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María Valero. Detrás de un rostro, de una voz
María Valero. Detrás de un rostro, de una voz
María Valero. Detrás de un rostro, de una voz
Libro electrónico188 páginas2 horas

María Valero. Detrás de un rostro, de una voz

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Información de este libro electrónico

Otra leyenda nos acompaña desde febrero de 1939, cuando desciende, confundida con los internacionalistas cubanos, una madrileña envejecida a los veintisiete años. No Oes una inmigrante más; es una enfermera que cura tantas heridas en el cuerpo y en el alma, en las ciudades y en los cuarteles de montaña durante la guerra española; la que ayuda, en 1937, a organizar en Valencia el congreso de los intelectuales del mundo contra el fascismo. Cuba la acoge…, y pronto es la artista excepcional de las grandes obras en los teatros Principal de la Comedia, América, Apolo…; la actriz más destacada de la radio en 1942 desde La Novela del Aire de la RHC Cadena Azul; y entre 1944 y 1947 a través del Circuito CMQ donde, al morir, protagoniza el capítulo 199 de la novela radial más trascendental de todos los tiempos en América: El derecho de nacer. Ella tiene el récord de protagonizar las dos novelas con el rating insuperable del primer lugar radial nacional. Por eso, más que quiero, necesito contar esta historia desde todos los ángulos. A pesar de los obstáculos, prefiero arriesgarme. Me proyecto en pos de esa búsqueda. María, la actriz inigualable, la mujer singular, la del combate por la vida, lo merece, porque también por ella, por María Valero, «doblaron las campanas».
IdiomaEspañol
EditorialRUTH
Fecha de lanzamiento15 ene 2024
ISBN9789597268673
María Valero. Detrás de un rostro, de una voz

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    María Valero. Detrás de un rostro, de una voz - Josefa Bracero Torres

    Quedan rigurosamente prohibidas, sin la autorización escrita de los titulares del Copyright, bajo la sanción establecida en las leyes, la reproducción parcial o total de esta obra por cualquier medio o procedimiento, comprendidos la reprografía y el tratamiento informático, y la distribución de ejemplares de ella mediante alquiler o préstamo público. Si precisa obtener licencia de reproducción para algún fragmento en formato digital diríjase a CEDRO (Centro Español de Derechos Reprográficos, www.cedro.org) o entre la web www.conlicencia.com EDHASA C/ Diputació, 262, 2º 1ª, 08007 Barcelona. Tel. 93 494 97 20 España.

    Edición:

    Fermín Romero Alfau

    Diseño de cubierta:

    Alejandro Romero Ávila

    Diagramación:

    Gladys Armas Sánchez

    Epub:

    Valentín Frómeta de la Rosa y Ana Irma Gómez Ferral

    © Sobre la presente edición:

    © Josefa Bracero Torres, 2018

    © Editorial enVivo, 2023

    ISBN:

    9789597268673

    Instituto Cubano de Radio y Televisión

    Ediciones enVivo

    Edificio N, piso 6, Calle N, no. 266, entre 21 y 23

    Vedado. Plaza de la Revolución, La Habana, Cuba

    CP 10400

    Teléfono: +53 7 838 4070

    envivo@icrt.cu

    www.envivo.icrt.cu

    www.tvcubana.icrt.cu

    Índice de contenido

    Portada

    Portadilla

    Créditos

    Agradecimientos

    Prólogo

    Introducción

    Los recuerdos de un cumpleaños

    La Mari Valero de la guerra en España

    De las memorias de Mari Valero en el espacio de guerra

    Las vicisitudes de la evacuación

    ¿Quién es en realidad Mari Valero?

    A Mari le llega el amor

    Mari Valero de nuevo en La Habana

    Mari llega a la radio

    Sus primeras pascuas en Cuba

    A Mari le cierran el contrato en Radio O’Shea

    Mari descubre a María Valero

    María Valero y Nicolás Rodríguez

    María Valero y Ernesto Galindo abren las páginas sonoras de La Novela del Aire por Cadena Azul

    Final de 1942. El primer reconocimiento radial

    Firmas patrocinadoras y magnates de emisoras radiales: dueños del destino de los artistas

    El comienzo de 1946 y al fin otra alegría

    La Avenida de la Publicidad

    El Derecho de Nacer. Félix B. Caignet y María Valero: leyendas de la radio en Cuba

    María Valero, la actriz y la persona vista por otros artistas y el pueblo

    Detrás de un rostro y una voz

    Grande entre las grandes

    ¿Fatalidad, casualidad, el destino…?

    Las memorias de Germinal Barral (Don Galaor)

    ¿Será verdad que el Cometa no sale cuando hay una Estrella delante?

    Anexo 1

    Anexo 2

    Anexo 3

    Anexo 4

    Anexo 5

    Testimonio Gráfico

    Bibliografía

    Sobre la autora

    Agradecimientos

    Mis agradecimientos a la Editorial En Vivo y a sus profesionales por su constancia.

    A Luis David Díaz Cuervo, escritor y profesor de la Facultad de Medios Audiovisuales del Instituto Superior de Arte, filial de Camagüey, por el enjundioso y bello prólogo.

    Eternamente a mis amigos Xiomara Fernández y Carlos Paulín, por entregarme las fotografías de María y el Álbum de Oro de El derecho de nacer, donde ambos trabajaron en 1948.

    A todos los artistas que brindan sus memorias para sacar de la oscuridad la vida de una madrileña que asume a Cuba como su segunda patria.

    A Julio Batista, por entregarme la entrevista con María Luisa Lafita y datos de interés.

    A la dirección de la revista Bohemia, y en especial a Vilma Peralta, jefa de la Fototeca, por su ayuda en localización de datos y fotografías.

    A la Biblioteca Nacional José Martí, en particular a Lourdes de la Fuente, subdirectora del Área de Servicios al Pueblo, por su comprensión y ayuda.

    A Iris Castillo, secretaria ejecutiva del Área de Servicios al Pueblo de la Biblioteca Nacional José Martí por su interés en la localización de datos.

    A la Parroquia Jesús, María y José, de La Habana Vieja, y sobre todo a su secretaria Mireya Noa por su exquisita cooperación.

    A la Agencia de Autores Visuales (Adavis), a su abogada Yanirys Vázquez por la amable y rápida atención.

    Al Registro Civil Este del municipio de La Habana Vieja, por la atención inmediata y esmerada en la búsqueda de los datos solicitados.

    A Ernesto Piñero de la Osa, por su ayuda en la investigación del Registro Civil.

    A la Dirección del Cementerio de Colón, y en especial a Luis J. Martín, especialista principal del Grupo de Museología, por mostrar con eficiencia toda la documentación solicitada.

    A David Gregorich, por su ayuda en la digitalización de fotografías.

    La muerte no llega con la vejez, sino con el olvido.

    Gabriel García Márquez

    El recuerdo es el perfume del alma.

    George Sand

    Prólogo

    Cosas de familia

    «Hasta siempre, amor mío, espérame». Así clamó Esperanza Suárez con toda la fuerza de su voz gastada por los años cuando vio partir el féretro con los restos de Agustín, su compañero de toda la vida. Fue un instante de tal dramatismo que silenció a todos los presentes. Así ocurrió a finales de los sesenta en la funeraria Caballero, de 23 y M, en el Vedado. Yo estaba allí. Esperanza Suárez era hermana de mi abuela.

    Quién duda que la memoria tiende a perderse en los recovecos de la cotidianidad; la mía, que no es menos, se me enreda un poco; pero ahora mismo puedo asegurar que cuando Cecilia Suárez, mi abuela materna, regresó de una larga estadía en Jovellanos, su tierra natal, algo empezó a cambiar entre los que vivíamos en la casona de la calle Pasaje B en el camagüeyano barrio de Garrido.

    Junto con la abuela apareció en casa un aparato de radio. Era un receptor marca Philco que estuvo años de aquí para allá entre la familia. Creo recordar que ella lo compró a plazos para oír música, sobre todo danzones, novelas y para reír con Chicharito y Sopeira, el programa humorístico que escribía su primo Álvaro Suárez.

    No eran tiempos en que todo el mundo pudiera tener un radiorreceptor, pero sí algo mi nostalgia sintoniza con cálida nitidez: por las noches, a eso de las ocho y pico, presenciaba el arribo de algunas vecinas de los alrededores, casi todas cubriéndose con toallas por aquello de «no coger sereno», sobre todo las que plancharon durante el día. Ninguna de ellas tenía radio en su casa.

    Como un ritual se sentaban en la saleta, comentaban algo de las ocurrencias del barrio hasta que abuela Cecilia decía: «Ya va a empezar». Entonces de las entrañas tubulares del Philco salían diálogos, narración y música en los momentos justos, y entonaciones precisas como para que las vecinas, mamá y abuela hicieran silencio, se estrujaran las manos y con frecuencia lloraran.

    No había llegado todavía el tiempo de que yo pudiera entender y aun explicar los significados, ámbito y trascendencia de El derecho de nacer, radionovela escrita por Félix B. Caignet, «el más humano de los autores». Era que en 1948 yo andaba cumpliendo seis años.

    Pero el tiempo transcurrió

    Penetrar en los entresijos de la trama de aquella obra radial sería, por mi parte, disparate; otros, que incluye testigos vivenciales, lo han hecho mucho mejor. Sin embargo, no me resisto a copiar un fragmento publicado a propósito de una de las múltiples retransmisiones que han tenido lugar en América Latina.

    «Tengo entendido que las estadísticas no se han mantenido al margen de El derecho de nacer. Conviene que a la nación se le dé en su oportunidad el dato preciso de los metros cúbicos de lágrimas que se han derramado en 300 días de transmisiones, a excepción de los domingos, que es el único día de la semana que no hay derecho de nacer o de llorar, que para el caso es lo mismo.

    »Si la famosa radionovela estuviera patrocinada por una fábrica de pañuelos, los dividendos habrían aumentado de forma increíble, y las estadísticas, que en todas partes tienen su puesto reservado, deben apresurarse a dar este otro dato exacto. ¿Cuántos pañuelos utilizó la nación colombiana para sobrevivir a El derecho de nacer?»

    Con fina carga de ingeniosa ironía así lo dejó escrito Gabriel García Márquez en las páginas del diario Heraldo de Barranquilla, en 1951.

    En Cuba aquella radionovela, que parecía calcada de la vida real de entonces, salió al aire el 1 de abril de 1948; se transmitió durante un año y diecisiete días, un verdadero suceso sin precedentes en el medio. A pesar de la capacidad histriónica de todo el reparto de personajes, es de notar que hasta hoy solo dos nombres sobresalen cuando se habla de El derecho de nacer: Félix Benjamín Caignet Salomón, el escritor, y el de la actriz que encarnó el personaje de Isabel Cristina del Castillo: María Valero, dos nombres, dos historias, quizás dos misterios.

    Con la presente entrega de la Editorial enVivo, Josefa Bracero Torres, «gente de radio» desde sus primeros pininos como locutora en la emisora camagüeyana Radio Cadena Agramonte, suma una más a su catálogo de publicaciones, todas con la marcada intención de preservar historias de la radio y la televisión cubanas, así como las vidas de sus hacedores. Ahora el tema central es aquella actriz que fuera considerada la Gran Dama de la Radio: María Valero.

    La obra se sustenta en una empeñosa indagación y en el ordenamiento de no escasas fuentes, archivos de voces, reportajes en revistas y periódicos de la época, libros editados cuyos autores y/o testimoniantes revelan fragmentos, pasajes y juicios (algunos poco conocidos) que, reunidos, posibilitan no una nueva visión sobre la actriz María Valero, sino una mejor –y quién sabe si también nueva– aproximación de la persona que había en ella.

    No es de extrañar, como anota Bracero, que a la caza de mejores niveles de ratings los emisoristas y firmas comerciales patrocinadoras acudieran y aun disputaran entre ellos la figura, la voz, el desempeño actoral… en suma, la popularidad de algún actor o actriz. En ese ambiente estaba María Valero, solo que su notoriedad y permanencia en la memoria popular tiene que ver más con su desaparición física inesperada cuando apenas empezaba a desarrollarse el personaje que Caignet había creado especialmente para ella.

    La circunstancia trágica de la muerte, magnificada con razón por los órganos de difusión, puso en estado de duelo a miles de personas. A partir de entonces, cada quien, de acuerdo con su sensibilidad, comenzó a aportar fragmentos de lo que llegaría a convertirse en una leyenda que con los años se desdibujaba y que ahora, gracias a este volumen, vuelve a instalarse con tintes nuevos en el seno del imaginario popular.

    Aquellas cosas de familia

    Una semana después del

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