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Noche De Terror: El Asesino
Noche De Terror: El Asesino
Noche De Terror: El Asesino
Libro electrónico99 páginas1 hora

Noche De Terror: El Asesino

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Las noches sombrías de Londres se hacen cada vez más misteriosa para la policía atrapar al asesino enmascarado. Una joven guarda un secreto y un oscuro pasado. En esta historia veremos como un asesino sin escrúpulo aniquila vidas sin piedad. Le gusta coleccionar dedos cortados. Hechos macabros y asesinatos violentos forman parte en las noches de la gran ciudad de Londres.

IdiomaEspañol
Fecha de lanzamiento29 sept 2016
ISBN9781370037650
Noche De Terror: El Asesino
Autor

Talia Ortiz Barbosa

Talia Ortiz Barbosa Nasció en ( Sao Paulo- Brasil), 36 años. Escritora de géneros variados, destacándose en género de Terror, Fantasía y novelas dramáticas.

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    Noche De Terror - Talia Ortiz Barbosa

    By Talia Ortiz Barbosa

    Noche de terror: El asesino

    Published by: Talia Ortiz Barbosa

    Copyright: 2016: Talia Ortiz Barbosa

    Smashwords Edition

    Noche de terror

    El asesino

    Author: Toby Fantasy

    Dedicatoria

    A mi galletita Talía, que hace que todo en mi vida funcione con alegría.

    A mi familia

    Y para finalizar

    A ti lector, que disfrutará de esta escalofriante venganza sangrienta crecida de masacre.

    Introducción

    La venganza de la reina justiciera hará

    temblar a los hombres con poder

    Esta reina que con tanta lucha y sacrificio había logrado concebir ese puesto, se vio envuelta en la conspiración más grande de la historia.

    Atiborrada de ira y sed de venganza, la dama después de haber sido adiestrada por el gran Mestre Sen Sey, se convierte en la reina justiciera y toma la justicia por sus propias manos, sale en busca de todos aquellos hombres con poder que han conspirados contra ella llevándose su mayor tesoro. Su único objetivo era conseguir desmantelarlos, aniquilarlos y hacerse con su laurel más apreciado que en un día le perteneció.

    El que me busque me encontrara

    Temblar, temblar.

    Aquellos que intenten hacerse con mi tesoro más valioso

    Llegaran a conocerme bien.

    Llamarme la reina justiciera

    El reencuentro con su mentor

    En la tarde el avión despegó destino a Londres, Aylin se mostraba aislada, pensando en los robos que había tenido. Pero al mismo tiempo estaba deseosa de llegar y desahogarse con el señor Frank Getty todo cuanto le había sucedido. Ella sabía que Frank era un buen consejero y que le ayudaría a sobre llevar y a superar esa situación tan drástica por la que estaba pasando su vida en ese momento. A las pocas horas el avión aterrizó, la joven se hizo con su equipaje y salió del aeropuerto en busca de un taxi. El tiempo estaba con apariencia de que pronto empezaría a caer las primeras gotas de lluvia. El cielo se mostraba grisáceo con pocas nubes que lo contornaban. Aylin sintió como la humedad del tiempo le penetraba por la ropa, causándole escalofrió por todo las extremidades de su cuerpo escultural. Apresurada se subió en un taxi y le ordenó que la llevara a la dirección del señor Frank. Él buen hombre amablemente le dio la bienvenida al país y llevó al destino indicado. Frente la puerta de la mansión del señor Frank Getty, nada estaba cambiado, el jardín se mostraba hermoso y bien cuidado. La joven se hizo con su equipaje y despidió al taxista, mientras éste se alejaba Aylin se acercaba a la puerta de entrada del jardín. Grandes nostalgias y recuerdos formaron parte de la joven, mientras llamaba al timbre a la espera de que saliera el mayordomo para recibirla. No tardó mucho salió a su encuentro el sirviente, alegrándose de volver a verla, después de saludarla amablemente le tomó de sus manos el bagaje conduciéndola a la entrada de la mansión. Entretanto el señor Frank se encontraba con gran nostalgia embriagándose en el mini bar, sin ser consciente de que la joven estaba a punto de entrar por la puerta de su residencia.

    ─ Y ¿Cómo se encuentra el señor Frank? ─ Quiso saber la joven caminando por la grava que daba camino a la entrada de la puerta principal de la casa.

    ─ Desde que llegó de su largo viajes de negocios, pregunta por usted todo los días. Cuando estoy en el jardín podando las flores, le veo asomado por la ventana de la habitación donde usted permaneció en su estancia, es como si tuviera la esperanza de verla asomar por la entrada de su puerta para recibirla… Presiento que siente gran nostalgia al no tenerla… Y si eso fuera poco ha cambiado mucho su forma de vestir, incluso se dejó el pelo más largo, tiene una apariencia más juvenil ─ Comentó el mayordomo.

    ─ Seguro que así está mejor, para que tantos trajes, de todas formas pienso que los trajes solo se deben usar para acudir sus negocios… Yo también le he echado de menos señor ─ Repuso la joven sonriendo.

    ─ El año en que pasasteis las fechas conmemorativas con nosotros he podido presenciar, como usted le había devuelto parte de su alegría, usted le da vida, energía ─ Afirmó el mayordomo, intentado revelar a la joven que había notado que el señor Frank se había enamorado de ella. Sin embargo ese pensamiento quedaba lejos de los de la joven, Aylin estaba llena de inquietudes.

    ─ ¿Sabe él que llegó hoy señor? ─ Preguntó la joven.

    ─ No señorita, y ese es el mejor regalo que va a recibir ─ Repuso el mayordomo, dándose cuenta que la joven no se había percatado de sus palabras.

    Frente la puerta de entrada el mayordomo dio paso a la joven y le hizo pasar.

    ─ Adelante ve a reunirte con él. Se encuentra en el mini bar. Tengo obligaciones que hacer iré subiendo el equipaje ─ Dijo el mayordomo con una sonrisa en los labios, dejándola a solas con el señor Frank.

    ─ De acuerdo ─ Añadió la joven dirigiéndose al encuentro del señor Frank. A medida que la joven se acercaba al mini bar, Frank que estaba a punto de beberse un sorbo de whisky escoces con hielo, detuvo ese gesto y volvió a situar el vaso sobre la barra, no dando credibilidad a lo que presenciaba. Lo mismo le sucedió a la joven desde la última vez que lo vio, notó que Frank había cambiado mucho su forma de vestir. Llevaba puesto ropa de deporte y de buena marca, elegante para su edad y eso le daba un cambio juvenil. Su pelo estaba más crecido, con un corte impecable. Sus grandes ojos celestes la observaba a distancia como ella se aproximaba.

    Sonriendo la joven se acercó a saludarlo. Frank como un chiquillo se entusiasmó al verla y la alzó sobre sus brazos añadiendo unas cuantas frases.

    ─ Son mis años, son mis ojos o estoy viendo la reina que robo parte del corazón de este viejo cascarrabias ─ Recitó Frank recordando el día en que la joven exaltada le nombro viejo cascarrabias, situándola en el suelo y abrazándola.

    ─ No estás viendo visiones señor, soy Aylin Daly la reina que te conquisto… Usted no es ningún viejo cascarrabias y estoy convencida que debes de tener muchas pretendientes intentando formar parte de tu corazón ─ Remendó la joven echándose a reír, al mismo tiempo que lo abrazaba, recordando el día en que le había llamado de malas formas.

    ─ Querida en mi corazón solo existió una mujer ─ Repuso Frank sonriendo.

    ─ Existió señor ─ Exclamó la joven sonriendo, extrañada con su actitud, dejando de abrazarle.

    ─ Si reina, el tiempo como te dije sana las heridas, sin embargo el recuerdo prevalece… Ese amor tan profundo que un día sentí lo he guardado en un rincón de mi corazón, dejando paso a que entrara otro amor tan profundo y con gran intensidad en este otro lado de mi corazón ─ Habló el señor Frank señalando a la joven ambos lados de su espíritu.

    ─ Así que usted se ha enamorado ─ Espetó sorprendida la joven. En ese acto el señor Frank carcajeo.

    ─ As veces la vida te ofrece grandes sorpresas reina, acontecimientos y sentimientos que florecen sin que uno se lo espera… ¿Quién iba a decir que casi a mis cincuenta años iba a volver a sentir el renacer de un nuevo amor? ¡Tan profundo como el que padecí en un pasado! ─ Comentó el señor Frank.

    ─ ¡Y quién es la afortunada Frank! ─ Quiso saber la joven, alegrándose de verlo en aquel estado de ánimo, tan ilusionado y enamorado como las flores de primavera acariciando las mariposas entre sí.

    ─ Esa dama es dulzura, ternura que se refleja en cada palabra que pronuncia, tiene un toque de inocencia y rebeldía… Solo un torero puede domarla. Tiene gran inteligencia que con sabiduría escalaria grandes peldaños en la vida. De una elegancia incomparable a ninguna otra mujer. Su sonrisa es suave, seductora… ─ Dialogó Frank embriagado, intentando demostrar a la joven que la

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