La iglesia la es el grupo de personas elegidas por Dios, salvas por gracia y justificadas, santificadas para se restauradas que tienen el propósito de llevar el evangelio de salvación por gracia a las personas que no tienen esa relación con Dios que y no han reconocido el señorío de Cristo.

La iglesia debe tener una convicción firme en cuanto a la identidad de Jesús. En la primera pregunta, varios contestaron, pero en la segunda, solo Pedro respondió: ¡Tú eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente. Y enfatiza de manera enérgica dos verdades. Jesús era el Hijo del único Dios que vive por siempre.

La iglesia tiene la misión de librar a los hombres del infierno por medio de la proclamación el evangelio. No debemos ver la iglesia como un grupo de creyentes temerosos y atrincherados. No deberíamos de tener miedo de que satanás saque gente de la iglesia, él es quien teme por que la iglesia es quien saca gente del infierno. La iglesia no puede ser destruida, no puede ser detenida ni erradicada. Es triste ver que quien frena el avance de la iglesia no es satanás, sino la apatía, flojera e indiferencia de quienes se dicen ser iglesia.

La iglesia predica con la autoridad divina, y a cada uno de nosotros nos da la encomienda de atar o desatar. Se refiere a la seguridad de la salvación por medio del arrepentimiento y la fe. Dios nos ha dado la autoridad de llevarle a las personas la seguridad de estar con él por una eternidad. Tenemos la autoridad de llevar el perdón, la reconciliación y la salvación por medio de Cristo Jesús.