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Manual para el cultivo de frutales en el trópico. Particularidades de los frutales
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Manual para el cultivo de frutales en el trópico. Particularidades de los frutales

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La fruticultura es, sin duda alguna, una de las actividades más emocionantes del ámbito agrícola. En todas las épocas, las frutas han jugado un papel muy importante en la nutrición del hombre. El hombre logró aprovechar las distintas especies silvestres y crear a través del fitomejoramiento continuo variedades más grandes y con mejores cualidades. Los antiguos romanos sabían sobre la poda, el injerto y el raleo de frutos, pero no comprendían porqué estas prácticas eran benéficas; sin embargo, aun ahora no existen explicaciones adecuadas para fenómenos de incompatibilidad de injertos y de resistencia a enfermedades.

La fruticultura es descrita como una mezcla armónica de ciencia y arte, basándose, además en el conocimiento de la fisiología de la planta, en los conocimientos de otros campos como la geografía, la climatología, la meteorología, la edafología, la química, la física, la nutrición, la genética, la patología, la entomología, la economía, la comercialización y el manejo de los recursos naturales.
IdiomaEspañol
EditorialProdumedios
Fecha de lanzamiento1 ene 2012
ISBN9789585776234
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    Wooow por fin encuentro algo a mi nivel libros de aprendisaje,y mucho conocimientos.

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Manual para el cultivo de frutales en el trópico. Particularidades de los frutales - Gustavo Ligarreto

Manual para el cultivo de frutales en el trópico

Editor científico

Gerhard Fischer

Autores

Gustavo A. Ligarreto, Gerhard Fischer, Javier O. Orduz-Rodríguez, Diego Miranda, Margarita Perea, Fernando Ramírez, Pedro José Almanza-Merchán, Manuel Iván Gómez, FánorCasierra-Posada, Javier Enrique Vélez, Javier Giovanni Álvarez, Miguel A. Benavides, Homero R. Mora 205, Jairo Castaño-Zapata, Lilliana M. Hoyos-Carvajal, Guido Plaza, Alex Marín U, Aníbal Herrera, Aníbal Herrera, Alexy Flórez.

© PRODUMEDIOS

ISBN: 978-958-57762-3-4

Primera edición: Octubre de 2012

Corrección de estilo:

Magdalena Arango

Producción editorial:

Bogotá, D.C., Tel: (57 1) 893 7710

www. produmedios.org

Diseño:

Desarrollo ePub: Hipertexto Ltda

TODOS LOS DERECHOS RESERVADOS

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La fruticultura es descrita como una

mezcla armónica de ciencia y arte,

basándose, además del conocimiento

de la fisiología de la planta, en los

conocimientos de otros campos

como la geografía, la climatología, la

meteorología, la edafología, la

química, la física, la nutrición, la genética, la

patología, la entomología, la economía,

la comercialización y el manejo de los

recursos naturales.

Presentación

La fruticultura es, sin duda alguna, una de las actividades más emocionantes del ámbito agrícola. En todas las épocas, las frutas han jugado un papel muy importante en la nutrición del hombre. El hombre logró aprovechar las distintas especies silvestres y crear a través del fitomejoramiento continuo variedades más grandes y con mejores cualidades. Los antiguos romanos sabían sobre la poda, el injerto y el raleo de frutos, pero no comprendían porqué estas prácticas eran benéficas; sin embargo, aun ahora no existen explicaciones adecuadas para fenómenos de incompatibilidad de injertos y de resistencia a enfermedades.

La fruticultura es descrita como una mezcla armónica de ciencia y arte, basándose, además en el conocimiento de la fisiología de la planta, en los conocimientos de otros campos como la geografía, la climatología, la meteorología, la edafología, la química, la física, la nutrición, la genética, la patología, la entomología, la economía, la comercialización y el manejo de los recursos naturales.

Los árboles frutales son plantas perennes leñosas que deben producir cada año cosechas abundantes. Bananos, piñas, papayas y mangos son los frutos tropicales más conocidos en el mundo, pero hay otros, ya bien conocidos en los trópicos, que se vuelven cada vez más importantes en los mercados de otras zonas.

Inicialmente la explotación frutícola se limitaba tan sólo a la recolección de frutos silvestres, pero ahora la fruticultura es una actividad planificada y sistematizada por el cultivador y es una actividad rentable que complementa a la agricultura intensiva.

Los cultivos de frutales están en todos los continentes, y las particularidades de cada zona de cultivo exigen la implantación de cierto tipo de labores, como la poda, la fertilización y el riego, entre otras, con el fin de mejorar su productividad. En los últimos años el control del desarrollo del árbol con fitorreguladores, el control biológico de las plagas y demás mejoras fitosanitarias, así como la ingeniería genética, han contribuido a incrementar la producción de frutos y su calidad.

La importancia de los frutos en la dieta del ser humano se basa en su contenido de agua pura (75-95%), sus aportes de azúcares, ácidos orgánicos, vitaminas, sales minerales, fibra y otros componentes, como pectinas y pigmentos. En los últimos años, los frutos se han clasificado además como funcionales o nutracéuticos, por sus propiedades medicinales. En este contexto, la actividad antioxidante de ciertas sustancias presentes en los frutos –como los carotenoides, en los de color amarillo; la vitamina C, en cítricos, y la E, ennueces, y los bioflavonoides, en la mora– contrarresta enfermedades del hombre por su acción, en especial, sobre los radicales libres del oxígeno, siendo ésta una de las propiedades más valoradas por los consumidores actuales. Ejemplos de frutos con alta actividad antioxidante son el agraz y el arándano; otros son los cítricos, con un contenido alto de flavonoides con actividad antioxidante, anticancerígena, antiviral y antiinflamatoria, o las hojas de la uchuva, que muestran actividades antibióticas, antihepatotóxicas, antioxidantes y antiinflamatorias.

Aparte de las cualidades nutritivas y terapéuticas de los frutos, la cultura de las frutas se caracteriza por la importancia económica especial que le confiere a una región. Entre otras ventajas tenemos: elevada rentabilidad por unidad de superficie, empleo de gran cantidad de mano de obra, producción base para numerosas industrias, cultivo permanente, que valoriza la tierra en la que se planta y una producción apta para la exportación de frutas frescas y sus derivados.

Estos factores llevan a que mejore la calidad de vida de los fruticultores y sus familias y a que esta actividad juegue un papel importante en el producto bruto interno del país y de las regiones, como ocurre con la fruticultura chilena o en la región frutícola del norte del Valle del Cauca, en Colombia, en donde la fruticultura se constituye en motor del desarrollo económico.

La fruticultura representa para Colombia una fuente importante de crecimiento de la agricultura, de generación de empleo rural y de desarrollo con equidad para las distintas regiones, puesto que las frutas, además de asentarse en los diversos pisos térmicos, conforman a su vez una producción administrada con criterios de eficiencia y sostenibilidad en escalas que van desde los micro, pequeños y medianos productores hasta los grandes productores y empresarios.

En el contexto del crecimiento de la fruticultura y la comercialización de sus productos en las últimas décadas, no se debe olvidar que ésta es una actividad agrícola que requiere inversiones iniciales altas y que el cultivo pasa primero por un periodo improductivo o de baja rentabilidad, cuya duración, en el caso de los frutales perennes, varía entre tres y ocho años, según la especie, el cultivar y la tecnología aplicada. Esta situación le dificulta al pequeño productor la instalación de plantaciones comerciales, pero una solución para que las explotaciones de áreas limitadas no sean excluidas en la exportación de estos frutos podría ser la formación de cooperativas de productores.

El objetivo de este folleto es actualizar a los técnicos dedicados a la fruticultura sobre los desarrollos más importantes de las especies frutícolas en diferentes áreas temáticas, como son los recursos genéticos, la ecofisiología de las especies frutícolas y en las técnicas de manejo integrado del cultivo, de modo que les permita asesorar eficientemente a productores frutícolas de tradición y a nuevos empresarios que se vinculen a esta importante actividad para el logro de un desarrollo armónico y sostenible de la fruticultura colombiana.

Tomado de la Presentación del

Manual para el cultivo de frutales en el trópico

Editado bajo el sello de Produmedios

1.1 Recursos genéticos de especies frutícolas en Colombia

1.

Particularidades de los frutales

{1}Gustavo A. Ligarreto

EN EL NEOTRÓPICO, tanto en sus zonas secas como en las húmedas, crecen numerosas especies vegetales con alta diversidad taxonómica que proveen alimento a la población humana. Se cultivan en pequeña escala o de manera comercial en fincas y parcelas, y en su mayoría alcanzan gran demanda en los mercados nacionales; unas cuantas se exportan y otras, a pesar de su potencial, como ocurre con un gran número de especies frutales tropicales, tienen un desarrollo limitado.

Los frutales en Colombia alcanzan 433 especies en 53 familias, dispersas en diferentes condiciones ambientales{1}{2}: en clima cálido están el banano (Musa spp.), los cítricos (Citrus spp.), el mango (Mangifera indica L.), las anonáceas (Annona spp.), la piñas (Ananas spp.), la papaya (Carica papaya L.), el maracuyá (Passiflora edulis f. flavicarpa), el marañón (Anacardium occidentale L.), el chontaduro (Bactris gasipaes h.b.k.) y los frutales amazónicos, como copoazú, uva caimarona, arazá, camu-camu y cocona. Algunos se adaptan mejor a climas medios, como la guayaba (Psidium guajava L.) y el aguacate (Persea americana Mill.); en clima frío moderado, están los frutales andinos, como el tomate de árbol (Cyphomandra betacea [Cav.] Sendt.), el lulo (Solanum quitoense Lam.), la papayuela (Vasconcellea spp. sensu Badillo), las pasifloras, como la gulupa (P. edulis Sims.), la granadilla (P. ligularis Juss.) y la curuba (P. mollissima [h.b.k.] Bailey); y en clima frío, la mora (Rubus glaucus Benth.), la fresa (Fragaria x ananassa), el agraz (Vaccinium meridionale Swartz), la uchuva (Physalis peruviana L.), la feijoa (Acca sellowiana Berg) y los frutales caducifolios: manzano, duraznero, pero y ciruelo.

Los recursos genéticos de las frutas tropicales se han identificado como alternativas promisorias para diversificar la producción interna, generar empleo y divisas y jalonar el desarrollo económico regional, ya que en los últimos años hay ausencia de alternativas productivas para recuperar áreas de cultivos y para generar nuevas fuentes de empleo en el sector rural. Los frutales son cultivos de impacto mínimo ambiental y productos promisorios por su demanda en los mercados tanto nacionales como internacionales.

Uno de los aspectos básicos para el desarrollo de los frutales es el aumento de la demanda de frutas frescas y transformadas por parte de los consumidores, lo que a su vez incrementará el uso de los recursos genéticos cultivados, los que permanecen in situ como poblaciones espontáneas sin insumos externos y los que se mantienen en huertos caseros y en pequeñas áreas de agricultura familiar. Conjuntamente con los productores, hay que diseñar sistemas de cultivo que permitan realizar un manejo integrado de los problemas fitosanitarios, mejorar los rendimientos y aplicar los conceptos de agricultura con enfoque de cadena, desde la producción hasta el consumo.

IMPORTANCIA DEL RECURSO GENÉTICO

El recurso genético es el material que contiene las unidades funcionales de la herencia. Se puede entender también como el material genético con valor real o potencial. Los recursos genéticos para la alimentación y la agricultura tienen un valor estratégico importante en el desarrollo de los países, más aún en la actualidad cuando éstos tienen la soberanía sobre tales recursos{3}.

Colombia es un país altamente biodiverso por su ubicación geoespacial y por ser uno de los ocho países que comparten la cuenca Amazónica, uno de los ecosistemas más diversos del mundo: sólo la región Amazónica colombiana cuenta con 6.249 especies de plantas vasculares, representadas en 219 familias{4}. Su biodiversidad es el resultado del intercambio con los dos océanos, del refugio de la flora en la última glaciación, de la estabilidad tectónica y climática, del aislamiento geográfico y de la poca intervención en siglos; todo esto permitió la especiación a través del tiempo de los frutales cultivados y relegados{5}.

El país tiene un gran potencial en la producción de frutales por ser zona de diversidad primaria; por poseer nichos ecológicos apropiados para su cultivo; por la aceptación de las frutas colombianas conocidas en el mundo gracias a su sabor, a sus cualidades medicinales y a la sanidad con que se producen, muchas de ellas a través de agricultura orgánica; por la ubicación estratégica de las zonas de producción, cercanas a los principales mercados del país y con la infraestructura requerida para la exportación, y por la inexistencia de estaciones climáticas, lo que permite producir volúmenes de exportación en épocas de contra-estación de la zona Templada. En el marco nacional hay un mercado para la industrialización en la producción de jugos y de algunas frutas, como la uchuva, el banano, la granadilla y el tomate de árbol, con amplio mercado en el exterior (figura 1); aspectos que permiten visualizar la importancia de estas especies en la economía nacional.

Figura 1. Recursos genéticos de algunas especies de frutales silvestres y cultivadas en clima frío: a. Ciruela; b. Uchuva; c. Mora; d. Lulo; e. Curuba y f. Papayuela, las cuales son fuente de genes para programas de mejora genética en Colombia. Fotos: a y e: Gerhard Fischer; b, c, d y f: Gustavo A. Ligarreto.

La demanda mundial y nacional de frutas está en crecimiento como resultado de cambios marcados en los patrones de consumo, orientados hacia una alimentación más sana y natural, en los que las frutas con valor agregado en vitaminas, minerales, antioxidantes y fibra cada día representan una fracción mayor del gasto total en alimentos, en especial entre los grupos sociales de mayores ingresos. Sin embargo, los mercados internacionales de frutas, en particular de las frutas tropicales exóticas, son nichos muy estrechos y competidos, en los que pequeños aumentos de la producción suelen conducir a la saturación de los mercados y a generar bajas de los precios y de las áreas cultivadas.

En este contexto es importante tener presente que el desarrollo de una industria frutícola estable y sólida depende del uso de la base genética, para poder disponer de nuevas variedades; pero también, de factores diversos y complejos, como la disponibilidad de tecnologías mejoradas en los sistemas de transporte, almacenamiento, procesamiento y comercialización, así como de políticas económicas claras y efectivas de planificación y asociación, que permitan el desarrollo de nuevos productos a partir de las frutas frescas y la ampliación de su mercado.

ESTADO ACTUAL DE LOS RECURSOS GENÉTICOS EN FRUTALES

Conservación del recurso genético

El desconocimiento de la biodiversidad es uno de los principales obstáculos para su conservación y uso{6}. Los inventarios y las colecciones biológicas son herramientas útiles para conocer la variabilidad genética disponible para utilizarse en la promoción de cultivos. Sin embargo, las colecciones de frutales existentes en Colombia presentan varias limitaciones: 1) los énfasis en las colectas por región son diferentes, lo que hace que unas regiones sean más representativas que otras; 2) no hay comunicación fluida entre las instituciones que realizan las colectas y 3) hay errores en los sistemas de documentación de las colectas, en los que no se usan descriptores estandarizados. Por parte de las entidades gubernamentales se han implementado programas de conservación en las regiones Amazónica, Pacífica, Caribe y de la Orinoquia, pero falta mucho por realizar en el tema de los inventarios, por lo que se está aún lejos de conocer todas las especies, las variedades y los ecotipos existentes en el campo de los frutales cultivados y promisorios. De igual manera, por el escaso conocimiento que se tiene sobre la diversidad de genes, no hay información completa en las colecciones sobre la variabilidad genética de las especies{4}.

Bajo la modalidad ex situ, Colombia conserva en 15 instituciones gubernamentales y privadas alrededor de 27.900 accesiones, que corresponden a unas 350 especies de importancia agrícola, forestal y ornamental. En la tabla 1 se muestra cómo, de las 17.617 accesiones de más de 75 especies agrícolas conservadas en los bancos ex situ administrados por la Corporación Colombiana de Investigación Agropecuaria (Corpoica), 2.821 accesiones, es decir 16,0% del total, corresponden a 22 grupos de frutales. Estas accesiones están distribuidas, según el sistema de curaduría de Corpoica, en 1.965 accesiones de frutales tropicales, 731 de frutales andinos, 16 de frutales amazónicos y 109 de frutales caducifolios{7}{27}.

En las colecciones de frutales que conserva Corpoica, la representación de las accesiones colectadas a nivel nacional son del orden de 1.866, equivalentes al 66,1%, mientras que el 33,8% de las entradas corresponde a material introducido al país (tabla 1). Es posible que los frutales colectados en Colombia provengan de poblaciones silvestres que pasaron a cultivadas mediante un proceso de selección por parte de los recolectores, ya sean comunidades indígenas o campesinas las que las han seleccionado por el tamaño de los frutos, por su color y características organolépticas{8}. La mayoría de las especies de frutales presentan un grado alto de polinización abierta con cruzamiento genético elevado, lo que ha originado poblaciones heterogéneas y heterocigotas, cultivadas además localmente por muchos años, por lo que pueden tener estabilidad en el tiempo y adaptación específica.

Tabla 1. Especies y número de accesiones diferentes en frutales conservados por el Sistema nacional de bancos de germoplasma, administrado por Corpoica (Colombia).

Fuente: Lobo, 2006{13}; Torres y Reyes, 1997{24}; † Rodríguez et al., 2009{25}

* Accesiones de frutales/accesiones de especies agrícolasTipo de material: va, variedades de agricultor; vo, variedades obsoletas; vc, variedades comerciales; sel, selecciones; pob, poblaciones de mejoramiento; lm, líneas de programas de mejoramiento; intr,introducciones; sil, silvestres; esr, especies silvestres relacionadas

El sistema de conservación que predomina en las colecciones de frutales en Corpoica es el establecimiento en campo en los centros experimentales, con duplicado de seguridad en cuartos fríos para la semilla ortodoxa, e in vitro para explantes vegetativos recalcitrantes que no se pueden secar y almacenar. La forma ideal de conservación es in situ, porque permite que los materiales sigan su proceso de evolución, pero también los expone a pérdidas por erosión genética causada por catástrofes, problemas de clima y destrucción de bosques. La conservación de los frutales en campo ex situ se requiere porque en general son especies de ciclo de vida largo o perenne y permite disponer de manera permanente del material necesario para realizar estudios de caracterización de las accesiones (tablas 2 y 3).

Tabla 2. Número de accesiones de frutales con valor agregado y de uso. Sistema nacional de bancos de germoplasma+, administrado por Corpoica (Colombia) y otros.

Fuente: Lobo, 2006{13}; Torres y Reyes, 1997{24}; * Rodríguez et al., 2009{25}; † Toro, 2009; ‡ Rueda et al., 2006{26}

+ eval, evaluación morfológica; Cmor, caracterización morfológica; Cbq, caracterización bioquímica; efis, evaluación fisiológica; Cmol, caracterización molecular; Cqu; caracterización química y agroindustrial; Pre, premejoramiento § Sólidos solubles totales (grados Brix); ** otras variables; †† híbridos ínter-específicos

En algunas colecciones de frutales que no producen semilla viable, como ocurre en los cultivares de banano triploides y tetraploides, es indispensable tener la colección en campo con duplicado de seguridad in vitro para procesos de multiplicación clonal, con fines de reposición de colectas perdidas en campo y para estudios de diversidad genética, como puede ser el uso de marcadores moleculares. Para el caso de la colección colombiana de musáceas, ésta se encuentra ubicada en campo en el departamento de Quindío y es la única colección que existe en el mundo en piso térmico de altura, a 1.350 msnm, es posible que albergue ecotipos especiales por adaptación.

Tabla 3. Número de accesiones de frutales con valor agregado conservadas por universidades y entidades privadas en Colombia.

Fuente: Fuente: Rodríguez et al., 2009{25}; Toro, 2009{19}; Rueda et al., 2006{26}

Accesiones de frutales caracterizadas/total de accesiones de frutales Ciat, Centro Internacional de Agricultura Tropical; Eval, evaluación morfológica; Cmor, caracterización morfológica; Cmol, caracterización molecular; Cqu, caracterización química y agroindustrial; sólidos solubles totales (grados Brix) y otras variables

Las diferentes modalidades de conservación del recurso genético de frutales se relacionan en la tabla 1: se destacan las variedades de agricultor, que son las variedades nativas de los centros donde la especie ha evolucionado y se ha diversificado, de gran importancia en el desarrollo de los cultivos actuales en Colombia; se exceptúa el agraz, fruto para el que la recolección procede de las poblaciones silvestres de la zona altoandina{9}. Figuran también los cultivares obsoletos, que corresponden a variedades que se introdujeron en una región como variedades mejoradas y que se siguen cultivando como variedades nativas, predominantes en especies de cítricos con introducciones en particular de Brasil y Estados Unidos. Este grupo lo conforman: la naranja dulce (Citrus sinensis [L.] Osbeck); el limón verdadero (C. limon L.); las limas ácidas (C. aurantifolia Swingle), como limón Tahití y limón Pajarito; la mandarina (C. reticulata Blanco); la toronja (C. paradisi); algunos híbridos inter-específicos, como tangelo (C. reticulata x C. paradisi), e híbridos intergenéricos, como los citrumelos (Poncirus trifoliata x C. paradisi).

Los cultivares mejorados, denominados también modernos o avanzados, son producidos con métodos sistemáticos de mejora genética y deben ser distintos a los demás cultivares y presentar uniformidad y estabilidad. Están bien representados por el banano, con las introducciones Fhia, de Honduras, Embrapa, de Brasil, y Cirad e Inibap, de Francia. De otra parte, las poblaciones en proceso de mejoramiento son productos creados de manera artificial por cruzamientos entre cultivares: un caso típico son las poblaciones desarrolladas por Corpoica mediante cruzamientos inter-específicos en lulo. Y las poblaciones silvestres son aquéllas que están en los centros de origen y diversificación, ya sea de la misma especie o de especies relacionadas, y que nunca fueron seleccionadas ni cultivadas; son fuente de genes particulares con adaptación a condiciones ambientales, a resistencia de patógenos y aportan en rendimiento{10}. Entre estas poblaciones silvestres se tiene a la guayaba, con amplia distribución nacional y con algunas introducciones de Estados Unidos, Hawái, Puerto Rico, Surinam, Brasil y Taiwán, y la uchuva, representada por varias especies, siendo Physalys peruviana la de mayor aceptación.

Otras instituciones de carácter público y privado, nacionales y regionales, que conservan y realizan investigación en recursos genéticos de frutales en el país, son principalmente las universidades y los centros nacionales de investigación, que en conjunto albergan 2.696 accesiones, en su mayoría de frutales andinos (tabla 3). La Universidad Nacional de Colombia, sede Medellín, mantiene 250 entradas, destacándose el mango por la variabilidad colectada en fincas de productores; la sede Palmira conserva colecciones importantes de mora, pitahaya y uchuva y la Uptc (Tunja) preserva 31 accesiones de frutales de clima frío, principalmente caducifolios. Las universidades de Caldas, Nariño y Cauca mantienen colecciones regionales de frutales andinos; el Instituto Sinchi preserva colectas de frutales de origen amazónico y la Secretaría de Agricultura del Valle, accesiones de chontaduro. De las entidades de carácter privado se destaca el Centro Nacional de Feijoa (Cenaf), que hacia 1987 estableció en el departamento de Cundinamarca un banco de germoplasma de esta fruta (A. sellowiana Berg), con 1.500 entradas de materiales neozelandeses y algunos de procedencia colombiana{11}.

Valor agregado del recurso genético

En las dos últimas décadas el país ha hecho una gran inversión económica para conocer la variabilidad genética de las distintas especies de recursos genéticos que se cultivan y constituyen la base de la alimentación y la agricultura. Ha financiado programas de investigación, tanto del sector público como privado, que han permitido un acercamiento al conocimiento de la variabilidad genética de algunas especies de frutales, aunque su aplicación hacia el mejoramiento genético de las especies sea aún deficiente.

Los frutales en Colombia son un grupo favorecido por los sectores público y privado en la aplicación de protocolos de diferentes tipos de caracterizaciones, si se comparan con otros grupos de especies, como las raíces y tubérculos, los cultivos industriales, los cereales y las hortalizas. En general, los frutales tienen descripciones tipo evaluación sobre variables agronómicas de rendimiento y precocidad; de igual manera, se les ha realizado caracterizaciones morfológicas sobre variables cualitativas y cuantitativas, para definir agrupamientos por características estables y variantes en el ambiente de cultivo. Con menor énfasis por su alto costo se han hecho caracterizaciones moleculares para analizar la información genética y bioquímica necesaria para conocer las características agroindustriales. El beneficio de conocer el valor agregado del germoplasma es de gran utilidad para definir prioridades en los programa de mejora genética.

En los bancos de germoplasma de Corpoica, de 2.821 entradas diferentes de frutales que poseen, a 2.016 se les conoce algún grado de valor agregado y el 61,6% de éstas se ha evaluado agronómicamente. La caracterización morfoagronómica se ha aplicado en el 32,7% de estas mismas accesiones, y el 28,6% del recurso genético posee descripción molecular. A la caracterización bioquímica y a la evaluación fisiológica se les ha dado poca prioridad, mostrando deficiencias en su conocimiento (tabla 2).

Las universidades han realizado bastantes esfuerzos científicos y económicos para conocer el valor agregado de las accesiones del germoplasma de los frutales que conservan, alcanzando la evaluación agronómica del 82,5% de un total de 2.696 entradas y la caracterización morfológica del 19,1%. Al 11,1% de estas mismas entradas se les ha hecho cuantificación de las variables químicas y agroindustriales, mientras que tan sólo el 5,7% de ellas posee caracterización molecular (tabla 3). Es de resaltar el hecho de que varias instituciones públicas, de acuerdo a sus prioridades, conservan, conocen y utilizan los recursos genéticos de especies de importancia frutícola en beneficio del desarrollo de los cultivos; no obstante, es fundamental el reporte de la existencia de inventarios al Sistema nacional de bancos de germoplasma, para efectos de la documentación y de evitar duplicados entre instituciones.

PERSPECTIVAS DE USO DE LoS RECURSOS GENÉTICOS DE FRUTALES

La información precisa y actualizada sobre las áreas sembradas con especies de frutales en Colombia, los niveles de producción logrados, los rendimientos y los precios a diferentes niveles de mercado, no se conoce, lo que constituye una limitación seria para el análisis económico y el diseño de escenarios futuros de cambio tecnológico y de impacto socioeconómico. Los estimativos nacionales sugieren que el área plantada con frutas pasó de 191.035 ha en 2003 a 225.325 ha en 2007, lo que representa un incremento de 17,9%, mientras que en el mismo periodo el incremento de la producción en 47 especies frutícolas fue de 22,5%{12}.

El conocimiento del valor agregado producto de la evaluación y de las diferentes caracterizaciones, así como los estudios de zonificación de frutales han generado una base sólida para emprender acciones orientadas al desarrollo de los frutales, a través de la selección de accesiones para programas de fitomejoramiento, de la selección de clones élites y de patrones para el establecimiento de viveros y de la priorización de ambientes de cultivo. De esta manera se aseguran condiciones tecnológicas en la cadena frutícola encaminadas hacia una producción sostenible y de calidad.

Una de las consecuencias del uso del valor agregado del recurso genético es la implementación de las actividades de premejoramiento que, para el caso de estudio de las especies frutícolas, se ha realizado particularmente en lulo y tomate de árbol. En lulo (Solanum quitoense Lam.) se desarrollaron procesos de domesticación y como producto se entregó el primer clon mejorado de esta especie, el lulo La Selva, proveniente de hibridación inter-específica. De igual manera, se puso en marcha una base genética amplia a partir de hibridación de los mejores materiales de la colección, con accesiones de la especie relacionada S. hirtum (Solanaceae, sección Lasiocarpa){13}. También Corpoica inició el trabajo de enriquecimiento de las bases genéticas con tomate de árbol a través de la hibridación inter-específica con las especies Cyphomandra uniloba y C. materna, para entregar materiales mejorados con resistencia a problemas limitantes por enfermedades del cultivo, con alta productividad y calidad del fruto.

Para avanzar hacia una industria frutícola sólida y perdurable se requieren estrategias que permitan incrementar la productividad y la competitividad, siendo los recursos genéticos los pilares para la generación de nuevas variedades de frutales adaptadas a los sistemas de producción, lo que permitirá producir más y a menor costo y hacer de la fruticultura un sector competitivo.

RECURSOS GENÉTICOS CULTIVADOS

Aguacate

El aguacate (Persea americana) es originario de México, tiene adaptación a regiones tropicales y subtropicales. Las especies son en su mayoría diploides y heterocigotas por efecto de la polinización cruzada y, en consecuencia, presentan alta segregación en la progenie. Los mayores cultivares en las regiones subtropicales son los híbridos de la raza Guatemalteca y las razas de México que toleran frío. El tipo Hass, de Guatemala, y el Fuerte, híbrido de México-Guatemalteca, son los de más amplia distribución.

En Colombia se estimó que en 2008 había sembradas 19.589 ha en aguacate tecnificado: el 30% del área correspondía a materiales importados, tales como Hass, Fuerte, Edranol, Trapp, Booth 8, Reed, Gwen, Etinger y Choquette, en tanto que el 70% restante se sembró con materiales ‘criollos’, como Lorena, Santana y Trinidad. La raza Antillana es la más difundida en Colombia por debajo de los 1.300 msnm. Sus frutos presentan diversas formas, son de tamaño grande y la pulpa tiene un bajo contenido de aceite. La raza Guatemalteca se adapta bien en un clima medio, tiene excelente comportamiento en zona cafetera a alturas de 1.000-1.700 msnm, presenta frutas de tamaño mediano y un contenido medio de aceite, en tanto que la raza Mexicana se adapta bien a zonas altas y frías, superiores a los 1.500 msnm, y produce frutas relativamente pequeñas con alto contenido de aceite.

Anonáceas

El género Annona comprende cerca de 120 especies, siendo nativos del trópico americano siete de ellas y un híbrido. Las especies comerciales en Colombia son: la chirimoya (Annona cherimola Mill.), originaria de Ecuador y Perú, se siembra en zonas tropicales altas; la guanábana (A. muricata L.), productora de los frutos más grandes entre las anonáceas; el anón (A. squamosa L.), originario tal vez de la región Caribe y con la mayor dispersión entre las anonáceas, se adapta a climas cálidos; el anón liso (A. reticulata L.), adaptado a las zonas bajas y costeras, es menos apetecido que la chirimoya y la guanábana por su calidad inferior, no obstante algunos árboles logran frutos de calidad, y el híbrido inter-específico atemoya (A. squamosa x A. cherimola), adaptado a zonas bajas y resultado de un programa de investigación en Florida (Estados Unidos){14}.

El mejoramiento genético hace énfasis en la obtención de plantas precoces con tolerancia al frío y frutas de buena apariencia; su aplicación ha permitido obtener nuevas variedades en chirimoya y atemoya, mientras que en las otras anonáceas son muy pocas las variedades desarrolladas, la mayoría de ellas en California (Estados Unidos), Israel y Australia. Colombia tiene alta variabilidad en anonáceas y puede ser un centro de dispersión, pero no tiene establecido un programa de selección clonal. Las variedades que se comercializan en el país son regionales y se denominan según la procedencia. Para el caso de la guanábana las variedades sembradas son: la variedad Corriente de Bucaramanga, la Momposina, la Nativa del Chocó, la Gigante ácida y la variedad Yolombó.

Banano

El banano, un integrante del grupo de las musáceas, presenta diferentes grados de constitución genética, desde diploides hasta tetraploides. Como objetivo de mejoramiento para América Latina y el Caribe en sistemas de cultivo intensivo de banano para exportación, se tiene la generación de bananos Cavendish genoma Acuminata aaa con resistencia a la enfermedad sigatoka negra, al mal de Panamá raza 4 y a nematodos. En la colección colombiana de musáceas se tienen varios clones triploides del genoma Acuminata aaa, entre los que se destacan: Gros Michel Coco, con 231 dedos por racimo, y Seredow, del grupo Cavendish, con 202 dedos por racimo, y con pesos de racimos de 43 y 40 kg respectivamente; estos clones pueden ser promovidos para su cultivo{15}. Como cultivar resistente a sigatoka, la Fhia desarrolló el híbrido tetraploide Fhia 01 genoma aaab{2}.

El bananito o banano bocadillo (M. acuminata) es un fruto pequeño de 20-40 g de peso y sabor más dulce que el banano. Se cultiva en aproximadamente 500 ha de la zona cafetera colombiana. Las variedades comerciales son Orito, Manzano, Niño, Burro y Red. Orito tiene plantas de gran tamaño, lo que dificulta colocar la bolsa protectora en los racimos; el fruto tiene excelentes características de manejo en poscosecha. La variedad Niño es similar en apariencia a la variedad Orito, pero de racimo más pequeño; la Manzano tiene buena aceptación en el mercado latinoamericano, pero su maduración es rápida. Otras variedades, como Burro y Red, se cultivan en Ecuador y México para mercados de exportación{16}.

Cítricos

Los cítricos comerciales tienen origen tropical y subtropical. Las naranjas dulces (Citrus sinensis [L.] Osbeck) son originarias del sur de China; la naranja ‘Washington Navel’ es originaria de Bahía (Brasil) y es probable que sea una mutación de la naranja Selecta; se cree que el área de origen de los mandarinos (C. reticulata Blanco) es Indochina y la parte sur de China. En lima ácida (C. aurantifolia Swingle), la especie más conocida es el limón Pajarito o de Castilla, originario probablemente de la parte oriental del archipiélago Indio.

Las especies cítricas son el principal cultivo de frutas en el mundo y representan cerca de la quinta parte del total de frutas producidas; tienen amplia difusión en los cinco continentes y son usadas para el consumo en fresco y para la agroindustria. Dentro de las especies cultivadas, la más importante es la naranja, que representa el 65,5% del volumen mundial de producción de cítricos; cerca de la tercera parte de la producción de naranja se utiliza para la producción de concentrado de jugo. A la naranja le sigue la mandarina, que representa el 17,4%; luego están los limones y las limas ácidas, con el 11,3%, y la toronja, con el 5,8%. Colombia reportó para 2007 una área de siembra con cítricos de 42.278 ha y se estima que el 42% del área cultivada es tecnificada y el 58% restante corresponde a cultivos tradicionales{17}.

Las variedades de naranja más cultivadas en el entorno nacional son: la variedad Valle Washington, clon nuclear de la Washington Navel obtenido por el ica (Instituto Colombiano Agropecuario); es una

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