El Despertar De La Conciencia Tolteca

Por Juanita Delgadillo Ramírez

Cihualpilli Tzapozintli mstica soberana de Tonal y su valiente hija Xochiatzin conforman esta historia que nos transporta al pasado, justamente a la conquista espaola encabezada por Nuo de Guzmn.

Entre narracin y poesa vive estos momentos que te internaran en el fascinante mundo de la sabidura indgena que podemos rescatar hoy conociendo el legado que nos heredaron.

La princesa Xochiatzin y el caballero guila Altecatl llegan a amarse intensamente y juntos enfrentar valerosamente al ejercito espaol.

El final de esta historia nos conduce a una profunda reflexin del olvido en que estn sumergidos los conocimientos ancestrales toltecas.

• Idioma: Español
• Editorial: Palibrio
• Fecha de lanzamiento: 11 feb 2011
• ISBN: 9781617644122

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EL DESPERTAR

DE LA

CONCIENCIA

TOLTECA

Juanita Delgadillo Ramírez

Copyright © 2011 por Juanita Delgadillo Ramírez.

Número de Control de la Biblioteca del Congreso:    2010941567

ISBN:                               Tapa Blanda                      978-1-6176-4411-5

                                         Libro Electrónico              978-1-6176-4412-2

Todos los derechos reservados. Ninguna parte de este libro puede ser reproducida o transmitida de cualquier forma o por cualquier medio, electrónico o mecánico, incluyendo fotocopia, grabación, o por cualquier sistema de almacenamiento y recuperación, sin permiso escrito del propietario del copyright.

Esta es una obra de ficción. Los nombres, personajes, lugares e incidentes son producto de la imaginación del autor o son usados de manera ficticia, y cualquier parecido con personas reales, vivas o muertas, acontecimientos, o lugares es pura coincidencia.

Este Libro fue impreso en los Estados Unidos de América.

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Por tu dulce paciencia y gran amor

por tu compañía y apoyo constante

es a ti esposo a quien agradezco

infinitamente, hoy y siempre.

Te amo Rafael

A ustedes Itzel, Yael, Mitzeri y Ben Yair

quienes me han permitido ser

parte de su formación, de sus sueños y

alegrías, de sus triunfos y errores, les

agradezco su tierna calma al restar de sus

vidas mis más elevados anhelos.

Con todo mi amor

a mis hijos

Para un alma que refleja en su mirada

un inmenso mar de ternura y cariño

que al nacer trajo a mi vida un entusiasmo

y alegría Comparable solo

con su hermosa sonrisa.

A ti Estephany

nietecita querida

INTRODUCCIÓN

Esta historia comienza a formarse cuando me encontraba hace ya varios años en un paseo con un grupo de amigos con quienes comparto el gusto por la naturaleza, la meditación, la armonía con el universo y lo divino que envuelve todo.

Algunos quemaban incienso y copal preparando el lugar para respirar el aire impregnado de aromas que nos hicieran ir despejando de nuestras mentes el estrés y la contaminación de la ciudad.

Yo ubicaba los elementos de vida y su representación en el centro del circulo que formamos, nos sentamos, comenzamos a respirar largo y profundo hasta que sentimos la relajación del cuerpo, lo cual permitió elevarnos hacia nuestra conciencia, mantenernos con tranquilidad en la nada y dar apertura y percepción manteniendo firme el sentimiento mas hermoso; el amor fraternal hacia todos los seres vivientes y el universo.

Mi mente estaba alejada de todo pensamiento, logre concentrarme sin tener ideas ni recuerdos, nada, todo era de un blanco total.

Fue entonces que vino a mi mente el ascenso de un humo claro y suave que al ondularse con el aire fue transformándose en una figura femenina vestida de blanco danzando al compás de tambores y sonajas, todavía puedo recordar el ritmo de esa música que estaba en su más alto tono de culminación.

Pude ver que era una hermosa mujer con el pelo negro, largo y brillante que le cubría la espalda casi hasta su estrecha cintura, su piel morena ahora mas claramente se veía al ser iluminada por una fogata que alegre ardía dando luz. Fue cuando vi que alrededor de esa mujer danzaban otras personas de su mismo color de piel y que lucían plumas entre sus cabellos, usando ropas claras y sencillas como en la época de nuestros antepasados indígenas.

La danza como lo mencione estaba en su culmen y las personas que danzaban alrededor de esa mujer se postraron agachando su cabeza y cerrando los ojos manteniendo las manos en una de sus rodillas mientras la otra tocaba la tierra; las otras personas que tocaban los tambores, una especie de flauta y las sonajas cantaban de una manera muy especial, no eran frases, ni siquiera palabras, eran como murmullos o mantras que repetían también con sus ojos cerrados, todos en tal concentración que unificaron su energía para que en conjunto la danzante diera vueltas muy despacio, meciéndose en el espacio llegando a un punto en que alzo sus brazos dejando que sus manos se tornaran suaves como tocando el cielo y al mismo tiempo formando con ellas una serpiente que ascendía, pues a la luz de la fogata se formo con las sombras que la proyectaron.

Cuando vi esta escena, me di cuenta de que esta hermosa mujer estaba levitando, sus finos pies no tocaban el suelo.

Después el retumbar de los tambores y demás instrumentos se hicieron más fuertes, dramáticos, trágicos, pude ver de la danzante una corona que portaba en su cabeza, era de un metal dorado, supongo que de oro y en su frente se alzaba una figura que después pude reconocer.

Mientras la música tocaba así, una serie de sucesos vino rápidamente a mi mente, muchos cuerpos descuartizados sufriendo y muriendo entre las llamas del fuego y humo de la fogata.

Lo último de aquella visión fue de nuevo aquella mujer danzante acompañada de un hombre altivo, corpulento y alto que llevaba en su cabeza un vistoso y colorido penacho, la tomo de la mano corrieron juntos sonriendo ahora por un lugar con muchos árboles, plantas y flores multicolores, de pronto llega un brioso corcel negro con su jinete del que solo veo su espada surcando el aire; se escucha un grito angustioso de muerte para luego ver como cae a la tierra muy despacio y con una tremenda pausa la corona de aquella mujer que ahora capte mas en detalle y que lucia una serpiente alada y decorada con piedras preciosas; el lucido penacho de ese hombre también cae de la misma manera. Poco antes de este suceso, la mujer de mis recuerdos es golpeada fuertemente en la cabeza por el mismo jinete, específicamente arriba del ojo izquierdo

Sentí que desfallecía, en ese momento termino mi visión y en el pecho mi corazón latió muy fuerte como si quisiera salirse de mi cuerpo. Curiosamente a partir de ese día y hasta la actualidad padezco de un intenso dolor en mi cabeza exactamente en ese mismo sitio.

Desde entonces llegaron a mi mente escenas que fueron tomando un curso, algo se estaba formando dentro de mi, pronto entendí que se trataba de la historia de la conquista española específicamente en Tonalá Jalisco en México, para mi sorpresa muchos de los datos, sucesos y personajes los encontraba en los libros que me dedique a leer para corroborarlo casi todo, solo algunos datos o detalles en fechas y nombres no los recordé digamos fidedignamente.

Al estar frente a la estatua de la reina Cihualpilli, creí que me identificaría con ese personaje, pero no fue así no lo sentí directamente, pero había algo en ella que me hizo recordar a uno de los personajes de los que muy escasamente se tienen datos en libros, su hija, aquella que se revelo ante el mandato de su reina madre e hizo el enfrentamiento mas grande en la región Chimalhuacana contra los extranjeros, su nombre Xochiatzin y es entre estas dos mujeres que se entreteje mi historia.

Una historia que se concibe digamos como regional y que al seguir su desarrollo llega a tocar la cosmovisión de una nación rica en tradiciones y un legado Tolteca valiosísimo.

Una mirada al interior de sus páginas te llevará a sentir la concepción de una raza que sucumbió ante otra y que al hacerlo resguardo sus tesoros a tal grado que muy pocos lo saben, en el hermetismo se enterraron y fueron protegidos para no perderlos.

Ahora, después de mirar hacia su interior, nos damos cuenta de que al ocultarlos los hemos olvidado y que hemos seguido el camino impuesto por los conquistadores; nos siguen invadiendo aprovechando la somnolencia en que vivimos.

¡Por eso es necesario despertar! ¡Rescatemos nuestra cultura, hagámosla libre de miedos y frustraciones!

¡Tenemos la sabiduría de Quetzalcoatl en las venas, en nuestra mente existe la semilla tolteca que germinará en actitudes nuevas ante los demás!

Cuando se nace con la determinación de cumplir con tu misión en la vida, hay un camino por recorrer. Antes de ver la luz ya hay comunicación, ya hay sabiduría, si aunado a eso te entregas sin medida, sin preguntarte siquiera que es lo que pasara, todo fluye, todo se facilita.

Estando frente a la ´´piedra lisa´´ y recorriendo mi pasado, recordé momentos muy tristes que pensé habían sido olvidados, otros mas que hicieron que confirmara mi destino; pero sobre todo había algo que me inquietaba muchísimo.

Aquellas escenas que me provocaron un pánico inmenso, esos cuerpos desmembrados, tanta muerte y destrucción, esos animales portentosos que eran guiados por almas renegridas de poder y ambición que no querían extender su reino, sino acabar con el nuestro.

En medio de todas esas visiones hay algo que me inspira cada día, que hace mas intensas esas noches de tibia luna.

Imagino su figura erguida y fuerte, sus ojos buscando los míos, su mirada llegando hasta mi alma, su cuerpo que me invita a desearlo con eterna pasión.

Los profundos lazos de amor que nos unen no tendrán fin, aunque separen nuestros cuerpos, aunque las espadas o fusiles nos den muerte, por siempre estaremos unidos.

Xochiatzin

En la falda nororiente del cerro de la reina se encuentra la entrada al palacio de la Cihualpilli que un día será abierto, un lugar místico que encierra muchos valiosos tesoros y brillantes historias de un pueblo que fue conquistado, una mujer y su hija

conforman el reinado tonalteca.

anónimo

1

EL REGRESO DE MIS DIAS

Historias que nacen siendo gotas de agua del río de la vida; sus aguas no son las mismas, cambian al ritmo de la conciencia humana.

Esta historia comienza un día soleado de marzo, en un lugar que se pierde en el tiempo y a la vez, inicia en la vida un tiempo nuevo.

Un paisaje espléndido es el marco para que inicie esta gran aventura, en una zona boscosa, repleta de árboles frondosos, una vegetación tupida y abundante, flores de varios colores que contrastan con el verde pasto, aves que vuelan meciéndose en el cielo y que pareciesen saludar al astro rey que ilumina con fervor este día.

Un cielo vibrantemente azul que se engalana con un fondo de otros cerros que se ven a lo lejos, los mezquites muy propios de esta tierra, los guamúchiles y árboles de tejocotes hacen su presencia que al mismo tiempo parecen cortarse hacia el norte donde una barranca muy profunda y algo empinada termina en un caudaloso río que parece bordear aquella región y limitar este paisaje.

Este lugar hasta hoy descrito es un cerro por demás especial, en el hay una piedra casi lisa, tan perfectamente pulida que parece una gran mesa algo inclinada y casi redonda.

En este entorno y con la misma armonía que reina, sobresale una vereda estrecha y frágil que llega desde las faldas del cerro hasta la piedra lisa.

Y así, completando este paisaje, por esa vereda aparece una mujer que vestida toda de blanco camina despacio y con calma, con una tranquilidad que contagia; luce en su pelo una corona que se pierde en su pelo negro, tan brillante y negro que hace que ese ornamento contraste y luzca en ese hermoso cabello; ella tiene piel morena, fina y delicada, con una delgadez envidiable; en verdad que es una figura encantadora, su rostro reboza de juventud y sus grandes ojos negros enaltecen esa mirada que es quizá lo más deslumbrante en toda ella, su boca es comparable a los pétalos de flores que por ahí se encuentran abiertos a la luz del sol, desbordantes de tersura y suavidad, arrogantes de un colorido rojo pasión.

Su presencia aquí es como la hoja que mueve el viento, o como el agua que cae del cielo formando lluvia hacia la tierra, no es algo mas en este lugar, es parte de la naturaleza que aquí muestra su grandeza.

Sigue y sigue y sus pasos son cada vez más seguros y certeros, como si alguien al oído le susurrara por donde y a que dirigirse.

Esa tranquilidad reflejada, se convierte poco a poco en una fijación suprema, de pronto se detiene al pie de la gran piedra que por su superficie plana parece de cristal, y mágicamente comienza a reflejar la luz del sol de una manera tan fascinantemente brillante que aquella mujer se cubre el rostro ante tal esplendor, una ráfaga de aire que viene de las entrañas de esta piedra, mueve su pelo y hace que de un paso hacia atrás, sus manos envuelven su rostro hasta que parece terminar dicho suceso.

Todavía con desconfianza y con los ojos semi-cerrados se incorpora manteniéndose frente a la roca y respirando profundamente logra mantener una relativa tranquilidad.

Una gran inquietud invade su cuerpo, sus manos se cruzan oprimiendo su pecho, fija la mirada en la superficie de la roca, pero al hacerlo, se da cuenta de que está ya no es como al principio con apariencia de cristal, sino que es ahora como una pantalla gigante en la que se empiezan a formar figuras difusas y borrosas de colores que van desde el negro y gris hasta ser una mezcla de todos los colores existentes hasta crear una mancha roja y grotesca que al principio empieza a girar como un gran rehilete que se desprende hacia todas partes, en ese momento, ella se agacha un poco mas enfocando su mirada hacia el centro, es entonces cuando se da cuenta de que son figuras humanas pequeñísimas que son desmembradas, descuartizadas al mismo tiempo que giran; ella siente al ver este destrozo una gran tristeza, su corazón late con mas fuerza y de sus grandes ojos asoman lagrimas de verdadera angustia y soledad.

Nuevamente sus manos envuelven su cara y sin contener el llanto llora desconsoladamente; pero en esas manos temblorosas y a la vista frágiles, al tocar su frente cambian casi instantáneamente al tocar la corona que lleva en la frente, con sus dedos desliza suavemente ese metal bruñido ricamente, formado por incrustaciones de piedras de colores que al centro lucen una piedra azul transparente que sostienen varias manos minúsculas pero