Las 7 Leyes de la Productividad

Por Emmanuel Goshen

Las 7 Leyes de la Productividad es un libro informativo, que explica la necesidad e importancia de ser productivo y efectivo como líder o como gerente, tanto en relación a uno mismo como en relación a la organización como un todo. Explica los parámetros básicos de la productividad a través de siete leyes que demuestran cómo ser más productivo, y explicitan la importancia y el impacto de la mejora contínua para poder hacer avanzar una organización en la dirección esperada. Este libro aumenta el conocimiento y la visión de cualquiera que quiera dirigir una organización, independientemente de su tamaño o estado. Es de fácil lectura y arroja conclusiones interesantes sobre distintos aspectos que deben considerarse para que la organización sea efectiva y receptiva, tanto en relación a los participantes como en relación a posibles inversiones y ganancias esperadas. Es una guía práctica que puntualiza algunas técnicas de liderazgo que son aplicables para lograr transformar a una organización.

• Idioma: Español
• Editorial: Emmanuel
• Fecha de lanzamiento: 20 nov 2017
• ISBN: 9781507198742

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LAS 7 LEYES DE LA PRODUCTIVIDAD

Cómo hacer que su Visión sea Realidad

EMMANUEL GOSHEN

Quiero dedicar el éxito de este libro a Dios Todopoderoso, la base y el pilar de la sabiduría.

Me gustaría dedicar esta página a mi familia y amigos de todo el mundo, particularmente a mi madre, quien me hizo entender que la responsabilidad no significa otra cosa que estar a la altura de los desafíos de la vida.  La Sra. Pastor Victoria Majekodunmi, el Sr. Edward Majekodunmi, el profeta Larry Osoffo, el profeta Moses Olurin,  y el Sr. y la Sra. Kuku serán recordados también en mis oraciones, por las distintas maneras en las que me brindaron apoyo que hicieron posible que la visión de escribir este libro se vuelva realidad. 

INDICE 

PREFACIO

INTRODUCCIÓN

MOTORES DE LA PRODUCTIVIDAD

LA PRODUCTIVIDAD DENTRO DE UNA ORGANIZACION

LA LEY DEL FOCO

LA LEY DEL COMPROMISO

LA LEY DE LA AUTENTICIDAD

LA LEY DE LA CONSISTENCIA

LA LEY DE LA RECEPTIVIDAD

LA LEY DEL CORAJE

LA LEY DE LA EMPATÍA

LA NECESIDAD DE MEJORAR CONTINUAMENTE

PARA LLEVAR A CASA 

PREFACIO

Nada refleja más cabalmente el valor o capacidad de una organización que la productividad.  En síntesis, el liderazgo y la productividad están fuertemente entrelazados, porque dependen el uno del otro. La productividad es sinónimo de lograr que las cosas se hagan con pocos recursos.  Como sabemos,  para lograr algo en la vida, hay que llevar adelante acciones razonables para que las cosas se hagan, pero si lo que uno hace es simplemente completar tareas, a la larga eso no servirá para nada.  El primer paso a tomar por alguien que apunta a ser productivo es tener una visión clara –que tiene que ser comunicada claramente para asegurar un compromiso, una voluntad y una motivación de parte de los otros– a fin de alcanzar un objetivo dentro de un tiempo razonable, siendo capaz de transformarse en una realidad y no en un mero sueño.

Hablando en términos generales, cuanto más alta es la productividad de una organización, más estable esta se vuelve ante la presencia de factores externos.  Puede que sean necesarios cambios de estrategia, asumiendo que los recursos requeridos están disponibles, a fin de mantener a la organización en movimiento. No obstante, la productividad lleva tiempo, requiere elecciones deliberadas, paciencia y perseverancia.  Lo que se mantiene es el hecho de que cada pequeño paso llevado adelante mejora un aumento en el nivel de productividad, y produce un crecimiento en la experiencia de la organización. Si esos pasos son sostenidos y consistentes,  podrían tener un gran impacto tanto en los ingresos como en la estabilidad de la organización.  Al fin y al cabo, la productividad resulta ser el producto de decisiones individuales y organizacionales sobre cómo generar valor.

Para sostener una organización, tiene que haber una mejor en todos los niveles de la misma, porque esto aumentará su capacidad de mantenerse en una mejor posición dentro de una industria.  No obstante, según el Dr. John Maxwell, en su libro Las 15 Leyes Valiosas del Crecimiento, la primera ley, la ley de la intencionalidad, afirma que el crecimiento no es algo que ocurre porque sí, sino que sale de un paso tras otro. En tiempos económicos difíciles, el mayor desafío que enfrentan la mayoría de las organizaciones es la capacidad de sobrevivir, sosteniendo una mejor posición dentro del mercado, y buscando también medidas de mejora que permitan que la organización se mantenga a flote. Esta es la principal actividad que refleja cuán productiva es una organización y sus líderes.

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INTRODUCCIÓN

Una ley es una afirmación que requiere conformidad, de forma independiente y sin tener en cuenta a aquellos que no la cumplen o a aquellos que la hacen realidad. Podría pensarse como una plataforma que promueve el bien común de todo; después de todo, fue hecha con el propósito de controlar y equilibrar. Debe ser acatada. Aquellos que no acatan la ley se enfrentarán a consecuencias o penalidades. No obstante, a fin de entender la ley completamente, es necesario entender la situación actual que hizo que la misma fuera recomendada, aprobada, promulgada y ejecutada.

Las Leyes de la Productividad deben ser respetadas por todo aquel líder o director que quiera ser productivo, tanto en su lugar de trabajo como en las cosas cotidianas. Ser productivo es el único camino para evitar el fracaso. La historia de los hombres en El suplemento de los líderes, otro de mis libros, refleja la belleza y las ventajas de ser productivo, y mantiene a los managers en sus puestos a la espera de mejores oportunidades.

En general, las leyes se hacen para asegurar los derechos de los ciudadanos contra los abusos de otras personas, de organizaciones, y del gobierno mismo. Las leyes se hacen para proveer seguridad general a todos los ciudadanos de un determinado estado. La ley sirve como guía hacia cómo hacer las cosas de forma correcta y aceptable. De manera análoga, las leyes de la productividad sirven como un marco para que los líderes sean y se mantengan productivos. Recuerdo la importancia de la Road Traffic Act (Ley de Tránsito de Carreteras), que sirve como una guía para el flujo de tráfico y el estacionamiento apropiado en el Reino Unido. Esa ley se aplica a todo conductor, independientemente de su género, edad, o clase, y en mayor medida en áreas donde hay señales de tránsito o límites de velocidad que deben respetarse. Las restricciones al estacionamiento constituyen otro aspecto importante de la Ley de Tránsito que facilitan distintas políticas de estacionamiento en todo el país. Es obligación del conductor conocer y entender las reglas en cualquier área antes de estacionar; sin este entendimiento, uno podría ser multado por lo que él o ella piensa que es correcto, pero que en realidad constituye una violación de la ley. La ignorancia de la ley no es una excusa válida. Las reglas de tránsito deben respetarse para asegurar que todos los conductores estén seguros.

La productividad involucra el uso efectivo y eficiente de todos los recursos. Una vida o un líder sin una visión o meta difícilmente serían productivos. Para tener una mirada profunda sobre la productividad, uno tiene que conocer los recursos requeridos, que pueden involucrar tiempo, gente, conocimiento, información, finanzas, equipamiento, espacio, energía, y materiales, en términos de su impacto estratégico en satisfacer las necesidades de la organización.

La productividad es un elemento esencial para entender qué es exactamente lo que debe hacerse para satisfacer las necesidades de los participantes.  A los líderes les compete establecer un plan apropiado para su ejecución, y definir sus estrategias de implementación para completar todas las actividades y tareas eficientemente. Un líder que no entiende lo que esto significa e intenta ser productivo es similar a un bote en el océano sin un marinero que lo dirija –no tendrá dirección ni destino. Sin duda, sólo sería cuestión de tiempo hasta que el bote se pierda en el mar. Lo mismo pasa con las organizaciones sin un liderazgo efectivo y productivo. La productividad requiere que haya un líder que represente algo, además de que llevar adelante la acción apropiada en el momento correcto para llegar a la mejor solución y alcanzar los mejores resultados posibles. Los líderes deben monitorear constantemente cuellos de botella y obstáculos, identificar varianzas, y llevar adelante las acciones relevantes para corregirlos o modificar los planes para hacer que sus resultados valgan la pena.

La real responsabilidad para la productividad o la mejora de rendimiento debería descansar en gran medida en las manos de los líderes