Bonhomía en Horeb

Por Jonathan Francisco Barrera Jerez

Bonhomía fue la única palabra que pudo capturar la esencia de lo que considero fueron mis primeros años de poesía, con una bondad plenamente ingenua. Aquí el poeta se desangra entre miles y miles de emociones, buscando trasladar al lector a sus huesos, creando una simbiosis entre la bondad que tiende a madurar con el sufrimiento, pero que no por ello, pierde su belleza.

• Idioma: Español
• Editorial: Letrame Grupo Editorial
• Fecha de lanzamiento: 11 sept 2023
• ISBN: 9788411813280

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© Jonathan Francisco Barrera Jerez

Diseño de edición: Letrame Editorial.

Maquetación: Juan Muñoz Céspedes

Diseño de portada: Rubén García

Supervisión de corrección: Ana Castañeda

ISBN: 978-84-1181-328-0

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A mi padre, cimiento.

A mi madre, primavera.

A mi hermano, el arte.

A mi hermana, el corazón.

A Nathalia, musa sonriente.

A mis muertos, brújula.

A Dios, por supuesto, el camino.

Y al lector, único testigo.

Estación de tren

El oficio de escribir

es homólogo a una estación de tren.

Vaya comparación tan peyorativa,

se podrá pensar.

Pero, dentro de lo lógico y poético,

tienen cierto misterio entrelazado.

Las ideas se tropiezan unas con otras

cuando el papel cual vagón se acerca.

He visto pasajeros alegres, buen vestir,

mi musa, perfumada y llena de estrellas,

llanto de aglomeración y sonrisa soledad,

otros, sin gestos, como su cara en blanco,

tratan de agotar el buen nombre de la estación.

Los lunes pienso yo que son los días más congestionados,

todos llevan prisa,

inclusive, he presenciado hurto a mano armada,

no se soportan entre sí, las ideas, en un papel blanco, el lunes.

El resto de la semana parece irse por sí misma,

sin ningún tropiezo con la productividad del mecanógrafo,

el cual a veces, personalmente, prefiere ausentarse.

Por motivos, como lo es la baja tasa de demanda de los pasajeros,

pues se frustra el humano al llegar a una estación vacía.

¿Verdad?

Ahora, bien, ¿de dónde surge este libro?

El maquinista, dentro de su largo viaje,

ignora cuántos vagones al final de su viaje porta,

sin embargo, atestigua

que los pasajeros proceden del ínfimo culmine del ser

de la belleza de lo cotidiano,

y la suspicacia del extranjero planetario,

y pretende, sobre cualquier cosa, poder desembarcar

en el alma del lector.

Ganadores

Embriagadora ausencia,

fuera de órbita,

sin tacto,

arranca suspiros,

como hojas de un árbol.

Es quizá

la forma de protesta

para sacarte de mí,

pero cada que lo hace,

me quedo sin mí.

Es lucha de intensidades,

ni tan tenue para desaparecer,

ni tan fuerte para desfallecer,

puente al pasado,

con fijación renuente a tu lado.

Queda sangrar,

llorar,

cantar

como ave que sufre

para que la luna baile.

Pues con tu ausencia,

el único ganador

no eres tú,

ni yo;

es el arte.

Miedo a la oscuridad

¿Qué hay de fondo en la oscuridad que tanto nos cuesta mirar?

¿Será un reflejo del humano en su bondad o en su vanidad?

¿Es el frío lo que recauda miedos o son ellos los que nos despojan?

¿De cuántas preguntas está compuesta la tinta del poeta?

¿Cuántas batallas fueron necesarias para mantener el sol en su cumbre?

¿Acaso el sol y la luna pelean porque nuestra devoción los vislumbre?

¿Cuánta oscuridad es necesaria para encender una estrella?

¿Cuánto silencio hará falta para que nazca un grito de libertad?

¿Cuántos latidos bastarán para nacer de nuevo la humanidad?

¿Reconoceremos nuestros sentimientos si estamos en la obscuridad?

¿Conoce la risa verdadera el payaso que todos cargamos llorando por dentro?

¿Qué secretos esconden los susurros que nos envenenan con su efecto?

¿Es la soledad una asesina de cada uno de sus testigos?

¿Qué es el hombre sino huellas en su propio camino?

¿Somos un eco repetitivo de la última guerra?

¿Pavimentamos todo por miedo a nuestras raíces y su tierra?

¿Qué semilla determina a qué humano alimentar?

¿Acaso la esperanza sabe por qué arteria debe viajar?

¿Las paredes son para proteger u olvidar?

¿Es la piel un maquillaje para el alma?

¿Florece la naturaleza en un signo de belleza o de clamor por ayuda?

¿Qué caligrafía tiene la muerte y su duda?

¿Son tus ojos una puerta única para observar el