NO MÁS nadies
decía Virginia Woolf que, durante la mayor parte de la historia, fue una mujer. En estos últimos años hemos impulsado grandes cambios, dado pasos de gigante y luchado por nuestros derechos. En definitiva, hemos avanzado hacia un nuevo mundo, más justo y responsable. Pero aún queda mucho camino para alcanzar la ansiada igualdad formal y real, un proceso que lleva tiempo y que exige transformar lalo había hecho antes, rezaban los titulares de los medios de comunicación de todo el planeta. Se equivocaban. Tres lo habían logrado antes. Tres tenistas con nombres propios y apellidos ya habían pulverizado récords: la australiana Margaret Court, la americana Serena Williams y la alemana Steffi Graf, con sus 24, 23 y 22 títulos, respectivamente. Sin ánimo de quitarle ningún mérito a admirado Nadal -cuya grandeza es incuestionable- ni de empañar su histórica hazaña. Esto no tiene nada que ver con su valía. Este desliz informativo sólo nos recuerda que sigue siendo sinónimo de mujer.
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