Mi refranero te tiene atrapado

Por Gabriel Manso

Este libro es un refranero cargado de dichos y denuncias, procurando que sean constructivas, pues para destruir con pocos bastan.
Espero que algunos de los mil setecientos refranes (en los que se incluyen frases, dichos y chistes) les resulten curiosos, amenos y entretenidos; están escritos en un lenguaje sencillo y directo.
Deseo que disfruten tanto leyéndolos como yo he disfrutado escribiéndolos.

• Idioma: Español
• Editorial: Ediciones Beta III Milenio
• Fecha de lanzamiento: 2 feb 2017
• ISBN: 9788416809189

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RESUMEN

Este libro es un refranero cargado de dichos y denuncias, procurando que sean constructivas, pues para destruir con pocos bastan.

Espero que algunos de los mil setecientos refranes (en los que se incluyen frases, dichos y chistes) les resulten curiosos, amenos y entretenidos; están escritos en un lenguaje sencillo y directo.

Deseo que los disfruten tanto leyéndolos como yo los he disfrutado escribiéndolos.

GABRIEL MANSO

MI REFRANERO,

TE TIENE ATRAPADO

No se debe andar mucho de romería, si en la casa no hay paz y armonía.

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Se dice que criticamos a los demás, porque ellos nos critican a nosotros, pero visto por los demás, los otros somos nosotros.

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Mal predica el fraile, cuando deja su sermón por danzas y bailes.

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El bien es más conocido, por quien es más agradecido.

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Quien compra con mesura y tiento, siempre le queda un poco de aliento.

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Quien defrauda a Hacienda, se defrauda a él mismo, ¡pero no es lo mismo!

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El burro que no pace en el prado, sino tiene otro pesebre, no prueba bocado.

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¿Qué vida le espera a los mariposos y algunas damas; que de día duermen en sus camas y de noche van de rama en rama?

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Quien manda en una hacienda, tiene el toro por los cuernos, para que obedezcan parientes, hijos y yernos.

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Si sabes que algo malo se te puede caer encima, cambia de aposento o renueva tu vieja tarima.

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La educación de los niños es de los padres y en casa; en el colegio se estudia y se repasa.

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El que da el primer paso es el primero que triunfa, o el primero que va al fracaso.

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Si los que firman una hipoteca hacen todo lo que dicen en el banco, más que en tierra firme, te mandan al barranco.

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Para algunos políticos, el gobierno anda sin rumbo; y es que los oponentes son mejores y más rápidos que un jumbo.

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Cuando gobernaba el anterior Presidente, todo iba bien y procedía de muy buena fuente; ahora que gobierna otro, todo está mal y todo está roto.

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El hombre es un gran pecador y Dios lo ha consentido, como Él lo puede todo, ¡así lo ha querido!

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Mientras miles de hombres y mujeres dejan en su trabajo pellejo y cuernos, el diablo en silencio, se lleva sus beneficios al mismísimo infierno.

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Le dice un hijo a su madre:

–¡Mamá, mamá! En la escuela me llaman zángano.

–Pues no le comas la miel a tus compañeros para que no te lo llamen.

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Le dice un hijo a su madre:

–¡Mamá, mamá! ¿Qué hora es?

–¿Ahora, hijo?

–No, siempre. Porque yo no entiendo el reloj.

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Le dice un hijo a su padre:

–¡Papi, papi! El profe me dice que soy un niño muy listo pero que estudio poco.

–¿Y porqué no estudias más hijo?

–¡Porque soy un niño muy listo!

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Le dice un hijo a su madre:

–¡Mamá, mamá! En el cole me llaman el todopoderoso.

–¿No será una exageración hijo?

–No mamá, ¡porque dicen los compañeros que me apodero de todo!

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Le dice un niño a un compañero del cole:

–¿Sabes en qué se parece un centro comercial a Superman?

–¡Pues no se me ocurre nada!

–¡Es muy sencillo! Uno es superman y el otro es super más.

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Cuando la fuerza del pueblo crece, hasta el necio obedece.

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No firmes una hipoteca con aval, que eso no es por ley ni legal.

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El que a tiempo educa y castiga, no recibirá de su educado tantas desidias ni fatigas.

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Pocos pájaros se hacen ricos; sino es con la ayuda de otros picos.

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Le dice un hija a su madre:

–¡Mama, mama! ¡Tengo un novio banquero!

–Pues no lo dejes escapar, y ¡siempre tendremos dinero!

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Curiosidades:

–¡Mama, mama! ¿Por qué se toma la cerveza tan fría y el té tan caliente?

–Porque los humanos somos así de imprudentes.

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En el restaurante:

–¡Camarero! Póngame una cerveza y una ración de rabas.

–No me quedan, solo tengo un poco de rabo.

–Pues consérvelo, que en cualquier momento le puede hacer falta.

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Para Dios no sería un impedimento, si se quedara cojo; porque como está en todas partes, no tendría que desplazarse de un sitio a otro.

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El hábito no hace al monje; pero sin habito ni Dios lo conoce.

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Un amigo le pregunta a otro amigo:

–¿Sabes por qué los curas llevan tantos botones en la sotana?

–Será porque no llevan cremallera…

–¡No, hombre no! Para llevar más gente a su servicio.

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Dios es tan sumamente importante, que después de más de dos mil años, todavía llevan los sacerdotes luto por él.

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Si no quieres otro desengaño, no le habrás la puerta a los extraños.

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El que goza de buena salud, más que de sombra goza de luz.

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A la firma de los letrados, se le da más valor que a la de miles de asalariados.

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Si la naturaleza no fuera tan inteligente, no estaría yo aquí, para hacerlo presente.

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Cuando se escribe con poco conocimiento, al lector lo deja con mal pensamiento.

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La madre que abandona a su cría, de su entorno de poco o de nada se fía.

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Un marciano aterriza en Júpiter, y el primer jupiterino que lo ve le dice:

–Tú no eres de este planeta, eres nuevo aquí.

–No. Yo soy marciano, he venido de Marte.

–¿Y cómo has venido?

–¡Como un meteoro de rápido!

–¡Y tanto! Como que vienes de Marte y hoy… ¡es miércoles aquí!

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Muchos de los disgustos que tenemos vienen más por las palabras que por los hechos; porque antes de la ejecución, está el derecho.

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Todos vivimos bajo un mismo cielo; pero son muchos sin techo ni consuelo.

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Las lágrimas es la lluvia de nuestros ojos; para que no se sequen, los tenemos siempre en remojo.

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Si eres discreto, gozarás de bienestar y respeto.

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Cuando el pueblo se manifiesta; algo le quita el sosiego y la siesta.

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No se debería llamar progreso; lo que enriquece a algunos y a otros les quita los ingresos.

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Cuando las cuentas están claras, en hacienda las declaras; cuando no están tan claras, otro paraíso las ampara.

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Todos nacemos un poco torcidos; a los que intentan ponernos derecho, estémosles agradecidos.

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No se rompe la cuerda por delgada, sino por mal torcida y maleada.

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Si fuera oro todo lo que reluce, tendría poco valor y pocas luces.

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El que no acepta consejos, se cree más listo que Buero Vallejo.

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Dime con quién andas y te diré que lo sigas o no lo sigas, porque con él no haces migas.

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No es que el Diablo sea muy sabio; sino que espera al descuidado y el desagravio.

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Los relojes no dan las horas, te las venden cuando compras el reloj.

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El que se duerme en los laureles, mal olor deja a quien lo huele.

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El que por cuenta de otro trabaja, come trigo y come paja.

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El que deja el camino por la vereda, en ella tropieza o se enreda.

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El que quiera saber lo que sufre un refugiado, que se vaya al pueblo que han arrasado.

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El que administra bien sus bienes, está preparado para lo que tiene.

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Hay quien viaja mucho y aprende poco; pero puede divertirse como un loco.

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Quien no escucha su consciencia, sabe poco de la vida, la esencia.

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Para nada sirve la dictadura, sino es apoyada con cordura.

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Los que sienten poco un duelo, no son los más indicados para darle a otro consuelo.

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El yo, va detrás del tú, para que luego sea yo.

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El Señor sabe quién soy, pero eso no basta; hay que ayudar y ser de buena casta.

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Los errores que cometemos, nos servirán para tantear mejor lo que desconocemos.

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Sin la música, la vida sería como un desierto; pero si en nuestro interior no hubiera desierto, no se hubiera fundado la música.

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La razón, a veces, no razona; porque se la lleva quien puede y no quien la sazona.

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El árbol que no se asegura en sus raíces, tarde o temprano, con su copa cae de narices.

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Para dar poco y malo, mejor que no haya regalo.

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Si las campanas fueran a misa… ¡cuántas veces al sacerdote, le meterían prisa!

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Los huéspedes que están a gusto, no le dan a sus sirvientes disgustos.

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El perfume bueno, a nadie le es ajeno.

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Cuando se duerme el arriero, el burro se va al prado o al abrevadero.

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El que vive del cante, con frecuencia deja su casa, por su vida errante.

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¡La vida es trabajo, desasosiego, amor y relajo!

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Cuando nace un niño se enternece, cuando nace