Un Espíritu Se es y un Alma se Posee: El Espíritu Es El Alma Que Sobrevive Al Cuerpo

Por JASALO

La idea de escribir este libro, fue por el vacío interior que el ser humano experimenta y el no saber identificarnos en la vida espiritual, ya que, sería la razón de estar en este mundo tan falto de amor y comprensión.

En la vida material nos identificamos con una personalidad y con un carácter.

En la vida espiritual nos identificamos con el alma, con nuestras buenas o malas obras; como también, con nuestra altitud o pequeñez. Concientizarnos es muy importante, eso nos permitirá saber para dónde vamos.

• Idioma: Español
• Editorial: Page Publishing, Inc.
• Fecha de lanzamiento: 7 abr 2020
• ISBN: 9781643344249

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El alma: principio vital–fluido vital

Los seres orgánicos, nacen, crecen, se reproducen y mueren en la actividad de la vida. Estos seres están provistos de órganos para sus diferentes actividades diarias, como también tienen necesidad de conservación y dentro de ese grupo están hombres, animales y plantas.

Los seres inorgánicos: no todos tienen vitalidad y movimiento, ya que nacen por asociación o agregación de la misma materia. Como son los minerales, el agua, el fuego, etc.

Principio vital: los términos científicos, no suelen describir que los objetos siguen leyes inmutables (como es el caso de las matemáticas). La ciencia se ha caracterizado por seguir principios y conceptos de gran importancia, ya que, en ellos, está la evolución, la diversidad, la continuidad, la universalidad, la homeóstasis, como también: las interacciones.

El producto no debe ser nunca superior a la causa generadora. Somos incognoscibles; nuestra pequeñez lo demuestra. En el plan divino de Dios de crear un mundo para que seamos parte de él, no quiere decir que no seamos parte de esa creación. O vivamos bajo la ley del progreso; la cual rige la vida, la organización de la misma y de sus criaturas.

Los seres orgánicos, tienen un fluido vital. Ese es el principio de la vida material y de la vida espiritual. Entendemos que el alma es un ser, enteramente espiritual, sin dejar de tener conocimiento de que lo material: afecta en sus más mínimas imperfecciones. Por lo tanto, no está libre de sus sufrimientos.

El espíritu es el alma que sobrevive al cuerpo después de la muerte del cuerpo físico. Somos parte del cosmos, por consiguiente, debemos entrar en esa alineación. Sin embargo, nuestros deberes y compromisos, muchas veces nos lo impiden. La humanidad evoluciona a la medida que el hombre se concientiza. Si revelasen que existe una conciencia universal, esto explicaría que el conocimiento también es parte de nuestra evolución. Nosotros, como humanidad, debemos darnos cuenta que estamos llenos de preguntas, como: ¿cuál es el propósito de estar en este mundo?

La ignorancia nos trae consecuencias nefastas. Debemos sacrificar todo lo que nos alaga y envanece: el orgullo, la vanidad, la riqueza, el poder. Temenos que sentir lo que es el dolor ajeno y lo que conlleva una vida más humana y, naturalmente, justa.

La afinidad que nos une a la tierra, no desaparece cuando llegamos al mundo espiritual. Así mismo, ocurre con nuestras tendencias negativas como son: el odio, el rencor, la venganza, el desamor, etc.

Esta doctrina sensibiliza al hombre, para que deje todas las inclinaciones negativas. El conocimiento espiritual nos hace más libres, ya que el camino a la luz, está vacío. Nadie quiere caminar por él. Entrar por el camino angosto, es caminar con nuestra propia conciencia; así mismo, es caminar todas las verdades que nuestro raciocinio comprenda para que ese camino nos conduzca a mundos de luz.

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Tratados del alma

Filósofos; metafísicos; teólogos; psicólogos; religiosos de todas las denominaciones, tienen conocimiento del alma. Al igual que los científicos, por lo que afirman la existencia del alma y su inmortalidad. Y pruebas a través de la fotografía y del peso de la misma.

Mientras que la humanidad marche con la cabeza hacia abajo, la realidad de la vida después de la muerte del cuerpo físico, es un hecho. Hoy por hoy, temenos la famosa Teoría del caos, que es aceptada por la mayoría de los científicos. Dentro de lo espiritual, etéreo o -simplemente- misterioso, hay otro lugar donde continuamos viviendo después de la muerte.

Desde el punto de vista, religioso y científico, siempre habrá confusión acerca de la existencia del alma. Queda claro que las dos son, aparentemente diferentes, en su significado y en su forma de ver las cosas.

¿Es lógico pensar en la existencia del alma? Pocos son los que se atreven hablar del alma. En el estudio del alma, ha sido durante siglos que las filosofías, religiones y doctrinas, afirmen esa parte incognoscible para ellos. Ya que, según cuenta, es parte de lo sobrenatural. El alma tiene una relación directa con Dios, con el mundo espiritual, con el mundo material y especialmente con el hombre.

Según Platón: el alma es parte divina, y es la que nos concientiza como humanos que somos. Es inmortal, no cambia, no se afecta si esta encarnada o desencarnada y por consiguinte: todas las partes constitutivas, equilibran y armonizan en su funcionamiento para alcanzar las virtudes que necesita para su liberación.

El objetivo del alma, ¿cuándo está encarnada, es obtener felicidad? ¿Será que los placeres son primordiales para la felicidad? O será que los placeres nos hacen parecer animales, según el intelecto actúe.

Aristóteles no plantea si el alma existe o no, ya que su existencia no se cuestiona; sino, se pasa directamente a hablar de su naturaleza y propiedades. Según la teoría aristotélica, Dios en esencia, lo es todo (con todos sus atributos y facultades). El atributo más grande que Dios nos ha dado, es el alma, ya que con ella nos identificamos.

El origen de la vida, es el alma. Ya que la vida real, está en ella. ¿Es el ser real, que sobrevive a la muerte del cuerpo, el temor o miedo a la muerte? Es normal, por tanta ignorancia, desconocimiento del proceso espiritual y falta de madurez, que el temor empiece a desaparecer cuando vamos tomando conciencia del porvenir que nos espera.

La incredulidad y la duda nos asalta de momentos, ya que las creencias están mezcladas con el fanatismo.

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Creencias filosóficas

De las cuestiones más importantes del conocimiento científico y filosófico son: ¿qué es el hombre?; ¿de dónde vino?; ¿para dónde va?; ¿cuáles son las razones de su sufrimiento?

Primero, vamos a hacer un reencuentro de nuestro pasado. Nos remontamos a los 2400 a.C., en Grecia, un pensador llamado Tales, en la ciudad de Mileto, se hizo unas preguntas: ¿es una realidad, la materia?; ¿es una realidad, la energía?; ¿es una realidad, el espíritu?; ¿es una realidad, el alma?

Estas preguntas, dieron paso más tarde a Sácrates y Platón, formarse un concepto de la realidad de nuestra condición: el cuerpo que se muere y la realidad, que es el espíritu que sobrevive a la materia.

Más aún, Platón creía en la reencarnación. El hombre sobrevive antes de la cuna y después de la muerte. Luego vino Aristóteles y nos enseñó que el hombre es una realidad triple: materia, intelecto y espíritu.

Luego otros investigadores del principio del desarrollo de la vida intelectual, llegaron a la conclusión de que solo hay una realidad: la materia que se deriva de la energía. Enseñaron en física, los tres factores primarios que son: movimiento, vacío y átomo. De ahí, la filosofía, que cuando uno muere: masa, moléculas y la vida, se desintegran para luego desaparecer.

No fue sino hasta el siglo XV, con el francés René Descartes, que se estableció la existencia una energía trascendental. Que existe al cuerpo y que sobrevive a la materia. Así fue como el concepto carteciano abrió las puertas a los demás científicos. Hasta que apareció Anton Mesmer, con el intercambio de fuerzas y la transmisión de energía; lo cual llamaron el mesmerismo, aplicación de fluidos.

En 1800, empezó la época científica de la investigación paranormal. También dieron paso a los fenómenos paranormales y fue así, como se conoció fenómenos mediúnicos; que pertenecen al subconsciente humano y a los mediums.

En 1857, Allan Kardec, presenta al mundo una obra magistral en filosofía: El libro de los espíritus. Ya en 1889, William Crookes, junto con otros científicos notables, presenta una nueva técnica que se llamó: metafísica; la cual abarca los campos fuera de la física, biología y fisiología.

No olvidemos que todos los pueblos y civilizaciones, están llenos de teorías, hechos y sucesos paranormales, como: visiones; audiciones; efectos físicos; precogniciones; revelaciones; etc. Desde la cultura más antigua hasta la más desarrollada, han registrado experiencias paranormales en distintos contextos.

Hoy por hoy, encontramos dos parapsicologías: una con alma y otra sin ella.