Libro de los Esplendores

Por Alfonso Chase Brenes

Sus poemas adquieren una textura más filosófica, más de gnosis personal y estética, y, en el caso de "Libro de los Esplendores", una suerte de desasimiento del mundo, casi que de despedida.

"Alfonso Chase ha venido escribiendo lo que pareciera ser un solo libro, dispuesto en etapas que reflejan su crecimiento personal, y el entorno social en que ha desarrollado su vida, desde la pequeña Costa Rica hasta los sitios más recónditos, enlazados unos a otros.

Su propia vida crece con su poesía. Llena de temas y situaciones límites, en un solo estilo que se muestra como de la realidad emana eso fantástico que se percibe, lo doméstico de su país y los recodos del mundo oculto, que pareciera yacer en el sustrato emocional de su lectura de los grandes tesoros de la religiosidad profunda.

Es un proceso espiritual como antes lo hicieron sus coterráneos Brenes Mesén, Azofeifa, Max Jiménez o Eunice Odio. Me correspondió presentarlo en 1971, en la ONU en la Asamblea Mundial de la Juventud, en donde fue muy bien recibido como poeta y como dirigente juvenil.
Después he seguido su trayectoria, por lo cual he aceptado presentarlo de nuevo, con profundo gozo".
Humberto Díaz Casanueva

• Idioma: Español
• Editorial: Editorial Costa Rica
• Fecha de lanzamiento: 26 mar 2020
• ISBN: 9789930580264

Vista previa del libro

Libro de los Esplendores

Alfonso Chase

Libro de los Esplendores

2019

Solo existe el conocimiento real cuando se trata de seres reales.

Los Maestros del Huainán

A la memoria de Jack Gerardi

(1953-1991)

y de Jeanne Salzmann

(1889-1990)

Afirmaciones

A Taisen Deshimaru:

concentración y sabiduría

Respuestas para un maestro zen

La forma de la paz verdadera es la intranquilidad.

El deseo de perder lo necesario y darle forma a lo escondido,

lo único real. Escribir es el deseo

de transformarnos en espesa niebla.

Nada de lo que esperamos es virtualmente posible.

Todo obedece al deseo de bajar a los abismos

y ser en el periplo una burbuja que flota.

La sabiduría es necesaria

pero más la compasión sobre

nosotros mismos

y el amor a los otros como reflejo

de la propia intensidad del nuestro.

Nada de lo que decimos es inmortal,

salvo lo que callamos.

Todo lo que hacemos

nos redime de nuestra propia desgracia.

La única armonía posible en la palabra

es la opción por el silencio.

En él buscamos la idea de estar en el deseo,

que es la verdadera necesidad del existir.

El que escribe mata con la sílaba la esencia del lenguaje.

El que piensa oblitera el valor absoluto del cerebro.

En el primer dolor y la última fatiga

debemos vencer la

necesidad de sentirnos.

La gracia no es otorgada por su propio valor

sino por lo que significa en el desorden.

La desgracia de hablar es la buena fortuna en el decir.

El mudo y el ciego son el mejor ejemplo del amor divino.

La ilusión es lo único que existe.

El resto es silencio.

Y es mejor olvidarlo.

El maestro habla

Más fácil te sea dialogar con los animales.

Con el cuervo, por ejemplo. O