Noctámbulos de medianoche: Sleepwalkers of midnight

Por Luzius

La vida es corta, vive el momento.

Mis relatos os transportarán a otros mundos y universos paralelos a la tierra que nos alberga, seréis desde un humilde Marchante de arte, hasta vampiros sorbedores de libros, pasando por espías y viajes más allá de vuestra imaginación.

Mi libro os llevará a ser absorbidos sin piedad por mis escritos de tinta roja, escritos a golpe de fuego.

• Idioma: Español
• Editorial: Caligrama
• Fecha de lanzamiento: 11 ago 2016
• ISBN: 9788491126928

Luzius

Me llamo Emilio, alias Luzius, nací en Málaga en el año 1978, empecé con la escritura por pura casualidad.

Vista previa del libro

© 2016, Luzius

© 2016, megustaescribir

      Ctra. Nacional II, Km 599,7. 08780 Pallejà (Barcelona) España

Esta es una obra de ficción. Cualquier parecido con la realidad es mera coincidencia. Todos los personajes, nombres, hechos, organizaciones y diálogos en esta novela son o bien producto de la imaginación del autor o han sido utilizados en esta obra de manera ficticia.

Quedan prohibidos, dentro de los límites establecidos en la ley y bajo los apercibimientos legalmente previstos, la reproducción total o parcial de esta obra por cualquier medio o procedimiento, ya sea electrónico o mecánico, el tratamiento informático, el alquiler o cualquier otra forma de cesión de la obra sin la autorización previa y por escrito de los titulares del copyright. Diríjase a Thinkstock, (http://www.thinkstock.com) si necesita fotocopiar o escanear algún fragmento de esta obra.

ISBN:   Tapa Blanda             978-8-4911-2691-1

             Libro Electrónico   978-8-4911-2692-8

CONTENIDO

EL MARCHANTE DE ARTE

EL MARCHANTE DE ARTE Y EL

DR. ALEXANDRE LEE PARKS

EL VAMPIRO SORBEDOR DE LIBROS

EL HOMBRE PANTERA

RIO DE SANGRE

EKINION EL TITIRITERO

EL CRIMEN DE LA DAMA DE BLANCO

EL FANTASMA ATERRADO

LA CHICA DE LA PLAYA

DON RODRIGO EL

CONQUISTADOR DE MUJERES

ELZEBER EL BRUJO

EL DRAGÓN Y LA MUERTE

LA AGENTE LORNA JEAN

LA AGENTE LORNA JENA

Y EL DIARIO SECRETO

EL PRISIONERO DE ZELTEZARK

VAMPIROS COME LAVA

LA DAGA MÁGICA

LA GUADAÑA Y LA MUERTE

EL GUÍA DE ALMAS

EL MARCHANTE DE ARTE

En el municipio londinense de Kensington, residía un marchante de arte llamado Bradley O’Brien. Era un marchante de arte algo extravagante pues vestía de modo atípico, llevaba pantalón rojo muy ancho su camisa era blanca que combinaba con un chaleco dorado y chaqueta azul, calcetines beis combinados con unos zapatos burdeos. Siempre iba llamando la atención de la muchedumbre allá donde fuese.

No muy alto este caballero inglés, medía 1,80 cm y pesaba 80 kilos

Una noche… iba paseando por la calle Cromwell cuando oyó unos gritos desgarradores que resquebrajaban los frágiles cristales de las distinguidas y señoriales mansiones Victorianas del lugar.

Tal fue el grito, qué empezó a agrietarse las delicadas y rocosas paredes desgastadas ya por del paso de los siglos.

Cuando llegó al lugar de los hechos, encontró a la chica desangrándose lentamente, tenía varios cortes en ambas mejillas en forma de cruz invertida, le faltaban las manos y los pies, derramándose ríos de sangre de sus extremidades inferiores.

Antes de exhalar su último aliento la chica le dijo al oído algo que tendría que descifrar… Talions Ranges Últiman.

Empezó una ardua y exhaustiva investigación por su cuenta.

Fue a la biblioteca Kensington School y buscó libros sobre rituales satánicos pues según él creía, esa chica había sido víctima de algún extraño ritual Satánico. Leyó, leyó y releyó varios Sánscritos Satánicos, necesitaba sus viejos y deteriorados anteojos, para ver mejor la pequeñísima letra, de pronto algo llamó su atención sobre Talions Ranges Últiman al traducirlo al castellano actual, significaba… Latinos Sangre Mutilan eso le sugirió a Bradley varias interrogantes.

¿Sería una antigua orden religiosa ligada al santo vaticano?, ¿O por el contrario una barbarie creada por unos individuos que nada tienen que ver con eso?

Sea lo que fuere, estaba empecinado en descubrir tal misterioso asesinato en tan extrañas circunstancias. De pronto recibió un telegrama bastante enigmático, pues no venía el remitente ni su dirección postal. El telegrama decía así:

"No busques más,

los autores del crimen no hallarás,

invisibles son bajo el altar"…

Las autoridades de Scotland Yard llamaron a declarar a Bradley. Él le empezó a relatar que no sabía nada de como ocurrió el asesinato de tal chica, le estuvieron interrogando seis horas, se dividieron en dos turnos de tres horas para cada interrogatorio y siempre mantuvo su versión, pues no le iba a relatar a los bobees, todo lo que sabía el mismo por lo que había averiguado, leyendo y releyendo viejos sánscritos de la biblioteca Kensington School, pues estaba dispuesto a llegar hasta el final del