Fe Como un Martillo

Por Bob L. Lampkin

DESCUBRIMIENTO INESPERADO REVELADO DURANTE UNA TEMPORADA DE ORACIÓN URGENTE

En su libro "Fe Como un Martillo, Forjado en Fuego Sagrado", Bob Lampkin relata su experiencia de cómo Dios intervino dramáticamente en su vida y lo llamó a documentar todo lo que reveló. Lampkin comparte una visión íntima de su vida, luchando por encontrar significado mientras se enfrentaba a la crisis. A través de una revelación divina, Dios lo guía en un camino de autodescubrimiento y profunda espiritualidad.

En su relato, Lampkin revela verdades poderosas del Reino del Cielo experimentadas por los profetas del antiguo testamento. Su perspectiva única muestra cómo Dios lo llamó a escribir lo que estaba haciendo y diciendo. Este libro es una fuente de inspiración para cualquiera que busque una conexión más profunda con Dios.

• Idioma: Español
• Editorial: Bob Lampkin
• Fecha de lanzamiento: 4 dic 2023
• ISBN: 9798223529514

Bob L. Lampkin

Mientras la Iglesia busca su verdadera voz en tiempos de cambios tumultuosos, Bob Lampkin emerge como un autor y orador apasionado que insta a los creyentes a redescubrir la fe y las prácticas originales de la iglesia primitiva explorando las raíces lingüísticas de las Escrituras y los idiomas modernos. Con audaz claridad y perspicacia, Lampkin descubre la rica herencia y la sabiduría de las Escrituras.

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COPYRIGHT: 2019 BOB L Lampkin, todos los derechos reservados.

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"Ni conversus fueris et sicut puer factus

Et vitam mutaveris in meliores actus,

Intrare non poteris regnum Dei beatus.

Ad mortem festinamus peccare desistamus ".

Ad Mortem Festinamus, Llibre Vermell de Montserrat 1399

Prefacio: El horno de forja

Y SIN FE ES IMPOSIBLE agradar a Dios, porque todo el que venga a él debe creer que él existe y que recompensa a quienes lo buscan.

Hebreos 11: 6

Ahora, mirando hacia atrás, es tan difícil de creer que todos los eventos registrados aquí comenzaron con el compromiso de 30 días de oración. Sin embargo, antes de sumergirme, es importante tener un contexto de lo que estaba sucediendo en mi vida antes de la crisis que me hizo comprometerme a 30 días de oración. Esta es una historia de cómo Dios sacó a un cristiano descarriado del borde y destrozó su sentido de sí mismo antes de reconstruirlo de nuevo. En 2015, yo era un creyente divorciado, de mediana edad, descarriado que vivía en el norte de Illinois, a 5 minutos de mis hijos y trabajaba para una empresa de eventos de marketing internacional.

Mi sueldo era excelente, trabajaba desde casa y viajaba con frecuencia por todo el país. Bajo la dirección de mis gerentes, me estaba preparando para expandir mis deberes viajando al extranjero a América Latina y poniendo mis habilidades lingüísticas en uso en ventas. Considerando todo, estaba profesionalmente y personalmente satisfecho, pero muy lejos de donde Dios quería que estuviera.

A principios de ese año, mi ex esposa me dijo que su trabajo la trasladaba a Atlanta y quería saber si yo estaba de acuerdo en coordinar una mudanza conjunta para que ambos pudiéramos seguir activos con los niños. No estábamos en los mejores términos, por lo que fue un movimiento audaz de su parte en preguntarme. Lo consideré un poco. El trabajo por casualidad me hizo visitar la ciudad y me gustó. La empresa no tenía representante en esa ciudad, así que propuse que me permitieran mudarme allí. Después de obtener el visto bueno de la empresa, acordé con mi ex coordinar un traslado a la ciudad de Atlanta.

Muchos meses más tarde y una semana después de que los ubiqué en Atlanta, mi trabajo fue terminado inesperadamente. Volé de regreso a Illinois angustiado, consternado y desamparado. Les había prometido a mis hijos que nunca estaría lejos de ellos. Me rompió el corazón. Nunca querría romper una promesa que les hiciera. A pesar de que mi salario era excelente, yo vivía de cheque en cheque. Así que, cuando se acabó el salario, no tenía nada, ni apartamento. 

Con mi trabajo terminado, me quedé varado. Así que cuando mi hermana me llamó desde Atlanta para ofrecerme su sofá para dormir, no me sentí demasiado orgulloso de aceptar. Haría cualquier cosa por estar cerca de mis chicos. Solo me tomaría unas pocas semanas o un par de meses aterrizar algo y volver a la corriente, ¿verdad?

Llegué a Atlanta durante el verano de 2015 con un impulso sólido, ambición y educación. Desafortunadamente, 500 solicitudes de empleo más tarde, no resultaron entrevistas de trabajo serias. Uber no era mi amigo y necesitaba dinero real rápido. Mi siguiente paso fue contrario a la intuición para algunos, pero tuvo todo el sentido del mundo para mí. Comencé un pequeño negocio de subtitulado y doblaje en idiomas extranjeros en la web con $40. Soy lingüista de formación y había trabajado antes en el negocio durante nueve años. Fue como ponerse un traje viejo.

Creé un sitio web, escribí una especie de plan y comencé a marcar el teléfono para obtener clientes. Este movimiento no les cayó bien a mis anfitriones, a quienes les preocupaba que nunca aterrizara de pie. Entonces decidieron que debía irme. Ahora sí creo que Dios movió sus corazones para cerrar esa puerta. No tengo ningún remordimiento por eso.

Al mudarme temporalmente a Carolina del Norte, una distancia de 5 a 6 horas de mis hijos, tuve que hacer algo que no había hecho durante casi 25 años. Fui a visitar y vivir con mi madre por varios meses. No había vivido con ella desde que tenía 17 años. Era humillante, pero necesario. ¿Qué hombre de 40 y tantos años quiere vivir con su mamá? Me sentí como un fracaso. Pero nuestra tensa relación necesitaba curación, así que sé que fue ordenado para mí estar allí esa corta temporada.

Como muchas familias, en la mía hay tantas cosas que no se dicen. Ni siquiera sé exactamente cuándo dejamos de vernos cara a cara, pero el silencio es algo real. El dolor también es algo real. A veces simplemente ya no quieres ser lastimado o causar daño, por lo que el silencio se vuelve más bienvenido que el dolor. Era hora de que nos volviéramos a conocer, porque ella sabía de mí, pero realmente no me conocía. Cuando llegué, recordé vagamente un sueño de seis años antes, en el que paseaba por su nueva casa en bicicleta. Ese sueño no tuvo sentido hasta 2018.

Era mi temporada de cuevas. Estaba buscando trabajo, todavía marcando para esos primeros clientes evasivos y rezando fervientemente a diario en la cueva. 3000 llamadas después de comenzar, obtuve mis primeros clientes en enero ganando $5,000 por mes al principio. 2016 fue el año de la cueva, pero estaba saliendo peleando.

Una fatídica mañana mientras meditaba y oraba, tuve una revelación. De repente supe, sin conocer detalles específicos, que conocería a una mujer muy especial en Carolina del Norte. Sabía cuántos años tenía, cómo se veía, qué tan alta era, su risa y la esencia de su personalidad. Literalmente sentí amor al instante. Le pregunté a Dios, "¿Quién es esa mujer? ¿Cómo puedo encontrarla? Me mostró que comenzaría mi nueva base de operaciones en Carolina del Norte. Solo así, dejé de buscar trabajo, citas o cualquier cosa en Atlanta. Ese otro gran deseo de proporcionar un hogar lleno de amor a mis hijos comenzaría con ella. La conocí unas semanas después y desde entonces hemos sido inseparables. Esta relación ha sido absolutamente fundamental para moverme a una posición de ver en Dios el