Mil y un fantasmas II
Por Alejandro Dumas
()
Información de este libro electrónico
Lee más de Alejandro Dumas
Napoleón Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesEl conde de Montecristo Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Los mil y un fantasmas Calificación: 5 de 5 estrellas5/5El conde de Montecristo: Biblioteca de Grandes Escritores Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Obras Completas - Colección de Alejandro Dumas: Biblioteca de Grandes Escritores I Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Memorias de un medico Jose Balsamo Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesLa Reina Margot Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesLa Dama de las Camelias: Biblioteca de Grandes Escritores Calificación: 4 de 5 estrellas4/5El collar de la reina: Biblioteca de Grandes Escritores Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesEl tulipán negro Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Obras - Colección de Alejandro Dumas Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesMil y un fantasmas I Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesDe París a Cádiz Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesLa Dama de las Camelias Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesLa hermosa vampirizada Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesLos tres mosqueteros Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesMurat Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesLa mano del muerto Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesEl caballero de la Maison Rouge Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesLos compañeros de Jehú Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesEl tulipán negro: Biblioteca de Grandes Escritores Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesLo mejor de Alejandro Dumas Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesLos cuarenta y cinco Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificaciones
Relacionado con Mil y un fantasmas II
Libros electrónicos relacionados
Mil y un fantasmas II Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesEl arte de la fuga Calificación: 4 de 5 estrellas4/5La ciudad muerta: Por qué no me casé con Francinette Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesDiario de Italia Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesRafael Calvo y el teatro Español Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesLa Corte de Carlos IV Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesCuentos de Marineda Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesMil y un fantasmas I Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesRobespierre Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesEl jardín de las vestales Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesCecilia de Marsilly Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesEl final de Norma Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesEl cisne de Vilamorta Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesAlgunos, crónicas varias Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesLos tres mosqueteros Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesCinco horas en Venecia Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesNapoleón en Chamartín Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesLa mujer del collar de terciopelo Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesRecuerdos Del Tiempo Viejo Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesEpisodios nacionales I. La corte de Carlos IV Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesViajes para mitómanos Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesUn amor al alba: Élisabeth Barillé Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesUn amor de Redon Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesObras completas. Tomo 2. Obras dramáticas Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesMaestros de la Poesia - Rubén Darío Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesEl camino de San Giovanni Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesLa reliquia Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesLos balcones Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesEl monserrate (Anotado) Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesEscenas de la vida bohemia Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificaciones
Clásicos para usted
Crimen y castigo Calificación: 4 de 5 estrellas4/5El Principito: Traducción original (ilustrado) Edición completa Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Meditaciones Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Orgullo y Prejuicio Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Los 120 días de Sodoma Calificación: 4 de 5 estrellas4/5El leon, la bruja y el ropero: The Lion, the Witch and the Wardrobe (Spanish edition) Calificación: 5 de 5 estrellas5/5El sobrino del mago: The Magician's Nephew (Spanish edition) Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Crítica de la razón pura Calificación: 5 de 5 estrellas5/550 Poemas De Amor Clásicos Que Debes Leer (Golden Deer Classics) Calificación: 4 de 5 estrellas4/5La Divina Comedia Calificación: 5 de 5 estrellas5/5El Arte de la Guerra - Ilustrado Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Cumbres Borrascosas Calificación: 4 de 5 estrellas4/5El lobo estepario Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Introducción al psicoanálisis Calificación: 5 de 5 estrellas5/5La Ilíada y La Odisea Calificación: 5 de 5 estrellas5/5El Arte de la Guerra Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Las 95 tesis Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Psicología de las masas y análisis del yo Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Psicología Elemental Calificación: 4 de 5 estrellas4/5La Política Calificación: 4 de 5 estrellas4/5La Ilíada Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Don Quijote de la Mancha Calificación: 5 de 5 estrellas5/5El Yo y el Ello Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Libro del desasosiego Calificación: 4 de 5 estrellas4/5La interpretación de los sueños Calificación: 4 de 5 estrellas4/51000 Poemas Clásicos Que Debes Leer: Vol.1 (Golden Deer Classics) Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesPoemas de amor Calificación: 5 de 5 estrellas5/5To Kill a Mockingbird \ Matar a un ruiseñor (Spanish edition) Calificación: 4 de 5 estrellas4/5EL Hombre Mediocre Calificación: 5 de 5 estrellas5/5EL PARAÍSO PERDIDO - Ilustrado Calificación: 4 de 5 estrellas4/5
Categorías relacionadas
Comentarios para Mil y un fantasmas II
0 clasificaciones0 comentarios
Vista previa del libro
Mil y un fantasmas II - Alejandro Dumas
MIL Y UN FANTASMAS
(Segunda Parte)
Alejandro Dumas
UNA COMIDA EN CASA DE ROSSINI I
Salía yo para Italia, en 1840, por tercera o cuarta vez, y entre otros encargos, llevaba el de ofrecer, en nombre de mi buen amigo Dennié, un velo de encajes a la señora Rossini que residía en Bolonia con el ilustre compositor al que El Conde Ory y Guillermo Tell han dado cartas de naturalización francesa.
No sé si después de mí quedará algo de mí; pero en todo. caso y por lo que pudiera ser, he tomado la piadosa costumbre, olvi-dando a mis enemigos, de enlazar el nombre de mis amigos no sólo con mi vida intima sino también con mi vida literaria. Así, a medida que avanzo hacia el-porvenir, arrastro conmigo todo lo que ha tomado parte en mi pasado, todo lo que se ha mezclado con mi presente, como un río que n4 contento con reflejar las flores, los bosques, las casas de sus riberas, se llevara al Océano la imagen de esas casas, de esos bosques, de esas. flores.
Con esto nunca estoy solo si tengo sobre mi mesa una obra mía. Abro entonces el libro-, cada página recuerda un día trans-currido, y ese día renace al instante, del alba al crepúsculo, animado por las emociones mismas que le llenaron, poblado de los mismos personajes que le atravesaron. ¿Dónde me encontraba yo aquel día? ¿A qué lugar del mundo iba a buscar una distracción, a pedir un recuerdo, a coger una esperanza, botón que se marchita a menudo antes de abrirse, flor que se deshoja a veces antes de desarro-llarse? ¿Visitaba Alemania; Italia, Africa, Inglaterra o Grecia? ¿Subía el Rhin, rezaba en -
el Coliseo, cazaba en la Sierra, atravesaba el desierto, meditaba en Westminster, grababa mi nombre sobre la tumba de Arquímedes o sobre la roca de las Termópilas? ¿Qué mano estrechó la mía ese día? ¿La de un rey sentado en el trono o la de un pastor guardando su rebaño? ¿Qué príncipe me llamó su amigo?
¿Qué mendigo me apellidó su hermano? ¿Con quién partí mi bolsillo por la mañana? ¿Cuáles han sido en veinticuatro años las horas felices señaladas con lápiz o las sombrías marcadas con carbón?
Ay de mí? lo mejor de mi vida pertenece ya a los recuerdos; soy como uno de esos árboles de frondoso ramaje llenos de pájaros mudos al mediodía, pero que despertarán hacia el ocaso, y que, llegada la noche, llenarán mi vejez de aleteos y de cantos, alegrán-dola con su júbilo, sus amores y sus mur-mullos. Pero ¡ay! la muerte derribará el árbol hospitalario, y al caer, ahuyentará a los bulli-ciosos cantores, cada uno de los cuales es una hora de mi vida.
Y ved ahí cómo un solo nombre me ha desviado de mi camino lanzándome de la rea-lidad a la ilusión.
El amigo que me había encargado llevar el indicado velo, no existe ya. Tenía un ingenio encantador, era un graciosísimo narrador dé anécdotas; en su compañía he pasado no pocas
veladas en casa de la distinguida señorita Mars, segada también por la inexorable muerte, que la arrebató como pudiera arre-batar una estrella al cielo de mi vida.
Dirigíame a Florencia, término de mi viaje; pero en vez de detenerme allí, ocurrióseme la idea de adelantar