El placer de la mentira

Por Dr. Jorge Madera Rosales

El placer de la mentira

El libro nos envuelve en muchas reflexiones de nuestra propia vida cotidiana, la vida común de todos los días. Además, confronta nuestras experiencias de vida con variados sucesos y diferentes contextos sociales, biológicos y cu

• Idioma: Español
• Editorial: Jorge Madera Rosales
• Fecha de lanzamiento: 14 jun 2022
• ISBN: 9781684897308

Vista previa del libro

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Introducción

     EL PLACER DE LA MENTIRA. ¿Separación o Divorcio?  Una obra donde conoceremos factores que influyen, para que una persona mienta. De acuerdo con un estudio realizado, de 398 personas encuestadas, sobre: SI SER INFIEL, se perdonaría. El 3.75% dijo que SÍ, el 1% dijo que NO. Mientras el 95.25% decidió permanecer en silencio. Callamos y mentimos por nuestra cultura, tradiciones, familia, raza, preferencia sexual, sexo, religión, afinidad, Asociación, dolor, tristeza, poder, conveniencia, interés, etc. Todos de alguna manera formamos parte de ella.

     Considerando la infidelidad, partimos. El autoengaño, es común en algunos, mientras otros somos partícipes. Aquí, encontraremos elementos importantes que nos ayudarán a comprender y entender mejor a las personas. Espero que disfrutes la lectura y analicemos juntos, si alguna vez hemos sido parte de ella. ¿Se debe perdonar una mentira?

Un Cordial Saludo.

Dr. Jorge Madera Rosales, AMP

Alternative Medical Practitioner

Capítulo I

FACTORES Y CAUSAS DE LA MENTIRA

¿Dónde se origina la mentira?

Existen diversas teorías que nos podrán llevar a entender por qué mentimos. Cuando mentimos, con el propósito de ayudar a alguien; la mentira es aceptada, más que cuando mentimos para obtener un beneficio propio.

     La mentira tiene sus orígenes de alguna forma en lo biológico. Repetimos patrones por herencia y los ponemos en práctica día con día; y se nos relaciona con algún familiar cercano, apreciado por la familia. Sin darnos cuenta, hacemos que la mentira sea placentera y se adopte como parte de nuestra personalidad. La constante afirmación, con esa persona querida en referencia a nosotros nos convierte en el orgullo familiar.

     La mentira, esconde nuestra realidad y aparenta lo que no somos. Nos relaciona con eventos que no queremos aceptar, resolver o escapar de ellos. Mentimos y nos adentramos en nuestro mundo olvidándonos de aquellos que nos escuchan y observan, que en su momento posiblemente confronten nuestros argumentos.

     Nos hemos acostumbrado a mentir, porque así nos comunicamos en la comunidad donde nos relacionamos. En la casa, trabajo, calles, supermercado, deportes, con los amigos, eventos, etc. Hemos descubierto que se sienten cómodas las conversaciones.

     Conforme pasa el tiempo, la mentira, se hace más fuerte y en casos extremos pasa de ser normal a una patología. Es decir; la hacemos tan propia, que hasta nosotros mismos llegamos a creerla como la verdad absoluta en nuestras conversaciones, afirmaciones o consejos.

     El estrés, es otro de los factores. Cuando estamos en situaciones complicadas, irritantes, mal humor, ansiedad, episodios depresivos, o alteraciones psicológicas, mentimos por quedar bien ante los demás. Esto es muy común en las grandes urbes, donde la vida es tan rápida, llena de necesidades, conflictos personales y sociales.

     Nos responsabilizamos de personas que apreciamos, al igual de sus conductas y mentimos; para salvarles de situaciones o protegerles. Aunque sabemos que no está bien, lo hacemos y reafirmamos el poder de sus palabras, sin darnos cuenta de que no benefician, pero si perjudican y dañan. En casa, algunos padres protegen a sus hijos y les permiten mentir, confundiendo la libertad y el respeto dentro del hogar. Por lo general siempre argumentan: están jóvenes, apenas empiezan a vivir, no saben lo que hacen, etc. Patrones de conducta que se reafirman con el tiempo.

     La mentira no es eterna. Cuando mentimos, pensamos que no seremos descubiertos, pero no es así. La mentira, produce angustia. Cuando decimos cosas que no deberíamos decir, generamos duda y posteriormente culpa. Se generan cambios de actitud y comportamiento acompañados de dolor emocional.

     Las relaciones personales, los lugares de vivienda, el trabajo, la familia y costumbres, juegan un papel importante en la vida de cada uno de nosotros. Las palabras e historias se convierten en el estímulo, que incrementan la ansiedad que debilita nuestro organismo, haciendo parecer real lo irreal, donde las palabras toman un toque personal único.

     Los estados de abandono, carencias, vacíos emocionales, inestabilidad emocional, agresiones, baja autoestima, y relaciones tóxicas, son otras causas del porqué mentimos. La mentira es usada en diferentes canales de comunicación y en ocasiones se acompaña de rencor, odio, coraje, tristeza y envidia. Tratamos de evitar que otras personas vivan su vida feliz, no queremos que sean felices e inventamos historias; que no logren su éxito en los negocios y se perfilen hacia el fracaso propiciando miedos y temores. La mentira abre caminos de duda e incertidumbre. Cuando a los niños o jóvenes se les miente, crean patrones de conducta diversos logrando vivir en apariencia, coraje e