Arte en la segunda mitad del siglo XX

Por Ernesto Ballesteros Arranz

eBook Interactivo. Todavía nos ha parecido necesario añadir esta tercera serie de los estilos y obras más originales de los últimos decenios que pueden resultar más familiares para todos los que hemos vivido entre ellos. El siglo XX europeo ha sido, sin duda, el mayor productor de obras pictóricas de toda la historia; no solamente por su producción en sí, sino por la difusión que estas obras han tenido en museos y colecciones particulares, lo que demuestra que es el siglo de mayor esplendor cultural de Europa aunque también hemos mencionado que también ha sido el siglo más violento y cruel en guerras y destrucciones de todo tipo.

• Idioma: Español
• Editorial: Hiares
• Fecha de lanzamiento: 1 feb 2015
• ISBN: 9788416014262

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PINTURA EXPRESIONISMO ABSTRACTO

Este término fue aplicado al estilo pictórico de los artistas que crearon en los años 40 la escuela de Nueva York, escuela que llegó a su madurez en la década siguiente y que surgió como reacción a la ansiedad causada por el comienzo de la era nuclear y la guerra fría. A él pertenecen artistas de muy diversas nacionalidades que convergen en Nueva York en la década de los 40. Algunos de los más importantes representantes de esta escuela son: M. Rotchko, W. de Kooninng, J. Pollock, B. Newman, A. Gorky, A. Reinhardt, C. Still y R. Motherwell.

Influenciados por la filosofía existencialista, los expresionistas abstractos desarrollaron un nuevo acercamiento al arte partiendo del automatismo surrealista y el gusto por las grandes superficies inspirado en los muralistas mejicanos. Entre los principales expresionistas abstractos se encuentra Jackson Pollock (FIG. 1), cuya obra fue denominada por Rosemberg «action painting», para destacar el aspecto corporal que conllevaba la manera automática de poner el color en el lienzo y la grandiosidad de los formatos. Pollock realizó entre 1947 y 1951 una serie de cuadros en los que dejaba gotear el pincel empapado en pintura sobre el lienzo, enfatizando así el acto emocional en el que se construye la obra, y siendo el precursor de los «happenings» y acciones de Rausemberg, Dine y Cage.

William De Kooning (FIG. 2) fue otro importante miembro del grupo. Conserva en su obra un estrecho contacto con las imágenes, sean éstas reconocibles o no, y comparte con Pollock la violenta descarga de energía durante el proceso pictórico.

Frente a esta dirección genuinamente expresionista hubo otra antitética encarnada por Still, Rotchko, Reinhardt y Newman. Su característica común era la de extender grandes capas