PRIMO DE RIVERA EL DICTADOR AL QUE APOYÓ Y ABANDONÓ UN REY
EL 14 DE MARZO DE 1922 EL GENERAL MIGUEL PRIMO DE RIVERA Y ORBANEJA (JEREZ DE LA FRONTERA, 8 DE ENERO DE 1870-PARÍS, 16 DE MARZO DE 1930) FUE NOMBRADO CAPITÁN GENERAL DE CATALUÑA, DECISIÓN MUY BIEN ACOGIDA POR LA BURGUESÍA CATALANA DEBIDO A LA FAMA QUE LE PRECEDÍA DE SER UN DEFENSOR DEL ORDEN. Los sucesos de la Semana Trágica de 1909, los actos violentos de los anarquistas y el cariz revolucionario de las reclamaciones obreras, no gustaban a la acomodada clase burguesa catalana. Según explicó más tarde el propio Primo de Rivera, fue durante su destino como capitán general de Valencia, en 1920, "cuando le aterrorizó el radicalismo de la clase obre-ra de matiz comunista revolucionario y tomó conciencia de la necesidad de intervenir en la política española por procedimientos distintos a los habituales".
La popularidad de PRIMO DE RIVERA entre las clases alta y media catalanas alcanzó sus mayores cotas con motivo de su intervención en defensa de la ley y el orden durante la huelga general de transporte de Barcelona de 1923.
POLÍTICA DEL ORDEN
Una de las primeras muestras de su política de orden fue el apoyo que prestó a las protestas de las organizaciones patronales catalanas, a causa de la decisión del gobierno de José Sánchez Guerra de destituir, en octubre de 1922, al gobernador civil de Barcelona, el general Severiano Martínez Anido, que se había distinguido por su benevolencia hacia el pistolerismo patronal y por la aplicación de medidas brutales para intentar acabar con la conflictividad obrera y la violencia anarcosindicalista.
La percepción de que había sustituido al de Sánchez Guerra a principios de diciembre de 1922, una pasividad que fue denunciada por la prensa conservadora barcelonesa, incluida La Veu de Catalunya, el órgano de la Lliga Regionalista de
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