Identidad Animal

Por Francisco Zaldívar Larraín

Identidad Animal se proyecta como un rescate de lo que realmente somos; es precisamente en el ensamblaje de nuestra dimensión natural y cultural en donde nos situamos como criaturas dotadas de "algo" que nos singulariza y diferencia del resto de lo "vivo".
Por medio de análisis y reflexiones los invito a que repasemos algunos de los alcances de nuestra amnesia como especie…
Este fatal y progresivo olvido de lo que somos nos ha llevado a relacionarnos de modo desalmado con el resto de lo vivo, y al descuido insensato de aquello que nos identifica como criaturas superiores, lo que debiera por tanto traducirse en comportamientos y estrategias que nos lleven a enseñorearnos de la responsabilidad que nos compete como criaturas silvestres y culturales. Esta doble dotación (natural y cultural) debe ser urgentemente rescatada del olvido, y con ello transitaremos el planeta a como fuimos convocados desde el aliento del Creador o por la investidura otorgada por el complejo proceso evolutivo.
Nuestra dimensión natural nos emparenta con la tierra, plantas y animales, y nuestra impronta cultural nos obliga a ser los jardineros de nuestro planeta.
La Tierra clama por nuestro despertar, y solo con ello podremos revalorizar desde las alianzas entre especies hasta los alcances de recuperar las instancias iniciáticas en los jóvenes.
No me extenderé más, sólo invitarlos a reflexionar y morar en los siete ensayos que les expondré a continuación.
Francisco Zaldívar Larraín

• Idioma: Español
• Editorial: Legado Ediciones
• Fecha de lanzamiento: 30 ene 2024
• ISBN: 9789566236092

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IDENTIDAD ANIMAL

IDENTIDAD ANIMAL

Francisco Zaldívar Larraín

Descripción de la imagenImagen de autor

Francisco Zaldívar Larraín (Santiago de Chile, 1978) es un escritor y psicólogo clínico chileno. Con estudios en ingeniería forestal y dedicado por años a la psicología clínica, desde temprana edad se aproximó al fenómeno de lo vivo y lo espiritual, sin escindir lo uno de lo otro. En su segundo libro, Identidad Animal, donde aborda variados tópicos que van desde la filosofía a la ciencia y la psicología, Zaldívar Larraín mantiene esa prevalencia a lo largo de los años, reflejando un acentuado perfil analítico y contemplativo que lo caracterizó desde niño.

Identidad Animal

Primera edición digital: febrero 2024

2024, Ediciones Legado SpA

Santiago de Chile

legadoediciones.com

Representante Legal: Eduardo Nuñez

Esta publicación no puede ser reproducida, ni en su totalidad ni parcialmente, sin previa autorización del autor y/o de la editorial.

Printed in Chile — Impreso en Chile

ISBN: 978-956-6236-09-2

Diagramación: F.A.

Edición: Rodrigo Norambuena

Ilustraciones: Juan Pablo Luarte Castro (figs. 1, 2, 3, 4, 5 & 7) y Alicia Larraín Chaux (figs. 6 & 8)

ÍNDICE

PREÁMBULO

PREFACIO

CAPÍTULO I. LOS SIN LENGUA

CAPÍTULO II. RITOS INICIÁTICOS

CAPÍTULO III. PUEBLOS ORIGINARIOS

CAPÍTULO IV. DERECHO A TERRITORIO

CAPÍTULO V. ALIANZA ENTRE ESPECIES

CAPÍTULO VI. LEALTAD CON LO QUE COMEMOS

CAPÍTULO VII. LA IMPRONTA

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PREÁMBULO

Identidad Animal se proyecta como un rescate de lo que realmente somos; es precisamente en el ensamblaje de nuestra dimensión natural y cultural en donde nos situamos como criaturas dotadas de algo que nos singulariza y diferencia del resto de lo vivo.

Por medio de análisis y reflexiones los invito a que repasemos algunos de los alcances de nuestra amnesia como especie…

Este fatal y progresivo olvido de lo que somos nos ha llevado a relacionarnos de modo desalmado con el resto de lo vivo, y al descuido insensato de aquello que nos identifica como criaturas superiores, lo que debiera por tanto traducirse en comportamientos y estrategias que nos lleven a enseñorearnos de la responsabilidad que nos compete como criaturas silvestres y culturales. Esta doble dotación (natural y cultural) debe ser urgentemente rescatada del olvido, y con ello transitaremos el planeta a como fuimos convocados desde el aliento del Creador o por la investidura otorgada por el complejo proceso evolutivo.

Nuestra dimensión natural nos emparenta con la tierra, plantas y animales, y nuestra impronta cultural nos obliga a ser los jardineros de nuestro planeta.

La Tierra clama por nuestro despertar, y solo con ello podremos revalorizar desde las alianzas entre especies hasta los alcances de recuperar las instancias iniciáticas en los jóvenes.

No me extenderé más, sólo invitarlos a reflexionar y morar en los siete ensayos que les expondré a continuación.

Francisco Zaldívar Larraín

¡Comienza la batalla por el retorno de lo inmaculado!

La creación se reviste de ira leonina,

Los elefantes por la diestra

Acompasan los tambores

De la corteza planetaria,

Y por la izquierda escoltan los caballos

Una melodía de cascos furibundos.

Águilas tensan el aire,

Árboles vencen la gravedad,

Los pliegues de los elementos se entrelazan…

Se engendra una nueva humanidad.

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PREFACIO

En primer término, no puedo sino agradecer la confianza que Francisco ha depositado en mí, al menos en lo que concierne a la redacción del presente prólogo de un libro que, desde una mirada de lector, avizora un futuro promisorio. En efecto, quisiera destacar ciertas características del autor que nos permitirán entender —al menos en algún grado— tanto al personaje como a su obra. Francisco Zaldívar Larraín, nacido un año 1978 en Santiago de Chile, es un psicólogo clínico que a lo largo de su vida ha recorrido sinuosas avenidas intelectuales de la filosofía y la antropología, la ciencia y la psicología, y no menos entre la observación y el asombro. Y así lo deja entrever en esta, su primera obra, Identidad Animal.

Del mismo modo, injusto sería soslayar su origen familiar, y es que su naturaleza contemplativa y, por qué no decirlo, espiritual, se explican en parte por la influencia de sus padres: hijo de la destacada artista visual Alicia Larraín Chaux, y del exsenador de la República Adolfo Zaldívar Larraín, insigne dirigente de la Democracia Cristiana en Chile, Zaldívar Larraín no excluye de su enfoque analítico aspectos tanto artísticos como políticos, aunque no se limita a ellos: he aquí su particularidad. Así pues, como hemos dicho, su naturaleza analítica y contemplativa lo impulsó a una detenida observación del fenómeno de lo vivo, por ejemplo, en la confección de muestrarios de insectos o, a la simple contemplación del reino animal y la naturaleza humana.

Derivado de lo anterior, la presente obra no deja de ser expresión de ello: lo que en una infancia fueran simpáticos muestrarios didácticos de insectos o la simple observación de la naturaleza humana al estilo arendtiano, hoy, su vocación por el conocimiento y los misterios de la psique y los modos de entendimiento y organización social, cobran vida en la presente obra. Identidad Animal, como alguien tal vez pudiera pensar, no se limita a una reflexión de índole política: trasciende con creces esa variable. Antes bien, Zaldívar Larraín incursiona en modos de entender la vida, el lenguaje, la organización social, nuestra constitución biológica, los cinco reinos de los seres vivos e, incluso, en aspectos inmateriales y trascendentes que nos conducen al dominio del espíritu.

Así, la primera parte del libro aborda cómo el proceso de conquista en suelo americano desencadenó el fenómeno de los sin lengua, individuos que, como consecuencia de una adquisición del lenguaje deficiente y vínculos imperecederos entre peninsulares e indígenas, se veían impelidos a desarrollarse en plenitud debido a esa misma deficiencia en el uso del lenguaje. Y es que, desde los orígenes, quienes se posicionaron en lo más alto de la pirámide social gozaban de un amplio y sofisticado dominio del lenguaje; por contrapartida y oposición, quienes debieron campear los márgenes sociales mantenían un uso del lenguaje escaso y deficiente. En lo sucesivo, Zaldívar Larraín propone una serie de soluciones orientadas a remediar estas carencias. Lo anterior, pues, inevitablemente el fenómeno de los sin lengua se ha arrastrado hasta la actualidad. A modo de ejemplo, nuestro autor propone saldar esta carencia en el lenguaje no solo en la primera infancia —si bien es fundamental—, como sugieren economistas del mainstream estilo Amartya Sen, sino que también en otros rangos etarios.

La deficiencia en el lenguaje dificulta el acceso a labores más complejas y a poder interactuar con personas de mayor sofisticación en una serie de áreas, todo lo cual, indefectiblemente, termina por reunir a los semejantes con los semejantes. En palabras del psicólogo: Nuestro lenguaje no es una emanación de un cerebro complejo, sino más bien son las palabras las que performan una cognición superlativa. Si se nos arrebata esta cualidad retrocedemos a lo concreto, al gobierno de las pulsiones, al abismo de la ignorancia y, por tanto, seremos esclavos de los que por fortuna aún poseen el lenguaje.

En adelante, Zaldívar Larraín en los capítulos II, III, IV, V, VI y VII, va interrelacionando una serie de planos vitales. Así por ejemplo, siendo el lenguaje un aspecto capital de la existencia humana, su manejo menor o mayor tendrá un efecto a nivel social inevitable, situando