Tras los fracasos de las adaptaciones cinematográficas anteriores de la novela Pedro Páramo de su padre, y el reciente anuncio de que la plataforma Netflix trabaja ya para otra versión, ahora a cargo de Rodrigo Prieto, el cineasta Juan Carlos Rulfo pinta su raya:
“No me quiero meter… Me cuesta trabajo decirlo, pero yo, la verdad, prefiero seguir trabajando por otro lado, ya veré después cómo les va con Pedro Páramo, le apuesto mucho a esta generación porque pueda hacer cosas con plena libertad.”
Si su padre (“el jefe”, lo evoca) era una persona solitaria, Juan Carlos Rulfo es un hombre de su tiempo. Acepta la entrevista con Proceso viajando por los bosques del norte de Alemania, donde realiza su reciente filmación acerca de los movimientos de resistencia, con su compañera cineasta Valentina Leduc. A pocos días de ir a Francia para presentar su documental rodado en la pandemia, Cartas a la, el director se toma unos minutos para hablar vía celular.