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Pioneras Argentinas: Un pase a la historia
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Pioneras Argentinas: Un pase a la historia
Libro electrónico225 páginas2 horas

Pioneras Argentinas: Un pase a la historia

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Información de este libro electrónico

Las historias de las Pioneras del fútbol femenino argentino inspiran porque sostuvieron el derecho a jugar a pura gambeta contra prejuicios. Una generación que dio el puntapié inicial de ese partido que aun hoy seguimos jugando, hasta que este deporte que amamos ocupe el lugar que se merece. En todas estas historias que se repiten por miles también encuentro la mía propia.Tenemos historia que perdura. Estamos conociendo nuestras raíces. Y esa fuerza es imparable.
IdiomaEspañol
Fecha de lanzamiento5 jun 2024
ISBN9789878955223
Pioneras Argentinas: Un pase a la historia

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    Pioneras Argentinas - Mónica Santino

    Portada

    Pioneras argentinas

    Un pase a la historia

    Mónica Santino
    Tamara Haber / Julieta Ossés

    Pioneras argentinas

    Un pase a la historia

    Índice de contenidos

    Portadilla

    Legales

    Agradecimientos

    Prólogo

    Introducción

    Capítulo I - Los comienzos

    Capítulo II - Los ´60

    La conquista del potrero

    Tiempo de exhibiciones

    Una cancha federal

    Capítulo III - Los ´70

    En los márgenes también se hace historia

    El día que salimos por TV

    La pelota busca a la jugadora

    La patria es un potrero

    Campeonato Excursionistas 1978

    La Academia Campeona

    Capítulo IV - México ´71

    El primer Mundial del que participó la Selección Femenina

    Capítulo V - Los ´80

    Jugar entre grandes

    De jugadora a DT

    Ser parte de una familia

    El inicio de una leyenda

    Asociación Argentina de Fútbol Femenino

    Capítulo VI - Los ´90

    La era AFA

    Fútbol de mujeres y medios periodísticos en los ‘90

    Las protagonistas son las jugadoras

    Epílogo. Sin nosotras nunca más

    Archivo Fotográfico

    GES-Deportes

    GES®- Grupo Editorial Sur

    Prensa & Comunicación: Milena Salvador

    Fotos de Solapa e Interior (pag 235): Julieta Ferrario

    Edición Literaria: Irene Locatelli

    Diseño de Tapa, Interior e Ilustraciones: Ona Ballesteros Gravino

    Dirección Operativa: Pablo Campos

    Dirección de Arte: Fernando Belvedere

    Las imagenes y fotos de este libro son cortesía de las Pioneras Argentinas

    GES®- Grupo Editorial Sur

    Santos Dumont 3454, Piso 3, Depto 24 / CP1427 CABA

    www.grupoeditorialsur.com

    www.grupoeditorialsur.com

    contacto@grupoeditorialsur.com.ar

    Primera edición en formato digital: mayo de 2024

    Versión 1.0

    Digitalización: Proyecto451

    ISBN edición digital (ePub): 978-987-8955-22-3

    Queda hecho el depósito que previene la ley 11.723

    imagen

    A todas las Pioneras que aman la pelota y nos

    pusieron en movimiento

    A todo el fútbol que habita en los potreros

    Al milagro de encontrarnos

    Este libro cuenta con la colaboración especial de la periodista Ayelén Pujol

    Agradecimientos

    A todas las Pioneras de Fútbol Femenino de Argentina. A quienes nos dedicaron su tiempo para contarnos sus historias.

    Especialmente a Teresa Suárez, Betty García, Manzi Sequeira, Mirta López, Betty Caldez, Delia Vera, Yanina Gaitan, Elisa Mangone, Eva Medina, Tona Palacios, Norma Saralegui y Mónica Pérez por atender nuestro teléfono y responder a nuestras preguntas a cualquier hora del día.

    A Lucila Sandoval, por abrirnos las puertas a este mundo hermoso de las Pioneras y la historia del fútbol femenino en nuestro país.

    A Ayelén Pujol, que es parte de este libro.

    A Adrián Bollici, del Departamento de Historia del Club Excursionistas, al Archivo de la Memoria Popular Villa 20, a Iván Lorentz y a Ildefonzo Apelanz por brindarnos material de forma desinteresada y con compromiso por la difusión de la historia del fútbol femenino de nuestro país.

    A Brenda Elsey, investigadora estadounidense, por su trabajo con los orígenes del fútbol en nuestra región y por estar atenta a nuestras consultas.

    A David Wood y Matthew Brown, investigadores ingleses, por sus trabajos sobre fútbol femenino en América Latina y por responder a nuestras preguntas desde otro continente.

    A lxs integrantes del Seminario Permanente del Deporte por su trabajo de investigación, que nos permitió conocer más sobre los contextos que dieron lugar al avance del fútbol femenino en nuestro país.

    A Bárbara Witko, la China, por involucrarse con este proyecto y alentarnos en cada comentario.

    A Diana Marotte y Yanina Chiafitela por su paciencia y colaboración de siempre.

    A Anita Szmulewicz y a Lucre Fernández, por bancar cada tarde de entrevista, por sus opiniones, sus consejos y por colaborar con la mejor predisposición para que este proyecto sea realidad. Por bancar el fútbol femenino con perspectiva feminista.

    A Andrea Conde porque como Presidenta de la Comisión Mujer de la Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires aportó a la visibilización del Fútbol Femenino y logró la sanción de la Ley del Día de las Futbolistas. Por permitirnos hacer este libro que disfrutamos enormemente y por confiar en nuestro trabajo.

    imagen

    Prólogo

    Hay que parar el tiempo unos minutos para cambiar el aire, trotando la cancha.

    Pararse a leer la jugada, pensar y tomar conciencia.

    Para poder calzarme botines y ropa de futbolista tuve que dar unas cuantas batallas. Tengo 31 años y me sigue resultando difícil y pesado notar que también pasé por situaciones de injusticia, al igual que las Pioneras durante más de 50 años.

    Nosotras, algunas, podemos vivir del fútbol. Lo hacemos porque estas compañeras que nos precedieron nos hicieron la mochila mucho más liviana. No compartimos vestuarios ni anduvimos los entrenamientos. Pero saber de sus historias es traerlas acá. Son las ganas de ganar siempre, de llorar las mismas lágrimas y abrazarnos a la alegría con forma de pelota que perseguimos desde pibas.

    Las historias de las Pioneras del fútbol femenino argentino son relatos que inspiran, porque sostuvieron el derecho a jugar a pura gambeta contra prejuicios.

    Una generación que dio el puntapié inicial de ese partido que aún hoy seguimos jugando, hasta que este deporte que amamos ocupe el lugar que se merece.

    Nos empuja y nos alienta el orgullo de ser futbolistas. En todas estas historias que se repiten por miles también encuentro la mía propia. Me sigue llamando la atención que circule la idea de que somos una moda, una edición limitada, algo pasajero. Tenemos historia que perdura. Estamos conociendo nuestras raíces. Y esa fuerza es imparable.

    La posibilidad de ser parte de este libro y presentarlo me deja repleta de orgullo, el mismo que siento por la vida y el fútbol de cada pionera. Todas las historias que conocemos y las que no, están atravesadas por adversidades e injusticias. Ponerles nombre y apellido es iluminar el camino de muchas. Estas mujeres nos inspiran.

    Por ellas y por todas las que vienen, no daremos ninguna pelota por perdida. Aprendí con este libro que lo más importante es hacerle ganar al deseo por encima de la frustración.

    Y cuanta más libertad logremos, seremos muchísimas en la cancha. Porque seremos felices celebrando el juego que amamos.

    Gracias Pioneras, siempre.

    Estefanía Banini

    Introducción

    imagen

    Partido de fútbol femenino disputado en Capital Federal (actual Ciudad Autónoma de Buenos Aires) en 1923. Revista Fray Mocho. Gentileza Brenda Elsey.

    El fútbol de mujeres tiene una larga historia en nuestro país. Una historia poco contada, casi invisible, porque nos quisieron hacer creer que el deporte más popular de la Argentina perteneció siempre a los varones.

    Pero eso nunca fue así. Los primeros registros que encontramos son de principios del siglo XX, y muestran a un equipo de fútbol formado por mujeres en Rosario. La investigadora canadiense Brenda Elsey halló una nota periodística en la Revista Fray Mocho, donde se muestran fotografías de un partido que se jugó en la Capital Federal en 1923 (1).

    Recientemente, la periodista Ayelén Pujol publicó el libro Qué Jugadora, donde se reconstruye una historia que tiene por lo menos cien años en nuestro país.

    David Wood, especialista en el desarrollo del fútbol en Latinoamérica, hizo un análisis de la representación femenina en este deporte, y subraya cómo ya en 1920 había una preocupación porque las mujeres jugaran a la pelota (2).

    Si los grandes productores de la masculinidad y reproductores de los estereotipos de género, como lo era la revista El Gráfico, publicaban notas haciéndose eco de esta preocupación, podemos fácilmente intuir que efectivamente había muchas de nosotras desafiando este mandato en las plazas, parques y canchas.

    Una nota publicada en 1921 en ese medio se titula: ¿Por qué las mujeres no deben jugar al fútbol?. El texto advierte que la práctica podía significar la pérdida de atributos de la feminidad. Claro, jugar resultaba una amenaza al status quo y a los roles de género asignados.

    Pero, a pesar de los años de invisibilización constante y al contrario de lo que comúnmente se piensa, las mujeres formamos parte de la historia del fútbol en nuestro país desde sus orígenes.

    El Club Atlético Alumni es considerado una de las grandes leyendas del fútbol argentino. Entre 1901 y 1910 se consagró campeón por tres veces consecutivas en la Liga de Fútbol Argentina. Se encontraba integrado por exalumnos de la English High School, una escuela mixta fundada por el profesor Watson Hutton en 1884, a la que asistía gran parte de la comunidad inglesa y escocesa que migró a nuestro país en la segunda mitad del siglo XIX

    Esta es la hipótesis que compartió Matthew Brown, sociólogo de la Universidad de Bristol, en el Segundo Encuentro de Fútbol y Mujeres en Latinoamérica y que desarrolla en su investigación sobre deportes y fútbol femenino en Sudamérica durante finales del siglo XIX y principios del XX, a publicarse próximamente (3).

    El fútbol de mujeres (4) no es una moda. Desde principios de siglo las mujeres jugamos a la pelota, pero nadie contó esta historia. Pesaron más las imposiciones, los prejuicios y estereotipos: que nuestros cuerpos no son lo suficientemente fuertes para un deporte de contacto, que no somos tan rápidas para una cancha de once, que nos puede traer problemas de salud o que podemos perder nuestras cualidades femeninas.

    ¿Por qué hubo tantas resistencias a que juguemos? ¿A qué le temían y aún le tienen miedo? Quizás no hay una sola respuesta a estas preguntas, pero sabemos que el machismo y los mandatos sociales dan forma a gran parte de las respuestas. La asignación de las tareas de reproducción y de cuidado que históricamente recaen sobre nosotras, la utilización de nuestros cuerpos como objeto de placer de otros y no como portadores de nuestro propio deseo, la negación a que habitemos espacios que constituyen la vida ciudadana y fortalecen la vida social, así como otro sin fin de imposiciones, generan desigualdad entre los géneros. Son formas de limitar nuestra libertad, de negarnos nuestros deseos. Constituyen medidas de control sobre nosotras y tienen como objetivo relegar nuestra personalidad y nuestras vidas.

    No cabe duda de que estas barreras y obstáculos aún existen, pero también sabemos que años atrás eran más fuertes porque nos sentíamos más solas dando estas batallas. Por eso es importante rescatar nuestra historia, saber que recorrimos un largo camino para llegar adonde estamos hoy, reconocer la valentía de tantas que atravesaron obstáculos y dieron el puntapié inicial, no solo para hacer carne su propio deseo, sino para darnos la oportunidad a quienes vendríamos después...

    ¿Cuántas mujeres jugaron al fútbol a lo largo de los años? ¿Por qué nadie lo sabe? ¿Cuántas gambetearon en el barro, rompieron travesaños, hicieron goles de taco? ¿A cuántos varones les robamos la pelota? ¿Quién era la jugadora aguerrida, cuál la habilidosa? ¿Y la que dejaba todo en la cancha? ¿Cuáles fueron los partidos memorables, los torneos épicos? ¿Cuáles son las leyendas del fútbol de pibas, las hazañas? ¿Cuántos juguetes adaptamos para que nos sirvan para hacer jueguitos? ¿Cuántas veces nos escapamos por la ventana para cruzar la calle de tierra y meter goles con el equipo de nuestros vecinos del barrio? ¿Cuántas calles de adoquines, jardines de vecinas, terrenos baldíos, pasillos del barrio, patios de escuelas transformamos en potreros para dar lugar a nuestro juego? ¿Cómo nos organizamos para ir a torneos en lugares lejanos, llenas de garra y de ansias de gol? ¿Cómo entendemos el fútbol nosotras?

    Las Pioneras del Fútbol Femenino es el nombre de la organización que la exarquera Lucila Luky Sandoval impulsó. Se trata de un grupo de exfutbolistas que fueron las precursoras de esta disciplina, quienes jugaron al fútbol entre los ‘60, ‘70, ‘80 y ‘90.

    Una vez retirada del fútbol, Luky se dio a la tarea de buscar otras exjugadoras y reunirlas para organizar este colectivo de mujeres. A partir de allí surgieron homenajes, declaraciones y una serie de eventos en los que se las reconoció: rememoraron sus luchas, sus logros y también pusieron en valor su lugar en la historia del deporte.

    Cuando Luky se fichó como jugadora en la Asociación Argentina de Fútbol Femenino en 1988, mientras esperaba sentada su turno para completar los documentos, vio un cuadrito colgado en la pared: era la selección que jugó en México 1971, el primer Mundial del que participó Argentina.

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    No lo podía creer. Pensaba que su generación era una de las primeras que jugaba al fútbol, y que por eso le costaba tanto lograr reconocimiento. De ahí en más, se desveló por conocer a esas jugadoras y su historia. Pensó que era necesario reparar esa ausencia para que no ocurriera lo que le pasó a ella, a su generación, y saberse parte de un largo camino compartido.

    El proyecto de este libro nació en abril de 2017 cuando Luky acercó a la Comisión de Mujer, Infancia, Adolescencia y Juventud de la Legislatura de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires su deseo de plasmar la historia del fútbol femenino en un libro.

    A nosotras, el deseo de recuperar la historia de las Pioneras nos interpeló directamente. Contar esta historia es desandar el recorrido de un fútbol que desafía de manera directa los cánones machistas de esta sociedad.

    Durante muchos años, fue invisibilizado, guardado en el clóset y ninguneado. Por eso resulta tan difícil encontrar registros sobre ellas, las Pioneras, quienes dieron forma a lo que es hoy el fútbol femenino

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