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La ética de los conflictos de interés en los negocios: Una introducción
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Libro electrónico294 páginas4 horas

La ética de los conflictos de interés en los negocios: Una introducción

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Información de este libro electrónico

Junto con otros dilemas morales y cuestiones relacionadas con la responsabilidad social corporativa, los conflictos de interés son uno de los desafíos más comunes que se enfrentan en el lugar de trabajo. El libro se dedica a examinar la ética detrás de los conflictos de interés en el contexto de los negocios, centrándose en los fundamentos de la filosofía moral que informan nuestra comprensión de la ética.

A través de su escritura clara y el uso de viñetas, el autor muestra cómo la ética puede utilizarse para identificar y gestionar los conflictos de interés en el mundo empresarial. El libro ofrece una visión original sobre este tema, impulsa el debate académico sobre los conflictos de interés, al mismo tiempo que brinda una guía clara sobre la ética de los conflictos de interés en los negocios que se convertirá en una lectura esencial para los estudiantes de todos los niveles que estudian ética empresarial.
IdiomaEspañol
Fecha de lanzamiento21 jul 2022
ISBN9789972574993
La ética de los conflictos de interés en los negocios: Una introducción

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    La ética de los conflictos de interés en los negocios - Alonso Villarán

    .

    Título original en inglés: The ethics of conflicts of interest in business: An introduction. El libro fue publicado en 2021 por The Rowman and Littlefield Publishing Group, Inc.

    © Alonso Villarán, 2022

    De esta edición:

    © Universidad del Pacífico

    Jr. Gral. Luis Sánchez Cerro 2141

    Lima 15072, Perú

    La ética de los conflictos de interés en los negocios. Una introducción

    Alonso Villarán

    1.ª edición digital: julio de 2022

    Traducción: Javier Flores Espinoza

    Diseño de la carátula: Ícono Comunicadores

    ISBN ebook: 978-9972-57-499-3

    Hecho el Depósito Legal en la Biblioteca Nacional del Perú: 2022-06390

    Disponible en fondoeditorial.up.edu.pe

    BUP

    Villarán, Alonso

    La ética de los conflictos de interés en los negocios: una introducción / Alonso Villarán ; traducción, Javier Flores Espinoza. -- 1a edición. -- Lima: Universidad del Pacífico, 2022.

    183 p.

    1. Ética de los negocios

    2. Ética profesional

    3. Conflicto de intereses

    I. Flores Espinoza, Javier, 1962-, traductor.

    II. Universidad del Pacífico (Lima)

    174.4 (SCDD)

    La Universidad del Pacífico no se solidariza necesariamente con el contenido de los trabajos que publica. Prohibida la reproducción total o parcial de este texto por cualquier medio sin permiso de la Universidad del Pacífico.

    Derechos reservados conforme a ley.

    Agradecimientos

    Debo un gran agradecimiento a las autoridades y a mis colegas de la Universidad del Pacífico (Lima, Perú), y también a su Centro de Ética y Responsabilidad Social, que lideró el proyecto de esta traducción. Sin su apoyo, este libro no existiría.

    Estoy, asimismo, en deuda con el personal de Rowman & Littlefield, en particular con Mark D. White, Dhara Snowden, Rebecca Anastasi, Isobel Cowper-Coles, Scarlet Furness, Kym Lyons, Hannah Fisher, Frankie Mace, así como todos aquellos que también tomaron parte en el proyecto.

    Agradezco a Thomas L. Carson, quien me introdujo al tema al pasar hace varios años (y además también revisó parte de los materiales). Debo, asimismo, un gran reconocimiento a Michael Davis y John Boatright, quienes en cierto momento me ayudaron a conseguir parte de la bibliografía esencial (y, además, con sus escritos, me enseñaron bastante sobre los conflictos de interés). Aprecio además a los evaluadores anónimos que comentaron el capítulo usado como ejemplo. Debo asimismo agradecer a Javier Flores Espinoza, quien realizó la traducción. Va también un gran agradecimiento a Jean Christian Egoavil, mi asistente de investigación, quien me ayudó con este proyecto desde el primer día. Agradezco igualmente a James Spence por haberme recibido en la Great Lakes Philosophy Conference y por haberme alentado a que escribiera este libro.

    Por último, va mi sincero agradecimiento a mi esposa Laura por sus revisiones, su apoyo y sus consejos.

    Introducción

    ¿Alguna vez alguien en el trabajo le ha birlado su almuerzo, su bebida o su bocadillo? ¿O acaso alguna vez ha cogido los de alguna otra persona?

    Según una encuesta efectuada por BusinessWire en 2017, uno de cada cinco empleados admitió haber cogido el almuerzo, la bebida o el bocadillo de alguna otra persona¹. La forma en que algunas de las víctimas hacen frente a esta situación puede resultar hilarante. Mi favorita es la de K. Farrel, tal como la reportara la BBC:

    Solía reír cuando una persona con la cual trabajaba abría el refrigerador cuando todos se encontraban en la cafetería y decía: «¡Oh, no! ¡Eso tenía mi medicamento! Si alguno de ustedes bebió mi leche, sería bueno que llamen a su médico». Luego se iba. Me resultaba divertido porque sabía que lo había inventado. Pero allí quedaban algunas personas sumamente preocupadas².

    La ética de esta forma de lidiar con el hurto de comida en la oficina es un tema en sí mismo, al igual que la de colocar laxantes en alimentos y bebidas que pronto serán hurtados, que es lo que otras víctimas hacen. Sin embargo, analizar esto, al igual que la ética del hurto, nos llevaría por un camino errado.

    Pero, entonces, ¿por qué lo menciono? Pues porque me permite establecer una distinción fundamental que nos conducirá al tema de este libro, que es la ética de los conflictos de interés en los negocios.

    Pregúntese: ¿los ladrones de comida de la oficina se ven ante un conflicto de interés cuando les tienta coger las galletas o la lata de Coca Cola? ¿Y qué hay de quienes se ven tentados a engañar a su cónyuge con un colega? ¿O de aquellos que sienten la tentación de mentir a sus compañeros de trabajo acerca de dónde pasaron el fin de semana? ¿Enfrentan ellos un conflicto de interés?

    Estos no son tales. Son problemas morales ordinarios en el centro de trabajo. Y esta es la distinción: los conflictos de interés tienen algo especial por ser dilemas morales, esto es, algo que los distingue de los problemas morales ordinarios. De otro modo, no tendríamos que darles una denominación especial. Por lo tanto, ¿qué es lo que distingue a unos de los otros? Bueno, trazar dicha distinción constituye parte del tema de este libro.

    Ahora bien, estoy seguro de que usted no está leyendo este volumen para distinguir los problemas morales ordinarios en los negocios de los conflictos de interés. Lo hace porque desea saber más de estos últimos, o, si no –claro está–, porque es un estudiante y su profesor eligió el tema y tal vez hasta le asignó el libro. Si este último es su caso, entonces necesitaré captar su atención con una razón más importante.

    La razón es simple: si ya trabaja, o si pronto habrá de hacerlo para ganarse la vida, pues entonces un conflicto de interés se encuentra en camino (y pronto se habrá de topar con otros más). ¿Estará preparado para ello? ¿Estará listo para identificarlos y abordarlos adecuadamente? Es además posible que eventualmente dirija una empresa u organización, si es que no lo está haciendo ya. ¿Cuenta con la suficiente comprensión del problema como para regularlos debidamente? Este libro le ayudará en esto y con alguito más, todo por el mismo precio.

    Al tratarse de un libro acerca de la ética de los conflictos de interés, estaría incompleto y hasta sin base alguna si no presentara primero la ética a los lectores. Este, en efecto, será el tema del primer capítulo. Más específicamente, allí presentaré a los lectores –o reforzaré su conocimiento de– un concepto central de la ética, la ley moral, desde la perspectiva de dos de las más influyentes teorías morales de los últimos 250 años: la deontología de Immanuel Kant y el utilitarismo de John S. Mill. En este capítulo, mostraré además la estructura general de los problemas morales, lo que nos ayudará a definir los conflictos de interés y a distinguirlos de los problemas morales habituales.

    Contando ya con una idea básica de la ética, en el capítulo 2, examinaré la ética empresarial en su lenguaje más popular: el de la responsabilidad social corporativa. Ahora bien, al igual que sucede con la ética, sería imposible abarcar todas las teorías y debates en torno a este tema dentro de los límites de un solo capítulo. Por dicha razón, en este me concentraré en dos de las versiones más influyentes de la responsabilidad social corporativa: la (así llamada) teoría de las partes interesadas de R. Edward Freeman y la (llamada) teoría del accionista de Milton Friedman. Luego, analizaré la relación existente entre la responsabilidad social corporativa y los conflictos de interés, y abogaré a favor de la necesidad de dedicar más tiempo y recursos a estos últimos.

    Habiendo tocado la ética, la responsabilidad social corporativa y la relación entre esta y los conflictos de interés en la ética empresarial, en el capítulo 3, pasaré finalmente a los conflictos de interés en sí. Más específicamente, abordaré la siguiente cuestión preliminar: ¿qué es un conflicto de interés? Esta será una oportunidad para recurrir a los paladines filosóficos de los conflictos de interés, comparar cómo es que los definieron y tomar posición. Por supuesto que usted podría no coincidir con esta postura, pero definitivamente terminará el capítulo con una buena idea de qué es un conflicto de interés, y, por ende, estará mejor equipado para identificarlos cuando se tope con ellos.

    Pero una definición no basta para dominar su identificación. Para esto, necesitamos contar también con una tipología. En efecto, sin una tipología o clasificación, corremos el riesgo de no identificar toda una clase de conflictos de interés: paradigmáticamente, el tipo intrínseco, como veremos. Pero valía la pena escribir el capítulo por sí mismo. De hecho, no hacerlo equivaldría a escribir un libro sobre, digamos, perros, que ignorase sus razas. ¿Acaso esto no limitaría de manera sustancial nuestra comprensión sobre dichos animales?

    En el capítulo 5, abordaré la naturaleza moralmente problemática de los conflictos de interés. ¿Por qué razón son moralmente problemáticos y no, más bien, digamos, simplemente legalmente problemáticos? Lo son por varias razones, pero voy a resaltar una fundamental que se refiere a las promesas. Luego de esclarecer y explicar esto, analizaré las promesas desde las perspectivas deontológica y utilitaria (desarrollando la introducción hecha de estas perspectivas en el capítulo 1). El objetivo de todo esto es dejar absolutamente en claro por qué razón debemos tomar en serio los conflictos de interés.

    Aquellos que son de orientación más práctica se deleitarán en particular con el capítulo 6, que está dedicado al manejo apropiado de los conflictos de interés. ¿Qué debemos hacer cuando nos topamos con uno, o incluso antes de que ello suceda? En este capítulo, abordaré esta cuestión en los niveles individual y organizacional, examinando medidas que van desde la exploración de cómo es que los conflictos de interés se regulan en nuestro trabajo o profesión (primera medida individual) hasta su reglamentación mediante códigos de ética (última medida organizacional). El examen de los conflictos de interés, a su vez, nos dejará en un lugar perfecto para el siguiente y último tema: su presencia en los códigos de ética.

    En el capítulo 7, el último antes de las conclusiones, analizaré las formas en que los conflictos de interés se regulan en el mundo empresarial. Aquí aplicaremos todo lo que hemos aprendido en los capítulos anteriores. Veremos las distintas formas en que los principales códigos de ética (los de algunas de las más grandes corporaciones) fallan debido a definiciones fallidas, importantes omisiones y medidas administrativas incompletas, entre otros defectos. Sin embargo, el objetivo no es simplemente criticar por criticar. Lo que se busca en realidad es reunir los errores más comunes para que los lectores que cuenten con el poder para rectificar, redactar o encargar un código de ética no los cometan. El capítulo fortalecerá su novísimo dominio de los conflictos de interés, incluso en caso usted no cuente con dicho poder ni piense tenerlo en el futuro.

    Se imponen algunas aclaraciones. En primer lugar, este es un libro sobre la ética de los conflictos de interés en las empresas, pero sobre la ética en sentido estricto o restringido. En otras palabras, su fundamento es la filosofía moral. Esta aclaración se refiere no solo a las teorías de la moral que presentaré en el capítulo 1 (la deontología de Kant y el utilitarismo de Mill), sino también a la literatura misma de los conflictos. En otras palabras, al definir y clasificar (y así sucesivamente) los conflictos de interés, el libro abordará la literatura filosófica del tema, esto es, lo que filósofos como Michael Davis y Thomas L. Carson han dicho acerca de ello. Sin embargo, la bibliografía trasciende a la filosofía y podemos encontrar abogados, médicos, etc., analizando dichos conflictos en sus campos respectivos. Alentamos y animamos a todos a que busquen dichas publicaciones.

    En segundo lugar, este es un libro acerca de los conflictos de interés en las empresas, pero personas de otras profesiones podrían también aprender con él. Los ejemplos que aparecen a lo largo del libro serán tomados, o imaginados, a partir del mundo empresarial. Aun así, la definición, clasificación, evaluación, gestión y hasta el análisis de la forma en que los códigos de ética empresariales regulan los conflictos de interés, podrían aplicarse fácilmente en otros campos.

    En tercer lugar, este es un libro acerca de los conflictos de interés en las empresas, pero, en términos más generales, es también un libro acerca de la ética empresarial. ¿Por qué digo esto? Pues porque los conflictos de interés se ubican en el centro de la ética empresarial. Ningún otro de sus temas atraviesa su meollo como los conflictos de interés. La ética de la publicidad, la financiera, la contable, etc.: todas estas áreas especializadas de la ética empresarial solo son atractivas para los publicistas, los agentes financieros, los contadores, etc. Los conflictos de interés, de otro lado, captan la atención de toda persona involucrada en los negocios. Podría replicárseme lo siguiente: «¿Qué hay de la responsabilidad social corporativa?». A esto respondo que ella puede ser transversal, pero, como dejaré en claro en el capítulo 3, se trata de una forma elitista de abordar la ética empresarial. Los conflictos de interés, de otro lado, no solo son transversales sino también igualitarios.

    La ética, la ética empresarial y los conflictos de interés son todos temas fascinantes. Es hora de abordar a cada uno de ellos, en ese orden.


    ¹ https://www.businesswire.com/news/home/20170615005558/en/Eaten-Reality-Sandwich-Put-Ducks-Row-Not

    ² https://www.bbc.com/news/business-48760790

    Capítulo 1

    La ética y la ley moral

    Tal vez la cuestión moral más popular entre los empresarios es si la ética resulta rentable o no. Esto no sorprende. Después de todo, ellos usualmente se dedican a los negocios para ganar dinero. Los partidarios de la ética empresarial y la responsabilidad social corporativa saben bien esto, lo que hace que resalten las muchas formas en que la ética es una «buena inversión», esto es, una forma de hacer negocios que genera buenos resultados.

    La pregunta sobre la rentabilidad de la ética forma parte de otra más amplia, que los filósofos vienen haciéndose desde hace milenios: ¿es la ética una vía que conduce a la felicidad? Podemos remontar esta cuestión hasta Platón, quien dedicó gran parte de La república a intentar convencernos de que, contra lo que usualmente se piensa, esto en efecto es así.

    Pero este no habrá de ser nuestro interés principal. Más bien, intentaremos responder una cuestión más fundamental: ¿qué significa ser ético? Después de todo, la razón principal por la que nos hemos congregado en torno a este libro es para analizar la ética de los conflictos de interés (para revelar su esencia, estatus moral, etc.). La felicidad formará parte de nuestro examen, pero principalmente como un deber antes que como una recompensa por haber hecho lo que la ética ordena.

    Así pues, ¿qué significa ser ético? Quiere decir seguir la ley moral y los deberes que de ella se siguen. Ahora bien, que esta respuesta deje perplejos a algunos lectores no es algo que me llame la atención. Después de todo, la ley moral es un concepto algo olvidado en nuestro tiempo. Prestemos atención a las palabras que la gente emplea en las discusiones morales ordinarias, es decir, en aquellas que tienen lugar en salas y páginas de opinión. ¿Acaso se alude siquiera a la ley moral? Lo que más bien predomina son palabras como «derechos», «valores» y «tolerancia». El hecho es que, sin la ley moral, estas y otras cosas preciosas no tendrían base alguna: esto es algo que los más grandes filósofos morales premodernos y modernos (esto es, los que antecedieron a Friedrich Nietzsche) sabían bien.

    Así, este capítulo fundacional estará dedicado a la ley moral. Para dejar del todo claras las razones de esto, la ley moral nos abrirá la puerta a una comprensión de la ética, lo que a su vez abrirá la puerta a una comprensión de la ética de los conflictos de interés.

    Hace algunas líneas, mencioné el compromiso que los filósofos morales premodernos y modernos tuvieron con la ley moral. Sería bastante interesante desarrollar dicha historia, es decir, la de la ley moral en la filosofía, pero ello resultaría excesivo en un libro como este. Nos concentraremos, más bien, en dos de las versiones actualmente más influyentes de la ley moral: la deontología de Immanuel Kant (tal como fuera presentada principalmente en su Fundamentación de la metafísica de las costumbres) y el utilitarismo de John S. Mill (tal como fuera expuesto en El utilitarismo).

    Vale la pena aclarar que la influencia de la ley moral no es explícita, pues, si lo fuera, sería un concepto popular. Con todo, los ideales que estas versiones de la ley moral contienen ciertamente forman parte del «espíritu de nuestro tiempo», aun cuando no reconozcamos su fuente. En efecto, una vez que haya terminado este capítulo, el lector sentirá que lo aprendido, de alguna forma misteriosa, es algo que ya sabía.

    Con respecto a la ley moral, son tres los puntos que vamos a examinar: su fuente (¿de dónde proviene?), su formulación (¿qué ordena?) y su importancia (¿por qué importa?). Comenzaremos cronológicamente con Kant, pero pasaremos a Mill (y cambiaremos además de pregunta) cuando resulte conveniente.

    Una última aclaración antes de comenzar. No negamos las muchas diferencias existentes entre la deontología de Kant y el utilitarismo de Mill, pero nuestro enfoque no será polémico. Más bien, haré todo lo posible, una vez que haya presentado lo que dijeron acerca de la ley moral, por resaltar algunas de las ideas que los unen, con miras a así convocarlos en nuestros futuros esfuerzos por dominar los conflictos de interés.

    Un imperativo categórico de la razón: la fuente de la ley moral en Kant

    «Todo en la naturaleza funciona en conformidad con leyes», afirma Kant (1993, p. 412), y en esto no parece haber nada controversial. Después de todo, nos encontramos todos sujetos a las leyes naturales que rigen el universo. Por ende, si saltásemos de un edificio, nos precipitaríamos hacia abajo y muy probablemente moriríamos. Kant, sin embargo, sienta las bases para una tesis más audaz: que, al ser seres racionales, los humanos contamos con la capacidad para pensar y actuar en conformidad con leyes surgidas de la razón.

    Hasta aquí, todo muy bien, pero hay un problema. Los humanos en realidad no somos puramente racionales, de modo tal que a veces –y con mayor frecuencia de lo que nos gusta admitir– ignoramos las leyes racionales. Es por dicha razón que tales leyes se nos manifiestan como mandatos o imperativos que expresan un deber ser: «haz esto», «no hagas aquello».

    Las leyes o imperativos a los cuales nos estamos refiriendo, prosigue Kant, son de dos tipos: hipotéticos y categóricos. Un imperativo hipotético es aquel que nos dice qué debemos hacer para conseguir algo que podríamos desear o que efectivamente deseamos. Hay, por ejemplo, un imperativo hipotético que dice: «Si deseas hervir el agua, caliéntala a 212 grados Fahrenheit». Como en este momento no deseo hervir agua, no me siento obligado a hacer lo que dicho imperativo hipotético ordena. Pero, la siguiente ocasión en que desee hervirla (y esa ocasión muy probablemente llegará), seguiré más de cerca dicho imperativo. Sería lo racional que hacer si lo que deseo es, digamos, hervir un huevo.

    Es, entonces, a través de imperativos hipotéticos que la razón nos orienta hacia la consecución de nuestras metas mundanas: hervir agua, crear un plan de marketing y hasta la consecución de la felicidad –para mencionar algo que todos naturalmente deseamos–. En estos casos, la razón (orientada por la experiencia) nos dice que «si deseas crear un plan de marketing, describe tu público objetivo», «si deseas ser feliz (y crees que la felicidad requiere de la tranquilidad financiera), ahorra para tu jubilación», etc. Si deseas X, haz Y. Si es que.

    A este nivel, la razón es instrumental. Tenemos deseos, y la razón nos dice cómo satisfacerlos. Les aseguro que esto es algo por lo cual debemos estar agradecidos. Pero la razón no es simplemente instrumental. Ella es algo más que una herramienta al servicio de nuestros deseos. La razón es la fuente de un orden más alto: un imperativo que nos dice cómo actuar moralmente, sin un «si es que» o condición alguna. Me refiero al imperativo categórico: el «si deseas X» se desvanece de la ecuación. Simplemente, debemos «hacer Y» (pronto especificaremos esta última). Esto se aplica, nos guste o no.

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