Ensayos sobre el arte de escribir
()
Información de este libro electrónico
Robert Louis Stevenson
Robert Louis Stevenson (1850-1894) was a Scottish poet, novelist, and travel writer. Born the son of a lighthouse engineer, Stevenson suffered from a lifelong lung ailment that forced him to travel constantly in search of warmer climates. Rather than follow his father’s footsteps, Stevenson pursued a love of literature and adventure that would inspire such works as Treasure Island (1883), Kidnapped (1886), Strange Case of Dr Jekyll and Mr Hyde (1886), and Travels with a Donkey in the Cévennes (1879).
Relacionado con Ensayos sobre el arte de escribir
Títulos en esta serie (41)
Pensamientos Calificación: 4 de 5 estrellas4/5El avaro Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesEnsayo sobre los privilegios Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesEl sueño de Escipión Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesHistoria del teniente Yergunov Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesMemorias de Ultratumba - El Genio del Cristianismo Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesEnsayos Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Pensamientos y reflexiones Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesSobre los deberes Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesElogio de la pereza / El instante presente Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Orso Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesSoliloquios Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Consejos a un joven poeta Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesLa Novena Sinfonía de Beethoven Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesFedra Calificación: 3 de 5 estrellas3/5Apología de Sócrates Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Sobre la clemencia Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesDivina comedia Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesLos Lusiadas Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Cartas sobre Cézanne Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesCómo ganar las elecciones Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesAntropología: Textos escogidos de la Suma Teológica Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesEnsayos sobre el arte de escribir Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesLos melindres de Belisa Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesEl curioso impertinente Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesLas paradojas de los estoicos Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Cartas a un joven poeta Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Ética a Nicómaco: Selección Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Una invitación a leer...mejor Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesEl sueño de un anciano Calificación: 5 de 5 estrellas5/5
Libros electrónicos relacionados
Manual de creatividad literaria de la mano de los grandes autores: Taller de Literatura y Vida Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesEl deseo de lo único Calificación: 5 de 5 estrellas5/5La extensión de mi cuerpo Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Cartas a un joven poeta - Elegías del Dunio Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Del vicio de los libros Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Presencias reales Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesEckbert el rubio Calificación: 3 de 5 estrellas3/5Textos y pretextos Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesSobre la escritura. Francis Scott Fitzgerald Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Escribir: Ensayos sobre literatura Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesLeer con rayos X: 25 obras maestras que mejorarán tu escritura Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Para escribir hay que leer Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Ensayistas ingleses Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesEl arte de escribir Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Aprende de los maestros: Método para experimentar con Chéjov y otros 49 genios de la literatura Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Sin trama y sin final: 99 consejos para escritores Calificación: 5 de 5 estrellas5/5La soledad del lector Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Cómo se empieza a narrar: (Responden diez narradores jóvenes) Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesLos libros que nunca he escrito Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Joyce: El oficio de escribir Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesCómo leer un poema Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Contar las huellas: Claves para narrar tu viaje Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Los secretos de la creatividad Calificación: 4 de 5 estrellas4/5La duda, el sentido común y otras herramientas para escribir bien: Prólogo de José Martínez de Sousa Calificación: 3 de 5 estrellas3/5Mostrar y decir: El arte de escribir no ficción Calificación: 3 de 5 estrellas3/5Estilo: Escritos literarios de un opiómano inglés Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesEl camino a la publicación: Todo lo que necesitas saber una vez has terminado tu primer libro Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Leer mejor para escribir mejor Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Diario de un escritor Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Historias dos veces contadas Calificación: 1 de 5 estrellas1/5
Crítica literaria para usted
Albert Camus: Del ciclo de lo absurdo a la rebeldía Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Cien años de soledad de Gabriel García Márquez (Guía de lectura): Resumen y análisis completo Calificación: 4 de 5 estrellas4/5El Alquimista de Paulo Coelho (Guía de lectura): Resumen y análisis completo Calificación: 4 de 5 estrellas4/5El amor en los tiempos del cólera de Gabriel García Márquez (Guía de lectura): Resumen y análisis completo Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Breve historia de la literatura universal Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesEnsayo sobre la ceguera de José Saramago (Guía de lectura): Resumen y análisis completo Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Dragon Ball Cultura Volumen 1: Origen Calificación: 1 de 5 estrellas1/5La insoportable levedad del ser de Milan Kundera (Guía de lectura): Resumen y análisis completo Calificación: 5 de 5 estrellas5/5García Márquez en 90 minutos Calificación: 5 de 5 estrellas5/5¿Qué leen los que no leen?: El poder inmaterial de la lectura, la tradición literaria y el placer de leer Calificación: 5 de 5 estrellas5/5El banquete o del amor Calificación: 5 de 5 estrellas5/5El secreto de los Buendía: Sobre Cien años de soledad Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Borges en 90 minutos Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Laboratorio lector: Para entender la lectura Calificación: 5 de 5 estrellas5/5El universo de los superhéroes: Historia, cine, música, series y videojuegos Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Un cuarto propio Calificación: 5 de 5 estrellas5/5El evangelio de Tomás: Controversias sobre la infancia de Jesús Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Gabriel García Márquez. Nuevas lecturas Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesLa utilidad de leer: Ensayos escogidos Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Magia universal Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Escribir por ejemplo: De los inventores de la tradición Calificación: 5 de 5 estrellas5/5El poder del mito Calificación: 5 de 5 estrellas5/5La muerte: Siete visiones, una realidad Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Una introducción a la teoría literaria Calificación: 4 de 5 estrellas4/550 Clásicos que debes leer antes de morir Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesSiete ensayos de interpretación de la realidad peruana Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Manipulación: Guía para el Dominio de la Manipulación Usando Técnicas de PNL, Persuasión y Control Mental Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Cuentos para Demián: Los cuentos que contaba mi analista Calificación: 5 de 5 estrellas5/5El síndrome del lector Calificación: 5 de 5 estrellas5/5
Comentarios para Ensayos sobre el arte de escribir
0 clasificaciones0 comentarios
Vista previa del libro
Ensayos sobre el arte de escribir - Robert Louis Stevenson
Índice
Ensayos sobre el arte de escribir
Índice
Prefacio
Sobre algunos elementos técnicos del estilo literario
La moralidad de la profesión de letras
Libros que me han influido
Un apunte sobre el realismo
Créditos
PREFACIO
Más allá de John Silver el Largo y Mr. Hyde
Existe un panteón universal de los escritores que introducen a la lectura, que abren a los jóvenes y no tan jóvenes las puertas de la literatura de par en par. La lista de quienes descansan allí no está exenta de disputa; pero dudo que discutiésemos en ciertos casos, como el de Verne, el de Dumas, el de Defoe. Tampoco en el de Stevenson, que incorpora una singularidad: ascendió a la gloria con un par de títulos. Debemos de ser millones los que empezamos a perder vista leyendo las cuitas de aquella caterva de marineros y piratas, o con los turbadores experimentos del doctor Jekyll; millones a los que se nos detuvo el aliento con el devenir de La Hispaniola y las pretéritas andanzas del difunto capitán Flint, y con las espantosas metamorfosis que alumbraban a Mr. Hyde.
Tan familiar nos resulta John Silver el Largo y el resto de maravillosos personajes de La isla del tesoro, que a menudo olvidamos la talla literaria de su autor. Es un destino común a los grandes narradores: ocupan nuestra sala de estar y sus erudiciones quedan en suspenso; hecho este que, por cierto, creo que en casi todos los casos ellos recibirían con mucho gusto. Lo cierto es que Robert Louis Balfour Stevenson no solo se inventó una isla imperecedera y disoció magistralmente, para que contemplásemos nuestras inquietantes hechuras, nuestra cara amable y nuestra cara tenebrosa, sino que además fue también un delicioso poeta, un ocasional dramaturgo y un penetrante estudioso sobre la labor literaria.
Stevenson nace en 1850 en Edimburgo, en el seno de una familia con una larga tradición en la ingeniería y construcción de faros. Enfermizo y perennemente escuchimizado, Robert Louis, hijo único, se cría en un ambiente intensamente religioso, y pronto da muestras de una peculiar excentricidad que le aparta de las amistades comunes y termina confinando su educación a sus tutores personales. Al llegar a la mayoría de edad, el vástago de los Stevenson acude a la universidad para estudiar ingeniería, pero allí pronto se escora hacia sus inclinaciones artísticas; se incorpora a un club de debate, representa una obra, y aprovecha los ineludibles viajes para inspeccionar las obras familiares para escribir sin cesar. A los veintiún años, y con el consabido disgusto para este linaje de expertos profesionales, anuncia que se consagrará a las letras, adaptando su indumentaria y su aspecto externo a su recién estrenada bohemia.
Acaso para recabar un mínimo de respetabilidad ante sus decepcionados padres, Stevenson estudia leyes, aunque nunca llegue a ejercer. Viaja tanto como puede; en una de sus travesías conoce a Fanny Van de Grift Osbourne, estadounidense, de la que se enamora, y a la que acompaña a su país, viviendo una epopeya que recoge en El emigrante amateur. El esfuerzo casi le cuesta la vida: ya en su casamiento con Fanny, su aspecto es, según descripción propia, «el de un mero amasijo de toses y huesos, más apropiado como paradigma de la mortalidad que como modelo de novio». Pasarán los siguientes años alternando emplazamientos, en busca de esa salud que siempre le fue esquiva. Viajan, en la década de 1880 —mientras el autor produce sus obras más señeras—, a Francia, a san Francisco, a Tahití, Nueva Zelanda y Samoa, donde vivirían hasta la muerte del autor, acaecida en 1894 a causa de una fulminante hemorragia cerebral.
Stevenson sufrió desde el principio la maldición de los escritores populares, y la temática de sus obras más célebres (terror y piratas, nada menos), también ayudó a su inicial clasificación como un autor de serie B. El auge del grupo de Bloomsbury (Woolf, Stratchey, Keynes y el resto), que lo denostó sin piedad, contribuyó al arrumbamiento de su obra en el canon literario durante la práctica totalidad del siglo XX. The Norton Anthology of English Literature solo lo incluirá en su octava edición, de 2006; entretanto, acaso favorecido por el desplante de la intelligentsia, fue recabando conversos para la religión de la lectura a un ritmo sin igual. Hay pocas cosas que la intelectualidad y la Academia perdonen menos a un autor que su amenidad, y Stevenson fue atractivo y excitante casi sin excepción, casi siempre vívido, y por todo ello, fácil, pero precisamente con la facilidad que, desde Homero hasta hoy, los grandes narradores siempre han exhibido.
Nos dejó hermosos libros de viajes (A través de las praderas, En los mares del sur), antológicos cuentos (muchos en las Nuevas noches árabes), otras estupendas novelas (Secuestrado, El señor de Ballantrae). Y también tuvo un aspecto que hoy nos resulta generalmente desconocido —que fue el que a él le abrió las puertas de los foros cultos de su tiempo—: fue un agudo ensayista y nos deparó algunas estupendas reflexiones sobre la escritura y la lectura, una selección de las cuales se recoge en este opúsculo que les presentamos.
Estos ensayos desvelan el profundo amor que Stevenson profesó a su oficio, un amor que, si bien transpira en cada una de sus obras, es fácil minusvalorar al quedar deslumbrados con el personaje, el político, el carácter indómito, el explorador. El Stevenson ensayista permite entender cuánto ahínco, artesanal dedicación, cuantas horas y cuantos desvelos hay detrás de esas páginas que tanto fluyen, con genialidad aparentemente innata, en sus libros. Así se dignifica, y nos dignifica a cuantos leemos y escribimos.
Los