachim

    Capítulo Uno

    LLOYD SIMMONS, EL JEFE y amante de Brooke Felson, la llamó a su despacho para un brindis privado. Sonriendo, Lloyd cerró la puerta, dió dos pasos y tomó a Brooke entre sus brazos para un beso apasionado.

    Lo hicimos. Hemos conseguido la cuenta. Le dió besos en el cuello y desabrochó su blusa. Cuando se quedó destapado su sujetador blanco de encaje, él rápidamente metió la mano y tomó el pecho de ella en su mano.

    Brooke se soltó de su abrazo para beber otro poco más. Le embargaba el júbilo, no podía dejar de sonreír. ¡Hemos conseguido la cuenta de alimentos gourmet Lady Gray. La cuenta más importante de la agencia! ¡Y yo soy la supervisora de la cuenta! Bebió un gran trago de la botella de champán en la mesa y rió cuando las burbujas le hicieron cosquillas en la nariz.

    La fiesta de la victoria seguía en la sala de conferencias. Brooke tiró del pañuelo que tenía atado al cuello y se lo dejó colgando. Incluso con la blusa abierta, se abanicó. Hace calor aquí dentro. Lloyd se acercó por detrás de ella y tomó sus pechos en las dos manos otra vez. Esta vez le besó en el cuello, deslizando la tela sedosa y dejando al aire sus hombros.

    Brooke estaba de cara a él y le tomó por los brazos. ¿Aquí? Aquí no. Espera. Vente a mi casa..." dijo ella, mordisqueándole un lóbulo de la oreja.

    ¿Ese cuchitril diminuto? Estamos solos aquí. Déjame que me siente y puedes—

    Antes de que él pudiera terminar de hablar, hubo un repique brusco en la puerta. Brooke dió un salto, empujándole a él y agarrando los lados de su blusa abierta.

    Pero era demasiado tarde. Sin esperar a que le dieran permiso, Evelyn Meriwether, Lady Gray en persona, abrió la puerta y se quedó parada allí mirando. El presidente de la empresa frunció el entrecejo. Ella elevó una ceja mirando a Lloyd, luego a Brooke y de vuelta a Lloyd. ¿Qué pasa? ¿Intentando seducir al jefe? Es una manera penosa de intentar conseguir un aumento de sueldo. Mejora tu rendimiento laboral en vez de eso".

    Lloyd elevó una mano hacia Broke antes de que ella pudiera contestar. ¿Qué puedo hacer por usted, Srta. Meriwether?

    Primero, puedes llamarme Evelyn, ya que vamos a estar trabajando muy... estrechamente.. los dos. Segundo, hay algo que quería comentar contigo. ¿Puedes hacer salir a tu secretaria?

    Un ardor que había estado subiendo lentamente por el cuello de Brooke, estalló en su cara. No soy—

    Nuevamente, Lloyd la calló. Brooke es la supervisora de tu cuenta.

    Evelyn hizo una mueca de desagrado. Vaya. No quiero una chica trabajando en mi negocio. Miró fríamente a Brooke, que ya se había abrochado la blusa.

    Podemos hacer un cambio. Estoy seguro que tenemos otro supervisor de cuentas que sea de tu agrado. Brooke puede tratar otros asuntos que se pueden beneficiar de su pericia.

    Evelyn elevó la ceja otra vez. ¿Pericia? ¿En serio? Parece que su pericia se puede encontrar en cualquier esquina de Hell´s Kitchen.

    ¿Cómo se atreve— Brooke estaba lista para explotar de ira, pero Lloyd la agarró, deslizando una mano por encima de la boca de ella.

    Venga, venga, Evelyn. Las apariencias engañan. Brooke está muy capacitada, madura y experimentada en el trato con los clientes.

    Brooke se percató de sus indirectas y se tragó su ira. Inhaló dos veces profundamente por la nariz y se relajó. Lloyd quitó su mano. Ella recogió su bolso, agarró su chaqueta del respaldo de la silla de Lloyd y se dirigió hacia la puerta, saliendo sin decir ni una palabra.

    Una vez en el pasillo, se dirigió hacia el ascensor, ansiosa por escapar antes de dar rienda suelta a su enfado. El ascensor parecía tardar años en llegar a la entrada. Las puntas de sus orejas estaban calientes y en el pecho ardía su indignación. Creo que nunca he estado tan enfada como ahora mismo. Cuando pisó la calle, sacó su móvil y esperó a que su mano dejase de temblar antes de marcar un número.

    Miranda contestó a la primera. ¿Qué pasa?

    Brooke contó lo sucedido tan aprisa que parecía un tren descarrilado.

    Para, para. No puedo entenderte.

    ¿Puedes venir a mi casa?

    Seguro. Déjame ponerle las correas a Romeo y Julieta y nos ponemos en camino.

    La ira empezó a abandonar a Brooke poco a poco. Saber que su amiga Miranda venía, la ayudó. Las mujeres del Club de la Cena de los Lunes siempre le hacían sentirse mejor.

    Cada lunes, Brooke se unía a sus amigas—Bess, Rory, y Miranda—en casa de Bess para cenar. Bess, una chef de horno con su propio programa de televisión sobre cocina, se traía los restos de comida del ensayo para que las mujeres pudiesen darse un banquete. Todas propietarias de perros doguillo, se habían conocido en Central Park, donde coincidían con sus perros. Se habían convertido en las mejores amigas de Brooke. Ella confiaba en las mujeres y se fiaba de sus consejos.

    Brooke se subió en un taxi y se dirigió hacia la zona norte para llegar a su apartamento que era un studio en una casa en la calle 74. Abrió una botella de vino, sirvió dos vasos y se quitó su ropa de trabajo—blusa de seda blanca, falda de lino de color turquesa con chaqueta a juego. Se cepilló su pelo largo moreno y se miró al espejo un momentito.

    Sus ojos verde oscuro estaban rojos de haber bebido demasiado champán. ¿Y qué si me emborracho? Es viernes. Mañana tengo el día libre. ¡Esa zorra! Y después de todo lo que trabajé para conseguir esa cuenta. Lloyd tiene que hacer las cosas bien. No quiero trabajar para nadie más. Se puso un vestido.

    Brooke había estado trabajando con la agencia de publicidad Gibbon & Walters desde hacía cuatro años. Fue su primer trabajo al graduarse. Trabajó mucho para que la ascendiesen. Nueva Supervisora de Cuentas, estaba orgullosa de su logro.

    Una sonrisa irónica se trazó en sus labios cuando pensó en la reacción de sus padres. Seguramente dirían—bien, es hora de dejar esa prisión corporativa y buscar un empleo que valiera la pena. Ellos habían muerto en un accidente de coche cuando Brooke tenía diez años. Había sido criada por su abuela materna, Ruth Quincy. Brooke la llamaba Nan, una abreviatura de Nana, Brooke ya era demasiado mayor para decirle eso a nadie. Tengo veintiocho años, no cinco. Se acabó lo de Nana.

    Los padres de Brooke habían sido personas alternativas, hippies viejos de los años Setenta. Habían creído en la despenalización de la marihuana, eran vegetarianos y reciclaban todo lo que pillaban. Su padre, Simon Felson, había sido maestro. Su madre Mary Lou, había sido una trabajadora social. Brooke era su única hija porque sus padres no creían en contribuir al crecimiento de la población.

    Cuando la policía encontró marihuana en el coche, supusieron que la droga había sido la causa del accidente. Los niveles de marihuana en la sangre de su padre confirmaron el hallazgo. Debido a que Brooke se había enterado de eso, se había enfadado y acabado por odiar todas las cosas que sus padres defendían.

    Ella había adorado a sus padres con cada célula de su ser. Cuando desaparecieron, se quedó desvalida. Cuando se enteró que el accidente podría haber sido enteramente culpa de ellos, su tristeza se convirtió en ira. Resentía lo que ella devino en llamar actitud irresponsable y luchó por ser todo lo contrario a sus padres—una historia de éxito en el mundo corporativo, madura y responsable.

    El timbre sonó anunciando la llegada de Miranda y sus doguillos, Romeo y Julieta. Brooke le dió un vaso de vino Cabernet a su amiga. Los doguillos bebieron del cuenco que Brooke siempre tenía lleno para los perros invitados que ahora se habían acurrucado en la alfombra. Las dos mujeres se pusieron cómodas en el sofá.

    Después de explicar lo que había pasado—más pausadamente esta vez—Brooke se arrellanó en los cojines. No es como que Lloyd no intentó...

    ¿Lo intentó? ¿Estás segura de él?

    ¿Qué quieres decir con `segura´?

    ¿Cuánto tiempo llevas saliendo con él?

    Seis meses.

    Y, sin embargo, ¿no te defiende?

    Es un cliente. Hay que hacer lo que diga el cliente.

    ¿En serio? ¿Y qué pasa con el amor? ¿La devoción? ¿el apoyo?

    Lloyd tiene otras fortalezas.

    ¿Como cuáles? Miranda bebió un sorbito de vino.

    Es bueno en la cama. Brooke se ruborizó ante su propia confesión.

    Eso no es suficiente. ¿Ahora, qué va a pasar?

    No lo sé. Brooke se pasó su vaso de vino de una mano a la otra.

    ¿No te irán a despedir, verdad?

    ¡Claro que no! Dios. Eso sería una catástrofe. De ninguna manera. Lloyd nunca me despediría.

    Nunca digas nunca jamás. Nadie es indispensable.

    A Brooke se le llenaron los ojos de lágrimas. ¿Me haría eso? ¿Después de todo lo que hemos compartido?

    Miranda le puso una mano en el brazo de Brooke. No quería alterarte. Pero a veces, la vida es una mierda. Lo único que te digo es que quizás no sea una mala idea que vayas pensando en buscar un trabajo nuevo.

    Brooke se inclinó y acarició a Romeo, que estaba a sus pies. Seguramente tienes razón.

    Miranda tomó el mando de la tele. Vamos a ver qué hay. A lo mejor una película. ¿Tienes palomitas?

    Creo que sí. Y ayer compré chocolate. Las dos mujeres encontraron una película titulada Vacaciones. Brooke metió las palomitas para hacerse en el microondas y Miranda abrió la caja de chocolates.

    ¡Chocolate con caramelo, mi favorito! Miranda sacó un chocolate de la caja.

    A mí también me gustan. Dios, lo curan todo.

    No es como que todo está perfecto en mi vida, Brooke. No quiero que estés donde estoy yo, eso es todo.

    A ti parece que te va bien todo.

    Algunas veces, quizás. No quiero comentar eso. Va a empezar la película, dijo Mirada, prestando atención a la televisión otra vez. Brooke metió las palomitas en un cuenco, abrió un par de Coca colas y se sentó con los pies apoyados en la mesa de café.

    A PESAR DEL AIRE FRESCO de Abril, Preston Carpenter bajó la cremallera de su chaqueta de cuero negro. Correr en Central Park con tres doguillos le habían hecho entrar en calor. El sol brillaba en los narcisos y los tulipanes, haciendo que sus colores amarillos, rojos, morados y rosa destacasen intensamente. Pres se sentó en un banco y repartió caprichitos a los perros que esperaban ante él.

    Dos de ellos, Fred y Ginger, eran de Ruth Quincy. Pres paseaba a la pareja de doguillos cada domingo por la mañana y a menudo durante la semana cuando sacaba a su propio doguillo, Buddy. Los tres perros jugaban juntos. A Pres le gustaba reír con las cosas que hacían. Ruth intentó pagarle, pero él protestó. No le contó que estar cerca de su nieta, Brooke, era premio suficiente.

    Pres sentía un flechazo por Brooke y esto siempre le tenía cohibido. Ella visitaba a Ruth cada domingo para comer. Pres hacía coincidir su recogida y entrega de Freddy y Ginger con las visitas de Brooke, esperando poder hablar con ella, quizás conseguir una cita con ella. Pero cuando sí la veía, se le trababa la lengua y ella le miraba por encima del hombro, como un criado, el paseador de perros y nada más.

    Su presencia le había convertido en un adolescente enamorado, tropezándose con sus propios pies para abrirle la puerta a la mujer de sus sueños. Estaba frustrado. Tengo treinta años, tengo experiencia con mujeres ¿Por qué me pone de esta manera?

    Miró su reloj. Sólo son las diez. Ella nunca llega antes de las once.

    Bueno, chicos. Tenemos que esperar otros cuarenta minutos. Se puso en pie y guió a los perros a un campo al lado del Gran Césped. Lanzó una bola de Cuz y los perros correteaban como locos, persiguiendo el juguete que botaba de manera errática. Después de una media hora, se tumbaron en la hierba, jadeando, para refrescarse.

    Vale, vale. Lo capto. La hora de juego se acabó. Pres tomó las correas de los perros y les guió fuera del parque. Llegaron al edificio de Ruth. El Huntington, un edificio alto y elegante en Central Park West. Rocky, el portero, saludó a Pres y acarició a los animales. Salieron del ascensor en la planta veinte. Ruth abrió la puerta mientras Pres desenganchaba sus correas y los doguillos se fueron inmediatamente corriendo hacia sus cuencos de agua en la cocina.

    ¿Te gustaría un poco de café? La mujer esbelta, atractiva con el pelo corto blanco, le sonrió. Vistiendo pantalones de color caqui, llevaba un jersey de color verde claro que realzaba el color verde de sus ojos—el mismo color que el de los ojos de su nieta.

    Él achinó los ojos. ¿Qué pasa?

    Ella no ha llegado aún. Así que pensé...

    Ya veo. Tú sabes, ¿no es cierto? Sentía el rubor en las mejillas.

    Por supuesto. ¿Por qué crees que te he contratado para pasear a los perros? Eres perfecto para ella.

    Tú sabes eso, y yo sé eso, pero a alguien se le ha olvidado contárselo a ella.

    Ven. Ruth le tomó del brazo y le guió a la mesa del salón. Estaba todo preparado para un brunch espectacular con vajilla Limoges y cubertería de plata. Una tetera de plata estaba llena y esperando. Le guió hacia una silla y luego sirvió dos tazas de café.

    ¿Un bizcocho? dijo ella, ofreciéndole un plato lleno hasta arriba.

    ¿Comiendo con la servidumbre? ¿Qué va a pensar Brooke? Tomó un pedazo de bizcocho y partió un pedazo.

    Es un poco creída, ¿no?

    Él levantó las cejas en respuesta y siguió comiendo.

    Su madre no era así para nada. Brooke tiene que crecer. Dejar estas tonterías y volver a sus raíces. Ruth sacudió la cabeza y luego se sirvió crema en el café.

    ¿Cómo era su madre?

    Mary Lou era dulce. Bondadosa. Era una trabajadora social con el corazón más blando de la tierra. Podía soltar una lágrima en un instante. O reírse. Le encantaban los vestidos de percal, la música country y folk, cocinar y coser. Y Brooke. Heredó cosas de mi. El orgullo de Ruth era innegable.

    ¿Qué le pasó a Brooke?

    Ella tenía diez años cuando sus padres murieron. Eso la destrozó. Ella idealizaba a su madre y su padre. Eran una familia muy unida. Una fiebre le impidió estar en el coche aquel día. Doy gracias a dios por eso. La voz de Ruth tembló. Dejó de mirar por la ventana para mirar fijamente en su taza.

    El sonido de una llave en la cerradura interrumpió la conversación privada que estaban teniendo. Brooke entró, vestía un vestido de color rosa de percal con mangas cortas y una chaqueta de cuero de color beige. Tenía el ceño fruncido y parecía estar abstraída.

    Es guapa. La mirada de Pres la recorrió lentamente desde su cabello lustroso de color marrón oscuro hasta sus manoletinas de color rosa. Su ingle se tensó levemente y la boca se le secó.

    Ella alzó la vista y sus miradas se encontraron. Pero el ardor que él había esperado ver en su mirada

    ¿Disfrutas la vista previa?
    Página 1 de 1