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La Familia, el origen del Triunfo y la Maldad
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Libro electrónico215 páginas3 horas

La Familia, el origen del Triunfo y la Maldad

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Las situaciones de inseguridad y violencia están a la orden del día en México, en todos los estados, los municipios y las comunidades. Eso contestarían los miembros de las familias si se les preguntara sobre estos dos temas, pero cada una de estas personalidades, está conformada por familias, sea adoptiva, compuesta, de hecho, ensamblada, extensa, monoparental u homoparental, eso es lo de menos. Lo importante es, que cada una de estas familias tiene integrantes llamados personas, lo que significa que por pequeña o grande que sean éstas, las organizaciones, el Estado o el País, siempre su unidad fundamental será la persona; de las que justamente trata este libro. 
Las características o particularidades de cada familia, grupo, organización o personalidad, tendrá la singularidad de muchas de las personas que la conforman. Por lo tanto, a lo largo de los capítulos de este libro, se encontrará a cada integrante de la familia: los padres, los abuelos, los tíos, los hermanos, los primos, los padrinos, la pareja, los amigos, los compañeros de trabajo, la escuela y el ¿y… yo? Esto a manera de conclusión y la bibliografía, con las características que puedan llegar a tener, sean virtudes o defectos, mismos que impactarán en cada uno de sus miembros para impulsarlos al triunfo de su vida o para arrastrarlos a la maldad causante de su destrucción. 
También te identificarás en algunas de las causas de estos comportamientos y las maneras de cómo las personas que son víctimas de ellos pueden ayudarse así mismas y a quién se puedan acercar para solicitarla.
Las formas de actuar presentadas, son realidades narradas por los propios actores que las vivieron o que fueron testigos de estas vivencias. Estas situaciones de vida, permitirán al lector, poder realizar un análisis de las narrativas, incluso una introspección de su propio comportamiento, llegando al final del libro con una conclusión que el leyente podrá enriquecer. 
Se trata de reflexionar respecto al comportamiento que debemos de erradicar y los que debemos de emular para mejorar la vida personal, la vida familiar de la comunidad, el Estado y el País.

IdiomaEspañol
Fecha de lanzamiento3 abr 2023
ISBN9798223386643
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    La Familia, el origen del Triunfo y la Maldad - Sara Martínez V.

    LA FAMILIA

    El origen del triunfo y la maldad

    Sara Martínez V.

    CONTENIDO

    ›  Agradecimiento.

    ›  Advertencia (Aviso).

    ›  Introducción.

    Capítulo 1. Los padres .    

    Capítulo 2. Los abuelos.   

    Capítulo 3. Los tíos.    

    Capítulo 4. Los hermanos.   

    Capítulo 5. Los Primos.   

    Capítulo 6. Los padrinos   

    Capítulo 7. La pareja.    

    Capítulo 8. Los amigos.    

    Capítulo 9. Los Compañeros de trabajo. 

    Capítulo 10. La escuela.   

    Capítulo 11. ¿Y...yo?    

    Capítulo 12. A manera de Conclusión.     

    Bibliografía.     

    AGRADECIMIENTO

    A

    todas las personas que con su confianza y participación me apoyaron a la conformación de este libro, contando sus vivencias con la intención de poder ayudar a las personas que enfrentan situaciones similares o más complicadas.

    A los que se esforzaron por plantar en mí, la semilla de la cultura y los valores, la importancia del progreso personal y del amor familiar. Al hombre único que ya se adelantó y ahora me acompaña y me cuida y a la que aún me inspira con su presencia, la mujer más inteligente que conozco. A ellos, mis padres.

    A mi esposo, por ser quien es y ser justo lo que necesito.

    A mis hijos, que han sabido lidiar con la

    ausencia de su madre en cada proyecto que

    emprende y que han sido fuente constante de   inspiración.

    A la vida, por transformar cada maldad ajena

    en contra mía, en una oportunidad más de

    crecimiento y desarrollo personal.

    Al universo por conspirar siempre a favor mío.

    SARA MARTÍNEZ V.

    ACERCA DEL AUTOR

    M

    exicana de nacimiento (1967). Profesora normalista (1987). Licenciada en Educación Física (1995), Maestra en Administración con especialidad en cultura física (2001), Maestría en Ciencias de la educación concluida, Especialista en terapia física y rehabilitación (2013). Doctor en Educación (2014), Licenciada en Derecho (2022). Se ha hecho acreedora al Mérito académico. Cuenta con diplomados y cursos en educación, derecho y terapia física.

    Ha publicado en diferentes revistas y en compilaciones de trabajos y libros de especialidad y ha impartido ponencias sobre el trastorno generalizado del desarrollo. Un estudio de caso y el Método de estudio de caso. Foros regionales de consulta para la integración de la Ley de Educación del Estado de México y Ley General de Educación en diferentes foros.

    Ha trabajado en los diferentes niveles educativos: primaria, secundaria y preparatoria en educación pública. En licenciatura en el Heroico Colegio Militar de México. En maestría en Universidad Privada y actualmente es directora de la Escuela Secundaria General, en el Estado de México, México.

    ADVERTENCIA

    (Aviso)

    D

    eseo que me permita, antes de iniciar la lectura de este libro poderle aclarar lo siguiente:

    Como no quisiera que se llevara una decepción, por el lenguaje que en algún momento se puede usted encontrar a lo largo de esta reflexión, así como de su contenido, a manera de recomendación para que decida leerlo o no, le anticipo que: es necesario para su comprensión, hacer referencia a la realidad que estamos viviendo. Por lo que, también le aclaro, se usan palabras, no de la autora de este libro, sino de los personajes que en éste se mencionan.

    Por otro lado, las vivencias que en él aparecen, son sólo unos cuantos ejemplos de la extensa cantidad de lamentables acontecimientos en la vida diaria de muchas personas que, pueden, al leerlas, tal vez herir susceptibilidades. No así, si usted está en la disposición de mantener a lo largo de su lectura; la mente abierta y más aún, la disposición para la reflexión y análisis de las situaciones mencionadas.  

    Sin embargo, si cualquiera de las aseveraciones aquí planteadas no corresponde a su vida personal, tendrá la oportunidad de bosquejar una opinión de dichas actuaciones. Aunque también cabe la posibilidad de que usted mismo pueda identificarse, arrepentirse de haberlo leído o tal vez, se pueda felicitar por reflejarse en alguno de los personajes aquí citados y tener la oportunidad de reflexionar al respecto. Quizá, le resulte interesante obsequiarle este libro a esa persona que usted estima y que considera que esta reflexión le pudiera ser de utilidad.

    Esta reflexión, tal vez lo ponga a prueba, porque déjeme decirle que todo lo aquí expuesto tiene una razón, un origen en cada una de las actuaciones de los miembros de una familia. El crecimiento de los seres humanos; ¡tu crecimiento y triunfo!, es el resultado de la influencia del medio en el que te desenvuelves, la educación familiar, el medio social, pero lo que marcará la diferencia entre tú y el vecino, el pariente, el amigo o el compañero, será: ¡tu desarrollo y crecimiento interior!

    ¿Te quedaste en el ello, en el yo o en el súper yo?; según Sigmund Freud. 

    No omito aclarar que, aunque encuentres que en el texto me dirija a ti como hombre o como mujer, la realidad es que cualquier vivencia que aquí encuentres no es específica de un género en especial, porque son anécdotas de vida que te pudieron pasar a ti y/o a cualquier otra persona, así que, tú puedes ser hombre, mujer o de la comunidad LGTTTB. Niño, joven, adulto o adulto mayor.

    Para efecto de ahorrar palabras, a pesar de que en algún momento lees que se refiere a ella o a él, en la generalidad, aunque pareciera que nos referimos al género masculino es más a la pluralidad, como lo marca el Diccionario de la Real Lengua Española. Así que, aunque leas él o ella; en la realidad puedes ser tú, sin importar tu género. 

    Sería bueno que pudieras preguntarte ¿Cuál es el espacio que ocupas en esta historia? ¡En tú historia! Tal vez te puedas ubicar en más de uno o tal vez no te encuentres y ¡puedas escribir lo que aquí falta!

    Mi reconocimiento de antemano si decides leerlo.

    Atentamente

    Dra. Sara Martínez Victoria.

    INTRODUCCIÓN

    L

    as situaciones de inseguridad y violencia están a la orden del día en México, en todos los estados, los municipios y las comunidades. Eso contestarían los miembros de las familias si se les preguntara sobre estos dos temas pero cada una de estas personalidades, está conformada por familias, sea adoptiva, compuesta, de hecho, ensamblada, extensa, monoparental u homoparental, eso es lo de menos. Lo importante es, que cada una de estas familias tiene integrantes llamados personas, lo que significa que por pequeña o grande que sean éstas, las organizaciones, el Estado o el País, siempre su unidad fundamental será la persona; de las que justamente trata este libro.

    Las características o particularidades de cada familia, grupo, organización o personalidad, tendrá la característica de muchas de las personas que la conforman. Por lo tanto, a lo largo de los capítulos de este libro, se encontrará a cada integrante de la familia: los padres, los abuelos, los tíos, los hermanos, los primos, los padrinos, la pareja, los amigos, los compañeros de trabajo, la escuela y el ¿y... yo? Esto a manera de conclusión y la bibliografía, con las características que puedan llegar a tener, sean virtudes o defectos, mismos que impactarán en cada uno de sus miembros para impulsarlos al triunfo de su vida o para arrastrarlos a la maldad causante de su destrucción.

    También te identificarás en algunas de las causas de estos comportamientos y las maneras de cómo las personas que son víctimas de ellos pueden ayudarse así mismas y a quién se puedan acercar para solicitarla.

    Las formas de actuar presentadas, son realidades narradas por los propios actores que las vivieron o que fueron testigos de estas realidades.

    Estas vivencias permitirán al lector, poder realizar un análisis de las narrativas, incluso una introspección de su propio comportamiento, llegando al final del libro con una conclusión que el leyente podrá enriquecer.

    Se trata de reflexionar respecto al comportamiento que debemos de erradicar y los que debemos de emular para mejorar la vida personal, la vida familiar de la comunidad, el Estado y el País.

    Capítulo 1

    LOS PADRES

    R

    espeta!, ¡ofrécele una disculpa!, maestra, cualquier cosa me avisa, ¡hay de ti donde la maestra me dé una queja!, di otra grosería y te voy a romper la boca, ¿y con esa boca comes?, cuándo me has oído decir esas palabrotas, ¡aaah! no quieres ir a la escuela, entonces a trabajar, porque aquí el que no estudia trabaja, no quieres ir a la escuela, ¡cómo no sabes trabajar! ¡te vas de papelerito!, maestra, hay le dejo a mi hijo con todo y nalgas".

    Que no le falte a mi hijo lo que yo no tuve, No corras que te vas a volver hombre si yo no lo regaño ¿por qué otro lo va a hacer?, ¡yo conozco perfectamente bien a mi hijo!, ¿qué te dijo esa perra hija de su puta madre?, ¡yo le creo!, la culpa es de con quien se junta, nosotros somos amigos, donde come uno comen dos, la voy a demandar, ¡pinche vieja que se cree!, aquí será la maestra pero allá afuera somos iguales, ¿y ese puto?, no te preocupes, si te quieres ir con tu novio yo te apoyoya no vayas a la escuela, total ¡ya te calificaron!, ¡no te apures yo lo arreglo!, Dile: ¡adiós mamacita! jajaja, ¡igualito a su padre, sí mi hijo es un chingón!. No te acerques a esas perras de tus tías, ¿qué? ¡fumó marihuana!, ¡aspiró éxtasis! ¿usted lo vio?, ¿le consta?, porque si no, la voy a demandar, yo conozco bien a mi hijo, yo sé lo que tengo en casa, él no haría eso, nosotros somos amigos, ¡yo lo sé todo! él no se burló, así es su carácter, se ríe de nervios.

    Tiempo después: no sé, ¡espérate!, al rato, sí, lo que quieras, sí, como quieras, oye, ¡oye!, ¿estás sordo?, ¡está bien hijo!, ¡no hijo!, ¡lo que tú digas!, ¿en dónde andabas?, ¿por qué llegas a esta hora?, Dios, cuídamelo que no me lo vayan a matar, ¡Noooo, él sólo lo estaba robando, no le hizo nada!, ¡déjenme pasar, ese es mi hijo!".

    Los amorosos, la enérgica, los responsables, la exigente, el comprensivo, el ejemplo a seguir, la protectora, la más hermosa, la salvadora, la exitosa, el incomparable, la que te recibió nuevamente en su casa a pesar de que te embarazaste de su esposo; tu padrastro.

    El mujeriego, la ¿hombreriega?, el borracho, golpeador, flojo, irresponsable, abusador, el violador, el pederasta, al que no le importas, el que ni a su madre quiere y menos respeta, el bígamo, el chantajista, el mentiroso. La irresponsable, la abusadora, la desobligada, la floja, la viciosa, la víctima.

    Tus padres: Rosa, María, Leopoldo, Camila, Roberto, Mauricio, Yajaira, Ernesto, Verónica, Rosario, Enrique, Pedro, Miguel, Rita, Carlos, Estela, Edith, Jorge, Alejandro, Virginia, Rosaura, Joaquín, Ramón, Manuel, Sergio, Adolfo, Martín, Francisco, José, Rafael. ¡Aunque el nombre es lo de menos y su conducta es lo de más!

    ¿Recuerdas? Cuando tu madre en los años sesenta y setentas te mandaba impecable a la escuela primaria, o no, como a muchos otros, incluso te mandaba sin desayunar. A veces llevabas dinero para comprar la torta a la hora del recreo, la quesadilla dorada de papa con col, queso y salsa verde, o el taco de guisado, el refresco lulú o barrilito, aunque ahora ya no hay barrilito, el agua de sabor, o la paleta. Algunos de tus compañeros sólo llevaban su torta y la mayoría, su botella con agua de sabor o simplemente tomaban agua de la llave, quizá  la torta era de huevo o del guisado del día anterior, de jamón con frijoles y aguacate o sólo de aguacate, de arroz, de plátano, de chocolate en polvo, de gelatina o de azúcar y si bien les iba, con veinte centavos para la paleta. Otros, con esfuerzo iban a la escuela y quizá tú fuiste de los afortunados que tenía a la amiga o amigo con la madre con la posibilidad económica y su gran personalidad y solidaridad, que le ponía no una sino dos tortas para que compartiera contigo, a menos que tu amigo o amiga fuera melindrosa y por eso te invitara. Cómo olvidar cuando te cacharon porque tu llevabas torta de gelatina, pero al ver las tortas que llevaba una de tus compañeras, tú sin que ella se diera cuenta se la cambiabas y tú te comías la torta de jamón, milanesa o algún otro guisado sabroso que ella llevaba. Citaron a tu mamá y a la mamá de tu compañera, a ti te pegaron por lo que hiciste, pero lo mejor, fue comprobar que la empatía, solidaridad y humanidad existía en las personas, porque a partir de ese día y durante tres meses, la mamá de tu compañera te envió día a día; una torta.

    En ese entonces, para ti y muchos más, la hora del desayuno escolar, era eso, el desayuno; que con un peso antes o dos cincuenta pesos en los últimos tiempos, tú pagabas la semana y contenían: un bolillito o un pan de naranja delicioso, un bote de leche y un chocolate, palanqueta o guayaba. ¡Mmmmm!, tal vez aún sientas el aroma de esos desayunos, ahora, contienen la leche, la galleta y el cereal o las semillas, con las que algunas veces jugabas con tus compañeros a la guerrita, pero, quizás ya te tocó el tiempo en donde te dan los litros completos para su dosificación en casa. Durante algún tiempo, a parte del desayuno del DIF, ¡hace algunos ayeres ya!, esperabas con ansia la hora en que repartieran los trimpis, ¡esa especie de mazapán duro de fresa o chocolate! que se vendía una vez a la semana, ¡para toda la semana!, uno por día, pero no te duraban ni tres, ¿lo recuerdas?

    Es claro que, probablemente tus padres se preocupaban por mandarte a la escuela con la tarea completa, sea que te ayudaran o no a realizarla, o tal vez con esfuerzo te mandaban con libreta a parte de los libros, el lápiz desgastado y los colores incompletos. Y quizá algo similar pasaba con el uniforme, también gastado y remendado pero limpio, aunque tal  vez te mandaban con el uniforme sucio o roto o ambos, o simplemente sin uniforme. Cabe la posibilidad de que con tus hermanos  los hayas compartido; un día y un día, aunque uno de ustedes lo llevara de a brinca charcos. Puede ser que te mandaran siempre bañado, con uniforme limpio y muy presentable o hasta impecable, con zapatos, mochilas y útiles de marca.

    ¿Recuerdas? que mandaban a alguien a recogerte a la salida de la escuela; a tu abuela o abuelo, a tu tía, a tu hermano o al vecino, muchos otros simplemente no podían o no querían y tu llegabas solo a casa o acompañado con tu hermano o vecinos, ya que eran familias numerosas. Antes no se corrían los peligros de hoy y aun así, tu padre llegó a ir por ti en carro o enviaba al chofer, había de todo, de acuerdo a las posibilidades económicas y de tiempo de tu familia, pero amor seguro no te faltó.  Aunque hayas sido el hijo más irrespetuoso y hasta delincuente, tus padres se preocuparon por ti.

    No creo que hayas olvidado cuando quisiste dejar la escuela y, tu padre te llevó a trabajar los días que fueron necesarios, haciéndote hincapié; de que: "el que no estudia trabaja", y con la soba que te acomodó trabajando, a la vuelta de unos días, decidiste continuar asistiendo a la escuela porque, ellos, tus padres, uno al otro se decía: Que tenga lo que yo no tuve, pero para eso debe de estudiar, porque el que no estudia no avanza. ¡Les importaba tanto tu preparación!, que preferían comprar la cartulina o la monografía que pedían en tu escuela, que comer mejor un día; sopa y frijoles, eso era suficiente mientras se cumpliera en la escuela. Es más, el taco de tortilla dorada con limón y salsa

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