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Karl Barth en Un Lenguaje Sencillo
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Libro electrónico231 páginas3 horas

Karl Barth en Un Lenguaje Sencillo

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"Este es un libro para principiantes escrito por un principiante...". (del prefacio del autor)

"Karl Barth en un lenguaje sencillo", de Stephen D. Morrison, es una introducción clara y concisa a la teología de Karl Barth. Escrita por un aficionado a otro, Stephen espera introducirte en el complejo pensamiento de Barth sin toda la confusa jerga teológica que a menudo se emplea en las discusiones sobre su obra. Al centrarse en ocho ideas principales que son centrales en el pensamiento de Barth, Stephen te proporciona un estudio profundamente útil de una de las mentes más grandes de la teología moderna.

Este libro es el producto de años de lectura y estudio de Barth como un teólogo aficionado, y presenta una guía accesible de Barth con la esperanza de hacer su teología más comprensible a otros "aficionados". Como el propio Barth dijo una vez: "En la Iglesia de Jesucristo no puede ni debe haber no-teólogos". Es con este espíritu que Stephen presenta humildemente "Karl Barth en un lenguaje sencillo".

En este libro Stephen abarca una amplia gama de temas del pensamiento de Barth a partir de una lectura cuidadosa de la "Dogmática eclesial", junto con sus otros libros y sermones populares. Los temas tratados incluyen el rechazo barthiano a la teología natural; la doctrina de la revelación y la Trinidad; la triple Palabra de Dios; Barth y la inerrancia bíblica; la doctrina de la elección; Barth y el universalismo; la creación y el pacto; la reconciliación; la Iglesia, y la ética teológica. "Este libro busca la sencillez sin caer en la simplificación, la claridad sin pasar por alto los detalles, y la brevedad sin carecer de profundidad. Espero presentar una visión justa y accesible de Barth, ya que creo que su obra merece un público más amplio, no solo entre los "profesionales", sino también entre nosotros, los "aficionados" (del prefacio del autor)

IdiomaEspañol
EditorialS. D.
Fecha de lanzamiento29 jul 2023
ISBN9781631741845
Karl Barth en Un Lenguaje Sencillo
Autor

Stephen D Morrison

Stephen D Morrison (S. D. Morrison) is an American, ecumenical writer and theologian with a passion for the good news of Jesus Christ. Stephen is the author of several books on subjects such as the problem of evil, the rapture theory, and the gospel of grace. With a theologically inspired yet approachable writing style, Stephen works to proclaim the gospel ever afresh as good news of great joy.Stephen's work will inspire you to think differently about the Christian faith, live differently as a beloved child of God, and to hope radically in the Kingdom of God.Stephen is an amateur theologian, the self-taught student of a rigorous reading regiment with includes extensive studies in the theology of Karl Barth, Thomas F Torrance, and Jürgen Moltmann. These are his primary theological influences, with the addition of popular writers such as Robert F Capon, C Baxter Kruger, and Brennan Manning. Stephen is also deeply indebted to the early church fathers, particularly to Athanasius.Stay up to date with the latest articles and projects by joining Stephen's Readers' Group, his email newsletter, at his website www.SDMorrison.org

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    Vista previa del libro

    Karl Barth en Un Lenguaje Sencillo - Stephen D Morrison

    KARL BARTH EN UN LENGUAJE SENCILLO

    STEPHEN D. MORRISON

    BELOVED PUBLISHING ∙ COLUMBUS, OHIO

    Derechos de autor: © 2023 Stephen D. Morrison

    Todos los derechos reservados.

    Queda prohibida la reproducción total o parcial de este libro, en cualquier forma o por cualquier medio electrónico o mecánico (incluyendo los sistemas de almacenamiento y recuperación de información), sin el permiso escrito del autor, excepto para el uso de citas breves en una reseña editorial.

    Traducido por: Romel Xavier Q.

    eBook digital ISBN: 978-1-63174-184-5

    Libro impreso ISBN: 978-1-63174-183-8

    El diseño y la ilustración de la portada pertenecen a © 2017 Gordon Whitney Media (www.GordonWhitneyMedia.com)

    Beloved Publishing · Columbus, Ohio Primera edición: julio de 2023.

    A menos que se indique algo distinto, las citas bíblicas están tomadas de la Nueva Biblia de las Américas™ NBLA™, © 2005 por The Lockman Foundation.

    ÍNDICE

    Agradecimientos

    Prefacio

    Introducción

    Biografía

    La estructura de la Dogmática eclesial de Barth

    1. ¿Teología Natural? ¡Nein!

    Suplemento: La Humillación de Dios Y la Teología Natural

    Sermón: El Gran «Pero»

    2. El Dios Triuno de la Revelación

    Suplemento: Dios Sin Jesús

    Suplemento: Modalismo

    3. La Triple Palabra de Dios

    Suplemento: La Inerrancia Bíblica

    Sermón: Ellas Dan Testimonio de Mí

    4. No Hay Un Dios Oculto a Las Espaldas de Jesucristo

    Suplemento: Aquel Que Ama en Libertad

    Suplemento: No Hay Una Voluntad Oculta de Dios

    5. El Dios de la Elección

    Sermón: Predicando la Elección

    Suplemento: Universalismo

    6. La Creación Y El Pacto

    Suplemento: Historia No-Histórica

    Sermón: El Temor Del Señor

    7. La Reconciliación

    Suplemento: La Expiación Limitada Y El Horrible Decreto de Calvino

    Sermón: La Vida Divina

    Sermón: ¿Has Oído Las Nuevas?

    8. La Iglesia Y la ÉTica

    Sermón: Puedes

    Suplemento: La Preferencia Política Por Los Pobres

    Conclusión: Dios Con Nosotros Y Por Nosotros

    Una breve guía de lectura

    Acerca del Autor

    AGRADECIMIENTOS

    En primer lugar y, antes que nada, quiero agradecer a mi querida esposa, Ketlin, por soportar amorosamente mis largas y fatigosas divagaciones teológicas, por ser una fuente constante de inspiración y aliento y, en definitiva, por darme el valor para seguir mis sueños. Si no fuera por ti, ¡sería la mitad del hombre que soy hoy!

    Varios revisores tuvieron la amabilidad de ofrecer críticas útiles y constructivas acerca del contenido de este libro. Agradezco a John Moore, Ian Gilchrist, Neil Colombé y David Tralaggan; sus comentarios fueron muy apreciados. También quiero dar gracias a Gordon Whitney, no solo por tu excelente ilustración de Barth y tu diseño de portada, sino por tu amistad, por la cual estoy siempre agradecido.

    Y, por último, quiero agradecer al Karl Barth Discussion Group en Facebook, que ha sido una fuente constante de diálogo interesante en torno a la teología de Barth. He disfrutado aprendiendo con todos ustedes, y espero seguir aprendiendo con muchos de ustedes durante los años venideros.

    PREFACIO

    Este es un libro para principiantes, escrito por un principiante, sobre la teología de Karl Barth. El objetivo es ofrecer una presentación clara y precisa del pensamiento de Barth, sin la complicada jerga teológica que a menudo es parte de las discusiones sobre su obra. Este libro busca la simplicidad sin simplificar en exceso, la claridad sin pasar por alto los detalles y la brevedad sin carecer de profundidad. Espero presentar una mirada justa y accesible a Barth, ya que creo que su obra merece una audiencia más amplia, no solo entre los «profesionales», sino también entre nosotros, los «amateurs».  

    Soy un «amateur», y no me da miedo admitirlo. No tengo las cualificaciones tradicionales para escribir un libro como este, pero precisamente por eso lo he escrito. No tengo un título en teología ni entiendo latín o griego (¡ni siquiera alemán!). Sin embargo, creo que la obra de Barth debería ser accesible a otros que, como yo, también carecen de dichas cualificaciones. Espero que este libro anime a otros «amateurs» a aceptar el reto; porque si este «amateur» puede abrirse camino a través de la obra de Barth, y a pesar de todo aprender mucho de ella, entonces tú también puedes. Como mínimo—incluso si después de leer este libro decides no leer a Barth por tu cuenta—espero que obtengas una comprensión más clara de la teología de Barth en medio de tanto malentendido que circula hoy sobre ella.

    Finalmente, me siento honrado de que hayas escogido mi corto libro en lugar de todos los demás libros, ya sean grandes o pequeños, acerca de Karl Barth, y espero que lo termines con una mejor apreciación de su teología. Pero esa no es mi única expectactiva. En última instancia, espero que te vayas con tus ojos más firmemente fijos en la persona de Jesucristo y en Su evangelio de gran y sumo gozo. 

    STEPHEN D. MORRISON

    COLUMBUS, 2017

    INTRODUCCIÓN

    Imagina una enorme mansión al final de un camino, custodiada por una intimidante hilera de árboles gigantescos, y con la reja abierta de par en par. Ahora imagina que un día te atreves a investigar esta atemorizante casa, pasas por la reja, atraviesas el jardín y entras por la puerta principal. De repente te encuentras en un laberinto formado por muchas habitaciones, de estructuras grandiosas y góticas, y de profunda complejidad y belleza. Mires donde mires, te sorprende la precisión y el cuidado con los que se ha construido la casa: no se ha descuidado ningún detalle. Pero entonces, en medio de tus exploraciones, te das cuenta de que te has perdido. Desearías estar en una casa más simple, con menos habitaciones y direcciones más sencillas, aunque fuera una casa mucho más aburrida en comparación.

    Leer a Karl Barth por primera vez puede hacerte sentir así: como si te adentraras en un vasto y confuso laberinto. Puede ser fácil extraviarse, perder la esperanza y sentirse inadecuado ante la enorme obra de Barth, su prosa desafiante y su mente meticulosamente compleja. En efecto, si incluso el profesional capacitado tiene dificultades para navegar por Barth, ¿cuánto más difícil será para un «amateur»?

    Este libro es mi intento, de «amateur» a «amateur», de ser tu guía a través del laberinto de la teología de Barth. Porque, «amateur» o no, nadie está descalificado en la Iglesia de Jesucristo para dedicarse a la teología. Como nos recuerda Barth:

    En la Iglesia realmente no hay no-teólogos. El concepto de «laico» es uno de los peores conceptos en la terminología religiosa; un concepto que debería ser eliminado del vocabulario cristiano.

    GOD IN ACTION, 57

    Cada seguidor de Jesucristo está invitado a la tarea de la teología, y no solo invitado, sino también llamado. Eso no significa que cada uno de nosotros se convertirá en profesor o maestro, sino que todos debemos convertirnos en aprendices que son confrontados por la Palabra de Dios en Jesucristo. Barth argumenta que estudiar teología no es convertirse en un teólogo «profesional», sino seguir siendo un eterno estudiante de la Palabra de Dios. Él escribe:

    Estamos en una escuela de la que no nos graduaremos algún día con el fin de convertirnos en maestros. Al contrario, la escuela en la que estamos matriculados nos hará cada vez más estudiantes.

    GOD IN ACTION, 113

    Por eso Barth siempre nos recordaba «comenzar de nuevo por el principio» con la autorrevelación de Dios en la persona de Jesucristo. Nunca dominaremos la Palabra de Dios ni la convertiremos en nuestra palabra; esta permanece como el discurso libre y misericordioso de Dios hacia nosotros. Es la Palabra de Dios a la humanidad, y no la palabra de la humanidad sobre Dios, la que es el sujeto de la teología. Por lo tanto, este sujeto nunca se convierte en un objeto controlado por nosotros. Somos llamados por la Palabra de Dios a aprender su contenido y, sobre todo, a conocer su sujeto. Por consiguiente, todos somos teólogos en la Iglesia.

    Para acentuar este punto, lee la siguiente cita de uno de los últimos discursos públicos de Barth (durante un programa de radio) en el que hizo la sorprendente afirmación de que es un laico:

    Yo también soy un laico. Un laico es simplemente alguien que pertenece al pueblo. Todos nosotros solo podemos pertenecer al pueblo; me refiero, por supuesto, al pueblo de Dios, que lo abarca todo (…) No me digas: «No soy experto en esta materia», como si dijeras: «Esto no me concierne». Te concierne tanto como a mí.

    FINAL TESTIMONIES, 35

    La teología de Karl Barth puede ser desafiante, pero no está fuera del alcance de aquellos que están dispuestos a esforzarse para entenderla. Ya sea que seamos «amateurs» o profesionales, todos somos estudiantes a los pies de la Palabra de Dios. Con este espíritu en mente, yo, que soy un teólogo «amateur», escribo este libro para ser tu guía hacia una de las más grandes mentes teológicas-modernas del siglo XX.

    Espero que encuentres en este libro un estudio preciso y claro de la teología de Karl Barth y un útil resumen introductorio de algunas de sus obras significativas. Con esta claridad y simplicidad en mente, no deseo diluir a Barth, sino más bien hacer su obra más accesible para aquellos que son intimidados o confundidos por él. Por esa razón, no estoy presentando un estudio exhaustivo de cada mínimo punto de la obra entera de Barth, la cual es demasiado extensa como para abarcarla en un libro introductorio tan breve como este. Por consiguiente, un grupo de perspectivas han sido pasadas por alto. Sin embargo, las ideas primarias de Barth están todas aquí; los análisis teológicos sobre los que se fundamenta la reputación de Barth están presentes en este estudio.

    En última instancia, espero que este libro te anime a buscar y leer a Barth por ti mismo, si no es que ya has comenzado esa tarea, y a descubrir por ti mismo lo que Barth tiene que decir. Y, además, espero que, con Barth, este estudio no te lleve a una mayor fascinación por Karl Barth, el hombre de Basilea, ¡sino por Jesucristo!

    Volviendo a nuestra analogía de una casa, mi objetivo en este libro es presentarte algunas de las habitaciones más grandes, ofrecerte algunas indicaciones para que consigas la salida y luego dejarte para que descubras cosas por ti mismo. Después de que termines este libro, tendrás la libertad de volver a cualquier habitación y quedarte todo el tiempo que quieras para estudiar los detalles por ti mismo. A veces puede ser útil tener a tu disposición un resumen como este antes de que te adentres mucho en los detalles de la enorme Dogmática de Barth, sus cientos de sermones, sus muchas cartas, sus ensayos y clases y sus muchas otras obras publicadas.

    Un breve bosquejo de este libro

    Dedicaremos la mayor parte de este libro a explorar ocho ideas primarias de la teología de Barth en las que he decidido enfocarme. Estas son las ideas que personalmente me han parecido más útiles. Para hacer esto dependeremos principalmente de su Dogmática eclesial. Estas son las ocho ideas primarias que he escogido de la teología de Barth:

    El rechazo de Barth a la teología natural.

    El Dios triuno de la revelación.

    La «triple» forma de la Palabra de Dios: revelación, Escritura y proclamación eclesial (predicación).  

    El rechazo de Barth a un Dios oculto a las espaldas de Jesucristo.

    La doctrina de la elección.

    La doctrina de la creación y el pacto.

    La doctrina de la reconciliación.

    El especial énfasis teológico de Barth en la Iglesia y la ética.

    Así es como he organizado cada capítulo. En primer lugar, presento un párrafo-sumario del tema en cuestión. Estos resúmenes son una versión condensada de cada capítulo, y no deben considerarse necesariamente un resumen del pensamiento completo de Barth sobre el tema. No son un intento de contener los puntos de vista de Barth sobre diversos asuntos, aunque servirán como guías útiles para comprenderlo mejor. John Webster estaba en lo correcto cuando dijo: «Los puntos de vista de Barth sobre cualquier tópico no pueden ser abarcados en una sola declaración (...) lo que él tiene que decir no se puede resumir eficientemente» (Cambridge Companion to Karl Barth, 9).

    En segundo lugar, presento una selección de citas sobre cada idea principal. Primero: citas directas en palabras del propio Barth. Segundo: citas de destacados estudiosos de la obra de Barth.

    En tercer lugar, después del texto principal de cada capítulo, concluyo con una discusión sobre la importancia de cada idea primaria, la cual aplicará inmediatamente las ramificaciones prácticas de lo que acabamos de discutir.  

    Entre los capítulos dedicados a cada una de estas ocho ideas primarias he incluido varios capítulos llamados «suplemento». Estos sirven para abordar cuestiones contemporáneas, puntos específicos de énfasis o malentendidos comunes con respecto a lo que Barth está diciendo. Estos «suplementos» tratan de aclarar más a fondo las observaciones de Barth, y usualmente incluyen una cita extensa.

    También he incluido capítulos cortos con ejemplos tomados de los sermones de Barth en tanto se relacionan con cada idea primaria. La predicación de Barth me ha parecido especialmente útil para comprender su pensamiento. Estas citas están libres de jerga académica y sitúan la teología de Barth en una esfera inmediata y práctica; la esfera en la que el propio Barth quería que su teología fuese situada: la proclamación de la Iglesia en la predicación.

    Así que, sin más tardanza, vamos a meternos de lleno y a descubrir más sobre Karl Barth y su teología.

    BIOGRAFÍA

    Dos cosas deben quedar claras desde el principio. En primer lugar, al pronunciar el nombre de Karl Barth, se lee «Bart», no «Barth». La «h» es muda (piensa en «Bart» Simpson, no en «bath» con una r en el medio).

    En segundo lugar, también hay que aclarar que Barth no era un teólogo alemán; era suizo. Barth nació en Basilea, Suiza, y vivió allí la mayor parte de su vida. Esta idea errónea tiene probablemente dos orígenes. Primero: dado que Barth hablaba y escribía en alemán (aunque también sabía francés, inglés, latín y griego) es confundido erróneamente como un alemán; pero esto sería el mismo error que llamar británico a un estadounidense porque habla inglés. Segundo: Barth estuvo bastante involucrado en la política alemana, lo que probablemente sea la causa principal de la confusión. Barth fue el principal redactor de la Declaración teológica de Barmen, una declaración anti-Hitler de la Iglesia Confesante, y esto ha llevado a menudo a la explicada identificación errónea.

    Karl Barth nació el 10 de mayo de 1886 y murió el 10 de diciembre de 1968, a la edad de ochenta y dos años. Era el hijo primogénito de Johann Friedrich («Fritz») y Anna Katharina Barth. Su padre fue, por derecho propio, un muy respetado profesor y teólogo conservador. Barth pasó su infancia en Berna, Suiza, donde su padre era un profesor de Nuevo Testamento e historia de la Iglesia.

    En 1904, a pesar de las inclinaciones conservadoras de su padre, Barth pasó sus años universitarios estudiando teología liberal. Comenzó en Berna y luego pasó a Tubinga y Marburgo (Alemania). Especialmente en Marburgo Barth estuvo bajo la influencia de la teología liberal, ya que estudió con dos de los teólogos liberales más destacados de la época: Adolf von Harnack y Wilhelm Herrmann. Posteriormente, Barth trabajó como pastor en Ginebra, predicando en la iglesia de Juan Calvino durante dos años (1909-11), antes de pasar diez años en la pequeña ciudad de Safenwil, Suiza (1911-21).

    Fue en Safenwil, bajo la presión de sus obligaciones pastorales para con esta comunidad predominantemente obrera y trabajadora, donde Barth experimentó su famosa crisis teológica. Fue, ante todo, una crisis de tener algo que decir sobre Dios, como Barth lo expresó tan bien más adelante:

    Como ministros debemos hablar de Dios. Sin embargo, somos humanos y no podemos hablar de Dios. Por lo tanto, debemos reconocer tanto nuestra obligación como nuestra incapacidad y, mediante ese mismo reconocimiento, dar la gloria a Dios.

    THE WORD OF GOD AND THE WORD OF MAN, 186

    Consciente tanto de la importancia como de la imposibilidad de esta tarea, Barth se vio obligado a aplicarse con diligencia, junto con su amigo Eduard Thurneysen, a redescubrir el «extraño y nuevo mundo dentro de la Biblia». Fue allí, en la pequeña ciudad de Safenwil, donde Barth escribió su primer libro que marcó una época: La epístola a los romanos (1919). Este libro fue muy bien descrito por Karl Adam, quien dijo que cayó «como una bomba en el patio de recreo de los teólogos». Este ofrecía una crítica feroz de la teología liberal, y subrayaba la diosidad de Dios, el Dios que es «totalmente otro». 

    Solo por este trabajo Barth fue invitado a enseñar teología reformada en la Universidad de Gotinga (predominantemente luterana), a pesar del hecho de que no tenía un doctorado. Durante este tiempo, Barth desarrolló una apreciación sincera por Calvino y Lutero, así como por la tradición reformada en su conjunto. Esto es lo que los estudiosos llaman a veces la teología «temprana» de Barth (a menudo fechada entre 1910 y 1931).

    Flannery O'Connor captó acertadamente el espíritu del Barth «temprano» en una carta, escribiendo: «Me gusta el viejo Karl. Este lanza los muebles por la ventana» (The Correspondences of Flannery O'Connor, 180-1). No hay nada como los textos de este periodo temprano de la carrera de Barth. Barth escribió con la aguda pasión de un hombre que acababa de redescubrir las verdades esenciales de nuestra fe. «¡Buen rugido, león!» fue la respuesta del propio Barth a su obra temprana, en la Dogmática eclesial, al comentar un pasaje preliminar

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