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De Simón Rodriguez a Paulo Freire: Educación para la integración iberoamericana
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Libro electrónico185 páginas2 horas

De Simón Rodriguez a Paulo Freire: Educación para la integración iberoamericana

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Vivimos tiempos que celebran la inmediatez y que invitan a borrar la historia. En este contexto, se ha transformado en una muletilla decir que el sistema educativo no funciona, que los niños pobres ya no pueden aprender, que los jóvenes no saben nada y que los docentes carecen de la preparación que solían tener. Esas críticas a la institución escolar no siempre vienen ligadas a propuestas que atiendan al bien común y suelen abrir la puerta a la mercantilización de la educación.
En esta nueva edición de una obra que se ha convertido en un clásico indispensable, Adriana Puiggrós recorre la historia de la educación latinoamericana y subraya la existencia de una masa crítica de pensamiento capaz de construir alternativas sustentables.Creando un vector que conecta a Simón Rodríguez con Paulo Freire, traza un arco que permite dar sentido a la experiencia actual. En ese relato, el maestro de Simón Bolívar y el pedagogo de la emancipación habitan un espacio común de desafíos y compromisos con los excluidos, signados por las urgencias de su tiempo. Sin lugar para miradas complacientes, la autora examina las posiciones críticas de los años sesenta, setenta y ochenta, y analiza por qué las propuestas dirigidas a la educación de los postergados no han logrado sostener consistentemente una alternativa e impactar con potencia política en el sistema que denuncian.
Este libro plantea la necesidad y la viabilidad de una reflexión pedagógica que abarque la vocación latinoamericana, caribeña e hispanoamericana. Contra los discursos que desprecian la singularidad de la experiencia, es una reivindicación de la historia como herramienta para construir la utopía y hacer un categórico llamamiento a recuperar, para la educación, un papel central en la historia de la emancipación.
IdiomaEspañol
Fecha de lanzamiento28 may 2024
ISBN9789878013541
De Simón Rodriguez a Paulo Freire: Educación para la integración iberoamericana

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    Vista previa del libro

    De Simón Rodriguez a Paulo Freire - Adriana Puiggrós

    Índice

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    Índice

    Portada

    Copyright

    Prólogo a esta edición. Actualidad de la utopía para la educación en América Latina

    Introducción

    Parte I. Las alternativas cambian con el tiempo

    1. Del reproductivismo a la polémica Freire-Illich

    2. La desescolarización

    3. La polémica Freire-Illich

    4. Críticas con escasas alternativas

    5. Tradición y transformación

    6. En busca de otras posibilidades teóricas

    7. Reivindiquemos a la vieja y gorda vaca sagrada

    8. La reducción neoliberal del sujeto

    9. El valor de las microexperiencias educativas y sociales

    Parte II. Pesquisa en el baúl de la historia

    10. El retorno de una evocación

    11. El sujeto latinoamericano

    12. Las bases políticas de la educación

    13. Las bases productivas de nuestras naciones

    14. Un encuentro que no fue

    15. La cuestión de los orígenes

    16. ¿Qué buscas con los ojos fatigados de cielo, más alto que la vida y sobre la pasión?

    Parte III. ¿Será cierto que, como dijo el nigromante, somos unos nadas?

    17. Cuestionamientos a la experiencia

    18. Educación y saberes socialmente productivos

    19. Peligros que nos acechan

    20. La continuidad de la experiencia

    21. ¿Por qué buscamos a Simón Rodríguez?

    22. Sujeto político o choque de culturas

    23. Iberoamérica, Latinoamérica y Europa

    24. Hacia la unidad, articulando las diferencias

    25. En síntesis

    Parte IV. Algunas políticas de Estado deseables

    Bibliografía general

    Adriana Puiggrós

    DE SIMÓN RODRÍGUEZ A PAULO FREIRE

    Educación para la integración iberoamericana

    Puiggrós, Adriana

    De Simón Rodríguez a Paulo Freire / Adriana Puiggrós.- 1ª ed.- Ciudad Autónoma de Buenos Aires: Siglo Veintiuno Editores, 2024.

    Libro digital, EPUB.- (Educación sin Fronteras)

    Archivo Digital: descarga y online

    ISBN 978-987-801-354-1

    1. Educación. 2. Historia de la Educación. I. Título

    CDD 370.9

    Este libro fue publicado originalmente en 2005 (Bogotá, Convenio Andrés Bello)

    © 2024, Siglo Veintiuno Editores Argentina S.A.

    Diseño de cubierta: Emmanuel Prado / manuprado.com

    Digitalización: Departamento de Producción Editorial de Siglo XXI Editores Argentina

    Primera edición en formato digital: junio de 2024

    Hecho el depósito que marca la ley 11.723

    ISBN edición digital (ePub): 978-987-801-354-1

    Prólogo a esta edición

    Actualidad de la utopía para la educación en América Latina

    Veinte años después de que el Convenio Andrés Bello le confiriera al texto el Premio de Memoria y Pensamiento Iberoamericano, sale a la luz una nueva edición de aquel análisis de la historia de la educación latinoamericana. Durante las dos décadas transcurridas desde ese 2004 se produjeron enormes cambios. A la vanguardia de esas transformaciones estuvo el impacto de la tecnología sobre todos los órdenes de la vida social, un cimbronazo que muchos conciben semejante a la invención de la imprenta. Es posible que se trate de fenómenos comparables en términos de apertura de horizontes. Pero, al mismo tiempo, la avanzada tecnológica ocultó procesos ambientales, políticos y económicos que ponían en riesgo la vida humana, otorgaban enormes riquezas a una minoría y hundían en la pobreza a la gran mayoría de la población mundial. Basada en un individualismo del presente absoluto, la nueva hegemonía gestada por las fuerzas de derecha exige olvidar la historia, desconocerla y, por supuesto, dejar de enseñarla. Las propias biografías, las de las generaciones inmediatamente anteriores, las de la comunidad y las naciones a las que las personas pertenecen son vaciadas de importancia. La experiencia de todos esos órdenes se esfuma para pasar con ansiedad al (supuestamente) gratificante momento siguiente. A la vez que es borrada de los programas escolares, la historia se presta a nuevos usos: situaciones y personajes son trastocados en series y películas, se producen acomodamientos y se reescriben versiones con sentidos comerciales y políticos.

    Sin embargo, una nueva camada de historiadores investiga la historia de la educación latinoamericana en las universidades y otros centros de educación superior con una mirada crítica. Testimonio de la imposibilidad de suprimir la historiografía de bases científicas, de erradicar las lecturas diversas y de poner fuera del alcance público la experiencia acumulada, el libro sigue existiendo y encuentra formas tecnológicas actualizadas: no han acabado con él. Más aún: el libro siguió guardando historias, saberes y experiencias, que regresan e impactan en tiempos distintos.

    Tal es el caso de Simón Rodríguez, quien ha sido extensamente silenciado. Su postura liberal democrática fue especialmente blanco de ocultamiento: avanzada para su época, es incompatible e incluso peligrosa para el actual neoliberalismo y el neoanarquismo capitalista que permea el discurso de esta época. También Paulo Freire fue manipulado, de modo de extraerle su aporte más creativo y licuar su experiencia. No han sido en vano los casi tres siglos que transcurrieron entre uno y otro en la vida de América Latina. A través de esos tres siglos, los vincula un ideario marcado por la presencia de elementos utópicos que discuten la riqueza y la pobreza como bases de construcción de nuestras sociedades. Don Simón creía en la escuela, en un sistema educativo que tuviera a los indios, los pobres, los desposeídos como sujetos decisivos. No alcanzó a ver las alternativas educativas por las que luchan y que experimentan sectores populares y democráticos, e intermitentemente llegan a los gobiernos. Freire fue un hombre del siglo XX, pero su pensamiento aportó a una pedagogía de la democracia que aún posee valor universal. Uno y otro han marcado hitos en la rica historia de la educación latinoamericana, plena de significantes que humanizan la inminente necesidad de realizar cambios en el sistema educativo moderno.

    Los contenidos, las formas didácticas, la tecnología no pueden quedarse en la retaguardia mientras se va perdiendo el vínculo pedagógico entre las generaciones. Es por eso que, poniendo en el centro el gesto utópico que vincula a estas figuras a lo largo de la historia latinoamericana, se hace evidente la necesidad de inventar una nueva escuela. Lejos de desprenderse del Estado, debe ser este quien la dirija a través de una política democrática y garantice la justicia social educativa.

    Si bien nos referimos a un proceso que trasciende en mucho a nuestra región, debemos tener en cuenta la historia y las particularidades latinoamericanas. Asimismo, entender las maneras en que la herencia hispánica y europea, así como las culturas indígenas subsistentes, están subordinadas al imperio de la cultura anglosajona. Ya no existen islas desiertas, decía Julio Cortázar hace décadas. Las lecturas de la historia no deben ser rígidas, sino asomarse a los distintos tipos de vínculos que se fueron estableciendo entre comunidades, mercado y Estado. Este último tiene la enorme responsabilidad de garantizar la soberanía de las naciones, una de cuyas condiciones es que los pueblos accedan sin límites a la educación y sean conscientes y comprometidos con los derechos de sus connacionales y de la humanidad. En ese marco concebían América Latina los principales educadores que se mencionan en estas páginas.

    12 de febrero de 2024

    Introducción

    Los términos Iberoamérica y América Latina o Latinoamérica han tenido distintos usos y significados a través de la historia. En este ensayo utilizaré ambos, excepto cuando se trata de referencias o citas de autores, en cuyo caso prefiero respetar su elección. Pero incluiré implícita o explícitamente al Caribe cada vez que nombre a América Latina.

    La utilización de aquellos nombres no significa que los considere coextensivos. Pero he preferido que les otorgue sentido el contexto del discurso. Entre ellos existen diferencias, y su deconstrucción, que no es materia de este trabajo, dejaría ver conflictos entre los países ibéricos y los latinoamericanos, y entre estos últimos. No puede reducirse nuestra región a su territorio ni a sus lenguas principales. Aunque sostendré que es urgente habitar nuestras lenguas, creo que para que sea posible debemos atender la desigualdad social y económica creciente entre Europa y América Latina y el Caribe, que aleja las posibilidades de integración del área. Existen razones de largo plazo para que los países ibéricos, Latinoamérica y el Caribe actúen cooperativamente. Esas razones importan más que los motivos que proporciona el neoliberalismo para su distanciamiento.

    Desde la época de su fundación, nuestras naciones tendieron a vincularse mediante hipótesis de conflicto antes que de integración. En las últimas décadas, se ha avanzado por un camino distinto, marcado por la Comunidad Andina de Naciones, el Convenio Andrés Bello, el Mercosur, el Sistema de la Integración Centroamericana (SICA), la Comunidad del Caribe (Caricom) y numerosos acuerdos bilaterales de coexistencia pacífica y colaboración. Sin embargo, la integración tiene caras múltiples y sus contenidos varían con el correr de la vida social y la situación internacional. Acuerdos económicos equitativos y compensatorios de la desigualdad, convenios culturales, articulaciones educativas, programas sociales son acciones que deben ocupar a los gobiernos y a las sociedades. Políticas de Estado que involucren a las regiones en el mediano y largo plazo deberían facilitar la reconexión de zonas que comparten pasados, condiciones económicas y culturas, pero están distanciadas por circunstancias políticas muchas veces carentes de actualidad.

    El problema de la integración admite diversas formas de abordaje, entre las cuales la cultura y la educación tienen un papel relevante. En la primera parte de este ensayo, discutiré la carencia de proyectos alternativos a las teorías reproductivistas y, en la segunda, propondré reconstruir una historia de la educación que enhebre las alternativas tendientes a aportar capital social y cultural a nuestros países. Les daré especial importancia a las miradas político-pedagógicas iberolatinoamericanistas y caribeñas. En la tercera parte del texto, interesa en especial revalorizar la experiencia iberolatinoamericana y caribeña, en el convencimiento de la continuidad de su historia y de la potencia educacional de su pueblo. Por último, trazaré algunas líneas programáticas, tan solo con la idea de dejar sentada una orientación posible de la integración de los saberes socialmente productivos de nuestros países.

    En esta versión agregué las referencias que había omitido en la presentación de este trabajó al Concurso sobre Memoria y Pensamiento Iberoamericano, del Convenio Andrés Bello, para respetar la condición de anonimato.

    22 de agosto de 2004

    Parte I

    Las alternativas cambian con el tiempo

    1. Del reproductivismo a la polémica Freire-Illich

    En los años ochenta del siglo XX, aún seguía vigente una utopía evolucionista que pronosticaba para las últimas décadas altos niveles de alfabetización, superación de la deserción y del fracaso escolar. Con instrumentos de análisis social de corte funcionalista, se hacían proyecciones lineales de la situación, de las tendencias y de los efectos positivos que supuestamente producirían los programas de los organismos internacionales para los países llamados subdesarrollados.

    La estructuración de la educación moderna aún no mostraba signos de crisis orgánica. Los mayores problemas que presentaba eran producto de la expansión de los sistemas escolares, antes que de su fracaso. La población tenía confianza en la escuela y en la universidad. A fines de los años sesenta, sobre todo en países donde el sistema escolar era eminentemente de corte napoleónico, se produjeron masivas manifestaciones pidiendo la democratización de las universidades. La problemática de estas últimas reflejaba el crecimiento de la demanda por parte de generaciones que alcanzaban a terminar la enseñanza media, tanto en los países avanzados como en los periféricos. La educación escolarizada, ya centenaria, también requería profundas reformas, pero no peligraba la integridad de los sistemas escolares, al punto que era posible criticarlos frontalmente sin perjudicar la educación pública.

    Cuatro corrientes críticas agruparon a los educadores y políticos de centroizquierda y de izquierda, a quienes, en el lenguaje de aquella época, podríamos clasificar como desarrollistas y revolucionarios. Las izquierdas francesa, inglesa y norteamericana encabezaron un movimiento fuerte en medios académicos: el reproductivismo. Sus ideas tuvieron una importante difusión en universidades iberoamericanas y caribeñas, especialmente, al extenderse las maestrías destinadas a la formación posgraduada de los docentes.

    El punto de coincidencia, entre los autores del reproductivismo, fue la consideración de la educación como un dispositivo de reproducción de la ideología dominante. Las referencias fundamentales de esa corriente fueron el texto Ideología y aparatos ideológicos del Estado de Louis Althusser (1918-1990) y la obra de Pierre Bourdieu (1930-2002), en especial su libro en coautoría con Jean-Claude Passeron, La reproducción, que diera nombre a esta corriente. El primero fue profusamente leído en cátedras de universidades e institutos de formación docente latinoamericanos, en tanto el segundo presenta un ordenamiento deductivo difícil de transitar, por lo cual fue más objeto de frecuentes citas que cuidadosamente estudiado. El libro de Baudelot y Establet, La escuela capitalista de Francia, fue otro clásico. Por su parte, el inglés Basil Bernstein

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