Descubre millones de libros electrónicos, audiolibros y mucho más con una prueba gratuita

Solo $11.99/mes después de la prueba. Puedes cancelar en cualquier momento.

Los criollos de base ibérica: ACBLPE 2003.
Los criollos de base ibérica: ACBLPE 2003.
Los criollos de base ibérica: ACBLPE 2003.
Libro electrónico448 páginas5 horas

Los criollos de base ibérica: ACBLPE 2003.

Calificación: 0 de 5 estrellas

()

Leer la vista previa

Información de este libro electrónico

Artículos que abordan, desde diversas perspectivas teóricas y metodológicas, los idiomas criollos de base ibérica de Asia, América y África.
La ACBLPE es una asociación de carácter científico y cultural que se dedica al estudio de las lenguas criollas de base ibérica y sus respectivas comunidades.
IdiomaEspañol
Fecha de lanzamiento1 jun 2014
ISBN9783865278555
Los criollos de base ibérica: ACBLPE 2003.

Relacionado con Los criollos de base ibérica

Títulos en esta serie (47)

Ver más

Libros electrónicos relacionados

Lingüística para usted

Ver más

Artículos relacionados

Comentarios para Los criollos de base ibérica

Calificación: 0 de 5 estrellas
0 calificaciones

0 clasificaciones0 comentarios

¿Qué te pareció?

Toca para calificar

Los comentarios deben tener al menos 10 palabras

    Vista previa del libro

    Los criollos de base ibérica - Mauro Fernández

    ibérica

    INTRODUCCIÓN

    MAURO FERNÁNDEZ

    Universidad de A Coruña

    El paso inicial hacia la creación de una nueva asociación académica es siempre entusiasta, decidido y esperanzador. Los pasos subsiguientes, en cambio, son con frecuencia equívocos, titubeantes y de dirección incierta. Son muchos los proyectos de asociación que no logran superar esta etapa de incertidumbre, y por ello, aunque no sepamos qué nos depara el futuro –y menos todavía en estos momentos en los que las ciencias del lenguaje podrían ver reducido el soporte institucional que hasta ahora tenían en los países de la Comunidad Europea–debemos congratularnos de que la Asociación de Criollos de Base Léxica Portuguesa y Española (ACBLPE) haya llegado hasta aquí.

    La ACBLPE inició su andadura en abril de 1999, en el transcurso de un workshop sobre criollos de base léxica portuguesa, organizado por Ernesto d’Andrade y Alain Kihm, que tuvo lugar en Universidad de Lisboa los días 29 y 30 del susodicho mes. Según el programa, participaron como ponentes en este encuentro, además de los dos organizadores, los siguientes investigadores, enumerados por orden alfabético de apellido: Clancy Clements, Hildo Honório do Couto, Perpetua Gonçalves, Tjerk Hagemeijer, John Holm, Jürgen Lang, Gerardo Lorenzino, Heliana Melo, Mikael Parkvall, Dulce Pereira, Matthias Perl, Marike Post, Jean-Louis Rougé, Isabel Tomás y Tonjes Veenstra. Estos diecisiete lingüistas orientados hacia el estudio de las lenguas criollas –más tal vez algunos otros asistentes sin ponencia de cuya presencia no ha quedado rastro documental– constituyen, pues, el núcleo fundacional de la Asociación.

    El primer encuentro post-fundacional tuvo lugar en Coimbra dos años más tarde, los días 28 y 29 de junio de 2001, aprovechando la veteranía y la capacidad de convocatoria de la Society for Pidgin and Creole Linguistics, que iba a celebrar en esa ciudad su tradicional Summer Conference los días 26 y 27. El resultado no pudo ser más esperanzador, pues se presentaron a la convocatoria de ACBLPE nada menos que veintiocho comunicaciones, a cargo de treinta y dos autores. Si a ello le añadimos el dato de que la cuarta parte de las comunicaciones presentadas en el congreso de la SPCL versaban también sobre criollos de base ibérica, no cabe duda de que ésa fue una gran semana para esta parcela de la criollística.

    El segundo encuentro, ya en solitario, se celebró en la Universidad de Lisboa en junio de 2002. Y el tercero, del que proceden los trabajos que aquí se publican, tuvo lugar en la Universidad de A Coruña en junio de 2003. En agosto de 2004 tuvo lugar en Curaçao el cuarto encuentro, en convocatoria conjunta con la SPCL y la Society for Caribbean Linguistics (SCL).

    Mientras tanto, la Asociación ha ido creciendo en número de miembros y ha ido resolviendo todos los problemas burocráticos relacionados con su personalidad jurídica. Puede encontrarse más información sobre la ACBLPE en el portal http://www.umac.mo/fsh/dp/acblpe/, mantenido provisionalmente por el Departamento de Portugués de la Universidad de Macao, a la espera de una ubicación definitiva.

    Naturalmente, como siempre sucede, la Asociación no surgió de la noche a la mañana. Los precedentes y tanteos en la configuración institucional de la criollística ibero-románica son numerosos y bien visibles. A riesgo de olvidar reuniones e iniciativas importantes, destacaré las siguientes:

    * * *

    De los veinticinco trabajos presentados al Tercer Encuentro de la Asociación (descontadas ya las inevitables cancelaciones de última hora), publicamos aquí veintidós. Dos de las ausentes, las de Marlyse Baptista y Tjerk Hagemeijer han sido publicadas en otras fuentes: la de Baptista procede de su detallada exploración de la sintaxis de las variedades del caboverdiano de Sotavento (Baptista 2002) y la de Hagemeijer acaba de publicarse en el número 2 de la Revista Internacional de Lingüística Iberoamericana (Hagemeijer, 2003).

    Las ocho secciones en las que se estructuró el Encuentro se reducen aquí a cuatro, siguiendo un criterio geográfico. En la primera, dedicada a los criollos ibéricos de Asia, se recogen cinco contribuciones. La segunda, sobre los criollos ibéricos de África, es la más nutrida, con ocho contribuciones. La tercera agrupa cuatro trabajos sobre criollos ibéricos de América o sobre variedades vernáculas del portugués brasileño. Por último, una sección de varia agrupa los cinco trabajos restantes, que no encajan bien en ninguna de las secciones anteriores.

    Hay en este volumen un desequilibrio evidente entre el número de contribuciones dedicadas a los criollos de base portuguesa y a los de base española. Este balance insatisfactorio no se explica sólo por el hecho de que haya más materia prima en los primeros que en los segundos; a ello hay que añadir, sin duda, el escaso interés que las variedades de contacto del español han suscitado hasta ahora entre los lingüistas españoles: el entusiasmo y la maestría académica de algunas notables excepciones, como Germán de Granda, no han cuajado en la conformación de un grupo estable de investigadores orientados hacia la criollística. En el Coloquio Internacional de Berlín, los organizadores reconocen que tuvieron que esforzarse para equilibrar el número de contribuciones relativas a los dos conjuntos de criollos. En esta ocasión, en cambio, solamente tres trabajos se refieren a variedades de base española; e incluso podría decirse de uno de ellos que no está plenamente centrado en una variedad española, pues se trata de una comparación entre el palenquero y el inglés afro-americano. Mayor interés que en España existe entre los círculos de investigación de ciertos países hispanoamericanos, pero justo es reconocer que A Coruña les queda demasiado lejos, especialmente en tiempos de crisis económica generalizada. Hacemos votos porque la publicación de este volumen ayude a fomentar entre los lingüistas españoles un mayor interés por estas variedades. Como compensación a este desequilibrio no deseado, quisiera destacar la importancia de que por primera vez haya sido posible dedicar una sección específica a los criollos de Asia, y que dentro de esta sección haya dos trabajos sobre los criollos hispano-filipinos, la Cenicienta de los estudios criollos.

    * * *

    La celebración del Encuentro y la publicación de este volumen no hubiesen sido posibles sin la colaboración de diversas personas e instituciones. Debo mencionar en primer lugar y de forma muy especial a mis compañeros en la Comisión Organizadora, Nancy Vázquez Veiga (vocal) y Manuel Fernández Ferreiro (secretario), ambos también coeditores de este libro. La Universidad de A Coruña, dentro de sus menguadas posibilidades, ayudó económicamente concediéndonos una de sus subvenciones con cargo al programa de ayudas para la organización de congresos y jornadas, cofinanciado por el Banco de Santander Central-Hispano. La Facultad de Filoloxía nos concedió otra subvención en el marco de su programa de actividades culturales, además de cedernos las instalaciones necesarias y asumir parte de los gastos de protocolo. El Departamento de Galego, Portugués, Francés e Lingüística le dio al Encuentro el respaldo institucional necesario para poder solicitar tanto las subvenciones anteriores como otras dos más, concedidas por la Xunta de Galicia: una por la Dirección Xeral de Investigación e Desenvolvemento (Consellería de Innovación, Industria e Comercio), y la otra por la Dirección Xeral de Universidades (Consellería de Educación e Ordenación Universitaria). Debo agradecer también a Klaus Vervuert su buena disposición para acoger este volumen en su fondo editorial, y a Ariadna Allés su trabajo técnico con los originales. Y naturalmente, mi agradecimiento mayor va dirigido a todos los participantes, ponentes y no ponentes, que nos hicieron pasar dos días inolvidables de exposiciones y debates de elevado nivel científico, en modo alguno incompatible con el espíritu lúdico y fraternal que dominó todo el encuentro. Si alguien llegó a nuestra ciudad con dudas sobre el futuro de esta parcela de investigación, habrá regresado repleto de entusiasmo. Sinceramente, muchas gracias a todos.

    Referencias bibliográficas

    ANDRADE, Ernesto de & Alain KIHM (eds.). (1992). Actas do Colóquio sobre Crioulos de Base Lexical Portuguesa. Lisboa: Edições Colibri.

    BAPTISTA, Marlyse. (2002). The syntax of Cape Verdean creole: The Sotavento varieties. Amsterdam & Filadelfia: John Benjamins.

    COUTO, Hildo Honório do, Ana Adelina LÔPO & Josênia ANTUNES VIEIRA (eds.). 1994–1995. Atas do Coloquio sobre Crioulos de basel portuguesa e espanhola (= Papia. Revista de Crioulos de Base Ibérica 3(2), 1994 y 4(1), 1995).

    FERNÁNDEZ, Mauro (ed.). 2001. Shedding light on the Chabacano Language (= Estudios de Sociolingüística 2:2). Vigo: Universidad de Vigo.

    HAGEMEIJER, Tjerk. (2003). A negação nos crioulos do Golfo da Guiné: Aspectos sincrónicos e diacrónicos. Revista Internacional de Lingüística Iberoamericana 2, 151–178.

    MOÑINO, Yves & Armin SCHWEGLER (eds.). (2002). Palenque, Cartagena y Afro-Caribe: Historia y lengua. Tübingen: Max Niemeyer.

    ZIMMERMANN, Klaus (ed.). 1999. Lenguas criollas de base lexical española y portuguesa. Frankfurt am Main: Vervuert / Madrid: Iberamericana.

    CRIOLLOS IBÉRICOS DE ASIA

    A HIPÓTESE DE DALGADO DE RECÍPROCA TRANSFUSÃO PARCIAL: AVALIANDO A SUA UTILIDADE PELA COMPARAÇÃO DO CRIOULO PORTUGUÊS DE SRI LANKA COM O PAPIA KRISTANG

    NIKOLA ALBRING & EUGÉNIA LOURENÇO

    Universidade de Coimbra

    1. Introdução¹

    Há mais de um século atrás, Hugo Schuchardt (1889: 476) dividiu os crioulos asiáticos de base portuguesa em quatro grupos distintos, nomeadamente em gauro-português, dravídico-português, malaio-português e sino-português. Sebastião Rodolfo Dalgado, depois de ter efectuado um estudo comparativo dos crioulos indo-portugueses, encontrou semelhanças lexicais e estruturais entre eles, cuja explicação não se encontra, na sua totalidade, no superstrato comum, o português europeu, nem nas fundamentais línguas indianas subjacentes. Consequentemente, revelou-se céptico quanto aos critérios utilizados por Schuchardt, sobretudo na divisão dos crioulos indo-portugueses em gauro-português e dravídico-português² (Dalgado, 1917: 41). Assim, sabendo do frequente contacto entre falantes dos crioulos do Índico, sobretudo dos indo-portugueses, Dalgado introduziu o seu famoso conceito de ‘recíproca transfusão parcial’: É necessário, além disso, admitir frequente contacto dum com outros e recíproca transfusão parcial, proveniente da constante migração da grande parte dos indivíduos que os falavam (ibidem).

    Tomando como ponto de partida os crioulos portugueses de Sri Lanka (CPSL³) e de Malaca, o Papia Kristang (PK), decidimos avaliar a utilidade da hipótese avançada por Dalgado, através da análise de algumas características gramaticais presentes nestes crioulos, designadamente o acusativo, o locativo, o genitivo e a reduplicação, tendo em conta as respectivas línguas de substrato, a língua de superstrato, bem como possíveis desenvolvimentos internos dos crioulos, influências recíprocas e a convergência de todas ou algumas destas influências. O objectivo será o de aplicar e estender a hipótese de Dalgado ao contacto entre os crioulos mencionados, a fim de problematizar o argumento de que a propagação de traços se deu apenas no sentido Oeste → Este, como Dalgado o considerava.

    De sublinhar que os Portugueses, quando chegaram à Ásia e se casaram com mulheres indígenas ou formaram os seus haréns, entraram, eles próprios, nas comunidades locais, facto que permitiu a manutenção das línguas indígenas (John Holm, 1989: 264). Ao longo do tempo, a formação de novas castas com base na língua e na religião permitiu a contínua assimilação de falantes de línguas locais nas novas castas. Assim, devido a estes cenários bilingues, muitas vezes multilingues, as línguas crioulas estavam expostas à pressão das línguas locais que as influenciavam nos seus processos evolutivos, para os quais também contribuíram os constantes contactos entre comunidades da Ásia. Aliás, o PK e o CPSL, mais precisamente a variedade coloquial de Batticaloa (CBP)⁴, foram, durante muito tempo e devido a estes cenários de bilinguismo/multilinguismo relativamente estáveis, dois casos particulares de convergência, uma vez que essa convergência se processou no sentido das línguas de substrato/adstrato, e não do superstrato. Consequentemente, detectam-se imensas congruências, gramaticais e lexicais, entre o PK e o malaio (Alan Baxter, 1988), mais precisamente o malaio de bazar, e entre o CPB e o tamil de Batticaloa (Ian Smith, 1979).

    2. O crioulo português de Sri Lanka (CPSL): uma realidade com duas faces

    Convém notar que, relativamente ao CPSL, é possível fazer uma distinção entre variedades coloquiais –sugerindo um uso do crioulo como língua franca na ilha, pelo menos até meados do século XIX– e uma variedade literária (CLSL). Esta variedade literária, cujas origens não são evidentes, terá sido usada especialmente para fins de missionação e é estruturalmente mais semelhante a outras variedades do indo-português, ao PK e ao português padrão, do que as variedades coloquiais⁵. O CLSL, que foi estudado por Dalgado em finais do século XIX, não é representativo da variedade coloquial da época (Dalgado, 1998[1900]; Smith, 1979).

    3. Objectos de análise: acusativo, genitivo, locativo, reduplicação

    Quadro 1

    Acusativo, genitivo e locativo

    3.1. O ACUSATIVO

    Em português europeu, a língua de superstrato comum aos dois crioulos em análise, encontramos a preposição a para marcar o complemento ou objecto directo –sobretudo com alguns verbos transitivos, em expressões fixas– embora não seja obrigatória e, por vezes, nem sequer adequada ou considerada arcaica⁶:

    Esta preposição, para além de poder marcar o complemento directo, pode exercer outras funções, entre as quais marcar o complemento indirecto⁷:

    Tal como podemos observar no quadro inicial, o CPB, o CLSL e o PK marcam de modo diferente o acusativo, embora os itens lexicais usados nessa marcação sejam semelhantes a preposições do português (per⁸; com). O CPB, apesar de fazer uso de um sufixo (-p´) semelhante à preposição per do português europeu, do CLSL e de outros crioulos asiáticos, usa efectivamente um sufixo, o que poderá ser atribuído a uma influência do substrato/adstrato, o TB, que também se serve de morfemas sufixais, nomeadamente -a(y) para marcar substantivos [+definidos] e Ø para substantivos [–definidos] (Smith, 1979: 198). É provável que se tenha efectuado uma reinterpretação da preposição per, que passou a ser usada como sufixo de acusativo, bem como de dativo. Provavelmente e tomando em consideração o alargamento semântico da preposição original per ao valor de acusativo, deu-se um jogo de influências que poderá ter envolvido não apenas as estruturas das línguas de substrato/adstrato e de superstrato, mas também estruturas e usos lexicais de outros crioulos asiáticos e/ou de um provável pidgin proto-asiático surgido a partir de 1510 do contacto entre os Portugueses e falantes do concani, em Goa⁹. No entanto, no TB o uso de morfema de acusativo está relacionado com o traço [+definido]¹⁰, enquanto que no CPB o uso obrigatório se prende com o traço [+humano], sendo o seu uso opcional se o substantivo for [+animado] e [–humano], e desnecessário se for [–animado] (Smith, 1979: 198).

    No CLSL, a preposição per (ou pera/para), além de ser multifuncional, tal como acontece em muitos outros crioulos do Sul da Ásia, aparece quase sempre para marcar o complemento indirecto (tal como acontece com a preposição a em PE), e frequentemente para marcar o complemento directo, nominal ou pronominal.

    Quando, no CLSL, ocorrem ambos os complementos, o directo, sem preposição, antecede o indirecto, tal como acontece em PE em que o objecto directo, normalmente não marcado, antecede o indirecto, a menos que o objecto indirecto surja na sua forma pronominal:

    As preposições para ou per(a), antes de um objecto pronominal e em contextos semelhantes, são típicas dos crioulos indo-portugueses¹¹, do papiamento (pa:) e do sabir, mas não ocorrem nos crioulos da África Ocidental (Ivens Ferraz, 1987: 353), nem no PK¹². No PK e no crioulo das Filipinas usam-se outros itens lexicais para exprimir o acusativo, nomeadamente ku e kon, que são semelhantes à preposição com do PE, sendo que, em PE, com não exprime o acusativo, mas papéis semânticos, tais como comitativo, instrumento, causa, maneira, oposição, contrariedade.

    Portanto, no PK, os verbos transitivos ligam-se aos objectos nominais através da preposição ku (Baxter, 1988:156; Ian Hancock, 1975: 222). Esta preposição é semelhante ao morfema per indo-português, uma vez que é multifuncional¹³ e, por vezes, desnecessária em termos de marcação do acusativo, sendo que, nesse caso, é a ordem das palavras que determina esta função. Quanto mais animado (e/ou definido) o objecto, mais obrigatório será marcar o acusativo, tal como acontece em CPB, em TB e em PE, sobretudo medieval¹⁴. Note-se que o complemento indirecto pode anteceder ou seguir o complemento directo, mas se ambos forem marcados e humanos, tem sempre de o seguir:

    Quanto mais animado (e/ou definido) o objecto, mais obrigatório será marcar o acusativo, tal como acontece em CPB, em TB e no português europeu, sobretudo medieval.

    De sublinhar que no CLSL também existem verbos que pedem construções com a preposição com para exprimir o objecto indirecto (Dalgado, 1998[1900]: 103), embora estas sejam menos frequentes do que construções com per.

    3.2. O LOCATIVO

    No português europeu a preposição em expressa o locativo (sentido estático). Porém, a preposição em é multifuncional, podendo ser usada para nos referirmos ao espaço e ao tempo, para exprimir estado, divisão, distribuição, e se for usada com verbos, como lançar, meter, pôr, entre outros, pode também ter o valor de ‘lugar para onde’ (sentido directivo).

    Da contracção com artigos definidos resultam as formas na(s)/no(s), que são semelhantes à preposição de locativo dos crioulos do Atlântico, nomeadamente na, que pode ser omitida com verbos de movimento, sobretudo, com topónimos, o que também acontece no PK, quando a construção é feita com verbos em série:

    Nestes crioulos, a preposição na pode significar lugar onde (em), lugar para onde (para) e lugar donde (de), dependendo do contexto ou do verbo (Holm, 2000: 229).

    No PK, a preposição na também parece ter um leque mais alargado de valores semânticos do que meramente ‘lugar onde’ e ocorre obrigatoriamente se a localização for o elemento central do SN ou com verbos intransitivos. Quando e apenas se for possível usar outras partículas mais específicas, tais como rentu, drentu, riba, basu, tras, diánti, fora, o uso de na é opcional, tal como acontece algumas vezes com os verbos meté e botá:

    Também no CLSL se usa uma preposição semelhante, nomeadamente . Contudo, a preposição em surge em diversos exemplos, sobretudo em expressões fixas, para além de surgirem também as preposições de e redundo. Tal como nos crioulos supra referidos, em CLSL, a marcação por meio de preposições não é sempre necessária. De referir ainda que algumas destas preposições podem ser usadas como posposições (Dalgado, 1998[1900]: 104).

    De acordo com Smith (1979: 197–198), no CPB temos os sufixos -(u)ntu ou -(u)nt-aù que parecem ter a sua base no item lexical português ‘juntado’¹⁶, certamente submetido a um processo de reinterpretação e permitindo, mais uma vez, convergência estrutural com o TB, onde encontramos os sufixos -(i)-la(y) com substantivos [–humanos] e -(i)Tta(y) com substantivos [+humanos]. Contudo, note-se que quer no CPB, quer no TB, o locativo pode ser usado com verbos de movimento se o SN for [+animado]:

    3.3. O GENITIVO

    No português europeu, encontramos as construções possessivas: ‘objecto possuído + de + possessor’ (a casa do Pedro), ‘objecto possuído + possessor / forma de genitivo do pronome pessoal’ (a casa dele), ‘artigo definido / demonstrativo /… + adjectivo possessivo + objecto possuído’ (a sua casa, a minha casa). No português europeu, os possessivos podem ser usados como adjectivos ou pronomes, sendo que, quando usados como adjectivos, antecedem o substantivo, ao passo que, no século XVI, o adjectivo possessivo era, por vezes, usado depois de um substantivo¹⁷:

    Nos crioulos podemos encontrar dois grandes tipos de construção de genitivo:

    a) Tipo 1 —> possessor + marcador de genitivo + objecto possuído

    No CLSL, encontramos esta construção, em que o possessivo, usado como marcador de genitivo, ocorre quase sempre no feminino singular (pronome ou adjectivo), embora também haja construções com o masculino:

    Dalgado argumenta, contrariamente a Schuchardt, que o marcador de genitivo su(a)¹⁸ não é de origem inglesa, uma vez que ocorre em contextos inadmissíveis em inglês (Dalgado, 1998[1900]: 103). É provável que tenha entrado no crioulo no momento de formação deste, antes da chegada dos Ingleses e Holandeses. Dalgado diz-nos também que, nos prácritos, como o cingalês e o concani, o genitivo do pronome pessoal ocorre também como possessivo, sobretudo antes de substantivos flexionados, correspondentes às preposições perto, junto, juntado, trás, do CLSL, onde o possessivo ocorre geralmente com estas preposições e não o pronome pessoal, podendo-se estabelecer aqui um paralelo com os prácritos:

    No entanto, na poesia, podemos encontrar uma forma semelhante ao morfema de possessivo do inglês:

    Em PK e no malaio de bazar também existe a construção do Tipo 1:

    Note-se que o sa do PK e o punya do malaio de bazar indicam igualmente o possessivo absoluto.

    De sublinhar que esta construção não ocorre no malaio (Hancock, 1975:229). Contudo, no PK e em malaio, podemos omitir a partícula, indicando posse através da mudança da ordem das palavras¹⁹, embora esta não seja uma construção muito aceite ou utilizada pelos falantes de PK:

    A construção ‘possessor + marcador de genitivo + objecto possuído’ surge também noutros crioulos, como em papiamento (Hancock, 1975: 223), em afrikaans²¹ (Hancock, 1975: 223), em bidau e em macaísta:

    Não encontramos um marcador de genitivo semelhante no crioulo das Filipinas, nem nos crioulos do Golfo da Guiné ou da Costa da Guiné.

    No CPB, mais uma vez, faz-se uso de um sufixo, nomeadamente -su(we), tal como acontece em TB (-r´a) (Smith, 1979: 198). No entanto, a semelhança do sufixo do CPB com os itens lexicais utilizados noutros crioulos de base lexical portuguesa leva-nos a considerar, mais uma vez, a hipótese de ter havido aqui uma influência combinada.

    b) Tipo 2 → objecto possuído + de/di + possessor

    A preposição de exprime muitos valores no português europeu incluindo o de genitivo. Esta construção (Tipo 2) é usada no PE, bem como no PK, em papiamento (Goilo, 1972, apud Holm, 2000: 218) e em palenquero (Friedemann & Patiño, 1983: 149–150, apud Holm, 2000: 218):

    Também no CLSL a preposição de é uma preposição de genitivo, sendo que, no seguinte exemplo, ela marca o complemento determinativo, em vez do complemento possessivo, tal como pode acontecer noutros crioulos, como no PK:

    De referir ainda que, em CLSL, a preposição pode ser omitida, mantendo-se a ordem das palavras.

    3.4. A REDUPLICAÇÃO

    Tanto quanto nos foi possível averiguar, o processo da reduplicação ocorre na maioria dos crioulos de base portuguesa. Contudo, a reduplicação não é um mecanismo sintáctico em português europeu.

    No PK, paralelamente a outros mecanismos de pluralização de substantivos, encontramos a reduplicação²³, usada sobretudo com substantivos comuns concretos²⁴, embora não se trate do mecanismo de pluralização mais frequentemente utilizado:

    O mesmo acontece em malaio e no malaio de bazar:

    No crioulo português de Sri Lanka, quer coloquial, quer literário, a reduplicação de substantivos com função pluralizadora não é um processo sistemático, tal como não acontece em tamil. Aliás, este é o único exemplo detectado por Dalgado:

    De referir que, nas línguas indígenas, existe uma expressão com o significado de ‘filha/filho’ usada para referir crianças de ambos os sexos (Dalgado, 1998[1900]: 81), sendo que outros crioulos asiáticos, como o de Mangalore e o PK (exemplo 24), também têm uma expressão reduplicada semelhante (Ferraz, 1987: 352).

    O fenómeno de reduplicação associada à pluralização de nomes ocorre também noutras línguas, como no crioulo de Macau (Holm, 1989: 298) e no crioulo de base lexical espanhola das Filipinas:

    A reduplicação é um mecanismo recorrente na maioria dos crioulos asiáticos com funções como distribuição de numerais, intensificação de advérbios, entre outras, podendo ser considerada um calque de construções semelhantes encontradas nos substratos (Ferraz, 1987: 352)²⁵. Estes tipos de reduplicação, bem como a reduplicação para exprimir o plural de adjectivos ocorrem nos crioulos do Golfo da Guiné e da Alta Guiné.

    Sendo que a relação entre forma e função na utilização da reduplicação é icónica, podemos associar um universalismo à sua utilização. Porém, nos casos em que a reduplicação ocorre com a função de pluralizar substantivos, talvez seja possível atribuir a sua origem ao malaio, até porque em malaio e em outras línguas austronésias a reduplicação ocorre com todas as classes de lexemas²⁶.

    4. Conclusão

    Ao compararmos algumas características dos crioulos de Sri Lanka e de Malaca entre si e com as respectivas línguas de superstrato e substrato e com outros crioulos asiáticos, fica-nos a certeza de serem vários os factores que convergem para a formação, manutenção e evolução de uma língua. Na maioria das vezes, não é possível subscrever-se este ou aquele traço morfo-sintáctico a uma determinada causa.

    Assim, se, por um lado, os crioulos têm como grande fonte lexical as línguas de superstrato, enquanto que as línguas de substrato os inspiraram sobretudo ao nível estrutural²⁷, sendo por vezes clara a convergência de influências, por outro lado, os agrupamentos de crioulos estabelecidos com base apenas na comparação com superstratos e substratos, por si só, não explicam a existência de determinados traços neles encontrados e que são comuns a outros crioulos que, pela divisão, pertenceriam a um grupo diferente.

    Neste sentido, torna-se importante não excluir uma análise das línguas de adstrato, bem como desenvolvimentos internos e factores sociais, como o mutilinguismo e os contactos constantes entre as diversas comunidades de falantes. Todos estes factores podem ter exercido uma influência conjunta e não-unilateral no surgimento e evolução dos traços analisados neste nosso estudo.

    De salientar que a hipótese de Dalgado quanto a uma influência que se terá processado no sentido Oeste → Este afigura-se como uma hipótese plausível e, de facto, possível de ser aplicada aos crioulos em questão, pelo menos tomando em consideração alguns aspectos deste nosso estudo. Efectivamente, a História narra a presença não só de africanos desde o Sri Lanka até Macau²⁸, mas também de malaios em Sri Lanka e na Índia, canalizados, por exemplo, para o serviço militar, sobretudo pelos Holandeses. Este tipo de movimentos migratórios sempre foi bastante comum e favorece o argumento de que poderá ter havido uma difusão ou transfusão de traços quer no sentido Oeste → Este, quer no sentido Este

    ¿Disfrutas la vista previa?
    Página 1 de 1