Identidad Robada: Descubriendo Tu Identidad En Cristo

Por Rosie Rivera

La crisis de identidad comenzó en el Jardín del Edén
cuando el enemigo se las arregló para robar su identidad al hombre.

Incluso hoy, muchas personas están sufriendo una crisis de identidad. Son esclavos de su pasado. Muchas veces, sienten que no tienen salida a sus problemas, arrepintiéndose de cosas que han hecho. En este libro, encontrarás cómo descubrir a los ladrones de identidad y cómo ponerles un alto. Aprenderás a soltar tu pasado sosteniéndote en el futuro y descubrirás tu verdadera identidad en Cristo.

• Idioma: Español
• Editorial: WestBow Press
• Fecha de lanzamiento: 5 dic 2019
• ISBN: 9781973680741

Rosie Rivera

Rosie Rivera is an author, entrepreneur, and the testamentary executor of Jenni Rivera Enterprises, as well as an international speaker, author and an influential public figure. Rosie uses her platform to lift up, motivate, and give hope to sexual abuse victims as a survivor and counselor. Rosie has co-hosted the top Spanish morning shows such as Despierta America and Un Nuevo Dia and cohosts along with her husband a marriage podcast called The Power of Us on Revolver Podcast. Rosie has participated and starred in reality shows such as I Love Jenni, The Riveras, Mira Quien Baila, and Rica Famosa Latina currently on Netflix. Rosie is happily married to worshiper Abel Flores. The couple live in Lakewood, California, where they raise their three children Kassey, Sammy, and Eli.

Vista previa del libro

Introducción

Mientras estoy aquí sentada escribiendo este libro, pienso en toda la gente allá afuera luchando con crisis de identidad—aquellos que han sido víctimas de abuso sexual; los que han sido abusados físicamente; aquellos que viven esclavizados por hábitos como las drogas y el abuso del alcohol y el estilo de vida que esto conlleva. Pienso en quienes están enfrentando el divorcio; los que han sido rechazados por alguien que amaban; los que están sufriendo de dolor emocional; y aquellos que alguna vez tuvieron grandes sueños y ahora no tienen nada.

Mi corazón está con todos ustedes y oro para que este libro sea una inspiración para ustedes. Quiero decirles a todos los que están sufriendo una crisis de identidad que tenemos un enemigo cruel que se las ha arreglado para robar la identidad de mucha gente. Después de que leas este libro, serás capaz de descubrir tu identidad en Cristo. Serás capaz de recobrar tu valor. Serás capaz de recuperar lo que el enemigo te ha robado. Y tendrás confianza de quien eres en Cristo.

La inspiración para escribirlo me llegó al escuchar el testimonio de un joven respecto a cómo durante diez años luchó contra la adicción a las drogas y con el estilo de vida que esto conlleva. Me dijo cómo algo que comenzó como placentero se convirtió en algo que literalmente estaba destruyendo su vida. Relató cómo este estilo de vida lo estaba arrastrando cada vez más profundamente en un hoyo. Llegó a un lugar donde pensó que no había salida. Se encontró a sí mismo arrinconado. Mientras compartía su testimonio, el Señor me dijo que escribiera un libro y lo llamara Identidad Robada, así que de aquí es donde viene la inspiración para escribirlo.

Me gustaría decirles a quienes viven desesperados sin encontrar una salida, que sí hay una manera de lograrlo.

Hay esperanza para ti, a pesar del estado en que tu vida esta de lo más equivocada. No estás solo(a). Otros han vivido las mismas circunstancias por las que estás pasando y han logrado salir victoriosos.

Este joven creció en un hogar cristiano, con principios santos y aun así entró en el mundo de las drogas y quedó atrapado en un estilo de vida en el que sabía que estaba equivocado, pero no sabía cómo salir de él. Sólo porque vengas de un hogar cristiano eso no evita los ataques del enemigo.

El diablo no te dice que un día esa forma de vida ya no te va a proporcionar placer. Nunca te dice el resultado final del pecado. Nunca te dice en la miseria en la que te encontrarás. Nunca te dice que tu cuerpo te exigirá lo mismo que te está matando. No te dice que un día venderás tu alma de algún modo. ¿Por qué le llaman así? Nunca lo sabré. Hasta dónde puedo ver, nunca ha arreglado nada.

El diablo es astuto. Está preparando una trampa para atraparte. Esta trampa no tiene salida y es una trampa para robar tu identidad.

¿Muchos dirán cómo pudo suceder? ¿Cómo es que alguien de un hogar cristiano, terminó en tal predicamento? Esto es más común de lo que nos damos cuenta. Vivimos en un mundo lleno de tentaciones. Es fácil caer en las redes del enemigo. Al principio, no parece estar mal. No te das cuenta cómo te guiará por el camino de la destrucción. ¿Cómo puede algo que se siente tan bien estar tal mal?

Muchos jóvenes y jovencitas vienen de buenos hogares cristianos con padres que temen a Dios y luego se verán esclavizados por un estilo de vida con sexo y drogas. Llegan a ser confundidos sin saber quiénes son y en qué creer, confundidos con su identidad.

Cuando perdemos nuestra identidad, empezamos a buscarla en las drogas, en el sexo, en la fama y en la fortuna. Comenzamos a buscar nuestra identidad en lugares equivocados.

Jóvenes en todo el mundo luchan en aspectos a los que parecen no encontrar las respuestas, preguntándose dónde se equivocaron, cuestionándose quiénes son. Preguntándose a dónde va a parar todo esto y si sus vidas alguna vez cambiarán.

Nuestro mundo está sufriendo de una crisis de identidad.

Hay muchos jóvenes que crecieron en hogares cristianos y asistieron a la iglesia. Algunos de ellos son, incluso, hijos e hijas de predicadores pero no saben quiénes son. Muchos están confundidos acerca de su identidad. Cuando nos confundimos acerca de quiénes somos, buscamos identidad en las cosas, en el placer, en la fama, en el dinero y en las amistades.

Hay demasiada información en estos días acerca del robo de identidad, en que los documentos legales como: las tarjetas de seguridad social y las licencias de manejar y las tarjetas de crédito, han sido robadas y otra persona está usando tu identidad. Hoy, con la tecnología por internet, el robo de identidad se ha vuelto muy frecuente en todo el mundo.

Hay otra clase de robo de identidad que está provocando que muchos cristianos vivan desprevenidos. Este tipo de robo de identidad es muy sutil, pero los resultados finales son mortales. El enemigo de nuestra alma es un maestro en el robo de identidad. Roba la identidad de una persona para que la persona permanezca confundida, preguntándose quién es, o a dónde pertenece.

Parece que el enemigo está usando la misma estrategia que usó en el Jardín del Edén. Para causar la caída del hombre, tuvo que provocar una crisis de identidad en la vida de Eva. Esta crisis de identidad causó que el hombre perdiera su estado original.

El diablo nunca cambia. Usa las mismas estrategias que utilizó en el Jardín del Edén. ¿Por qué cambiar una cosa buena si está funcionando? Seguimos cayendo a causa de las mismas cosas: Los deseos de los ojos, los deseos de la carne y la vanagloria de la vida.

La lucha comienza cuando nos confundimos acerca de quiénes somos. Descubrimos que siempre queremos ser diferentes. Queremos ser alguien más. No nos gusta como somos. No nos gusta lo que vemos en el espejo. Tenemos una pobre imagen de nosotros mismos y no estamos satisfechos con ello. Necesitamos respuestas. El diablo promete demasiado. Sólo que no lo puede dar. Hay camino que al hombre le parece derecho; pero su fin es camino de muerte (Proverbios 14:12).

La Palabra de Dios te otorga respuestas para las preguntas que jóvenes y viejos del mismo modo están haciendo hoy en día. Posee las respuestas para quienes se ven atrapados en una forma de vida del que parece que no podrán salir.

Déjame decirte, hoy hay esperanza; hay una salida. No importa que tan imposible pueda parecer tu situación en ese momento hay una salida. No importa que tan adicto seas a las drogas o al sexo o a las apuestas o a otras cosas; hay una salida a tu problema. Jesús vino a liberar a los heridos, los quebrantados de corazón y aquellos que están atados.

Porque nada hay imposible para Dios (Lucas 1:37). Así que no hay problema imposible que Dios no pueda cambiar. Las imposibilidades están con nosotros. Vemos todo de acuerdo a nuestras circunstancias, de acuerdo a como nos parecen las cosas. Nos conocemos. Sabemos nuestras limitaciones. Pero en Dios no hay limitaciones.

Este libro ayudará del mismo modo a jóvenes y a ancianos, que se encuentran atrapados en un estilo de vida que una vez trajo placer pero ahora sostiene solamente miseria y dolor.

Hay esperanza para aquellos que están buscando respuestas en todos los lugares equivocados y en vez de respuestas se encuentran así mismos hundiéndose profundo y más profundamente en un estilo de vida que no saben cómo salir de él.

La gente joven no es la única atrapada en una forma de vida de drogas y pecado. Muchos adultos mayores son adictos a las drogas, a los medicamentos de prescripción, a las drogas callejeras. Hay muchos luchando con los mismos problemas con los que los jóvenes batallan. El diablo no hace acepción de personas. El no hace acepción de edad. Su único deseo es matar, robar y destruir. La Biblia plenamente señala que la senda del pecado es la muerte.

Porque la paga del pecado es muerte, mas la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro (Romanos 6:23).

El pecado sólo te llevará por el camino de la destrucción y cuando haya acabado contigo, te matará.

Sino que cada uno es tentado, cuando de su propia concupiscencia es atraído y seducido. Entonces la concupiscencia, después que ha concebido, da a luz el pecado; y el pecado, siendo consumado, da a luz la muerte (Santiago 1:14-15).

Hemos sido tentados cuando nos vemos arrastrados por nuestros propios deseos. Hay una gran diferencia entre ser tentado y caer en tentación. Todos hemos sido tentados. Jesús fue tentado. La decisión de caer en la tentación es nuestra.

Para entender la crisis de identidad de la que estoy hablando, tenemos que regresar al momento en que comenzó la crisis de identidad.

Capítulo 1

El Origen de la Crisis de Identidad

Entonces dijo Dios: Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza; y señoree en los peces del mar, en las aves de los cielos, en las bestias, en toda la tierra, y en todo animal que se arrastra sobre la tierra (Génesis 1:26).

Pero la serpiente era astuta, más que todos los animales del campo que Jehová Dios había hecho; la cual dijo a la mujer: ¿Conque Dios os ha dicho: No comáis de todo árbol del huerto? (Génesis 3:1).

Para descubrir dónde y cómo comenzó la crisis de identidad, tenemos que regresarnos al principio, regresar al Jardín del Edén. Adán y Eva vivían en un ambiente perfecto en el cual no había ni enfermedad, ni dolencia, ni muerte. No tenían carencias porque Dios les había provisto. Tenían comunión perfecta con Dios. Dios venía en el fresco del día y los visitaba. No había separación entre Dios y el hombre. Tenían todo lo que un ser humano pudiera alguna vez desear.

Dios los creó a su imagen. Les dio el dominio para gobernar sobre la tierra. No se preguntaban quiénes eran; no lucharon contra la crisis de identidad hasta el día en el que la serpiente se acercó a Eva. De alguna forma el enemigo descubrió una entrada en el jardín y Eva fue su objetivo. Comenzó a plantar una sugerencia en su mente: que ella no era todo lo que Dios le había dicho que era. Le sugirió que había algo de lo que carecía, que podría ser algo más. Conforme Eva comenzó a pensar en lo que el diablo le dijo, pensó que tal vez tenía razón. Quizá Dios les ocultaba algo; tal vez podían ser como Dios. Entre más pensó en esto, la sugerencia del diablo se volvía más incitante.

¿Cuántas veces el enemigo ha plantado ese pensamiento en tu mente? ¿Cuántas veces le has dado vuelta al pensamiento de que algo te falta en la vida, que Dios está reteniendo algo de ti? O que ¿debe de haber más de lo que tienes?

Pronto comenzó a imaginar cómo podría ser más como Dios, o saber el bien y el mal, probar del fruto prohibido. Le había dado un mandamiento: De todo árbol del huerto podrás comer; mas del árbol de la ciencia del bien y del mal no comerás (Génesis 2:16-17).

Satanás siempre exagera las cosas que Dios te dice que no hagas y las hace ver tentadoras.

Eva no tenía idea de que su vida estaba a punto de cambiar drásticamente, que estaba a punto de pasar de la vida a la muerte. No tenía idea que la decisión que tomaron ese día cambiaría el curso de la humanidad. No tenía idea de que la decisión que tomaron afectaría a cada persona nacida después. Tuvo que transcurrir el tiempo pensando como el enemigo e imaginando que sería como Dios. Mientras meditaba esta idea se fortaleció en su mente ocupando todos sus pensamientos y finalmente sus acciones. Se convirtió en obsesión. Agobiada con la idea, no pensó en sus consecuencias. Al momento, no pensó nada en su desobediencia a Dios, su creador. Extendió su mano y tomó del fruto y comieron. Y vio la mujer que el árbol era bueno para comer, y