S.O.S. OSO S.O.S.

Por Juan Manuel Puerto Jarquín

Serie de anécdotas sobre la primer gira y de las grabaciones de la telenovela Rebelde y del grupo RBD.

Nacido en México D.F. en el año de 1968. Estudió en la escuela de la vida, aventurero y rebelde por naturaleza. Vivió y recorrió los

• Idioma: Español
• Editorial: ibukku, LLC
• Fecha de lanzamiento: 5 dic 2023
• ISBN: 9781685745707

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Juan Manuel Puerto Jarquín (El Oso)

Este libro es un compendio de anécdotas sobre la grabación de la telenovela Rebelde y la gira del grupo musical RBD. Es un tributo a los fans más rebeldes.

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Publicado por Ibukku, LLC

www.ibukku.com

Diseño de portada: Ángel Flores Guerra Bistrain

Diseño y maquetación: Diana Patricia González Juárez

Copyright © 2023 Juan Manuel Puerto Jarquín

ISBN Paperback: 978-1-68574-569-1

ISBN Hardcover: 978-1-68574-571-4

ISBN eBook: 978-1-68574-570-7

Entran, salen, regresan. Los pasillos del centro de estudios artísticos de TVSA están repletos de chicas guapas, y otras no tanto; igual están los chavos. Todos ilusionados por quedar dentro del proyecto. Unos tantos reflejan su nerviosismo ante los directores, productores y las cámaras de video caseras que ahí se encuentran, registrando todo lo que pasa y lo que se dice. Las preguntas incomodan a los chavos y a las chavas las ruborizan. Algunos contestan, otros callan y algunos hasta lloran al recordar acontecimientos familiares con cada una de las preguntas hechas por el director de casting. Así pasaron las horas, después fueron días, y en cada uno de estos seguía presentándose esa niña de ojos enormes y bellos con cabello de un negro azabache y una mirada distante. Al final del día siempre la misma pregunta: «¿Cómo la ves para Lupita? Cítala otra vez para mañana», y así pasaron, no sé, muchos días. Y la Güera que les parece para Mía, algunas personas dejaban escapar inconscientemente suspiros y comentarios. «Sí, está rebién la francesita, ¡está hermosa! Imagínatela hablándote en francés en la ca...». Sí, efectivamente, arrebataba las miradas lascivas de todas y todos los presentes. Pero ese personaje no era para ella. Este tenía que ser para alguien que lo había hecho e interpretado toda la vida, tenía que ser una actuación perfecta con desaires, desplantes, despotismos, berrinches y que se sintiera la última coca del desierto. ¿Pero quién podría ser tan desquiciante e intolerante para esto? La teníamos en nuestras narices y nadie tenía el valor de aceptarlo, algunos por miedo, otros por evitar contratiempos en las grabaciones, pues ya habíamos tenido la experiencia de trabajar en algunas producciones con ella y, créanme, a veces teníamos que ser muy tolerantes. Y entonces el productor, por fin, pronunció su nombre: «¿Y tú? ¿Qué es lo más loco, lo más atrevido o lo más rebelde que has hecho?». «¿Yo? —contestó una voz de niña llena de timidez—. Me puse un pirsin en la nariz sin avisarle a mi mamá ni a mi papá».

Esta tenía que ser la que más se explayara en su personaje, pues aquí no podía perder la oportunidad de hacer todo lo que ella siempre quiso y no había podido hacer, y así lo dejó ver a lo largo de la serie. Entre los chavos actores, de pronto asomó una cara de niño que era ya muy conocida por sus actuaciones en varios comerciales de pañales desechables y de una que otra golosina, con una cara y una sonrisa de «digan lo que digan, yo no fui». El pollo, bautizado así por el público televidente, indudablemente era el hijo del carnicero y nuevo rico de la historia, con una versatilidad en sus actuaciones y en su vida que hasta él se lo creía. Bueno, ¿y qué decir del sexto personaje? Estaba hecho a la medida de este charro muy mexicano, que dejó a mucha gente con la boca abierta con sus actuaciones y sus lágrimas en los primeros capítulos y hasta los últimos.

Las promociones empezaron muy pronto y más rápido de lo que se esperaba.

Al inicio yo iba solo a las promociones, pero a veces se me salía de control la seguridad, ya que en todos los lugares que visitamos ya había muchos seguidores del grupo. Hablé con el productor y le comenté que era necesario contratar a una persona que me ayudara con el vestuario y también con la seguridad local, a lo que él accedió contratando a la empresa de seguridad que nos acompañó durante la gira.

GUADALAJARA, MÉXICO

El desfile del Día del Niño fue un éxito para nosotros y un desastre para los organizadores de este evento. Teníamos el decimoprimer lugar. Se suponía que nuestro elenco haría su recorrido en varios autos de colección, pero un asistente de producción se equivocó y nos asignó un carro alegórico. Era una plataforma adornada con papel china de colores remolcada por una camioneta igualmente adornada. Entonces a toda prisa y como pudimos subimos y acomodamos a todos los chavos que vestidos con el uniforme del colegio con más prestigio en el mundo. Quedaban asombrados cuando toda la gente que esperaba nuestra salida se congregó y caminó detrás de nuestro vehículo, obstaculizando el paso a todos los artistas que faltaban por desfilar. La gente corría desaforada tratando de subir al auto y lograr una foto o un autógrafo de sus artistas favoritos. Subían por detrás, los bajábamos, subían por los costados por el frente y otra vez por detrás... Los bomberos, policías, personal de Protección Civil y yo no podíamos contener las embestidas de los fans, que a toda costa querían un recuerdo de este día a cualquier costo. De pronto alguien dijo: «Quiero ir al baño, ya no aguanto más». En cuánto terminó la última frase no le di tiempo a respirar y lo hice correr hasta una farmacia que nos quedaba a unos escasos 15 metros, que se nos hicieron como 15 kilómetros, pues solo del carro alegórico a la farmacia pasamos entre unas quinientas personas, las cuales corrieron detrás de nosotros, multiplicándose al dos por uno. Las empleadas de la tienda con mucho gusto accedieron a prestarnos el baño que utilizaría el charrito montaperros. Pero poco les duró el gusto, pues la tromba que nos siguió acabó haciendo añicos los estantes y toda la mercancía que estos albergaban. El regreso con nuestros compañeros fue más fácil, pues llegamos a espaldas de todos los seguidores. El recorrido de