Descubre millones de libros electrónicos, audiolibros y mucho más con una prueba gratuita

Solo $11.99/mes después de la prueba. Puedes cancelar en cualquier momento.

Reforma Energética: Una trampa de subdesarrollo
Reforma Energética: Una trampa de subdesarrollo
Reforma Energética: Una trampa de subdesarrollo
Libro electrónico221 páginas2 horas

Reforma Energética: Una trampa de subdesarrollo

Calificación: 2 de 5 estrellas

2/5

()

Leer la vista previa

Información de este libro electrónico

"Este libro explica la reforma energética de 2013-2014 en México, proporciona un análisis de las causas del alza de la gasolina, electricidad y gas, así como de la actual debacle de PEMEX y de la CFE.

Con un lenguaje sencillo, el autor reflexiona sobre el futuro del sector energético y del desarrollo del país, proporcionando una visión integral de los principales aspectos económicos, políticos, jurídicos, históricos y sociales de esta reforma.

¿Qué hay detrás de esta reforma? ¿Cuál ha sido el papel de los partidos políticos y del sindicato petrolero? ¿Por qué esta reforma forma parte del ajedrez geopolítico? ¿Qué debemos hacer para recuperar nuestro sector energético? Estas son algunas de las preguntas a las que este libro pretende dar respuesta.

El autor, Sergio O. Saldaña Zorrilla, es Doctor en Ciencias Económicas y Sociales por la Universidad de Economía de Viena (WU-Wien), en Austria. Actualmente es evaluador de resultados del PNUD (ONU) en países latinoamericanos. Previamente ha sido Economista de la CEPAL (ONU), en Santiago de Chile; de IIASA, en Austria; del Senado y de la SHCP en México. Ha sido columnista de El Universal, de la revista Forbes México y actualmente del diario Sin Embargo. El Dr. Saldaña es autor de publicaciones de economía aplicada que son bibliografía obligada en posgrados de Europa y Norteamérica."



IdiomaEspañol
Fecha de lanzamiento1 abr 2018
Reforma Energética: Una trampa de subdesarrollo

Relacionado con Reforma Energética

Libros electrónicos relacionados

Política pública para usted

Ver más

Artículos relacionados

Comentarios para Reforma Energética

Calificación: 2 de 5 estrellas
2/5

1 clasificación0 comentarios

¿Qué te pareció?

Toca para calificar

Los comentarios deben tener al menos 10 palabras

    Vista previa del libro

    Reforma Energética - Sergio O. Saldaña Zorrilla

    Bibliografía

    Introducción

    México ha sido un país que históricamente ha entregado sus principales recursos naturales a gobiernos y compañías extranjeras. El dominio extranjero de nuestros recursos naturales ha durado cinco siglos; los primeros 35 años posteriores a la expropiación cardenista nos dieron un mayor margen de maniobra sobre nuestros recursos naturales y de ahí sobre la economía de nuestro país; fueron 35 años de soberanía energética sin los cuales no se entendería el llamado milagro mexicano del crecimiento económico del país de las décadas de 1940, 1950 y 1960. Una vez entendido que un país que no tiene el dominio de sus recursos naturales es un país que no puede salir del subdesarrollo, queda entonces desmitificado que dicho milagro mexicano nunca fue tan milagro, sino una simple relación causa-efecto de tener autodeterminación sobre nuestros recursos y de ahí sobre nuestra economía. Sin embargo, desde 1973 y más marcadamente desde 1988, el país ha ido retornando a ser una colonia de facto nuevamente.

    He escrito este libro con el principal objetivo de que sirva de base a nuestra generación para que recuperemos nuestra soberanía sobre nuestros recursos naturales, sobre nuestra economía y sobre nuestro destino político. Debemos hacerlo con valor pero con madurez; con coraje pero sin fanatismos; con fuerza pero sin falsas revoluciones. La revolución está en nuestros actos presentes, diarios, conscientes.

    De los 496 años del periodo que va desde la caída de Tenochtitlán hasta el día de hoy¹, sólo durante 35 años México había dispuesto de sus propios recursos para acelerar su desarrollo económico; me refiero a los 35 años del periodo que va desde la nacionalización de la industria petrolera en 1938 hasta 1973, año en que inicia la reorientación del petróleo de palanca del desarrollo nacional a fuente de divisas, proceso que desembocó en la aprobación del último dictamen de la legislación secundaria de la reforma energética en 2014 en el que se consumó la entrega de nuestro sector energético. A partir de la aprobación de esta reforma energética, México ha retornado al grupo de países considerados por las teorías del desarrollo económico como países con una economía periférica en vías de desarrollo, grupo del que con tanto trabajo se había luchado por salir y por mantenerse en la ruta hacia convertirnos en una economía central. Ese retorno al subdesarrollo periférico es en esta ocasión, a diferencia de en el pasado, un acto voluntario. La voluntad de ese acto proviene de quienes encabezan el actual gobierno mexicano.

    Desde su campaña a la presidencia de la república, Enrique Peña Nieto y su grupo ya se habían comprometido a entregar el control de la industria petrolera nacional a Estados Unidos de América (EE. UU.). Y no es que Felipe Calderón Hinojosa no lo hubiera querido hacer también²; es que de alguna manera el mismo grupo del Partido Revolucionario Institucional (PRI) de Peña Nieto se lo impidió cuando aún eran oposición. Pero ese grupo del PRI no se lo impidió por amor a la patria o porque quisieran preservar al patrimonio de todos los mexicanos, sino porque querían reservarse para ellos la realización de esta privatización en el siguiente sexenio, en el suyo; querían ser ellos personalmente quienes se quedaran con las ganancias económicas que generaría vender nuestro petróleo a compañías extranjeras.

    Esta privatización es en esencia un debilitamiento de la soberanía nacional, pues el control de la producción de hidrocarburos es la base de la soberanía energética de cualquier país y uno de los tres pilares de la soberanía en sí. Me refiero a la soberanía militar, alimentaria y energética. Quien depende de otro país en uno o más de estos aspectos no puede llamarse país soberano, pues las decisiones para su supervivencia ya no son exclusivamente suyas.

    Cuando este debilitamiento de la soberanía nacional es premeditado y ejecutado por un grupo de ciudadanos mexicanos, como ha sido en este caso, estamos además ante un caso de traición a la patria. Hay quienes, mediocremente, creen que esta entrega del petróleo mexicano tenía que darse por las buenas o por las malas; porque, según ellos, Estados Unidos, como país, obtiene lo que quiere en el mundo, ya sea por la vía de la negociación, de la presión, del boicot o hasta por medio de la guerra, y dada nuestra inferioridad militar respecto de ellos, no nos quedaba más que rendirnos. Falso. De ninguna manera es válido ese cobarde argumento. Un planteamiento tan derrotista como ese, sólo puede caber en mentes demasiado pequeñas, carentes de dignidad y de sentido del honor. Si así fuera, ante una presión creciente Estados Unidos, como de cualquier otro país, el gobierno mexicano aún podía haber echado mano de la diplomacia, de la negociación internacional, de la defensa en foros internacionales, de la asociación estratégica con otros países; en fin, aún quedaban muchos recursos por agotar. Pero no se hizo uso de esos recursos porque más que la presión de Estados Unidos sobre nosotros, la privatización del petróleo nacional se realizó por la ambición y corrupción sin escrúpulos del grupo que actualmente usurpa el gobierno de México³.

    Considero que la responsabilidad de esta traición tal vez no deba recaer directamente en todo el aparato político-burocrático del PRI, sino más precisamente en una parte de su cúpula; en concreto, en la parte que Álvarez Mozqueda (1985) identificó como el grupo obregonista. El grupo obregonista lo conforman los herederos políticos de las fuerzas del general Álvaro Obregón, que en las décadas recientes ha estado representado por los gobiernos de Gustavo Díaz Ordaz, Carlos Salinas de Gortari y Enrique Peña Nieto, que conforman un mismo linaje⁴. Por eso no es extraño encontrar en el gabinete de Peña Nieto a muchos ex-funcionarios y políticos provenientes del sexenio de Salinas de Gortari. Por eso es tan fácil encontrar elementos comunes en los gobiernos de Díaz Ordaz, Salinas de Gortari y Peña Nieto; por ejemplo, la disidencia controlada del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN), activa sólo en los sexenios de Salinas y de Peña; o el uso de las mismas técnicas de desapariciones forzadas y la recurrencia sin reparo a crímenes de Estado entre estos tres sexenios, como la matanza de estudiantes en Tlatelolco en 1968 (Díaz Ordaz), el asesinato de Luis Donaldo Colosio en 1994 (Salinas de Gortari), la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa en 2014 y cerca de 20 mil desaparecidos más (Peña Nieto), por citar sólo algunos ejemplos.

    Sé que existen sectores nacionalistas del mismo PRI que no están de acuerdo con esta reforma energética, pero callan por simple disciplina de partido, y porque esperan que les llegue su turno y que para ese entonces nadie de su partido les reclame en reciprocidad. También existe una cúpula empresarial que tampoco está de acuerdo, pero, de manera similar a la disidencia priísta, callan porque esperan que en cualquier momento este entramado de traiciones a la patria les salpique ganancias. Ambas visiones son egoístas y miopes. La falta de consciencia predomina en ellas. Al callar se están convirtiendo en cómplices y corresponsables de esta corrupción cada vez mayor en el país, que a la vuelta de la esquina puede incluso revertírsele a ellos mismos al ser blanco potencial de la criminalidad, incubada por su propia permisividad a la impunidad.

    Con este libro pretendo explicarle al ciudadano mexicano, con palabras claras y tan sencillas como sea posible, por qué se realizó la reciente reforma energética, qué implicaciones tiene para los ciudadanos, para las finanzas públicas y para el Estado mexicano. Decidí dejar fuera de este libro, tanto como me fue posible, estadísticas excesivas, cálculos y referencias a la teoría económica a fin de permitir un flujo más ágil de la argumentación, remitiendo al lector a la bibliografía correspondiente tan sólo en los pies de página. En algunos casos fue imposible dejar fuera un mínimo de cálculos; mi formación académica me impide prescindir de un mínimo de rigor científico.

    Agradezco enormemente al lector por darme la oportunidad de exponerle mis argumentos, que no son más que mi interpretación de los hechos y de las cifras a los que tuve acceso. Creo que aún estamos a tiempo de romper pacíficamente con esta perversa inercia de subdesarrollo periférico. Somos libres de cambiar la realidad tan pronto lo decidamos.


    ¹ En efecto, en 1521 no existía México como tal, pero si observamos el sistema de administración colonial, ya el Virreinato de la Nueva España deja trazado desde sus inicios la estructura fundamental sobre la que se erige México (incluyendo administración pública, crisol racial y lingüístico, asimetrías económicas, contradicciones de identidad nacional, etc.). Por ello me he tomado la libertad de unirme al grupo de autores que sostienen la existencia de una continuidad ontológica de México a partir de ese año

    ² Recordemos la intensa campaña del gobierno de Felipe Calderón que insistió en la necesidad de abrir la industria petrolera nacional a empresas extranjeras, porque teníamos un tesoro en aguas profundas pero que necesitábamos de extranjeros para extraerlo.

    ³ Sostengo que el actual y el anterior gobierno mexicano han usurpado el ejercicio del poder público toda vez que tanto en el 2006 como en el 2018 llegaron por la vía del fraude electoral, tema sobre el que he escrito abundantemente en otros textos, pero que abordarlo en este texto nos alejaría demasiado de la tesis central de la presente obra.

    ⁴ Es una especie de dictadura compartida entre cuatro grupos que alternadamente, cada 24 años, reciben la presidencia de la república a partir de un pacto de civilidad firmado luego del asesinato de Obregón. Los cuatro grupos los conforman: obregonistas, callistas, carrancistas y cardenistas. El lector, con razón aparente, se preguntará qué pasó en los sexenios de Fox y Calderón: gobernaron para los grupos carrancista y cardenista, respectivamente.

    Capítulo 1. La Reforma Energética

    La Reforma Energética consiste en un conjunto de modificaciones efectuadas a la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos en sus artículos relacionados con el sector energético. La esencia de esta reforma es la entrega de la propiedad, dominio y control de la industria energética del país a empresas particulares predominantemente extranjeras. En consecuencia, de esta reforma se derivan modificaciones a la Legislación Secundaria relativa al Sector Energético del país. Esas modificaciones, en esencia, consisten en:

    1. Estímulos a la participación de empresas privadas nacionales y extranjeras en el sector energético.

    2. Se elimina la facultad exclusiva del Estado mexicano en la propiedad, el dominio directo y el derecho de explotación integral de los hidrocarburos y de la generación de electricidad.

    3. Redujo las facultades del estado mexicano en materia de electricidad a una postura de observador de las actividades de los particulares nacionales y, sobre todo, extranjeros. Por eso el Estado mexicano se está convirtiendo en un simple ente técnico para el despacho de la energía eléctrica.

    4. Estableció un sistema que estimula el contratismo en materia energética, el cual desplaza a PEMEX y a CFE, por el cual empresas privadas realizarán las actividades sustantivas de extracción y explotación integral de los hidrocarburos, así como la generación, conducción, transformación, distribución y abastecimiento eléctrico.

    5. Aparece la figura de la ocupación temporal y las servidumbres legales, lo que en esencia legaliza la expulsión, por la fuerza, de habitantes para la exploración y producción por parte de empresas particulares nacionales y extranjeras.

    Los artículos constitucionales que en concreto definen el sector energético del país y que fueron modificados, son el 25, 27 y 28. Se reformaron, del artículo 25 constitucional, los párrafos cuarto, sexto y octavo, añadiéndosele un párrafo séptimo; del artículo 27 se reformó el párrafo sexto; del artículo 28, los párrafos cuarto y sexto, añadiéndosele un párrafo octavo⁵. Este paquete de reformas fue aprobado por el Congreso de la Unión el 20 de diciembre de 2013.

    Para darle congruencia y operatividad a estos cambios constitucionales, también se modificaron, y en algunos casos también se crearon, distintos ordenamientos legales relacionados, por medio de la Legislación Secundaria en Materia Energética, finalmente aprobada por el Congreso de la Unión el 11 de agosto de 2014, ordenamientos que se listan a continuación:

    • Ley de Hidrocarburos

    • Ley de Inversión Extrajera

    • Ley Minera

    • Ley de Asociaciones Público Privadas

    • Ley de Industria Eléctrica

    • Ley de Energía Geotérmica

    • Ley de Aguas Nacionales

    • Ley de la Agencia Nacional de Seguridad Industrial y de Protección al Medio Ambiente del Sector Hidrocarburos

    • Ley de Petróleos Mexicanos

    • Ley de la Comisión Federal de Electricidad

    • Ley Federal de las Entidades Paraestatales

    • Ley de Adquisiciones, Arrendamientos y Servicios del Sector Público

    • Ley de Obras Públicas y Servicios Relacionados con las Mismas

    • Ley de los Órganos Reguladores Coordinados en Materia Energética

    • Ley Orgánica de la Administración Pública Federal

    • Ley de Ingresos sobre Hidrocarburos

    • Ley Federal de Derechos

    • Ley de Coordinación Fiscal

    • Ley del Fondo Mexicano del Petróleo para la Estabilización y el Desarrollo

    • Ley Federal de Presupuesto y Responsabilidad Hacendaria

    • Ley General de Deuda Pública

    • Reglamento Interior de la Agencia Nacional de Seguridad Industrial y de Protección al Medio Ambiente del Sector Hidrocarburos

    • Reglamento Interior de la Secretaría de Energía

    • Reglamento de las actividades a que se refiere el Título Tercero de la Ley de Hidrocarburos

    El sector energético

    Aunque con esta obra no pretendo proporcionar un libro de texto, sí considero crucial hacer explícito un mínimo de conceptos, especialmente dirigidos a los lectores poco familiarizados con temas de materia energética.

    El sector energético está constituido

    ¿Disfrutas la vista previa?
    Página 1 de 1