En este capítulo, Oseas vuelve a ejemplificar con su matrimonio, para hablar al pueblo sobre la reconciliación que Dios esta interesado en dar al pueblo a pesar de haberse prostituido. En esta porción, Dios será muy enfático con Oseas respecto a sus acciones, lo que nos tiene que demostrar la determinación de Dios en el cumplimiento de su voluntad.

Debemos notar la importancia de la palabra amar, que aparece cuatro veces en el versículo 1, y es la clave para entender este capítulo. Sin embargo, podemos ver que en ese amor hay comparaciones, “ama a una mujer amada de su compañero”, aunque está hablando de amor, estamos viendo que es un amor que en ese momento no es recíproco ejemplificando el amor que Oseas debe tener por Gómer.

El propósito de la pérdida de su identidad nacional, su sistema religioso y alianzas políticas y militares no es el de destruir a Israel. Es una expresión del amor divino que procura la conversión de su pueblo. Esta invitación a la reconciliación se da con la firme confianza de que finalmente volverán los hijos de Israel y buscarán a Jehová su Dios.